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SHINSOU's PoV

Nunca entendí porqué Denki me dejó. Según él fue lo mejor para ambos, porque no soportaba estar conmigo sabiendo que había alguien más en su corazón. Eso no evitó que fuésemos amigos, después de todo la ruptura no fue en malos términos.

Eso no evitó que me pusiera triste pero me recuperé rápidamente. Denki es un sol, tiene un carisma extraordinario y es capaz de levantarle el ánimo a cualquiera, no es de extrañar que tenga muchos amigos.

Su mejor amigo, Kirishima, es de quién estuvo y todavía está enamorado. Su amor claramente no es correspondido por el tema de que su mejor amigo tiene novia.

Debe ser difícil para él, Kirishima y Ashido son parte de su grupo de amigos, bromea con ellos, sale con ellos, juega con ellos. Pero guardarse los sentimientos de celos y envidia, por no decir también los de tristeza al verlos juntos, debía ser duro.

Para mí era duro saber que nunca lo tuve. Las citas, noches juntos y besos compartidos para él no significaron gran cosa mientras que para mí fue el mundo entero.

No puedo culparlo de hacerme esto, yo ya sabía que él no me amaba pero insistí en que me diera una oportunidad y bueno, no funcionó.

De cualquier forma, no odio a Denki, ¿Cómo podría? Mi odio está dirigido al deportista cabeza hueca; lo sé, lo sé, es injustificado, pero lo odio a más no poder.

Denki se iluminaba con él como nunca lo había hecho conmigo. Y eso me enfadaba porque yo no creía que se lo mereciera.

– Viejo, ¿Estás bien? – Miré por mi rabillo del ojo a quien se había sentado a mi lado en el comedor.

– Hey, Denki – Sonreí – ¿Por qué lo preguntas?

– Uh, no lo sé – Dijo encogiéndose de hombros – Luces como si planearas un asesinato.

– Quizás lo hago.

– No bromees con eso, Toshi.

Me gustaba cómo pasaba de ser un loco sin remedio a ponerse serio. Nunca se sabía con Denki cuál sería su siguiente movimiento.

Denki empezó a comer de la bandeja de su almuerzo. Mi vista regresó de nuevo a la mesa que veía desde hace rato. En ella estaban Kirishima y Ashido junto a más miembros del equipo de porristas y fútbol.

– Por cierto, ¿Te enteraste? – Denki volvió a atraer mi atención – Kacchan ya tuvo a su bebé. Es un niño y es adoraaaaable. ¿Quieres que te muestre las fotos?

En realidad Denki no esperó una respuesta de mi parte, ya estaba sacando su celular mientras buscaba en la galería las fotos del bebé que de seguro eran muchas, conociendo lo entusiasta que era el compañero de cuarto de Bakugou.

– Mira, aquí estaba llorando porque quería teta – Me dijo mostrando una foto de la criatura. Santo Dios, sacó la cara de culo de Bakugou – Y en esta lo tiene cargado Todoroki.

Todoroki era el novio de Bakugou y por consecuente el padre del bebé. Nos sorprendió cuando revelaron su relación y no pude evitar sentirme algo mal respecto a Midoriya. Todo el mundo sabía que Bakugou lo traía loco y ahora su mejor amigo estaba saliendo con él, y claro, lo embarazó.

No obstante, se veía bastante bien. Enfrentó las cosas como todo un campeón y las superó; esperaba que quizá, algún día yo también superara las cosas que no funcionaron con Denki.

– Mira lo gordo que está – Se rio él hablando con una voz estúpida de bebé – Dan ganas de morderle las mejillas; no hay duda de que fue un niño hecho con amor.

Observé la foto del pequeño bebé usando adorables mamelucos de colores pasteles. Su diminuto ceño fruncido me dejaba en claro que en definitiva era un Bakugou, pero su cabello y ojos también indicaban que era un Todoroki.

– Esperemos que solo haya heredado su cara y no su temperamento – Comenté volviendo a mirar la foto.

– ¡¿Tú también lo notaste?! – Denki me gritó como si no lo creyera – ¡Sabía que sacó la cara de su mamá! ¡Se lo dije!

Me reí de lo que Denki decía mirándolo con cariño, en serio que era un chico estupendo. Me mostró unas fotos más antes de que una sombra se parara frente a nosotros.

– Oh, hola Kiribro – Saludó Denki.

– Hey Kaminari, Shinsou – Kirishima se sentó también en la mesa con nosotros. Le dio el puño a Denki y a mí, le respondí por pura cortesía – ¿Vendrán al juego del viernes?

– Tenemos práctica con la banda – Rápidamente dije.

– Rayos, qué mal. Pensé que como Bakugou estaba embarazado pospusieron sus prácticas.

– Toshi reemplazó a Bakugou en la batería los meses que ha estado ausente – Explicó Denki – No es su fuerte, pero se defiende bastante bien.

– Qué detalle – Respondí con sarcasmo.

– Ya sabes lo que quiero decir.

Kirishima carraspeó para volver a atraer nuestra atención, o más específicamente, la de su mejor amigo.

– Bueno, si terminan la práctica temprano pueden venir, yo te guardaré un lugar Kaminari – Dijo, y como si hubiera olvidado algo, rápidamente añadió – Y claro, uno para ti también, Shinsou.

– ¡Gracias, bro! – Agradeció Denki con entusiasmo. Yo solo asentí. Kirishima se despidió y se fue – ¿Crees que deba ir?

– Si lo dices por dejarnos mal a mí y a las chicos te digo no – Sé que soné bastante más arisco de lo que quería, pero ya estaba hartándome.

– Tranquilo, hermano. Bien, lo pensaré – Denki recogió sus cosas porque ya había dejado de comer – Tengo clase en 5 minutos, ¿Nos vemos al rato?

– No creo, tengo cosas qué hacer.

– Bueno, nos vemos mañana entonces – Se despidió de mí y me dejó solo en la mesa.

El resto del día fue aburrido, al llegar a casa también fue aburrido, incluso la hora "feliz" –que espero entiendan, es cuando uno se masturba– fue aburrido.

Creo que nunca me había sentido tan aburrido y eso viniendo de mí era decir bastante.

Los anuncios molestos salían uno tras otro en ventanas emergentes mientras intentaba darle reproducir a un video porno. Estaba por rendirme cuando uno llamó mi atención. Decía: App de Hipnosis.

Me reí, ¿Quién sería tan estúpido para creer está tontería? Y aún así le terminé picando cuando quise darle a la x.

Me llevó a la tienda de inmediato y estaba por salirme pero antes de, leí los comentarios y cuántas estrellas tenía. Se veía... Prometedor.

Lo pensé varios minutos hasta que decidí que podría darle un uso.

Es decir, si funcionaba, podría evitar tareas de fin de semana, que la gente me dijera siempre la verdad, hacer al tonto de Kirishima comportarse cómo más idiota que de costumbre, e incluso podría...

Apreté los labios con algo de culpa mirando cómo la barra de descarga pasaba del 87% al 90% y así sucesivamente.

No puedo creer que por un momento se me pasara por la mente usarlo para aprovecharme de Denki. No podía, simplemente no.

De cualquier manera cuando la aplicación se abrió, pude ver un poco de lo que contenía y sus indicaciones. Simplemente decía: "toma una foto con flash a la persona deseada y podrás tomar el control sobre ella".

Si esto resultaba ser un fiasco, solo quedaría como un tonto por tomarle foto a una persona sin su consentimiento. Sería un desastre.

En eso escuché que tocaban a la puerta seguido de la voz de mi madre. Quizá podría... No. Pero no quería quedarme con la duda.

Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta de mi alcoba para abrirle. No sospechó nada cuando la enfoqué e intentando que mis nervios no movieran demasiado la cámara, tomé la foto con flash.

Tragué saliva, hoy es un nuevo día y me sentía sumamente nervioso. La aplicación de hipnosis funcionaba, maldita sea, no era una simple porquería.

Ayer cuando hipnoticé a mi madre pude probar solo lo básico. Es decir, darle una orden. Le pedí que fuera a traerme un vaso de agua y ella lo hizo. Cuando revertí la hipnosis, mi madre no recordaba nada.

En la aplicación existían otras formas más "creativas" de usar la hipnosis a tu propio beneficio. Quería saber de qué más podría ser capaz la app; podría probarla con mi ex, ya saben, solo para el experimento.

Denki de seguro estaría de acuerdo conmigo, claro, si se lo dijera.

Las clases pasaron rápido, o bueno, algo así. Saliendo de la escuela, caminaba con Denki rumbo a la práctica con los demás. Estuve más callado de lo habitual. Denki no parecía notarlo porque continuaba parloteando de cualquier cosa.

Cuando doblamos por un callejón que nos funcionaba como atajo, creí que sería el momento ideal para que la foto funcionara.

Saqué mi celular y fingí que estaba viendo las notificaciones, tardé casi un minuto y luego entré a la aplicación, permití a la cámara acceder, y como quien no quiere la cosa, dejé que Denki lo viera.

– ¡Hey, esa app de edición no la tengo! – Dijo con tono emocionado – Vamos, déjame probarla.

Intenté alejar mi teléfono de él como para hacer más creíble mi actuación, y solo después de suspirar de forma cansada, accedí a sus intentos por ser fotografiado. Denki ama las redes sociales, sabía que no diría que no a una foto.

– Está bien, está bien. La voy a tomar, no te muevas – Hizo una pose dramática y casi con el pulgar temblando, apreté el botón de capturar.

Después de que el flash de la cámara se encendiera y apagara, Denki terminó en aquel trance muy parecido al de mi madre ayer. El brillo de sus ojos se fue, haciéndolo parecer una muñeca sin vida.

– Hey, Denki – Llamé. No hubo contestación.

Suspiré al darme cuenta que volvió a funcionar. Ahora solo me quedaba terminar de experimentar con las otras opciones que tenía la aplicación.

Mandé primero un mensaje al grupo diciendo que no iríamos, que Kirishima nos invitó a su partido y luego, procedí a darle mi primera orden a Denki.

Justo ahora, irás a casa y vestirte con la ropa más obscena que tengas. No le tomarás importancia a lo que te pongas y por supuesto, olvidarás que la orden fue mía cuando chasquee los dedos, ¿bien? – De inmediato hice el ademán y Denki despertó del trance.

Sacudió la cabeza y parpadeó repetidas veces, como si no se diera cuenta de dónde estaba. Se miró a sí mismo, y pude ver su cara de desagrado.

– Viejo, debo ir a casa de inmediato, ¡mírame! parezco anciano recién pensionado con estos trapos. Diablos, no sé cómo pude salir de casa – Sonreí ante su dramatismo y volví a chasquer los dedos, notando que de inmediato regresaba al trance.

Olvidarás la práctica de hoy, tenemos un partido al que ir – Fue mi último toque y saqué a Denki de la hipnosis para podernos ir.

– Oh, es cierto, hoy es el partido de Kiri, será mejor que nos demos prisa, Toshi, quiero cambiarme e ir a ver el juego lo más pronto que se pueda. ¡Así que andando!

Nos fuimos rápido a su casa y por fortuna no había nadie. Entramos a su cuarto y Denki se cambió. Esperé acostado en su cama hasta que terminó y me dijo que ya podíamos irnos.

Denki obtuvo algunas miradas pervertidas en el camino pero tal como mi hipnosis le ordenó, no pareció darse cuenta de lo vulgar que se veía con la ropa que eligió de su armario.

Llevaba un crop‐top, medias de red, una gargantilla, su gorra, tenis y un short de mezclilla sumamente diminuto y a la cadera. Era tan pequeño que la gente podría ver los costados de las bragas que se había puesto.

Llegamos al lugar y el partido ya había empezado. Justo como Kirishima dijo, nos apartó un lugar, muy cerca de donde estaban el equipo y las animadoras. Durante uno de los descansos, Kirishima se acercó a las gradas y pudo vernos.

Bueno, más bien vio a Denki, y casi me da gusto ver la cara de estupefacción que puso al verlo vestido como alguien que ofrece servicios sexuales a cambio de dinero. Denki le miró de vuelta y como no tenía idea de cuál vulgar lucía, empezó a gritarle.

– ¡Muy bien, Kiribro! ¡Sigue anotando esos touchdown! – Le animó. Kirishima se acercó hasta nosotros.

– Hey, uhm, creí que tenían práctica con su banda hoy...

– ¿Eh? – Denki comenzó a dudar y eso ponía en riesgo mi hipnosis. Rápido inventé una excusa.

– Se canceló, por eso pudimos venir.

Pese a que mis palabras hicieron que la duda se dispara de ambas cabezas eso no quitó cómo Kirishima miraba a Denki. Se notaba muy nervioso, y fue cuando me di cuenta que el idiota pelirrojo por el que se moría mi mejor amigo, también se moría por él.

– Uh, Kaminari, ¿Por qué...? – Pero su entrenador le gritó que dejara de hacerse el tonto y regrese porque el partido iba a empezar de nuevo. Una última mirada a nosotros y se marchó.

Aquello me dio una idea. Vestí a Denki así porque quería que el idiota de Kirishima viera lo que se estaba perdiendo, pero quedaba claro que también le tenía ganas a Denki. Por más que me doliera, sabía que debía darle una mano a mi mejor amigo.

Y ahora, con ayuda de una app gratis de la playstore, podía hacerlo.

El juego terminó con el equipo de la universidad ganando. El punto ganador gracias a nuestro querido capitán. Los chicos estaban en los vestidores y yo con Denki nos encontrábamos afuera.

Lo tenía en trance, mientras esperaba a que salieran los jugadores hasta que no vimos salir a Kirishima. Denki me comentó que tenía esa manía de salir a lo último. Le dí una última orden y le pasé mi teléfono.

Ahora vas a entrar y le tomarás una foto con flash a Kirishima – Chasqueé los dedos y logré que Denki fuera directo a los vestuarios.

Solo esperé 5 segundos y también entré, con Kirishima siendo distraído, quería escuchar lo que tenía que decirle a Denki por su ropa antes de que se volviera mi marioneta.

– ¡Felicidades por ganar, Kiribro! – Observé a Denki lanzarse a abrazarlo – ¡Esto merece una foto para el recuerdo!

– Sí claro, pero Kaminari... – Kirishima se veía rojo – ¿Por qué traes esa ropa?

– ¿Uh? – Denki se miró a sí mismo, pero fiel a mi hipnosis, no se le hizo raro – Pues es obvio que quería verme bien, bobo.

– Bueno, se te ve bien, pero...

– ¡Foto del campeón! – Denki lo Interrumpió tomando la foto.

Finalmente me pude acercar al ver a Kirishima bajo la hipnosis. Chasqueé los dedos para también dejar en trance a Denki y después de asegurarme de que todas las entradas/salidas del vestidor estaban bloqueadas, procedí a darles las órdenes de lo que yo quería.

Denki, cuando chasquee los dedos, te darás cuenta de lo que traes puesto. También estarás cachondo y seré invisible para ti – Cuando la orden explícita estuvo lista, cambié de objetivo – Kirishima, cuando chasquee los dedos, estarás sumamente cachondo y le harás a Denki todo lo que has querido hacerle. Seré invisible para ti también.

Antes de chasquear los dedos y que todo fluyera, tomé mi celular de la mano de Denki y entré a los modos. En ellos había cosas curiosas como aumentar la sensibilidad del cuerpo, –cosa que hice en Denki–, así como el aumento de la resistencia –cosa que hice en Kirishima–.

Fui a sentarme cómodamente en uno de los bancos y desabroché el botón de mi pantalón, estaba listo para ver mi película porno en vivo al chasquear los dedos. Di un último vistazo a los alrededores y finalmente, los saqué del trance.

– ¿Uh? ¡Ah, ¿p-por qué... por qué estoy usando esto?! – La ropa fue en lo primero que Denki se fijó.

– Se te ve bien... – Me sorprendí de la voz de Kirishima. Sonaba casi animal. Veía su erección en sus pantalones y tragué saliva. Se veía mucho más grande que la mía. Denki también lo notó.

– Uh, hey, Kiribro – Denki comenzó a retroceder asustado – Yo, d-debo ir a cambiar...

Kirishima le tomó de la cintura y lo estampó en su cuerpo, Denki quizo huir pero Kirishima tomó las orillas de los costados de sus bragas que sobresalían de sus shorts y tiró de ellas hacia arriba. Aquello debía ser incómodo pero por la sensibilidad que le aumenté a Denki, observé como se corría manchando su ropa y soltando un chillido vergonzoso.

Sus piernas temblaron y si no fuera porque Kirishima lo tenía sujeto de los brazos, se hubiera caído. Denki parecía haberse perdido por su orgasmo y me sorprendí de eso porque conmigo nunca lo vi así. Pero quiero creer que fue por la app de hipnosis.

Con Denki casi desmayado de placer, Kirishima pudo manipularlo para poder quitarle la ropa, hasta que que solo lo dejó con sus bragas y las medias de red; pero no duró mucho cuando Kirishima se las arrancó.

En eso, Denki pareció despavilarse, y cuando se vio casi desnudo chilló de vergüenza. Sus acciones incluso hicieron que no notara cuando Kirishima sacó su polla de sus pantalones y tanto Denki como yo ahogamos un jadeo al verla.

– K-Kirishima, mi hermano, mi amigo, mi... – Al parecer a Denki se le agotaron las palabras – Lo que sea; ¿Podrías pasarme mi ropa?

Denki intentaba cubrir su desnudez y al mismo tiempo su vergüenza al ver la polla de Kirishima. Me pregunté qué tan sensible había quedado por la app, pero no fue necesario cuando Kirishima lo pegó a su cuerpo y lo besó.

– ¡¿Uhmp?! – La acción tomó desprevenido a Denki pero no pudo impedirlo.

Una rodilla de Kirishima se metió entre sus piernas y sus manos grandes atraparon los pechos de Denki. Lo manipuló como quiso, y por la sensibilidad, Denki no paró de correrse en ningún momento.

Al parecer el placer fue tan intenso que hizo llorar a Denki. La vista era magnífica. Mi propia polla estaba dura y la masturbaba con lentitud. No quería venirme antes que ellos pudieran coger.

Cuando Kirishima se alejó del beso, Denki ya no podía respirar. Con la bestialidad que Kirishima guardaba dentro de él, rompió también las bragas de Denki y dejó su coño libre.

– ¡E-Espe... Kirishima, nou...! – Pero Kirishima metió los dedos dentro del coño suelto, y mordisqueó la piel suave del cuello de Denki.

Mi polla tuvo espasmos de placer de la vista y tuve que sujetarla para que no fuera a venirse. Aprovechando que por la hipnosis no me veían, me levanté de la banca y me acerqué a ellos para ver mejor.

Kirishima era alguien muy fuerte, y no fue difícil para él sostener a Denki y manipularlo como quería. Lo levantó y lo puso contra la puerta, y se metió entre sus piernas para comerle el coño.

– Huele muy bien... – Se burló Kirishima antes de comer.

– ¡N-No! Ki... ¡Kiri! – Chilló Denki entre todos los gemidos y sollozos – ¡Basta! O voy a... ¡Voy a...! – Pero no terminó la frase porque su coño terminó primero.

Aun así, Kirishima no se detuvo. Lo siguió comiendo hasta la sobre-estimulación, haciendo que Denki chille y llore de placer. Los dedos de sus pies se retorcían por el placer, y sus manos intentaban aferrarse a lo que pudieran.

Kirishima lo soltó para poder sacar su polla, y Dios mío, sin exagerar esa cosa era tan gruesa que temí por el coño de Denki. Sé reconocer cuando me han derrotado, y a su lado, mi polla parecía un palito de paleta.

En eso, lo estampó contra la puerta y le levantó una pierna a Denki, alineando su polla. Realmente para este punto no me importaba qué sucediera pues no existía condón, y como haría que olvidarán todo, pues... meh.

Lo importante ahora era mi propia polla a la que masturbaba con entusiasmo. Ver cómo Denki era tratado cuál muñeca sexual me ponía y bastante. Esperé ansioso a que Kirishima se metiera dentro de Denki mientras restregaba la cabeza de su polla con el coño.

– Kiri... bro, tranquilo... – Dijo Denki con la poca cordura que le quedaba – N-No puedes, tienes novia...

– ¿A quién le importa? – Respondió Kirishima mientras sujetaba de la mandíbula a Denki y frotaba el glande para intentar introducirlo.

– ¡Para! – Volvió a insistir Denki – Dijo que no... ¡Ough!

La queja de Denki quedó inútil, Kirishima se metió hasta el fondo, casi con todo y bolas. Si no fuera porque sé que es imposible, juraría que le hizo un bulto en el abdomen de lo grande que era la polla.

Su coño se estiró para abarcar la polla mientras se corría. Yo también lo hice, incapaz de continuar viendo tal espectáculo intacto. Pero Kirishima continuó, entrando y saliendo rápido y duro, haciendo temblar las piernas de Denki.

Con la mano que sujetaba la mandíbula de Denki, Kirishima lo acercó para darle un beso. Yo jamás vi algo tan excitante y rudo más allá de en el porno, y siempre pensé que era ficción porque no podía entender que existiera gente así, sobre todo Kirishima.

Es decir, él siempre es amable, atento y se preocupa por los demás. Son las cualidades que le hacen popular y el crush de muchos. Pero ahora, gracias a mi hipnosis, Kirishima se mostraba como realmente es, o al menos, como es cuando se trata de Denki.

Fue un vaivén brutal, y gracias que la puerta era de un material pesado y duro no hacía mucho movimiento ni ruido. Casi como follar en la pared. Mientras regulaba mi respiración para poder hacer que otra vez se me levante el pene, escuché golpes en la puerta.

Kirishima se detuvo enterrado profundamente dentro y dejó de besar a Denki para taparle la boca. Mi pobre ex casi se desmayaba de placer y de seguro ya olvidó hasta como se llama.

– ¿Quién? – Preguntó Kirishima con la voz un poco ronca.

– ¿Bebé? ¿Sigues ahí? – En eso me congelé. Era Ashido.

– Sí – Respondió otra vez moviéndose dentro de Denki pero más lento – Perdí la noción del tiempo, lo siento. Pero ya casi termino.

Oh, no te preocupes – Escuché la voz de ella – Solo quería decirte que hoy voy a salir con las chicas .

– Está bien – Kirishima le dio un beso hondo a Denki antes de alejarse y terminar de hablar – Diviértete.

Después no hubo más que silencio, y fue suficiente respuesta de que Ashido se fue al fin. Kirishima sonrió y aumentó el ritmo de sus penetraciones de sumamente lentas a exageradamente veloces. Denki se vino muchas veces por ello, bañando la pelvis de Kirishima de paso.

– Joder que apretado – Gruñó Kirishima – Me succionas con tanta fuerza que ya voy a...

– ¡No! ¡Kiri...! – Interrumpió Denki, intentando que entre en razón – ¡No debes! Pi... ¡Piensa en Mina!

– Lo hago – Dijo el idiota. Yo me enfurecí, ¿Cómo se atrevía? – Voy a terminar con ella.

– ¿Eh? – Pero Denki fue besado y follado con fuerza y aquello le hizo perder el hilo de la conversación.

Kirishima bajó la pierna de Denki que mantenía en el aire, y con los 2 pies en el cuelo, lo cargó para que los enrollara en su cadera. Las manos de Denki que siempre se movieron pero no sirvieron de mucho, ahora las usó para sujetarse de la espalda amplia.

– Pero antes de terminar con ella... – Kirishima volvió a hablar – Quiero terminar en ti.

Aquella frase fue un detonante para mí. Pensar que alguien más se correría dentro de Denki me ponía duro, y me sentí enfermo de ello porque, se supone que Denki me gusta, ¿Por qué iba a excitarme que alguien más se folle y se venga dentro de la persona que me gusta?

– ¡Noo! ¡Hoy es un día peligroso! – Sabía qué significaba eso.

No importaba borrar la hipnosis para que olviden lo sucedido, si Denki se embarazaba de Kirishima, tendría que explicar todo. ¿Cómo podría salirme con la mía sin que me metieran a la cárcel?

– ¡Joder, ahora quiero correrme más! – Gruñó Kirishima hasta que se enterró profundamente en Denki.

Ni tiempo me dio de pensar en algo o ponerme duro de nuevo, Kirishima se vino dentro de Denki casi al instante y mi ex soltó varios chillidos de placer mientras se corría alrededor de él. Rápidamente metí mi polla en mis pantalones para pensar qué haría.

Podría ser que la fecundación no fuera exitosa, pero mientras sí o no, debo tener un plan de respaldo. Encontré una pequeña pizarra que de seguro el entrenador usaba para explicar sus jugadas y se me ocurrió una idea visual. Me acerqué a donde estaban ellos besándose y chasqueé los dedos, haciendo que entren en trance.

Denki. Quiero que escribas en la pizarra lo que voy a decirte, y llénalo de corazones – Dije mientras le pasaba las cosas y volvía a chasquear.

Pude haberlo escrito yo, pero tuve miedo de que reconocieran mi letra. Si la letra era del propio Denki, las sospechas contra mí serían menores. Mientras mi ex estaba en eso, yo le pedí a Kirishima que cambiara la posición, pues necesitaba a ambos viéndome.

Así, Kirishima todavía mantenía sujetado a Denki, solo que ahora era la espalda de mi ex lo que tenía en su pecho, y lo sujetaba de las corvas para mantenerlo abierto. Todavía estaba dentro de Denki, el semen alrededor del coño luchando entre salir y quedarse dentro.

Denki tenía el pizarrón sujetado entre su propio pecho, pero permitiendo la vista de su entrepierna. La cara de mi ex era una completa visión, lloroso, rojo, su cabello revuelto; Kirishima lo destrozó por completo y lo rompió para cualquier otro.

Muy bien. Voy a tomar una foto. Sonrían. Y Denki, haz el signo de paz – Saqué mi celular y los fotografié.

La foto quedó perfecta. Ambos sonreían a la cámara, uno con más dificultad que el otro, pues sus labios temblorosos por la cantidad de orgasmos que tuvo todavía soltaban gemidos y su cuerpo tenía espasmos de placer. Incluso creo que en la foto sus ojos salieron bizcos.

Kirishima sonreía con lo que pienso, es autosuficiencia u orgullo, tal vez por follarse a Denki. Quien a su vez, tenía la pizarra con lo que le dije que pusiera: "Por ganar el partido dejé que mi mejor amigo se corriera dentro de mí en un día riesgoso".

Ya que ninguno recordaría nada, solo me serviría si Denki se embarazaba. Si resulta que hay bebé, lo único que haría es mandarle la foto a ambos desde otro teléfono para no exponer mi identidad, y dejaría que ellos aten los cabos. Obviamente no podrían, porque no lo recordarán, pero no es que me importe.

Con la foto, ambos tendrán que aceptar las consecuencias y yo saldría libre. De hecho, como ya tengo la foto que me salva el pellejo, creo que puedo usar la hipnosis sin temor, porque estoy seguro de que verlos follar una vez no será suficiente para calmar mi perversión.

Contento con mi obra maestra, chasqueé de nuevo los dedos para darles la última orden de limpiar el área, a ellos y que olviden lo que había sucedido. Tuve que hacer que Denki se pusiera ropa de Kirishima –que le quedaba enorme– porque este le rompió la ropa que llevaba.

Dejé a Kirishima en el vestuario, dándole la orden de que al cerrarse la puerta, olvidaría todo lo que sucedió ahí. Por mientras acompañé a Denki hasta su casa, mi ex se pasaba a caer cada esquina por sus piernas débiles y hormigueantes.

Cuando llegamos a su casa, hice lo mismo. Le dí la orden de subirse a su habitación y encerrarse, y cuando eso pasara, olvidaría todo lo que pasó con Kirishima. Decidí irme, pese a que verlo retorcerse por las sensaciones post-sexo que le quedaban cuando salga de la hipnosis, era tentador.

La situación salió perfecta, no hubo fallos ni errores –bueno, más allá de un posible embarazo–, por lo que nada me detenía para continuar explotando a esos 2 para mi beneficio. Ya pobraría todos los ajustes de la app de hipnosis para sacarle el máximo provecho.

– No se porqué, Toshi, pero últimamente me siento muy, muy cansado – Murmuró Denki bostezando.

– Tal vez te desvelas demasiado...

– ¡No es verdad! ¡Me estoy durmiendo a las 9!

– Parece que Bakugou te pegó sus hábitos – Bromeé. Pero claro, yo sabía por qué se sentía muy cansado.

– Creo que es un virus o algo, a Kiri bro le está pasando algo similar – Mencionó – Incluso el entrenador ya amenazó con mandarlo a la banca. Y escuché que Mina también le reclama que tampoco han salido.

– Quizá tiene otras cosas más importantes qué hacer – Dije evitando que Denki viera mi sonrisa.

– ¿Qué podría ser más importante para Kirishima que el fútbol y su novia? – Yo no contesté. Nada de lo que diga haría feliz a Denki.

Aunque la respuesta obvia sería 'los estudios' no creo que Denki se lo crea. Sin embargo, sí había algo que era más importante para Kirishima que todo eso. Eso lo dejaba en claro cuando gracias a mi hipnosis tomaba a Denki como la última botella de agua en el desierto.

– Ugh, en definitiva debe ser un virus – Volvió a hablar Denki tapando su boca – A veces me dan ganas de vomitar de la nada.

– Eso no es normal – Fingí preocupación – Quizá deberías ir al hospital para un chequeo. Solo por las dudas, no creo que sea simple cansancio.

– Creo que iré mañana. ¿Me acompañas? – Una oferta tentadora, pero que no podía aceptar porque cuando le dieran los resultados, yo ya tendría que movilizar mi plan.

– Ya tengo planes, amigo – Hice una mueca para fingir lástima – Si no, con gusto te acompañaba.

– Nah, está bien– Denki se puso bien su mochila al hombro – Iré solo. Adiós.

– Excelente – Observé como empezaba a caminar hacia otra dirección – Solo infórmame cualquier cosa. Nos vemos.

Mientras Denki se despedía con su mano, yo me fui directo a donde sabía que estaban los jugadores de fútbol. Con un Denki enfermo, Kirishima dejaría todo a un lado para acompañarlo. Novia, escuela, entrenamiento. Y sería perfecto, porque entonces, todo encajaría.

– Hey, Kirishima, mi amigo – Saludé cuando lo vi. El me miró extrañado – ¿Puedo hablar contigo un minuto?

– Claro, viejo, ¿Qué sucede? – Me respondió mientras nos alejábamos a hablar en privado.

– Es Denki – Dije – Últimamente se siente muy cansado y con náuseas. Irá mañana al hospital pero no puedo acompañarlo. Si no es molestia ¿Crees que tú...?

– ¡Lo haré! – Ni pude terminar la pregunta cuando Kirishima me interrumpió – Gracias por decirme.

Yo asentí y procedí a retirarme. Mañana serían los acontecimientos que cambiarían el rumbo de las cosas. Ya tenía casi como 3 meses que los hipnotizaba, así que era 95% probable que Denki estuviera embarazado.

Ahora solo tenía una tarea. Elegir cuáles fotos de mi álbum privado les mandarían al día siguiente.

FIN






N/A; Quería hacer una historia más, pero cómo ya le había dado cierre a la "pareja" principal, decidí experimentar con otra. En realidad no me gusta el ShinKami, pero no odio a Shinsou, por lo que no sufrió la humillación que Deku. Depende de cómo le vaya tal vez haga la parte 2 y última de toda la saga.

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