N/t: El uso de letra cursiva entre y esto [...] en negrita, es un salto en el tiempo a un futuro cercano

Cuando está solamente [...] es solo cambio de escena.

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— Por aquí— el mesero nos llevaba a la zona apartada del restaurante y frecuente de nosotras.

Nos gustaba siempre que venimos a almorzar hacerlo en ese lugar porque tenemos privacidad y podemos hablar de lo que sea sin llamar la atención. Una vez hablamos de unicornios rosas, si, Bora también puede llegar a ser muy infantil y es realmente tierno ese lado de ella.

Luego de comer el entrante decidí hablar primero en lo que esperábamos la cena.

— Antes de sacar el tema pendiente— ella me mira atenta y me inclino hacia el lado para coger su regalo que lo tenía cerca de mi silla.

Saco el elefante de su bolsita y lo colocó encima de la mesa, en serio agradezco que estemos apartados de los demás, me daría vergüenza que alguien más lo viera.

—¿Tu hiciste esto? — una neutral Bora me pregunta con el regalo en sus manos.

Por un momento vi un brillo en sus ojos, pero rápidamente volvió a su cara de póker.

—Sí, lo siento, yo, si no te gusta puedo comprar uno original que se vea más bonito— intente agarrarlo para guardarlo y Bora colocó sus manos sobre las mías.

Al levantar la vista y mirarla a los ojos pude ver que estaban algo aguados pero una sonrisa iluminaba su hermoso rostro.

—Me encanto— dijo y mi corazón latió fuertemente —Muchas gracias Singnie— me dijo y acerco mis manos a sus labios para besarlas —lo guardaré y apreciaré con mucho amor—. Dijo y me dio una última sonrisa para mirar el regalo, se veía feliz, una felicidad sincera.

— Yo lo siento mucho, no pude prepararte ningún detalle— confiesa y admito que algo muy profundo en mí se sintió desanimada.

—No, no, descuida, a mí se me ocurrió y quería agradecerte por todo lo que estás haciendo por mí.

—Es mi deber Siyeon, yo, aunque él no esté con vida, estoy haciendo su trabajo, cuidar su mayor tesoro— ahí va mi ánimo una vez más, ¿por qué tiene que ser tan sincera? —pero admito que gusta cuidar de ti.

—A veces que seas tan sincera hace que me duela el corazón— dije sin pensar y cuando reaccione era algo tarde.

—¿Por qué? ¿qué dije? — ella toma mis manos en la mesa y como acostumbra a hacer cuando está preocupada, las acaricia.

—Lo siento, son bobadas mías— mentí esperando a que no pregunte más.

—Mi hermosa Siyeon— mi corazón había comenzado a animarse otra vez —tú me encantas más de lo que puedes imaginar, ese día en el parque de diversiones te dije acerca de lo hermosa que te veías el día en que llegaste de Estados Unidos y te enteraste de mi "relación con tu padre" —, dijo haciendo comillas con su mano libre cuando mencionó lo último.

—Pero yo ya te conocía desde antes, al menos de vista.

—Espera, tu, ¿cómo? — pregunto muy confundida.

—Yo trabajaba para tu padre desde antes de que tu madre muriera— ella toma una profunda respiración para continuar —Cuando mis madres murieron yo perdí un poco mi rumbo, deje las fuerzas especiales porque me sentía responsable por sus muertes, sentía que si hubiera conducido ese día de fiesta nada hubiera pasado, pero tuve una llamada de emergencia ese día y tuve que irme antes— dios, Bora, ella en serio se ve vulnerable cuando habla de su familia.

—Un día un ex coronel me invitó a una fiesta porque decía que necesitaba distraerme, bebía sin parar y termine tropezando con una pareja que celebraba su aniversario de casados— será que...

—Eran tus padres, yo aquel día hice el ridículo totalmente delante de ellos, incluso le vomite el vestido a tu madre— dijo con vergüenza —pero no me trataron como basura solo porque eran ricos, al contrario, fueron muy atentos conmigo y aquella noche hable de más, sobre como sentía que la muerte de ellas fue mi culpa por priorizar mi misión, que ahora estaba sin trabajo y no podría mantener a mi familia—. Bora tenía sus ojos húmedos y se me estaba rompiendo el corazón viéndola así.

Nuestras manos cambiaron de posición y ahora era yo quien le acariciaba las suyas.

—¿Estás bien? — no quiero presionarla a hablar, no está bien.

—Estoy bien, descuida— lo último lo dijo cuándo acarició mi mejilla para luego volver a enlazar nuestros dedos.

—Al otro día tu padre fue quien se me acercó, me dijo que tenía buenas noticias para mí y era que me daría trabajo.

—¿Entonces, llevas tres años trabajando para él?.

—Sí, trabaje dos años con él contando el año en que murió tu mamá y luego un año de matrimonio falso— esto no me lo esperaba.

—¿Cómo es que nunca te vi? ¿Qué trabajos hiciste para él?

—Me encargaba de investigar a sus rivales en la industria, además me aseguraba de que sus trabajadores no fueran dobles agente, es decir...

—Que también trabajasen para otras empresas.

—Exacto.

—Luego de que tu mamá murió tu papá estaba tan devastado, y tu viniste de Estados Unidos y no querías dejar tus estudios, pero por suerte te convenció de terminar tu último año en la universidad— sé que mamá donde sea que este, está orgullosa de que haya terminado la universidad.

—Nosotros teníamos la sospecha de que alguien estaba tras la empresa, pero para cuando descubrí quien era fue muy tarde— ella llevo sus manos a tu cabeza para deslizarlas hacia atrás por todo su cabello como para relajarse.

—Y sobre lo que dijo Keon Hee, ¿qué quiso decir con que casi terminas en su cama? — tenía esa duda presente.

—No he olvidado que te prometí que te contaría todo, ahora sabes que llevo tres años trabajando para tu padre, no uno como di a entender al inicio y no te estaba mintiendo, solo que no sentí que era necesario mencionar lo demás.

—Entiendo.

—Tú padre era un hombre agudo, se daba cuenta de cosas a su alrededor que a veces ni yo notaba, pero a veces era al revés y era yo quien actuaba luego de ver detalles fuera de lugar— colocó sus codos sobre la mesa, enlazó sus dedos y apoyó su mentón en sus manos con una expresión seria.

—Hubo un tiempo en que pensé que Keon Hee era uno de esos agentes dobles, pensé que trabajaba para -Star Company- y por mucho que investigaba no podía averiguar casi nada, así que decidí acercarme a él fingiendo estar interesada en él como hombre.

—Vaya, que locura— se me escapo y ella me miró con atención —es decir, ósea, tu, se ve que no lo soportas, no sé cómo era antes, pero eres mucha mujer para él, dios que digo.

—Tranquila, no te pongas nerviosa Singnie, yo imagine que sería por eso— intentó calmarme y con su sonrisa fue suficiente —así que soy mucha mujer para él, eh— mis mejillas comenzaron a arder al igual que mis orejas.

—Tú y él...pues ya sabes, ¿se besaron? — no sé por qué había preguntado aquello, de hecho, si lo sé, lo sé maldita sea.

¿Cómo puedes hacerme sentir celos Kim Bora? ¿Qué estás haciéndome?

—No Singnie, nunca, él dijo lo de la cama por la vez que lo emborraché para sacarle información, lo lleve a su apartamento y él quería acción como decía, pero lo noquee y ni siquiera lo recuerda— en lo último se le escapó una risita y me había encantado.

—Se puso algo intenso y lo golpeé en la cara, al otro día le dije que había chocado con la puerta de su habitación y se lo creyó— comencé a reírme por imaginarlo.

—Al final averigüé sobre que era el protegido de tu tío, y que quería comenzar su propio negocio, pero nunca fueron la gran cosa así que lo descarté como sospechoso.

—Vale.

—Señoritas— miramos al lado y el mesero había traído la bendita cena, justo a tiempo.

[...]

POV BORA

—Lo siento mucho Siyeon— miraba a los ojos de Siyeon, tenía sentimientos encontrados en este momento, pese a que sabía que un día podía pasar algo así.

—Se trata de la vida de mis hermanas, no las puedo perder— dije pensando en ellas, tenía que hacerlo.

—Te amo Siyeon— le dije y a pesar de todo, de lo que sé que pasará, duele hacer esto, cierro mis ojos y disparo a su pecho haciéndola caer al suelo doliéndome.

Siento los pasos de alguien, y unos aplausos, —buen trabajo— esa voz, elevo mi mirada

—Maldito Jo In Sung — digo entre dientes, apuntando el arma hacia él esperando a que nos deje en paz.

—Tranquila gatita— dice levantando sus manos hasta la altura de su pecho —después de todo, la vida de tus hermanas despende de una llamada mía— dice con una jodida sonrisa en su rostro.

—Borraré esa maldita sonrisa de tu rostro— digo  —ya está hecho, la mate— digo y sin quererlo mis ojos lagrimean —ahora libera a mis hermanas— dije furiosa.

—Vaya Borita, quien diría que si matarías a la princesa— esa molesta voz.

Keon Hee entra en el lugar también y se para junto a su tío.

—Ahora solo queda un cabo suelto—dicho aquello él saco un arma de atrás suyo y me apunto y yo hice lo mismo con la que tenía en la mano.

—¿Qué piensas que haces? — le grite —Esto no es lo que acordamos.

—Crees que dejaremos que salgas por esa puerta y le avises a tus chicos de fuerzas especiales todo— este fue Sung así que le apunté a él.

—¿Cómo?

—Sabemos todo de ti Borita— Keon Hee se rio.

—Ahora te mataremos a ti y haremos parecer que te suicidaste luego de matar a Siyeon y en cuanto a tu familia, las mataremos a todas y cada una, incluida la doctorcita.

—Son unos malditos— apunté hacia Keon Hee y me decido a disparar, si no fallo haré que caiga primero y no podrá dispararme.

Le doy al gatillo, pero no se disparó el arma y veo como ambos empiezan a reír.

—¿Creíste que te daríamos el arma con el cartucho lleno? Solo tenía una bala cuyo nombre era el de Siyeon, la tuya está en esta arma y pronto la tendrás contigo— Keon Hee cargó el arma y volvió a apuntarme —Adiós enana.