[ADELANTO #2] "Like today does belong to us #LISKOOK"

8 meses después del final de "Like tomorrow doesn't exist"...

25 de enero del Año II, 18:33

Necesitaba unas buenas vacaciones.

Y, a juzgar por el cansancio que denotaban los rostros que tenía a su alrededor, ella no era la única que albergaba ese pensamiento en su mente. Tal vez fuera el principio de año. Esas fechas siempre eran de mucho trabajo para los grupos idol. Festivales de fin de año en los programas de música, ceremonias de premiación, eventos de diversa índole... y una larga lista de exigencias que debían ser cumplidas en tiempo y forma.

Los horarios no eran broma. Lisa no recordaba haber dormido más de cinco horas seguidas desde hacía un buen tiempo. Y eso sin mencionar el hecho de que su grupo no estaba promocionando un álbum, pensó. Muchos de los artistas que en ese momento ocupaban las mesas del recinto de los Seoul Music Awards acababan de hacer sus comeback. La tailandesa sólo podía imaginar lo extenuantes que los eventos de fin de año debían resultarles a aquellos que se encontraban en dicha situación.

Pero eso no quitaba que efectivamente necesitara unas vacaciones, aunque fueran breves. Su usual nivel de energía no parecía ser el de siempre esa noche. Tal vez fuera porque el invierno no sacaba lo mejor de nadie. Al menos no de ella, que siempre se había sentido como pez en el agua en las estaciones más calurosas del año. Fuera como fuera, allí estaba, cumpliendo con sus obligaciones a pesar del agotamiento del que su cuerpo había comenzado a quejarse en silencio.

Lisa recorrió con la mirada a las personas que estaban sentadas a su mesa. Las miembros de Red Velvet, tan amistosas como de costumbre, se habían alegrado al ver que, un año más, el destino (o, más bien, los organizadores del evento) les había asignado asientos en la mesa que también le correspondía a Blackpink. Esa velada sería, por lo tanto, decididamente entretenida. Luego de calurosos saludos y abrazos, las chicas de SM habían procedido a ubicarse en sus respectivas sillas, para luego enfrascarse en pequeñas charlas entre sí y con los miembros del otro grupo.

La tailandesa sonrió, divertida, cuando alcanzó a escuchar un fragmento de la conversación que Jennie estaba manteniendo con Irene. Se dedicó a observarlas, maravillándose de la dulzura natural que su unnie destilaba siempre que su camino se cruzaba con el de la líder de Red Velvet. Y no era para menos, reflexionó Lisa. Irene era alguien cuya aura de hermana mayor se abría paso con la fuerza de un huracán. Esa noche las había saludado a todas con el sereno afecto al que ya se habían acostumbrado, y desde entonces Jennie no se había movido de su lado.

Los ojos de Lisa se desviaron hacia su derecha, en donde una risueña Jisoo intentaba balancear una botella de agua sobre su hombro ante la divertida pero incrédula mirada de Seulgi. La mayor de las dos le dio un suave golpe en el brazo para hacer que la botella se tambaleara, y acto seguido ambas rieron con ganas. Pero el momento se vio interrumpido por el repentino arribo de Rosé, quien se había ausentado hacía un buen rato ya con la excusa de ir a retocarse al camarín.

La australiana tomó asiento al lado de Jisoo, llamando la atención de esta última. Lisa vio que se quedaban mirando en silencio durante un par de segundos, hasta que la unnie mayor de Blackpink se inclinó levemente para murmurarle algo que Lisa no pudo escuchar. Chaeyoung sacudió la cabeza mientras se pasaba una mano por el cabello en un gesto que la tailandesa reconoció como señal de nerviosismo. Luego procedió a responder en el mismo tono que Jisoo había utilizado para interpelarla. Lisa no pudo evitar alzar una ceja al notar la sorpresa en el rostro de su unnie. ¿Qué estaba sucediendo entre esas dos?

Sin embargo, antes de que pudiera hacer o decir algo, sus ojos dieron con los de su mejor amiga. Rosé suspendió la misteriosa conversación que estaba manteniendo con Jisoo para quedársela mirando, y Lisa vio que sus ojos pronto abandonaban su rostro y se dirigían hacia algún lugar de su cuerpo. Confundida, la tailandesa alzó ambas cejas, como preguntándole qué ocurría. Su amiga captó el significado de dicho gesto y, acto seguido, abrió los ojos para señalar un punto en particular de su fisonomía. Lisa bajó la vista... y entonces lo comprendió.

Sin notarlo en absoluto, había estado todo ese rato tocándose distraídamente el choker que adornaba su cuello.

La tailandesa tardó tan sólo un pestañeo en entender que, a ojos de su amiga, ese gesto no era tan casual. Después de todo, Chaeyoung era la única que conocía su verdadero significado. En realidad, se corrigió mentalmente Lisa, la australiana era la tercera persona que estaba al tanto de dicha cuestión.

Además de ellas dos, la otra persona que formaba parte de esa "tríada" era Jungkook.

Hacía un buen tiempo ya, en circunstancias que se diferenciaban levemente de las actuales, Lisa y el maknae de BTS habían llegado a una especie de tácito acuerdo sin habérselo siquiera propuesto en un principio. De alguna forma, cuyos detalles Lisa consideraba que ya no eran importantes, ambos habían establecido que una acción en particular —el de tocarse lo que fuera que llevaran en el cuello a modo de accesorio— representaría una especie de guiño hacia el otro, una sutil manera de saludarse cuando no pudieran hacerlo de otra manera.

Lisa dejó caer la mano con la que estaba tocándose el choker, brindándole una sonrisa tranquilizadora a su amiga y sacudiendo la cabeza en señal de negación. No lo había hecho a propósito. Se había limitado a observar los alrededores y, en algún momento, su mano había viajado hasta su cuello sin ella notarlo. Un acto reflejo, tal vez.

O el recuerdo de tiempos menos confusos.

Como si dicho pensamiento lo hubiera atraído, el repentino griterío de las fans le indicó que BTS había hecho su entrada. Lisa los vio dirigirse con seguridad hacia la mesa que había sido reservada para ellos, en el centro y al frente de todas las demás. El mismo lugar de siempre. Uno a uno, fueron tomando asiento... y fue entonces cuando sus ojos repararon en él.

A pesar de que esa era la primera vez que coincidían en el mismo lugar luego de varios meses en los que sus caminos no se habían cruzado en lo más mínimo, Jungkook se veía exactamente igual que la última vez que lo había visto. No sólo su cabello oscuro no había cambiado, tampoco su inescrutable rostro lo había hecho. Resultaba tan difícil de leer como de costumbre. Y, aunque ese hecho no fuera precisamente nuevo para Lisa, esa sensación había ido intensificándose con el transcurso de los últimos meses.

Algo había cambiado, pero no sabía con exactitud qué cosa lo había hecho. Con Jungkook, ella siempre sentía que estaba obligada a adivinar. Sus conversaciones por teléfono, que al principio se habían dado con bastante asiduidad, ahora escaseaban cada vez más. Ya no tenía mensajes de texto esperando para ser leídos en la madrugada. Ahora las noticias que estaban relacionadas con él le llegaban exclusivamente por fuentes externas.

Pero una cosa era cierta, y es que Jungkook y su grupo nunca descansaban. Parte de ella creía que ese distanciamiento debía ser considerado como uno natural, producto de la exigente agenda a la que BTS estaba sometido. Ellos ni siquiera pasaban un mes entero de corrido en Corea. Lisa recordaba que Jungkook solía desahogarse sobre la situación con ella. Amaba lo que hacía, pero a veces sólo deseaba que se detuvieran un momento.

Sin embargo, esa conversación había sido hace mucho tiempo ya, y la tailandesa se preguntaba cómo estaría sintiéndose ahora. Era extraño. Jungkook estaba a tan sólo un par de mesas de la suya, pero la distancia que los separaba parecía ser mucho mayor.

Deja de pensar, se ordenó. La noche acababa de comenzar, y varias de sus unnies habían empezado a llamarle la atención por su actitud silenciosa, tan poco propia de ella. Estaban en lo cierto. Sin importar lo cansadores que estos eventos fueran, Lisa siempre hallaba la forma de disfrutarlos al máximo. Esa noche no tenía por qué ser la excepción. Así que, decidida a cambiar de humor, se reacomodó en su silla, dispuesta a disfrutar del espectáculo que estaba a punto de comenzar, y tratando por todos los medios de que su mirada no volviera a desviarse hacia la mesa de cierto grupo.

Su plan funcionó, porque al cabo de un rato su estado de ánimo ya era notoriamente diferente al anterior. Contenta por el ambiente en que su mesa estaba sumida, Lisa rió con ganas ante las ocurrencias de las demás, y absorbió todo lo que pudo de la gran apertura de la ceremonia, a cargo de Monsta X. De pronto fue consciente de que los presentadores del primer premio de la noche ya se encontraban sobre el escenario. Park Hyung Sik y Park Eun Bin se hicieron con los micrófonos, y pronto entablaron un fluido y ameno diálogo entre ellos. Hyung Sik, con una estampa que lo alejaba de sus inicios como idol y lo acercaba cada vez más a su trabajo como actor, no dudó a la hora de hacer una referencia a quien había sido su compañero de reparto en "Hwarang", Kim Taehyung, aludiendo a su muy reciente estatus de "el hombre más apuesto del mundo".

Lisa sonrió al ser testigo de la reacción del miembro de BTS, que lejos de sentirse cohibido, procedió a ponerse de pie y saludar a su amigo haciendo el gesto de la victoria con una mano. Los ojos de la tailandesa fueron a posarse entonces sobre Rosé. Nadie la conocía mejor que ella, por lo que pudo notar que estaba haciendo un verdadero esfuerzo por no reaccionar de ningún modo. Pero sin éxito. Cuando sus ojos se encontraron con los de su mejor amiga, esta última no pudo evitar que una leve sonrisa apareciera en su rostro.

Él siempre la hacía sonreír.

Lisa era perfectamente consciente del efecto que Taehyung tenía sobre Chaeyoung. Y esa era la razón por la cual se había ganado su aprobación y simpatía. Aunque, a decir verdad, nadie que interactuara con él podría dudar de su sentido del humor y amabilidad.

La tailandesa se encontró a sí misma siendo incapaz de apartar la mirada del rostro de su amiga, maravillada por el sutil pero definido brillo que había aparecido en sus ojos. Podría utilizar dicha reacción para burlarse de ella más tarde, pero había decidido que no lo haría, porque de repente se sentía... extrañamente feliz.

Los buenos sentimientos debían ser contagiosos.

Así que, cuando los presentadores anunciaron que ese premio correspondía a Blackpink, todas se levantaron de sus asientos con sonrisas de agradecimiento en sus rostros.

Lisa se dispuso a seguir a sus unnies en dirección al escenario mientras se ocupaba en devolver los educados saludos que iban suscitándose por el camino. Fueron transitando entre las mesas, y Lisa pronto comprendió que deberían rodear la de BTS. Al pasar por su lado, sus ojos dieron con los de Taehyung, quien le sonrió con infinita simpatía. Luego se topó con la aparentemente distante mirada de Suga. No lo conocía mucho, pero lo que se decía de él era relativamente cierto: su presencia resultaba un poco intimidante. Sin embargo, aunque de manera extremadamente sutil, casi imperceptible, él también le sonrió, y Lisa no pudo identificar rastro alguno de frialdad en su semblante. Siguió avanzando, y el próximo en salirle al encuentro fue el líder de BTS. Lisa había escuchado hablar más de Namjoon que de cualquier otro miembro del grupo (a excepción, tal vez, de Taehyung, por razones que serían obvias para cualquiera), gracias a la gran admiración y cariño que el maknae de BTS sentía por él. De cierto modo, y aunque fuera muy extraño, Lisa sentía que lo conocía. Y siempre que se cruzaba con el rapero, éste la saludaba con tal familiaridad, que ella no podía evitar sentirse cómoda de inmediato. Ese día no fue la excepción. Namjoon inclinó la cabeza en su dirección, mirándola con su usual calidez. Y Lisa le respondió con una sonrisa igual de genuina... que estuvo a punto de borrarse de su rostro al identificar quién era el siguiente en la lista.

Los penetrantes ojos de Jungkook se posaron sobre ella sin previo aviso, provocando que su cuerpo entero se tensara. Su rostro se veía impasible porque, a diferencia de sus hyungs, él no estaba sonriendo.

Lisa creyó que estaba esforzándose por no reaccionar, pero demasiado tiempo había pasado desde la última vez que lo había tenido a tan escasa distancia... y tenía que admitir que lo extrañaba.

Dios, cuánto lo extrañaba.

Así que, llevada por el momento, en el preciso instante en que sus ojos se encontraron con los de Jungkook, Lisa alzó una mano para tocarse el choker.

Estoy aquí.

Lisa pudo ver, con toda claridad, que los ojos de él se dirigían hacia su mano. Lo había visto. Su intento por llamarle la atención había sido exitoso. Pero todas sus intenciones se vinieron a pique cuando, en tan sólo una fracción de segundo, la tailandesa fue testigo de su reacción. O, mejor dicho, de la falta de una. Jungkook se detuvo un momento en el gesto que estaba haciendo, para luego volver a clavar sus ojos en ella. Unos ojos desprovistos de toda emoción. Acto seguido, sin dejar de mirarla en ningún momento, guardó las manos en los bolsillos de la cazadora negra que llevaba como parte de su vestuario esa noche.

Su lenguaje corporal no dejaba lugar a dudas.

Pero, como si no hubiera sido suficiente, Jungkook entonces volteó su cuerpo de tal manera que ella ya no pudiera verle el rostro y permaneció allí, de pie, como si nada hubiera sucedido.

La indiferencia materializada.

Lisa siguió caminando, sintiéndose como si alguien acabara de dispararle. Las manos le temblaban. Estaba confundida... pero, por sobre todas las cosas, dolida. El estruendo que existía a su alrededor estaba maréandola. Un paso, y otro más. Lisa fue vagamente consciente de que sus pies estaban ahora subiendo los escalones que la conducirían al escenario. Notó que alguien la tomaba de la mano, pero no pudo ver a esa persona con claridad.

¿Por qué no podía ver nada con claridad? Incluso los deslumbrantes focos de luces que la rodeaban se veían borrosas...

Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas, y que no había nada que pudiera hacer para impedir que cayeran de un momento a otro.

Lo único que podía hacer era desear que ese momento tardara en llegar.

-o-o-o-o-

We're back bitcheees!

¿Cómo han estado? Han pasado muchas cosas desde la última vez que hemos estado por aquí, más específicamente... I'M SO SORRY BUT IT'S FAKE LOVE y HIT YOU WITH THAT DDU DU DDU DU *cantando desafinadamente*. ¡Qué comebacks! Aún no se nos ha pasado el entusiasmo.

Un nuevo adelanto, una nueva pieza del puzzle. Nótese que, a pesar de que lo estamos subiendo luego de haber subido el primero, cronológicamente en la historia esta escena se da ANTES de los acontecimientos del adelanto #1. Es decir, que este momento en los SMA sucede unos meses antes de la noche del cumpleaños de BamBam. Tal vez ahora parezca un poco confuso, pero en realidad todo tiene su razón de ser ;) Creímos que no estaba de más aclararlo por si no resultaba evidente, y para evitar posibles enredos.

La verdad es que extrañamos mucho el estar activas en wattpad y la interacción con las personas que nos han leído hasta ahora, y estábamos ansiosas por volver al ruedo. De hecho, además de estos adelantos lizkook, en breves comenzaremos a subir la historia "gemela" de "Like tomorrow doesn't exist", versión #TAEROSÉ :)

Otra de las razones por las que sentimos ganas de subir algo en estos días fue porque el regreso de ambos grupos ha suscitado en sectores de sus respectivos fandoms un comportamiento realmente deplorable. Pareciera que últimamente ser armyblink (y multifandom) es algo criticable o reprobable. Ni siquiera estamos hablando de los ships, sino de ser fan de ambos grupos en general. No tiene sentido. En otras palabras:

BLACKBANGTAN IS THE REVOLUTION

¡Así que esperamos que disfruten de este nuevo adelanto, y que el mismo les sirva para ir atando ciertos cabos! :)

¡Hasta la próxima!

(créditos por la imagen: //taerose.ind)

- Naty y Loly -



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