Like a virgin

Jungkook observaba la pantalla frente a él, hace ya una hora que había comenzado la película, pero sabía que estaba lejos de terminar, volteó hacía su novio, que abrazaba su cintura para mantenerlo cerca su pecho pero con su atención puesta en la película, la cual habían visto un par de veces pero al parecer Nam nunca se cansaba de verla; Habían estado en la misma posición desde el inicio de la película porque al mayor le encantaba tenerlo así de cerca y él no se negaba a ello, desde que fuera con Namjoon el contacto físico estaba bien.

Suspiró bajo, guiando su mano algo temblorosa hasta el torso del mayor sintiéndose demasiado torpe al hacer cualquier movimiento, empezó dando pequeños círculos en su pecho con su dedo índice, lo que logró distraer a Namjoon, que bajó su mirada para verlo.

— ¿Estás aburrido? —preguntó, preocupado de ser el único que estuviese disfrutando de ver la película.

Esa noche Jungkook lo había invitado a cenar, sabiendo que su novio era un adicto al trabajo que no se preocupaba por su alimentación, pero luego de comer comenzaron a hablar sin parar, hasta que acabaron así, acurrucados bajo las sábanas y viendo su película confort, en una especie de cita no planeada.

—Mm, no es eso —respondió, pero al mayor no le convenció su respuesta.

—¿Hay algo qué te incómoda? —volvió a cuestionar, recibiendo una negativa por parte de Jungkook de nuevo. Se incorporó apartando con cuidado al de cabello castaño y tomó el control para pausar la película —. Hemos visto la película varías veces, sí estás aburrido puedes decirme, no me molesta, Kookie, entiendo que...

—No es la película —interrumpió el chico —. No hay manera de que me aburra de Your name.

—¿Entonces es la posición en la qué estamos? No tenemos que estar tan pegados si no quieres  —Jungkook rodó los ojos, Namjoon se preocupaba por absolutamente todo.

—No es nada de eso, Namjoon —le dijo para que mantuviera la calma y dejara de pensar que estaba haciendo algo mal. En cambio siguió recorriendo el pecho de su novio con su mano.

— ¿Entonces? —preguntó el mayor con curiosidad.

— ¿Vas a quedarte hoy? —cuestionó, subiendo su mirada encontrándose con la de Nam.

—Umm, mañana es domingo, sí tú quieres que me quede no habría problema —dijo el mayor —. Estaba pensando en tomarme el día libre.

—Perfecto —susurró el chico pasando su lengua por el labio inferior, en un claro gesto nervioso.

Algo que Namjoon no pasó desapercibido, esa noche había algo diferente en Jungkook, lo conocía lo suficiente como para saberlo.

A pesar de que tenían un mes y medio saliendo oficialmente, su historia juntos era más larga, siendo dos enamorados que se tomaron muy literal lo de ir a "pasos de pingüino" dándose el tiempo de conocerse todo lo posible antes de dar el gran paso, a ese punto ambos se amaban de verdad, más de lo que admitían delante del otro.

Y estaba seguro de conocer los hábitos y mañas del otro, Jungkook solía aparentar que era un chico frío delante de los demás, pero él sabía que no era así, su novio era como un helado derretido cuando estaba con él, adoraba que lo consintiera y se tomaba muy en serio su lugar de dongsaeng, actuando realmente como el menor de la relación.

—¿Es eso? ¿Quieres que me quede, bonito? —en un principio no obtuvo más respuesta que un asentimiento por parte del menor, nada más —. Kook...

Pero antes de formular alguna oración, Jungkook, que ya se había incorporado para estar sentando junto a él en la cama, colocó una de sus manos en su cuello, haciéndole olvidar lo que iba a decir, solo fijándose en el rostro de su pareja, en sus ojos grandes y brillosos admirandolo, poco a poco el menor fue acortando la distancia, haciendo que sus respiraciones se mezclaran e inevitablemente su atención se centró el los labios rosados de su novio, estaban entreabiertos, a su disposición.

Jungkook fue quién tomó la iniciativa, juntando sus labios con los de Namjoon, que no opuso resistencia, correspondiendo enseguida a su beso, moviéndose al ritmo que dictaba el menor, sin poder mantener sus manos quietas guió una de estas hasta la nuca del menor, profundizando el beso. Pronto se convirtió en una pequeña batalla, donde poco a poco empezaban a envolverse sus lenguas.

Namjoon se inclinó despacio hasta dejar al castaño recostado sobre la cama y él encima sin llegar a aplastarlo, separandose pocos segundos antes de volver a apoderarse de su boca, comenzando nuevamente una danza entre sus labios, que seguían un ritmo desordenado, lleno de deseo. Al separarse, se levantó un poco, teniendo la imagen de su novio recostado, con sus labios brillantes y rosados, sus cabellos desparramados sobre la cama, besó sus mejillas repetidas veces, la línea de su mandíbula y culminó besando su cuello, percibiendo un olor diferente en él, una especie de perfume que no reconocía.

El castaño no lo dejó escapar, entrelazando sus brazos en su cuello, atrayendolo nuevamente hacía él para besarlo por un rato más. Poco a poco las manos del más jóven recorrieron su espalda, sus hombros y terminando en sus caderas, empujándolo hacía él, con la intención de rozar sus miembros aún con el pantalón de por medio. Namjoon enseguida notó como su pene respondía con rapidez a las provocaciones de Jungkook, obteniendo una erección casi al instante. Se dejó llevar, hundiendo su cabeza en el hueco de su cuello, dejando besos desordenados y moviendo sus caderas a la misma velocidad de Jungkook, yendo a su encuentro, el castaño gimió bajo de puro gusto, logrando encender la llama dentro del mayor, más aún cuando notó que el menor también tenía una creciente erección.

Hasta ahora no era nada que no hubiesen hecho antes, solo rozarse entre ellos o tocarse, hasta que Jungkook metió sus manos frías dentro de la camisa del mayor, haciendo contacto con su piel caliente, por ello dio un pequeño salto, recorrió cada parte del torso de su novio hasta acabar con sus manos en las orillas de su camisa, listo para quitarla del camino.

—Bonito...—comenzó a decir el mayor una vez se separó del beso. Seguía siendo algo que habían hecho antes, pero Kim tenía el presentimiento que esta vez los roces y toques no serían suficientes.

—Quiero hacerlo —fue lo que dijo el chico con su respiración un tanto acelerada y un rubor extendiendose por su cara —. Hagámoslo.

— ¿Estás seguro, amor? —preguntó preocupado y sorprendido por la petición que no esperaba —. Podemos dejarlo aquí, no estás obligado a hacerlo.

Porque para Nam no era necesario que llegaran más allá ese día, él podía esperar el tiempo que fuese necesario si era por Jungkook, era la persona por la que más había esperado en su vida, un poco de tiempo más no era nada para él.

Se sentía lleno solo con saber que se amaban mutuamente, solo amarlo y ser amado por él era su más grande anhelo.

Y teniendo en cuenta las experiencias pasadas del menor, lo menos que quería era apresurar las cosas, se sentía en la necesidad de darle mucho más que sexo desenfrenado y toques en su cuerpo, él quería que fuese especial para Jungkook, mostrarle que el sexo debe ser placentero para ambos, pero todo en el tiempo adecuado.

Jungkook guió una de sus manos acariciando la mejilla de Namjoon suavemente.

—Te estoy diciendo que quiero hacerlo, estoy totalmente seguro —remarcó —. Es lo que más quiero justo ahora.

Porque no era un pensamiento del momento provocado por la calentura, era algo que Jungkook venía pensando desde hace tiempo, él definitivamente quería cruzar esa línea y entregarse a Namjoon y que Namjoon se entregara a él, porque desde hace tiempo se había derretido por el mayor, ahora solo quería fundirse en él.

—No quiero que te arrepientas luego —expresó algo nervioso —. Y si no te gusta yo me sentiré como la peor mierda que hay en el m...

—Nam, me va a gustar porque eres tú —tranquilizó el chico —. ¿Crees que aceptaría entrar en una relación sin haber considerado esta posibilidad antes? Lo que sucedió en el pasado no tiene porqué afectar nuestro presente. Ni siquiera es tu culpa. Tú eres con quién quiero hacerlo ahora, tú me devolviste un deseo que creía muerto en mí.

Un par de años atrás Jungkook había estado en una relación que le dejó una mala experiencia con respecto al sexo, por un tiempo llegó a pensar y a cuestionarse a sí mismo la posibilidad de que  fuera asexual porque durante un tiempo la idea del sexo le desagradaba bastante, tanto que tuvo que tratarlo con terapia y Namjoon estaba al tanto de esa historia, por ello tenía tanto miedo de espantar al menor y avivar sus malos recuerdos.

Pero ahora Jungkook era consciente de que no era el sexo, era la persona y desde que su corazón le pertenecía a Namjoon lo supo, porque lo amaba con todo su corazón, porque lo deseaba, deseaba que el mayor y él fueran uno solo.

Sabía cómo debía ser una relación sexual sana y confiaba plenamente en que Namjoon era el indicado y que era con quién quería estar luego de aquella tormenta que había quedado en el pasado.

—Solo ámame, Nam hyung —dijo con cierta timidez, dándole todo el permiso —. Es lo único que te pido.

Y con esas palabras Namjoon se sintió desarmado y desbordante de miles de emociones que recorrieron su cuerpo.

—Yo ya te amo, bonito —le susurró acercándose a besar sus labios con delicadeza, de esta forma prometiendole que cuidaría de él porque si Namjoon confiaba tanto en él y se lo pedía de esa forma, no tenía como negarse —. Te amo tanto, que de verdad quiero hacer todo contigo.

Besó su cuello repetidas veces, oyendo los suaves suspiros que Kook soltaba de vez en cuando, bajando hasta sus clavículas con lentitud y a la vez dejando caricias sobre el cuerpo ajeno que hacían al menor delirar y enterrar sus dedos entre el cabello del chico sobre él. Recorría cada parte que sus manos pudiesen alcanzar.

Namjoon se deshizo de las sábanas lanzandola al suelo y entre sus delicadas caricias la ropa fue desapareciendo de sus cuerpos, allí el mayor notó que Jungkook estaba vestido con su ropa, y sonrió por ello, seguro sabía lo mucho que le gustaba cuando usaba prendas suyas. Pronto el chico debajo de él quedó expuesto, mostrándole su desnudez por primera vez, lo cuál lo hizo sentir tímido, pero ante los ojos de Nam era una hermosa obra de arte, hijo de la mismísima Afrodita.

—Eres hermoso —le dijo —. De verdad, me encantas, cada parte de tí.

Se inclinó besando su abdomen y Jungkook sintió unas inexplicables ganas de llorar, porque era la primera vez que alguien decía palabras de amor sobre su cuerpo, era la primera vez que alguien trataba su cuerpo como si de la pieza de arte más delicada se tratase.

Namjoon estaba emocionado por explorar cada rincón de Jungkook, de llenarlo de amor. Es por eso que sigue recorriendolo, ahora dejando besos en sus muslos y en el interior de estos, en ambas piernas por igual, dandoles su debida atención. No se apresura, solo se ocupa de tocar cada parte erógena de su novio con toques suaves y caricias, descubriendo con sus reacciones donde le gustaba ser tocado.

Y Jungkook era tan sensible, que Namjoon sentía su interior burbujear cada que escuchaba sus pequeños jadeos, sintiendo como si escuchara la voz de un ángel llamando por su nombre.

Está concentrado en besar sobre un lunar que había descubierto en el interior de sus muslos, que no se da cuenta de los toques en su cabello hasta que siente un tirón, levanta la cabeza preocupado de estar haciendo algo mal pero su pareja le sonríe y se levanta un poco para apuntar hacía la cómoda a un lado de su cama, en la que Namjoon encuentra un frasco de lubricante sin usar.

—Tenías todo planeado —ni siquiera pregunta, solo une los puntos que no son difíciles de adivinar. Aquella fragancia cubriendo todo el cuerpo de Jungkook, lo tersa he hidratada que se sentía su piel, su ropa y ahora el lubricante.

—Planeado no lo sé, pero desde hace tiempo que estoy listo —le dijo con una sonrisa traviesa —. ¿No has estado soñando con este momento tanto como yo, hyung?

Y Namjoon no puede negarlo.

—Sí, claro que sí —confiesa, ubicandose entre las piernas de Jungkook con el lubricante en sus manos —. Y mi imaginación no se compara con la realidad, no se le acerca ni un poco.

Lo primero que hace es colocar una almohada debajo del trasero de Jungkook, dejandolo más elevado para que así pudiese llegar mas profundo.

Se acerca al menor, jugueteando con sus narices, dejando un beso sobre esta antes de volver a su tarea, separando con sus manos las piernas del chico para que le dé más espacio para luego depositar una porción abundante de lubricante en sus dedos, guiando hasta la entrada de su novio, sabiendo que hace mucho que no recibía una intromisión, era como si Jungkook volviese a ser virgen, sabía que debía ser lo cuidadoso y gentil que pudiera, por lo que comenzó esparciendo el lubricante superficiamente, dando vueltas hasta que empezó a penetrar con apenas un dedo.

Jungkook dio un pequeño respingo ante la sensación del dedo frío y el como se introducía con un poco de dificultad, apretó las sábanas bajo sus dedos.

—Relajate, bonito —aconsejó el mayor —. Es normal, pero si llega a doler mucho avísame. Será incómodo un rato pero ya pasará ¿está bien, amor?

El menor asintió, apretando los ojos, lo sabía pero su mayor seguía siendo tan atento que solo por eso pudo soportarlo tan bien, intentando no presionar demasiado el digito que intentaba dilatarlo.

El dedo de Namjoon entraba y salía de su interior de manera suave, sin apresurarse, notando como cada vez era más fácil moverse, guío su otra mano para darle atención al pene de Jungkook intentando distraerlo del pequeño dolor que le incomodaba, arrancándole vários gemidos que Namjoon disfrutaba de oír.

Pronto más dedos fueron sumándose poco a poco y a pesar de que la sensación dolorosa seguía allí era opacada por el placer que era mucho más grande, fue ahí que Jungkook se convenció que definitivamente iba a adorar el sexo con Namjoon, era un hermoso comienzo.

Nam en ningún momento dejó de besarlo y de profesar palabras de amor hacía él, llevándolo al cielo con apenas tres dedos que tocaban y acariciaban cada centímetro alcanzable en su interior, pero soltando su miembro antes de que se corriera sobre su mano, no tenía intención de que se corriera justo al empezar.

—Joonie... —gimió, quería más, necesitaba más.

—¿Sí, amor? —dijo besando su pecho e introduciendo sus dedos más profundo, sacándole un grito de placer al menor, supo que ya estaba listo —. ¿Te gustaría ponerte de lado?

Namjoon había pensado en las miles de posiciones, pero para su primera vez con Jungkook no dejaba de imaginarse de esa forma, poder acariciarlo de forma tan íntima mientras besaba su cuello, tener su pecho pegado a su espalda.

Jungkook asintió, tirando la almohada a un lado, colocándose de lado como le indicó el mayor, no mucho tiempo después siente el colchón hundirse detrás de él, el costado de Nam también se presiona contra el colchón y pronto siente su aliento caliente sobre su nuca, no tarda en sentir toda la extención de Namjoon en su espalda.

—¿Puedo, lindo? —pregunta, sabiendo que luego no habría vuelta atrás. Asiente varias veces, ¿a caso su novio no entendía que los últimos años estuvo guardandose solo para él?

Pero puede percibir que Nam aún está nervioso.

—Si Nam, no tienes que preguntarme a cada segundo, amor  —le dice suavemente y escucha la leve carcajada de su novio esperaba haber hecho que se relajara un poco, siente que besa su espalda varías veces y acaricia su muslo, adentrando su mano en el interior de estos, con la intención de separarlos.

Jungkook entiende y levanta un poco su pierna para darle espacio a Nam que se posiciona entre ellas. Besa su hombro, como si de una última advertencia se tratase, indicando que ya estaba preparado; Siente como se mueve, tomando su propio pene con su mano y guiandolo hasta su entrada humeda por la intromisión anterior.

Así empieza a enterrarse con cuidado, Namjoon abraza el cuerpo de Jungkook con delicadeza estando en esa posición y busca su mano, encontrandola sobre su abdomen, la toma y la entrelaza junto a la suya, apretandola un poco. La boca de Jungkook se abre al sentirlo cada vez más adentro de él, invadiendolo casi de manera tortuosa, por lo que se aferra a la mano que su novio le ofrece. Otra vez siente que puede soportarlo, así que no le pide que pare en ningún momento.

No pasa mucho tiempo cuando el miembro de Namjoon está completamente dentro de él, el mayor suspira, dando pequeños besos en el hombro del castaño, asegurandose de no haberle causado ningún daño y enterrando su cara en su cuello. Con sus respiraciones sincronizadas no necesitaban de más palabras.

Eso era, finalmente estaba donde muchas veces se imaginó, uniéndose como dos imanes.

—Te sientes tan bien, mi amor, this feel so... good —dijo Namjoon entre suspiros, con sus ojos cerrados ante la calida sensación de Jungkook envolviendo su pene por completo —. ¿Estás cómodo?

—Increiblemente, más de lo que pensé —confiesa con un poco de aire faltandole.

Ahí estaban, finalmente eran uno, no había una pizca de incomodad fuera de la que era normal al inicio, de resto todo era placentero. Jungkook finalmente soltó una lagrima luego de sentir más besos del mayor y el como sus manos entrelazadas pasean por su abdomen. Se siente en la cima, se siente amado, se siente tan bien, como nunca antes, relajado en el abrazo que le da Nam, tanto que podría dormirse en esa posición.

Sin vuelta atrás, estaban unidos de la forma más íntima y esperada por ambos, la sensación del amor desbordandote que tenían por el otro solo hacía ese momento aún mejor.

El sudor comienza a hacerse presente y Jeon es consiente de como el glorioso cuerpo de Namjoon lucha por mantenerse estático, por eso es él el primero en realizar un movimiento cuando se siente listo empujandose hacía atrás, avisándole a Nam que ya podía moverse libremente. Su novio lo abraza con cariño y no titubea para seguirle el ritmo empujando también repetidas veces, embistiendolo pero manteniéndolos juntos en cada movimiento.

Namjoon se deslizó hasta lo más profundo, intercambiando velocidades según la respuesta de Jungkook, acarició todo lo que estaba a su disposición y se inclinó un poco, para besar los costados de su cuello. Jungkook se impulsa hacía atrás cuando Namjoon va hacía adelante manteniendo una perfecta sincronía.

Jeon no controló sus jadeos y sonidos ante la sensación extraña pero demasiado placentera, como si sus cuerpos estuviesen hecho a la medida del otro y Namjoon pensaba exactamente lo mismo, sintiendo que flotaba junto a las nubes.

Siente que había estado esperando por algo así desde hace tanto tiempo.

Namjoon se levanta un poco, inclinandose para observar el rostro de Jungkook, el cuál está cubriendo con uno de sus brazos.

—Mirame, Kook —le pide y Jungkook no tiene otro reflejo más que obedecer, encontrandose con la mirada cálida de Namjoon, que adora lo que ve, primero limpia las lágrimas que se deslizan por su rostro, luego toma la mano que ocultaba el rostro del menor, asegurandola conta el colchón, entrelazandola sobre la cabeza de Jungkook y lo besa mientras sigue con las estocadas —. Espero que sean lágrimas de placer.

Para Jungkook era mucho más que eso, era la sensación de estar conectado a la persona que ama y que lo ama de la forma más pura que alguien podría amarlo alguna vez.

Namjoon deshizo el agarre que tenía sobre su abdomen para tomar su pierna, dejando de besarlo unos segundos para comenzar a embestirlo más rapido, escuchando el grito de Jungkook, sabiendo que había encontrado su punto, pudiendo observar sus expresiones y sintiendo los dedos de Jungkook apretar con fuerza los suyos. Mordió su labio inferior.

—Te amo —le susurra, causándole un escalofrío al menor, mientras golpeaba en el mismo lugar diversas veces, haciendo que los dedos de sus pies encorvaran del placer.

—T-te amo —retribuyó el cariño, con algunas lágrimas recorriendo sus mejillas y sin poder cerrar la boca, sintió a su novio ir profundo, desordenando sus sentidos.

Namjoon se encuentra en un trance, en el que no puede parar de hundirse más y más, adorando cada que cae en cuenta de que está compartiendo ese momento con Jungkook.

Suelta la pierna de su chico y ahora toma su pene, sabiendo que está a nada de llegar, subiendo y bajando su mano al ritmo en el que lo embiste, escuchando los lloriqueos de puro placer de su novio. Jungkook juraba que con su vista nublada podía ver estrellas, Nam no dejaba de declarar su amor sobre su piel caliente.

Los minutos pasan pero se sienten eternos, porque solo son ellos dos en su propio mundo. Sonidos mojados, choques de piel, respiraciones agitadas y jadeos era todo lo que se escuchaba en la habitación.

Se siente tan irreal y mágico, ellos dos en la misma sintonía, deshaciendose por el otro.

—¿Ya casi? —pregunta Namjoon con voz agitada.

—¡Sí! —contesta Jungkook, casi en un grito al no poder moderar su voz —Por favor, hyung...

Siente que los sonidos del menor están por volverlo loco, y lo encienden de manera absurda. Desde ese momento de declaraba el mayor devoto de los gemidos de Jeon Jungkook. No hay nada en él que no le fascine.

Continua el vaivén, estimulandolo, Jungkook trata de seguir el ritmo, encorva su espalda, viendo como todo ante su vista quedaba en blanco, sintiendo como el pene de Nam hacía estragos mientras entraba y salía sin sosiego hasta que ya no puede aguantar mucho más, deshaciendose por fin, con un pequeño grito llegó al orgasmo, manchando su propio abdomen, las sábanas y la mano de Namjoon, que no deja de mover sus caderas en ningún momento.

Siente a Jungkook temblar, hipersensible por su reciente orgasmo, apretando sus paredes, aprisionando su pene de una manera casi absurda, da unas cuantas embestidas más, permitiendose ir profundo, con cada pedazo de su ser adorando a Jeon Jungkook, unas estocadas más y finalmente alcanzó a su amado corriendose dentro de él, mientras lo mantiene abrazado, con su espalda pegada a su pecho, también alcanza el cielo de esta manera, sintiendo que no ve solo estrellas sino un universo entero, causándole espasmos por lo cual no deja de moverse repetidas veces, debido a la emoción y a la energía que sigue desbordando hasta que Jungkook logra poner una de sus manos temblorosas sobre su cabeza, acariciandolo suavemente para sacarlo de su trance, tranquilizandolo haciendo que poco a poco se detenga y suspire de cansancio.

Aprieta sus labios contra los omóplatos del chico delante de él, también está temblando un poco, lo que hace sonreír a Jungkook, aún fatigado por toda la energía liberada, por unos segundos solo escucha la respiración agitada de su amado y siente sus caricias llena de cariño sobre sus hombros y espalda.

Unos minutos después siente como se desliza fuera de él.

—Lo siento, acabé dentro —se disculpa en un susurro. Jungkook se voltea, acariciando su cara y Namjoon abre sus ojos que se mantenían cerrados para encontrarse con la cara de su amor, mirandole con ese brillo de felicidad que tanto anheló ver.

—No importa, está bien —responde con voz cansada y ronca, le había dado todo.

Estaba cansado, pero feliz de no tener ningún arrepentimiento de haberse entregado a ese hombre, que en todo momento se ocupó de hacerle saber cuanto lo amaba.

Namjoon vuelve a abrazarlo, importandole poco o nada sus cuerpos sudados, dejando una leve caricia en su cadera, sabiendo que quizás empiece a dolerle dentro de poco. Jungkook se acerca dejando un pico sobre sus labios, se siente ligero, con los sentidos adormecidos, pero se acurruca en el pecho del hombre que le demostró que era totalmente posible tener sexo con amor de por medio.

—Te amo tanto —expresa Namjoon y Jungkook sonríe con cierta lentitud, por lo que besa esa sonrisa y besa su frente repetidas veces —. Gracias por confiar en mí.

Están más que satisfechos.

Sabían que pronto tendrían que separarse para tomar un baño para eliminar el desastre de fluidos sobre ellos, pero por el momento querían estar así, con sus piernas enredadas entre sí, envueltos en una dulce atmosfera luego de consumar su amor por medio de sus cuerpos.

En ese momento Jungkook se sentía radiante, como nuevo, como un vírgen que era tocado por primera vez, abrazado a su novio con sus corazones latiendo juntos. Ahora tenía la certeza de que amaría la idea de fundirse junto a Nam miles de veces más, porque sabía que con él siempre sería como la primera vez.


gracias por leer 💗

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