16. Uniendo Fuerzas

Al día siguiente, todos se levantan para empezar un nuevo día. Anoche Machu había seguido a León hasta su habitación, pero decidió no molestarlo con el asunto de su pequeña hermanita, prefirió dejarlo a que durmiera bien y sin ninguna preocupación. 

Claudio seguía sin aceptar la ayuda de Antonia, pues todavía cree que ella está detrás de lo que estuvo a punto de sucederle a Nabila ayer. El argentino estaba pensando a quien recurrir para saber la verdad, pues si reconoce que si necesitara ayuda, pero no sabía a quién pedírsela.

Después de pedir su desayuno, Claudio se sentó en una mesa. Mientras que estaba sentado en su asiento, él se dio cuenta que León se acercaba a él.

"Hola León." Lo saluda Claudio. 

"Hola Claudio, te estaba buscando." Responde León con el mismo gesto.

"¿Dime para que soy bueno?" Pregunta el argentino. 

"Te estaba buscando porque quería agradecerte por haber salvado a mi cachorrita, ella anoche me contó lo que sucedió con el israelí y que tú la salvaste." Contesta León. 

"Vos no tenés nada que agradecer, cualquiera hubiera hecho lo mismo por tu hermanita." Responde Claudio, dando una sonrisa amigable.

"¿Y por cierto como esta?"

"Espero que haya dormido bien, les pedí a las mellizas Regil De la Reguera que me avisaran por si Nabila necesitaba algo." Le dice León.

"Qué bueno, cuida mucho a tu cachorrita." Responde Claudio.

"Así lo haré." Contesta León al retirarse a otra mesa.

Mientras tanto con los demás jóvenes. 

"Quería agradecerte por lo de anoche." Le dice Pablo a Adam.

"Ni lo menciones, además, un príncipe siempre tiene que velar por su pueblo." Responde Adam.

"Pero yo no tengo nada que ver con Halloween ni nada de eso." Contesta Pablo. 

"No me importa, odio que se comentan injusticias, aunque la gente no pertenece en mi reino de Halloween. Mis hermanas y yo también velamos por ellos; además quiero que sepas que me caíste bien desde que nos asignaron a trabajar juntos." Le dice Adam.

"Tú también me caíste bien Príncipe Adam." Le contesta Pablo.

"Nada de formalidades, sólo llámame por mi nombre, aparte de que seremos compañeros de proyectos y de cuarto, quiero que también seamos amigos." Responde Adam.

"A mí también me gustaría que fuéramos amigos." Dice Pablo sonriendo, feliz de hacer nuevas amistades.

Adam iba a responder, pero León se le acercó.

"Hola chicos." Saluda León a Adam y Pablo.

"Hola León." Lo saludan Adam y Pablo.

"¿Adam puedo hablar contigo?" Pregunta León.

"Si, por supuesto." Contesta Adam.

"Yo también quisiera ayudar." Dice Pablo. 

"Está bien." Responde León.

"No te preocupes León, Pablo es de confianza." Le asegura el príncipe gótico mientras que los tres se sentaron en la mesa de León.

"¿Adam que sabes de un israelí llamado Jared?" Le pregunta el Rubio. 

"Que es una rata de dos patas. ¿Por qué?" Responde Adam.

"Anoche, Jared trató de propasarse con mi hermanita; él quiso aprovecharse de su inocencia, pero gracias a Dios que Claudio llegó a tiempo y lo impidió." Explica León al suspirar.

"Qué bueno." Dice Pablo.

"¿Y Nabila no lo denunció con mi tía?" Pregunta Adam.

"No." Responde León.

"Y mi roomie Thiago me dijo que conoces a Jared como la palma de tu mano, por eso quiero hablar contigo."

"Es verdad, yo conozco a Jared como la palma de mi mano, lo conozco desde el primer año que tenemos aquí en Like. Al principio, Jared perseguía a mi hermanita Kalesi, causándole un terrible trauma. Ella ya tenía miedo de venir a la escuela. Así que mi tía le ayudó a que estudiara en casa hasta que estuviera preparada para regresar." Explica Adam.

"¿Tu hermanita es la que vino ayer?" Pregunta Pablo.

 "Si, ayer decidió regresar, por eso mi tía quiso darme a mis hermanas y a mí la maravillosa sorpresa de su regreso." Contesta Adam.

"¿Y porque nadie ha echado a Jared?" Pregunta Pablo.

"Porque su familia aporta mucho baro aquí." Responde Adam enojado.

"Si que es una maldición." Le dice Pablo a su nuevo amigo.

"Sólo espero que no vuelva a tratar de buscar a mi cachorrita." Dice León haciendo puños.

En ese momento llega Nabila, acompañada de Evie, lo cual hizo que el Rubio se sintiera aliviado. 

"Miren quien viene, la estrella del fútbol." Exclama Thiago.

Todos los jugadores del equipo A aplaudieron, pues están maravillados como Evie metió goles ayer en la práctica de fútbol.

"Si que es brillante." Decía Silverio. 

"Nabila, Evie, vengan por favor." Les silba Claudio.

Las jóvenes asistieron y se sentaron a desayunar con Claudio.

"Ojalá que Evie sea aceptada en el equipo de porristas para que pueda jugar con nosotros." Decía Richard.

"Si, ojalá." Exclamaron todos los del equipo A.

Cada vez que Claudio hacia porras, él se sentía extrañado. Sentía como si un lazo lo uniera a la peliazulada quien sentía que quería llorar, pues le daba sentimiento que sus propios hermanos Claudio y Natalie le estuvieran echando porras para que pertenezca al equipo de las porristas y de fútbol.

Evie no dejó que sus lágrimas cayeran de sus hermosos cafés, pues no sabría que decir. No quiere causarles un dolor a sus hermanos. Con tal de distraerse, Evie observaba como Claudio miraba a Nabila; él la miraba con ojos tiernos, pues para él también ella es una cachorrita.

León se levanta de su mesa y saluda a su cachorrita.

"Hola cachorrita." Saluda León a su cachorrita al besar su cabeza.

"Hola cachorrito." Responde Nabila al abrazar a su hermano. 

"¿Dormiste bien hermanita?" Le pregunta León a su hermanita al corresponder su abrazo.

 "Si, estuve soñando que Abel, tú y yo estábamos en África jugando con una manada de leoncitos." Contesta Nabila sonriendo.

"Suena adorable." Dice Claudio.

"Estoy de acuerdo." Contesta Evie al estar de acuerdo con su medio hermano.

"Que chistoso, yo también soñé lo mismo." Le dice León a su hermanita y amigos.

"Mi parte favorita era cuando los cachorritos se te subían." Contesta Nabila con una risita.

"Muy gracioso." Dice León sarcástico. 

"Awwww cachorrito, seguro los cachorritos se te subieron porque te quieren. Les robaste sus corazoncitos peluditos." Le responde Nabila.

"Y vos me estás robando el corazón con tu ternura." Piensa Claudio en su mente al mirar a Nabila con una sonrisa.

"A mí lo que me encantó de ese sueño fue cuando una linda cachorrita me estaba lamiando mis cachetes." Contesta León con una sonrisa, interrumpiendo los pensamientos de Meyer.

"Y tú le dabas cosquillas en su estomaguito peludito." Le dice Nabila.

León se regresa a su mesa.

 "Es verdad, los cachorritos son una lindura; roban el corazón fácilmente." Le dice Claudio a la pelimorada.

"Especialmente cuando hacen sus soniditos tiernos." Responde Evie. 

"En mi opinión, los cachorritos son tiernos cuando están jugando." Le dice Claudio a la peliazulada, sin imaginar que es su hermana.

"¿No te gusta sus soniditos?" Pregunta Nabila.

"Si, también me gustan sus soniditos, pero me gusta más cuando juegan, se ven adorables cuando mueven sus pequeñas patitas para arriba y abajo." Responde Claudio.

Las chicas estaban de acuerdo con el argentino.

"Evie." La llama Claudio.

"¿Si Claudio dime?" Contesta la peliazulada.

"Quiero pedirte algo." Le dice Claudio. 

"¿De qué se trata?" Pregunta Evie intrigada.

"Evie, quiero que vos me ayudes a descubrir quien le pago al sálame de Jared para que le hiciera daño a Nabila." Responde el argentino.

"Claro que te voy a ayudar, Nabila es mi mejor amiga y no voy a permitir que una manada de serpientes intenten atacarla sin ninguna razón." Contesta la peliazulada. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top