Claudio.

Yo no sé por qué, pero siento algo en mi corazón. No dejo de tocarme el pecho; siento como angustia, como si le sucediera algo malo a Artemisa. Además, sentí que el pelotudo de Kevin me estuviera ocultando algo porque cuando le dije que quería ver a nuestra hermanita; él rápidamente se negó y me dijo que la dejara descansar. Espero que no se haya atrevido a lastimarla. 

Queriendo aclarar porque siento esto, fui al cuarto de mi hermanita y toqué varias veces la puerta y en ningún momento respondió; pensé que tal vez podía estar dormida, pero de todas maneras decidí entrar a la habitación y ver que está bien. Al entrar a la habitación, el dolor que sentía en mi pecho se hizo más fuerte, pues mi hermanita no está aquí en su cuarto; su cama estaba tendida y tampoco estaba en el baño; pues no escuchaba ningún tipo de ruido. Lo cual significaba que el tarado de Kevin me mintió.

Me salí de la habitación y pensé que tal vez mi hermanita puede estar en la enfermería. Así que caminé para allá.

"Hola Claudio." Me saluda la Dra. Cisneros.

"Hola Dra. Cisneros." Respondí.

"¿Que necesitas?" Me pregunta ella.

"Quisiera saber si mi hermanita Artemisa Islas Meyer no ha venido."- Le comencé a explicar- "Hace unos minutos me dijeron que estaba enferma y fui a su habitación a verla, pero no estaba y pensé que tal vez pudo haber venido." Finalicé con mi explicación. 

"No Claudio, tu hermana no ha venido." Me contesta la Dra. Cisneros. 

"¿Que carajos estás escondiendo Kevin?" Dije en mi mente al pensar en ese sálame que desgraciadamente Artemisa y yo tenemos como hermano. 

"Bueno."- Le dije con una sonrisa al salir de mis pensamientos- "Muchas gracias Dra. Cisneros."- Finalicé con gratitud.

"Fue un placer Claudio, que tengas un buen día." Me responde ella. 

"Igualmente." Contesté con una sonrisa mientras que me iba.

Mientras que iba caminando se me ocurrió llamar a la casa de mis hermanos para preguntar si mi hermanita fue llevada a casa.

Llamada telefónica.

"¿Bueno?" Me dice una chica al contestar el teléfono. 

"Buenos días."- Respondí, tratando de no sonar nervioso- "Disculpe por molestar, pero quisiera saber si Artemisa no se encuentra en casa. Me dijeron que estaba enferma."- Finalicé con mi mismo tono de voz. 

"No joven, la señorita Artemisa no está en casa, debe de seguir allá en Like." Me contesta la chica.

"Okey, de todos modos muchas gracias." Dije desconcertado.

"Que tenga un buen día." Me responde la chica.

"Igualmente." Contesté.

Se termina la llamada.

"Este chiste enfermo de ese sálame no me está gustando para nada." Pensé en mi mente mientras que seguía caminando.

Silverchu, en la habitación de Machu.

"Me quede preocupado por ti."- Le dice Silverio a Machu- "¿Ese demente no te hizo nada?"- Finaliza con una pregunta. 

"No me hizo nada Silver."- Asegura Machu con una sonrisa- "Bueno sólo me hizo una escena de celos y es todo."- Finaliza todavía sonriendo. 

"Bebé, sabes que me puedes decir lo que sea." Le dice Silverio.

Machu comienza a llorar.

"Silver, no vamos a poder vernos el finde como lo teníamos planeado." Le dice ella llorando. 

"¿Porque?" Pregunta Silverio desconcertado. 

"Porque León quiere tenerme en su prisión como siempre."- Explica Machu entre lágrimas- "Le dije que tenía pensado pasar el finde con las chicas para que no sospechará que pensaba pasarlo contigo, pero él me exigió que cancelará mis planes con las chicas."- Finaliza explicando en su llanto.

"¿Y no podías negarte?" Responde Silverio.

"No me atreví a negarme." Contesta Machu, limpiándose sus lágrimas. 

"¿Bebé, no me digas que te tiene amenazada?" Adivina Silverio preocupado al acercarse a la castaña y la abraza.

"Si, me tiene amenazada."- Responde Machu temerosa- "Él me amenazó con hacerte daño si no me alejaba de tí. Yo le pedí que no te hiciera nada y él me puso la condición de que me alejara de tí; así que no tuve más remedio que dar mi palabra."- Finaliza con su mismo temor. 

"Machu no, no quiero alejarme de ti; yo no quiero dejarte sola a merced de ese maniaco." Le dice Silverio acariciando su mejilla. 

"Yo tampoco quiero separarme de tí, pero tampoco me perdonaría si algo malo te sucediera. No quiero que tu madre y hermana te pierdan a causa de la obsesión de León." Responde Machu en un sollozo. 

"¿Entonces cuando volveré a verte?" Pregunta Silverio triste.

"En las noches, ven a mi habitación por las noches." Responde Machu calladamente. 

Silverio sonrió felizmente. 

"Sólo ten cuidado, asegúrate de que León no te vea." Le pide la castaña mirándolo. 

"Me cuidaré las espaldas, te lo prometo." Contesta Silverio mirándola con una mirada cálida. 

Machu lo iba a besar, pero un tocado en la puerta los interrumpe.

"¿Quién será?" Pregunta Silverio susurrando.

"No lo sé."- Responde Machu susurrando temerosa- "Pero te pido que te escondas en el baño; podía ser él y no quiero que te vea y te haga daño."- Finaliza con su mismo temor. 

"Está bien bebé."- Contesta Silverio al darle un corto abrazo, el cual la castaña correspondió- "Yo tampoco quiero que te metas en problemas con él."- Finaliza susurrando. 

Después de apartarse del abrazo, Silverio fue y se escondió en el baño mientras que Machu fue abrir la puerta.

"¿Te probaste el vestido que te mandé con mi hermana?" Cuestiona León mirando a Machu.

Silverio quien escuchaba en el baño no lo podía creer.

Seguro me lo iba decir cuando nos interrumpió." Piensa Silverio en su mente.

"No, no me lo he probado." Responde Machu, interrumpiendo los pensamientos de su amado Silverio.

"Qué bueno, porque quiero que te lo pruebes enfrente de mí." Contesta León con una sonrisa.

Machu estaba temblando.

"Recuerda que no puedes negarme nada Machu." Le recuerda León todavía sonriendo.

Silverio sentía que quería salir y defender a la castaña, pero no quería que ella saliera pagando los platos rotos.

"No pensaba en negarme." Responde Machu nerviosa. 

"¿Entonces porque no te desvistes?" Le dice León algo molesto.

"Es que me pones nerviosa." Contesta Machu mirándolo nerviosa. 

"Quiero que me vuelvas loco Machu." Le dice León con una sonrisa de psicópata. 

Machu no sabía qué hacer.

"No hay problema si no quieres desvestirte Machu." Le dice Rubio- "Yo te puedo ayudar."- Finaliza al acercarse a ella lentamente. 

Silverio saca su celular de su bolsillo, le baja al volumen y le manda un mensaje a Claudio.

Terminan de mensajear.

Claudio fue al pasillo de las habitaciones de las chicas para ayudarle a Silverchu a salir del aprieto en el que los metió León. Cuando estaba frente a la puerta, Claudio comienza a tocar leventemente. La tocada a la puerta hizo que Machu se sintiera aliviada y que León quisiera comerse a la persona quien estaba tocando.

Machu iba a abrir, pero León se lo impide al ponerse enfrente de ella y la mira intimidante. 

"Déjame abrir." Pide la castaña mirándolo nerviosa.

"Espero que no sea Silverio, porque si resulta ser él, no te imaginas lo que va a pasar." Le advierte León.

"Por favor no."- Responde Machu desesperada- "No le hagas daño, yo ya te dí mi palabra que me iba a alejar de él."- Finaliza con su misma desesperación. 

"Infeliz, cobarde." Pensaba Silverio en su mente al escuchar como León amenazaba a Machu.

"No es Silverio, es Claudio; olvidé que habíamos acordado que me iba a ayudar con algo que nos encargó el Profe Govinda." Le dice Machu a León, saliendo con una historia. 

"Phew." Respira Silverio aliviado.

"Ojalá que se la crea." Piensa Claudio en su mente.

"De acuerdo mi bella Machu." Le dice León sonriendo- "Para que veas que no soy tan malo; dejaré que Claudio te ayudé con tu materia. No quiero que la chica que yo amo tenga una mala calificación por mi culpa."- Finaliza con su misma sonrisa. 

"Gracias." Responde Machu tímidamente. 

"Tómalo como una prueba de mi amor por tí." Contesta León al besarla en la mejilla y se va de la habitación.

Después de que Rubio se fue, Silverio salió del baño y Claudio entro a la habitación.

"¿Machu estás bien?" Pregunta Silverio.

"Si, ustedes me salvaron la vida." Responde Machu a punto de llorar. 

"No podía permitir que te obligará que te desvistieras frente a él." Le dice Silverio.

"Silver, tuve que agradecerle que me haya dejado en paz para que no se diera cuenta que me iban a defender." Contesta Machu calmándose y limpiándose sus lágrimas.

"Me pareció una idea sensata." Dice Claudio.

"No te preocupes amor, yo sé porque lo hiciste, como lo acaba de decir Claudio, fue sensato lo que hiciste." Contesta Silverio comprendiéndola. 

"Ahora voy a necesitar que me hagan un paro." Les pide Claudio a sus amigos.

"¿De qué se trata?" Pregunta Machu.

"No encuentro a mi hermanita Artemisa." Responde Claudio.

"¿Como que no la encuentras?"- Le dice Silverio sacado de onda- "Acuérdate que ella estaba jugando a la pelea de almohadas con nosotros en nuestra habitación hasta que llegó el tarado de Kevin y se la llevó."

"Pues hace rato hablé con él."- Explica Claudio- "Y me dijo que Artemisa se había enfermado después de que estábamos jugando. Yo siento que me oculta algo porque cuando le dije que iba a ir a la habitación de nuestra hermanita; él me dijo que la dejara descansar."- Finaliza con su explicación. 

"¿Pero fuiste de todos modos?" Pregunta Machu.

"Si."- Contesta Claudio- "¿Y qué creen? No está en su habitación, su cama está tendida."- Finaliza 

"¿Y ya fuiste a la enfermería?" Pregunta Silverio.

"Precisamente acabo de venir de allá y tampoco está; también llamé a su casa y tampoco hay señales de ella." Explica Claudio nuevamente. 

"A mí me huele que ese imbécil de Kevin la está escondiendo." Intuye Silverio.

"A mí también."- Responde Machu- "¿Pero a donde la pudo haber escondido?"- Finaliza preguntando sacada de onda. 

"Si ese sálame se atrevió a hacerle daño, le voy a romper la cara." Dice Claudio con enojo.

"Esperemos que no le haya hecho nada." Anima Machu. 

Machu se fue con Claudio en caso de que se toparán a León en alguna parte de la escuela; mientras que Silverio se fue solo. Claudio no quería imaginar que su hermanastro pudo haberle hecho daño a Artemisa, no quería pensar lo peor, quería pensar que estaba bien sin imaginar que la pelimorada había sido secuestrada por su propio hermano.