• once •

Lisa fue en todo momento consciente de que Rosé, más que pedírselo, se lo había ordenado, así que se puso de pie y la siguió, sintiendo las miradas de ambos miembros de BTS clavadas en su espalda. Entraron en el tocador de chicas de la planta baja y Lisa vio que su amiga comprobaba cada uno de los cubículos. Una vez hubo confirmado que estaban completamente solas, volteó y se colocó las manos en la cintura.

— Entonces... —dijo, haciendo una pausa ante la posibilidad de que Lisa quisiera decir algo. Sin embargo, como no lo hizo, continuó—. ¿Cómo estás?

La tailandesa pestañeó un par de veces, sorprendida por lo casual de su pregunta. Su primer instinto fue responder con un insípido "bien" en piloto automático, pero Chaeyoung no se lo tragaría, y ciertamente no tenían una relación en la que solieran mentirse. Mientras trataba de aclarar sus pensamientos, Lisa se dirigió a los lavabos y se mojó las manos. Cuando el grifo se detuvo, apoyó ambas manos en la mesada de mármol y soltó un suspiro.

— No lo sé —respondió, sintiendo que era la respuesta más honesta que podía darle. Al cabo de unos segundos, alzó la mirada y se encontró con los ojos de la australiana a través del espejo—. ¿Alguna vez has conocido a alguien... —Lisa dudó, tratando de elegir las mejores palabras para poder explicarse— con quien has sentido una especie de conexión instantánea?

Si Chaeyoung se sorprendió por la pregunta, no lo dejó traslucir. Simplemente pestañeó y, para sorpresa de Lisa, soltó un suspiro.

—Lisa alzó ambas cejas, repentinamente interesada por el misticismo con el que Rosé había contestado, pero antes de que pudiera hacerle alguna otra pregunta, la morocha señaló su cabeza—. ¿Es ese su gorro?

Lisa asintió mientras se miraba al espejo y comenzaba a pasarse los dedos por el cabello. Necesitaba hacer algo con las manos, o no sobreviviría a ese interrogatorio. Sin embargo, la intención de su mejor amiga no era hacerla sentir nerviosa o presionada, por lo que se colocó frente al espejo y la imitó.

— ¿Es... nuestro contrato lo que te preocupa? —soltó, pensando que no ganaría nada con rodeos. Lisa era una persona directa, por lo que una pregunta igual de directa parecía ser lo más indicado en ese tipo de situación. Pero al ver que la maknae de Blackpink se limitaba a bajar la mirada, Chaeyoung la tomó de la mano con decisión para hacer que sus rostros se encontraran—. Lisa, no hemos hecho nada malo —la tailandesa clavó sus ojos en los de ella cuando notó el particular uso del plural que su amiga había utilizado, mas no dijo nada porque intuyó que aún le quedaban cosas por decir—. Sé que podría estar pidiéndote demasiado... pero trata de no pensar en lo que sea que está preocupándote —la aconsejó, omitiendo que eso era exactamente lo que ella había estado haciendo. Sabía que no sería fácil, pero en un intento por hacerla sentir mejor, repitió las palabras que Taeyung le había dicho tan sólo unas horas atrás—. Lo único que tenemos es este momento. Aprovechémoslo al máximo.

Lisa se la quedó mirando, impactada por su seguridad. Chaeyoung era su mejor amiga, y la conocía mejor que nadie. Pocas personas tenían su empatía y sensibilidad, por lo que Lisa no podía evitar recurrir a ella cuando tenía un problema entre manos. En este caso ni siquiera había tenido que hacer expresa su preocupación, porque su amiga la había leído como un libro abierto. Y aunque no se había explayado demasiado, Chaeyoung había sido capaz de dar en el blanco, y le había hablado con una calma y una suavidad que habían logrado tranquilizarla.

La tailandesa sonrió levemente, con el eco de sus palabras aún resonando en su mente. Tenía ese momento... tenía esa noche. La presencia de Jungkook, habiendo aparecido de la nada, existía en su presente. Existía en el hoy. Y no estaba dispuesta a dejar que ese hoy se echara a perder por el miedo a un mañana del que no sabía absolutamente nada.

A partir de ese momento, se dijo, el mañana dejaría de existir para ella.

Cuando Rosé le sonrió de vuelta, Lisa no pudo contenerse y la atrajo hacia sí para envolverla en un abrazo. La australiana rió por su efusividad, pero le devolvió el abrazo con fuerza de todas maneras. Cuando se separaron, la australiana tenía una mirada de picardía plasmada en el rostro, por lo que Lisa supo que lo peor no había hecho más que comenzar.

— Entonces... Jeon Jungkook, ¿eh? —Lisa puso los ojos en blanco, sabiendo que eso era simplemente 1/3 de lo que tendría que soportar cuando se viera obligada a reproducir la historia completa para las dos unnies del grupo—. Te dije que le llamabas la atención.

Lisa le había confesado a Jungkook que su principal fuente de información sobre su persona siempre había sido BamBam, lo cual era cierto, pero había omitido por completo la parte en la que su mejor amiga se dedicaba a hacerle comentarios en todas las premiaciones de fin de año sobre la atención que, según ella, el maknae de BTS le prestaba. Lisa se había limitado a escucharla, tratando de no animarla demasiado. En ese entonces se había convencido de que la naturaleza romántica de Rosé estaba jugándole una mala pasada y de que su amiga debía estar imaginando cosas, pero ahora no estaba en posición de negar sus afirmaciones. Sonriendo por lo irónico de la situación, Lisa se preguntó cómo reaccionaría la australiana cuando escuchara la versión completa de la historia.

— Y... ¿besa bien? —la inesperada pregunta de Rosé la sacó de su eje, pero al ver el entusiasmo que denotaba su rostro no pudo evitar soltar una carcajada. La morocha se encogió de hombros ante su reacción—. Tenía que preguntarlo. Y no te atrevas a decir que has estado todo este tiempo simplemente hablando con él.

Lisa la miró durante un par de segundos, preguntándose cuándo había sido la última vez que sus conversaciones habían girado en torno a chicos. Blackpink estaba consolidándose como grupo femenino relativamente nuevo en el ambiente, por lo que sus vidas estaban dedicadas a trabajar sin cesar. Todo lo que no tuviera que ver con ello quedaba relegado a un segundo plano, así que la conversación que estaba manteniendo con Chaeyoung se le antojaba extraña y divertida a partes iguales.

Pero, dadas las circunstancias, decidió que sería tan honesta como de costumbre.

— No creo que la palabra "bien" le haga justicia en ese sentido.

Rosé abrió los ojos de par en par y juntó las manos frente a su pecho.

Oh, my god! —exclamó en su natal inglés. Acto seguido, bajó la voz y adoptó un tono de confidencia—. ¿De verdad? —Lisa asintió, conteniendo la risa. No quería hacer un alboroto, por lo que le hizo una seña para que fuera más discreta. La morocha se calmó un poco, entrecerrando los ojos como si estuviera pensando seriamente en algo—. No es realmente sorprendente, si lo piensas con detenimiento... —Lisa alzó una ceja, cuestionándola con ese simple gesto—. Quiero decir, Taehyung oppa me dijo que Jungkook era bueno en todo.

Luego de un par de segundos de asombro, Lisa prorrumpió en carcajadas, rompiendo su propia regla de discreción. Si pasaba más tiempo con Chaeyoung tendría que seguir contestando preguntas que suscitarían más reacciones de ese tipo, en parte porque Lisa era muy honesta en lo que respectaba a esos temas, y en parte porque su vida amorosa era increíblemente fascinante para su amiga. Decidida a no arrojar más leña al fuego, salió del tocador con Rosé pisándole los talones y se dirigió a la piscina.

Mientras recorrían el último tramo de pasillos, la tailandesa pudo percibir que su amiga le dirigía una mirada de reojo.

— Yo... —Lisa la miró, notando que Chaeyoung había bajado el tono de su voz drásticamente— estaba pensando en que esta noche debería dormir en la habitación de las unnies.

Lisa tardó un par de segundos en comprender que el comentario de la morocha distaba de ser "inocente", pero cuando sus ojos dieron con los de Rosé, se detuvo abruptamente a mitad de camino. Si su comprensión auditiva no le fallaba, ¿estaba su mejor amiga insinuando lo que creía que estaba insinuando? Sin embargo, antes de que pudiera preguntárselo, la otra la tomó de la mano para instarla a que siguiera caminando.

— Eso te daría más tiempo con él —Rosé notó que Lisa quería decir algo, pero la mandó callar con un apretón de mano—. No estoy diciéndote lo que tienes que hacer, sólo estoy ofreciéndote una opción —susurró cuando la piscina fue visible nuevamente. Justo antes de salir a la zona en la que se encontraban los chicos, Rosé le dirigió una última mirada—. Tómalo o déjalo. Pero te repito que hoy no dormiré en nuestra habitación.

Lisa guardó silencio y la siguió, más por inercia que por otra cosa. Típico de su mejor amiga, pensó mientras se encaminaba hacia los demás. Siempre poniendo a los otros en primer lugar. Pero, como ella misma había dicho, le había ofrecido una opción.

Estaba en Lisa aceptarla o no.

Continuará...

-o-o-o-o-

¡Hola a todos nuevamente! :)

Estamos de vuelta con un nuevo capítulo luego de un tiempo... En primer lugar, gracias por la comprensión y por esos comentarios llenos de cariño que nos dejaron en el aviso. Fueron realmente sanadores.

A partir de hoy nuestro ritmo de subida volverá a ser el que era: un capítulo cada dos semanas. Ya no queda mucho para el final de esta parte de la historia, el tiempo vuela cuando uno se divierte (?).

¡Hasta la próxima! :)

- Naty y Loly -

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