Super plan en marcha
º Like the Watterson º
Los tres hermanos pasaron toda la noche en casa de su tío tratando de avanzar lo más pronto posible con estrategias para hablar con YoonGi antes de que se vaya de viaje. Pero antes, tenían que al menos convencer a su padre.
1.- Hablar con papá.
Rosé se encargó de eso, siendo la más empática y sensible en cuanto a esos temas. Sabía que al menos su padre seguiría un poco reconfortado cuando hablen los dos solitos sobre lo mucho que extrañan al mayor. Aprovechó la mañana cuando sus hermanos aún no despertaban en la habitación y su padre quedó solito preparando el desayuno. Rosé se sentó en la isla que tenían mirando atentamente los movimientos tranquilo de su padre, como si para él fuera terapéutico cocinar algo tan común como tostadas con huevos revueltos.
— Papi —lo llamó—. Extraño mucho a YoonGi.
JiMin la miró un poco sorprendido, pero le sonrió con cariño sin dejar de hacer sus cosas.
— ¿Te cuento un secreto Rosie? —la niña asintió y JiMin se apoyó un momento en la isla donde se sentaba ella—. A veces yo también lo extraño, porque era una persona muy querida para mí. Pero aprendí que a veces no es el momento de estar enamorados, y que a veces, por el bien de la pareja, se deben separar. Y aunque esté separado, yo lo sigo queriendo como un muy buen amigo.
— Si lo quieres como un muy buen amigo, ¿por qué ya no pueden estar juntos? —preguntó y JiMin rió.
— Porque es por un bien mayor.
Rosé hizo una mueca y su padre volvió a la cocina, luego la mandó a levantar a sus hermanos. Resignada aceptó que aunque su padre quisiera, su corazoncito no le permitiría impedir que YoonGi avanzara profesionalmente.
2.- Investigar acerca del vuelo de YoonGi.
Apenas salieron del colegio los niños desviaron su camino hacia la empresa de YoonGi, sabiendo que su padre no se preocuparía mucho por una mentirilla que le habían dicho previamente. Sabían que posiblemente YoonGi no se encontraba en su oficina, pero confiaban en alguien para darles la información que necesitaban.
Con paciencia llegaron al piso donde estaba la oficina del mayor y, por supuesto, Suran, una recepcionista que se había encariñado con ellos como si fueran sus propios hijos. La chica casi pareció llorar en cuanto los vio bajar del ascensor corriendo a darles un beso y un abrazo a cada uno, luego los sentó detrás de la gran mesa que tenía por si aquel señor padre de su jefe se le ocurría aparecer de la nada. Suran era muy inteligente como para adivinar que ese hombre tenía algo que ver con la misteriosa desaparición de JiMin en la empresa.
— Tenemos una misión muy importante tía Suran —dijo JiWoo—. Algo que ayudará a mi papá y a YoonGi.
— Soy todo oídos mis niños.
JiWoo contó todo lo que sabía al respecto y Suran pareció estar atenta a su historia, tecleando en su laptop cosas que los niños no podían distinguir.
— YoonGi me tomó como secretaria temporal en lo que se iba, por lo que sé realmente de qué me hablan —dijo—. Yo sé hasta que hora va a llegar a China.
Los niños se mostraron entusiasmados, aguantando sus gritos de emoción cuando la mayor les dio una hoja llena de datos el vuelo de YoonGi. Desde que a qué hora se iba hasta a qué hora debía registrarse en el vuelo. Lo habían conseguido todo. Los niños sacaron unos dulces como agradecimiento por la ayuda de Suran y con un besito en la mejilla se despidieron y a toda prisa salieron del edificio, demasiado contentos por lo mucho que habían avanzado.
Ahora, solo necesitaban engañar a su padre para que los deje salir un viernes por la noche
3.- Convencer a papá.
Pensaron mucho, en muchos planes para hacer que su padre los deje salir en la noche. Pensaron en mentirle acerca de una pijamada, pero luego recordaron que seguramente papá los llenaría de maletas aunque sea una noche. Luego pensaron en escaparse, pero el solo pensamiento de su padre llorando angustiado por no encontrarlos les carcomía por dentro. Luego, luego, una super idea pasó por sus cabezas, idea que involucraba a su pobre tío TaeMin.
— ¿Seguros que tanto desean salir? —preguntó su papá abrigando a sus niños lo más que podía. Los copos de nieve habían empezado a caer y si se descuidaba alguno de sus niños pescaría un feo resfriado—. ¿No prefieren ver una película con su amado padre?
— No —respondieron todos al unísono, corriendo a los brazos de su tío. Habían planeado que este los llevara a dar un paseo por la plaza y ver las decoraciones de navidad que tenían las tiendas, espectáculo que les hubiera encantado ver con papá y con YoonGi. Y sabían que a su tío le encantaba caminar, por lo que sería fácil perderse de vista cuando este se distrajera.
JiMin le dio una mirada a TaeMin, expresándole que cuidara a sus hijos o se las vería con él. Los cuatro partieron felices hacia la plaza, de repente saltando un poco en la nieva que ya estaba o tratar de jugar un poco con los copos que se encontraba. Al llegar a esa gran plaza, un espectáculo de luces y colores hicieron presencia, asombrados por las increíble decoración de esa navidad. Había luces, alguno que otro inflable de temática navideña y se vendían gorros que por supuesto su tío se encargó de comprarles a cada uno de ellos. Era un lugar realmente hermoso del que no se deseaban ir, pero sabían que era por un bien mayor
Aprovechando que su tío les soltó la mano para ir a comprar algunos dulces, los tres niños se tomaron de las manos y corrieron lo más lejos posibles de él, tratando de llegar al final de la plaza para poder tomar un taxi. Correr los cansó bastante y al final solo caminaban exhaustos hasta la vereda de la carretera transitada. JiWoo siendo la más alta trató de llamar la atención de algún taxi, pero todos parecían ignorarles.
— Estamos acabados, ya casi es hora y no llegaremos —exclamó Rosé—. Mirando impaciente en la espera de algún taxi.
Una pareja se paró a su lado y con paciencia uno de ellos extendió el brazo hasta que uno de l os taxis frenó para ellos. Los niños los miraron asombrados y sin esperar le pidieron su ayuda.
— Disculpe, ¿podría ayudarnos a conseguir un taxi? —llamó SooBin y los señores, que parecieron no percatarse de ellos, se sorprendieron del pedido—. Es para un super plan.
Por supuesto, eso último les sacó una ligera risita.
— Pueden tomar el nuestro si desean —dijeron—. No tenemos prisa.
Los niños se sintieron bendecidos, aceptando de inmediato la propuesta de los hombres. Rosé sacó de su bolsillo un dulce que había guardado para YoonGi, pero que ahora se lo merecían esos ángeles.
— ¿Cómo se llaman? —preguntó dándole al más alto el dulce—. Yo soy Rosé.
— Soy NamJoon y él es mi esposo SeoKJin —respondió, guardando el dulce en su saco—. ¿Quieren que le digamos al taxista la dirección?
— Vamos al aeropuerto VieRose —dijo y el alto hombre se encargó de decirle al taxista los detalles, incluso por donde podía ir más rápido—. Gracias, son muy buenas personas.
— Suerte con su misión.
El taxista arrancó y los niños se despidieron con su mano de los hombres que los habían ayudado. Habían tenido mucho suerte de encontrarlos, pues les ahorraron suficiente tiempo para llegar. El taxista fue rápido, y en un santiamén habían llegado al enorme aeropuerto. Y cade recalcar, que era su primera vez en uno. SooBin le pagó al taxista con un poco de sus ahorros, agradeciendo, y los tres se tomaron de los brazos para ir en busca de YoonGi.
—Mabel's
Triple actualización! Unos dos capítulos más y luego vamos a por los extras.
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