La adolorida Yoohyeon está camino al hospital en una ambulancia luego de que el auto chocara su bici. Siempre fue buena montando, y amaba hacerlo, después de todo su adorada Minji fue quien le enseñó a montar, misma razón por la que sentía que la regañaría. Sabía que Bora la llamaría desde imprudente hasta del mal que se iba a morir por la torpeza, pero le preocupaba no saber cuál sería exactamente la reacción de Minji.

Se llevó una sorpresa al ver cuantas emociones pasaron por el rostro de Minji al verla con la minerva en el cuello, pero luego de haberle preguntado por cómo estaba, no le dirigió más la palabra, en el interior de Yoohyeon la estaba matando, sabía que estaba enojada, lo sabía.

Aquel día en el hospital fue todo un show, no podía evitar burlarse del pobre responsable de su accidente. Ciertamente era un desalmado al querer cobrarle el arreglo del auto a Yoohyeon cuando fue él quien la choco a ella y además habían sido unos cuantos rayones los que recibió el auto mientras que la bici de ella terminó bajo un camión que paso a los segundos de haber sido levantada ella del lugar. Era un canalla, pero desde que vió a su hermana mayor entrar al hospital junto a la hermosa señorita Siyeon, supo que ese pobre estaba condenado a ser humillado públicamente.

Y así fue, Yoohyeon tuvo que evitar escupir su juguito de naranja cuando escuchó como Bora le decía "ve a cuidar tu auto, tal vez el día de mañana termine dentro de una trituradora de metal accidentalmente", la mejor parte es que sabía que su hermana hablaba en serio y sí era capaz de meter el auto del tipo en una trituradora.

En este punto Minji seguía sin dirigirle la palabra, y aunque tenía la atención de sus hermanas, sentía como la chica estaba distante de ella y eso le hacía doler el corazón.

— ¿Minji? — llamo su atención.

Había visto que la chica había salido al jardín trasero de la pequeña casa, pareciera que en serio le estaba huyendo a Yoohyeon, pero esta última necesitaba saber que pasaba por su cabeza.

Yoohyeon podía ser muchas cosas, irresponsable, niña, inmadura, traviesa, no importa cuántas descripciones se agreguen, lo único que no podía faltar era el inmenso amor que le tenía a su familia y a Minji.

Cuando era niña y se enteró que nana Yongsun como le decía en ese entonces, la adoptaría junto a Byul, no hubo niña más feliz en el mundo. Ella le había prometido que las cuidaría por el resto de sus vidas, y aunque no fueron muchos los años en los que estuvieron con ellas debido al accidente, Yoohyeon ama en demasía a sus dos madres, tanto que sus recuerdos la lastiman, pareciera que está enojada con ellas por dejarlas, pero en verdad la pequeña niña dentro de Yoohyeon pide a gritos el abrazo de Yongsun, y las bromas en las mañanas junto a Moonbyul.

Sus madres murieron y ella prometió que no perdería a más nadie de su familia, que ella misma las cuidaría, y mientras que Bora al ser la mayor es quien más lo hace, Yoohyeon mantendría el perfil bajo viéndose traviesa e inmadura. Dentro de ella está ese guardián que sala a flote siempre que siente que alguien intenta meterse con su familia, como aquel que le hacía bulling a Gahyeon, ese niño no podrá tener hijos en su vida luego de la patada que recibió por parte de Yoohyeon.

Ver a Minji así de distante la preocupaba, y era muy fuerte la necesidad dentro de ella de saber qué pasa por su cabeza.

— Oh, Yoo, ¿qué haces acá afuera? — se giró en su dirección preocupada.

—¿Estás bien? — preguntó Yoohyeon.

—¿Qué?, sí, ¿por qué preguntas?

—Has estado distante, y yo, amm, estaba preocupada, ¿hice algo mal?, si es por el accidente te juro que no montaré más bici, aunque me gusta mucho, tu sabes que me gusta mucho— la joven más alta de la casa jugaba nerviosa con su cabello y no miraba a los ojos de la chica a la que le hablaba.

—Oh, lo siento mucho Yoo, es que he tenido la cabeza ocupada— dijo y se acercó a ella tomándola de las manos.

—Estoy bien no te preocupes— Yoohyeon sabía que no era 100% verdad, pero si no quería decirle tampoco debía presionarla.

—¿Qué sucede? — preguntó algo nerviosa Minji ya que Yoohyeon no dejaba de mirarla, y cómo hacerlo, si siempre le ha encantado tener a Minji cerca de ella, pero mirar sus ojos le encanta aún más.

Jura que ve estrellas en sus ojos, y es muy difícil para ella dejar de mirarlos.

—Me encantan tus ojos— y como siempre, ella no oculta sus verdaderos sentimientos.

Minji sabe que Yoohyeon siente algo por ella, lo sabe desde que la chica cumplió quince años, la pubertad la había hecho darse cuenta del fuerte crush que tenía hacía la mayor y nunca intento ocultarlo.

—Deberíamos entrar, no has comido nada desde que llegamos del hospital— comentó Minji algo nerviosa.

—¿Estás tratando de alejarte de mí? — pregunto Yoohyeon sin tacto.

—No, que dices, solo me preocupo por ti torpe, ven, estaré a tu lado todo el tiempo— y tomando su mano la dirigió a la casa, tal como dijo estuvo a su lado todo el tiempo esa tarde, ya luego tuvo que volver al hospital a la guardia nocturna que tenía.

[...]

El día en que Yoohyeon adoptó a Pie llevó a Minji con ella. La mayor no podía dejar de pensar en lo tierna que se veía la chica cada vez que veía un cachorro nuevo, le encanto ver como el amor salía en corazoncitos por los ojos de Yoohyeon cuando se encontró con Pie, la pequeña tan traviesa como ella.

Estuvieron toda la tarde jugando con ella, de hecho, esa semana entera fue de entrenamiento a la pequeña cachorra, a Bora le encanto el detalle de la flor de papel, crédito para Minji que fue a quien se le ocurrió.

Poco tiempo después Bora ya andaba regañando a Yoohyeon, quien quería ir a pasar la noche en el apartamento de Minji, según ella harían maratón de Netflix, su hermana estaba en total desacuerdo con aquello.

Primero para eso se tendría que llevar a Pie con ella, porque es su dueña y ella debe encargarse de todas las necesidades de la pequeña Pomerania, y segundo no estaba convencida con la idea de Yoohyeon quien es una menor de edad, y tiene un muy fuerte crush en su mejor amiga Minji, pasara la noche en la casa de esta última, al final si fue, solo porque Minji personalmente le dijo a Bora que no sucedería absolutamente nada, sabía que Yoohyeon aún no cumplía los 18.

Kim Bora accedió, accedió aun sabiendo que Minji también sentía algo por su hermana, tantos años Yoohyeon esforzándose para llamar la atención de la mayor si había funcionado, pero aun no podía corresponder.

Diez años de diferencia entre ellas y Yoohyeon aún faltaban 3 meses para ser mayor de edad, cualquiera podría pensar que es una bobada, pero es por una cuestión de respeto hacia Bora por la que Minji no ha abierto totalmente su corazón hacia la energética y apasionada Yoohyeon.

—¿Qué prepararás hoy? — preguntó emocionada Yoohyeon sentándose con cuidado en el mueble, porque si, aunque quisiera lanzarse no puede, aún le quedan 3 días con la minerva en el cuello así que como dice Bora, mejor evitar empeorar todo por ahora, ya luego si quiere se lo vuelve a torcer.

—Pues pensé que gustarías más encargar pizza— dijo Minji soltando a la pequeña Pie en el suelo —De hecho, las encargue cuando salimos para acá y así no tener que esperar tanto por la pizza.

—Tan inteligente como siempre— celebro Yoohyeon.

Efectivamente no tuvieron que esperar mucho para comer las pizzas con soda. Yoohyeon propuso ver una peli de terror mientras degustaban la delicia de queso en sus manos y como Jiu no tenía miedo de ese género cinematográfico, estuvo de acuerdo en ver "El Conjuro" ...Yoohyeon en cambio...si es algo miedosa de ese género y había propuesto aquello para verse valiente...no funcionó.

[...]

—Acomode la habitación, ya puedes ir a la cama— Yoohyeon miró a Minji y una sonrisa se destacó en su expresión.

—¿Dormiremos juntas? — preguntó con tono pervertido a lo que recibió un pequeño empujón de Minji.

—Sabes que no, deberás dormir en la habitación para invitados y yo en la mía, siempre que vienes preguntas lo mismo.

—Venga ya, no me puedes culpar, tengo esperanzas de que un día me digas "Oh Yoohyeon mi princesa, ven dormiremos juntitas y abrazaditas bajo de esta sábana del amor"— dramatizó lo último.

La risa de Minji no se hizo esperar, al punto de que llegó a faltarle el aire por lo ridícula que se había visto Yoohyeon haciendo gestos como si de una obra teatral escolar se tratara.

Sin mucho que decir, Minji comenzó a ayudar a Yoo a quitarse la minerva del cuello para que durmiera cómoda, al finalizar, se acercó a ella y beso su frente dejando sorprendida a Yoohyeon.

—Ten lindos sueños Namu— dijo.

En el último segundo cuando Minji se giró Yoohyeon la jaló por su mano levantándose ella de la cama para dejar caer a Minji sobre ese lugar. Esta última estaba impresionada, en ningún momento paso por su cabeza este escenario.

La mitad del cuerpo de la mayor estaba sobre la cama, sus piernas caían por el borde, Yoohyeon se encontraba inclinada hacia al frente por encima de ella y las piernas de esta a los lados de las de Minji, sin aun soltarle la mano por la que la había jalado.

—Yo...Yoohyeon— sus mejillas estaban calentándose un poco.

—Antes de que te vayas, déjame decir algo, ya luego permitiré que vayas a dormir— Minji que estaba sin palabras solo pudo asentir.

—Sé que soy una inmadura, una niña impulsiva, y traviesa, que para el mundo solo soy una chiquilla, aun así, sé que me conoces bien, pero Minji, ten esto presente— Yoohyeon decía cada una de las palabras mientras que se perdía en el mar de estrellas que siempre veía en los ojos de Minji, y esta estaba realmente nerviosa, ciertamente era muy traviesa pero nunca había hecho algo así.

—Solo faltan tres meses para que cumpla la mayoría de edad, a partir de ese día lucharé con todas mis fuerzas para enamorarte; quiero hacerte feliz, verte sonreír, todos los días robarte un beso en las mañanas— Minji estaba enloqueciendo con cada palabra y el color rojo en sus mejillas la delataba.

—En las noches antes de que vengas a dormir acá a tu apartamento hasta que yo termine buscando una excusa ridícula con la que convencerte para poder dormir acá contigo— cómo podía verse tan seria y madura alguien que a diario hace travesuras a su hermana, esa pregunta estaba en la mente de Minji quien tenía un caos en su corazón en ese momento.

—Espera por mí, solo tres meses más, y te prometo Minji hacerte feliz día a día— Yoohyeon quien se había inclinado hacía al frente apoyándose en sus manos apoyadas a los lados de la cabeza de Minji, estaba tan cerca de ella, tanto que juraba que sentía su corazón latir con fuerza.

—Yo...esto no está bien... debemos— las palabras de Minji morían en sus labios mientras que Yoohyeon acortaba la distancia entre ellas lentamente, esperando a que en cualquier momento Minji la lanzará lejos.

"When you hold me in the street and you kiss me on the dance floor .." el celular de Minji comenzó a sonar haciendo sobresaltar a las chicas quienes habían estado más cerca que nunca de besarse.

Se separaron nerviosas, aunque Yoohyeon estaba maldiciendo en su mente al que se le ocurrió llamar a esta hora. Escuchaba a Minji decir, si, todo bien, de acuerdo, hasta mañana.

—Era Bora, me recordó que mañana tienes que llevar a Pie a por una vacuna— maldita sea, ¿su hermana la estaba espiando o qué? cosa que no la extrañaría porque Bora trabajo prácticamente de espía.

Con este pensamiento en mente empezó a mirar en todas las direcciones a ver si encontraba algo, pero fue en vano.

"Me vengaré" fue el pensamiento de Yoohyeon durante toda la noche, estando en aquella cama sola, pensando lo cerca que estuvo de besar a Minji. Ya veía las mil posibilidades y maldades que podía hacerle a su hermana mayor.

Y como si la vida lo quisiera, el día en que se quedaron en la mansión de Siyeon, fue el momento perfecto.

Cuando vio a su hermana tan cerca de Siyeon, no lo pensó ni dos veces en molestar a Dami para comenzar una persecución por el lugar e interrumpir a Bora, esto era divertido.

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Chaaan, un especial JiYoo para sus corazoncitos. Sentía que aun le debía por tanta espera y como tantas de ustedes querían esto, pues aquí está. Sigo manteniendo mi pensamiento pero al menos no faltará mucho para salseo entre estas dos... okno..o tal vez si.

Gracias por leer ♥