001. welcome back to Central City











꒷꒥ 𝗟𝗜𝗚𝗛𝗧𝗡𝗜𝗡𝗚 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗠 ꒥꒷



⸂⚹៸˛⁺┊💨⚡️🌪️
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capítulo uno
▔▔▔▔▔▔
⸉ bienvenida de vuelta
a Central City ⸊



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DEJÓ CAER UN SUSPIRO DE CANSANCIO Y SE ARROJÓ SOBRE LA CAMA. Joder, que cansadores eran los vuelos, en definitiva no los extrañaba.

Observó la habitación que se cernía a su alrededor y una sonrisa nostálgica escapó de sus labios. Todo seguía exactamente igual a cuando se marchó.

La colcha azul marino que cubría la cama en la que se encontraba en esos instantes. Las luces colgando en el cabezal de la cama. Los peluches en la repisa a un lado del gran closet en donde solía guardar su ropa. El gran espejo. La lámpara a un lado de su cama. Y las fotos. Era una cantidad absurda de cuadros con fotos colgados y acomodados por todo el lugar.

¿Cómo había podido acostumbrarse a otra habitación tan rápido? Se había olvidado de su lugar seguro en menos de un mes, y con ello más tarde de las personas que tanto adoraba.

No recordaba la última vez que había hablado con su tío Joe. Tal vez recordaba su última conversación con Iris, quien llamó para felicitarla en su último cumpleaños. Con su madre y su hermana Sophie mantenía un contacto más estrecho. Pero por otro lado, con Barry Allen... estaba segura de que la última vez que cruzó palabras con él fue hace cuatro años en una videollamada, justo antes de romper la relación a larga distancia que mantuvieron por un tiempo.

En esos entonces aún mantenía sentimientos por el adorable castaño. Y si era honesta no recordaba en que momento aquellos sentimientos habían desaparecido.

Con el rostro del —en ese entonces— estudiante de ciencias forenses en su mente, Jade se movió en la cama gateando hasta llegar a un lado de su velador, donde descansaba un polvoriento cuadro que enmarcaba un foto de dos adolescentes que se observaban el uno al otro con un adorable amor de jovenes.

Una nueva sonrisa escapó de sus labios e inevitablemente se preguntó que sería de Barry Allen en esos momentos. Seguro seguía siendo un genio, tal vez tenía un buen trabajo e inclusive una preciosa novia. Pero ella solo esperaba que fuera feliz.

Sacándola de sus pensamientos unos fuertes estruendos y gritos se hicieron presentes, pronto la puerta de su habitación fue abierta de golpe y una conocida y ya crecida morena apareció con una gigante sonrisa adornando sus labios.

—Realmente estás aquí —murmuró en voz baja.

Los ojos de Jade se aguaron levemente al ver a la joven frente a ella. En definitiva Sophie ya no era la chiquilla de catorce años que era cuando se marchó. Ahora era una adulta, una mujer adulta de veintiún años.

—Oh mi... Soph —murmuró acercándose—. Te extrañé tanto.

Sophie pegó un salto colgándose de su hermana, ambas abrazándose a la otra con fuerza.

¿Por qué había tardado tanto en volver corriendo junto a su familia? Aquella familia que realmente valía la pena. Se consideraba a si misma una idiota por haberse permitido doblegar ante la frialdad de su padre.

—¿Por qué tardaste tante en venir? —cuestionó con voz quebrajada la menor.

El corazón de Jade dió un vuelco dentro de su pecho. Sabía que había lastimado a su hermana menor de formas incontables, y realmente comprendía si esta no le daba de manera inmediata su perdón, y es que no lo merecía.

—Nunca dejes que nadie te diga que hacer Soph, ¿Si?

—¿Fue por él? —inquirió aferrándose a los hombros de Jade quien resultaba ser más baja que ella.

En un principio si lo fue, Soph —murmuró—. Lo siento ¿Sí?

Sophie no respondió de inmediato a ello. Dejó que el momento corriera por su mente mientras se aferraba más a su hermana mayor como si aquello fuera posible.

Con los segundos transcurriendo Jade simplemente se rindió ante la idea de obtener una respuesta. Ya lo había dicho antes. Comprendía que no todo fuera inmediato.

—Eso no importa —Sophie respondió finalmente—. Ya estás aquí.

La menor se apartó, aún sosteniendo a su hermana por lo hombros. Había una sonrisa de absoluta felicidad adornando sus labios, cosa que hacía sonreír a su hermana mayor.

—Mis niñas... al fin juntas —murmuró la madre de ambas, apoyada en el marco de la puerta observándoles con una sonrisa.

Jade rió cortamente mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano. Después de mucho tiempo, por fin se sentía cómoda. Sentía que estaba justo donde pertenecía.

Sophie se apartó por unos segundos, solo para acercarse a su madre y tirar de ella para que se uniera al abrazo, en dónde permanecieron largos minutos, disfrutando del momento. Una parte de cada una de las tres se aferraba a ello, como si al apartarse nada fuera a ser real.

—¿Sabías que vendría? —cuestionó Soph, más tarde sentada en la cama de Jade.

—No. También fue una sorpresa para mí, una muy bonita —confesó Melina.

—Todos van a estar muy felices de verte —aseguró Soph.

Jade formó una pequeña sonrisa en sus labios, y sintió un tirón en su estómago.

—No estés tan segura. Iris probablemente me golpeara.

Las tres rieron.

—¡Ahora trabaja en Pictures News! —exclamó Soph con entusiasmo—. Es buena en su trabajo.

—Estoy segura de que sí. Siempre tuvo material de reportera... o policía, pero ya sabemos cómo terminó eso.

Melina y Sophie rieron suavemente acompañando la sonrisa divertida y nostálgica de Jade.

—Bueno, pero ahora tendremos a alguien más dentro de la policía, en los próximos dos años —comentó Melina, observando a su hija menor.

Jade desvió su mirada, observando con sorpresa a su hermana.

—¿Soph?

—Estoy cursando mi tercer año de ciencias forenses —comentó encogiéndose de hombros.

Se había perdido tanto...

—Supondré que esto no tiene que ver con Barry intentando meterte en la cabeza que las ciencias forenses eran lo mejor del mundo, hace seis años atrás —sonrió con diversión.

—Bueno... tal vez un poco —admitió la menor—. ¡Me dejaba ir al trabajo con él!

—¿Y Singh lo permitía?

—Soy adorable, y él lo sabe —se encogió de hombros.

Jade negó sonriendo. Hubiera pagado por ver como Barry apadrinaba a su hermanita, para sumergirla en el mundo de las ciencias.

Lo cierto era que Barry y Soph siempre se habían llevado bien. Soph adoraba cuando ambos mayores le sacaban a dar un paseo, y sobre todo cuando Barry jugaba con ella y le permitía todo solo por ser la más pequeña.

Y es que si era sincera, una parte de Soph siempre vió a su hermana como una segunda madre y a Barry como una clase de padre. Ella los adoraba.

—Bien, hora de irnos —apremió Soph poniéndose de pie.

—¿Ir a dónde? —cuestionó Jade sin comprender.

—A casa de tío Joe —señaló obvia.

—Llegaste justo a tiempo —sonrió su madre.

—¿Justo a tiempo de qué?

—Es una larga historia, pero recortando un poco... Henry es libre —mencionó Soph—. Hoy sale de Iron Heights y Iris junto a todos organizaron una pequeña fiesta de bienvenida.

—¿H-henry es libre? ¿Quiénes son todos? —cuestionó con confusión.

     Estaba segura de que por los nervios, el proceso de volver a encajar y el sentirse repentinamente abrumada por los sentimientos que estaba teniendo, iba a lograr que le explotara la cabeza.

—Cuando lleguemos lo entenderás —aseguró su hermana tirando de ella escaleras abajo.

Que suerte que tomé un baño en cuanto llegué... pensó Jade.

Melina su madre se adelantó a salir de la casa, mientras que Jade iba por delante de Soph.

No podía evitar pensar en aquello último que le dijeron. Henry Allen finalmente fue absuelto de los cargos. Y sí, podía no tener el contexto completo, pero aquello era suficiente para hacerle sentir emocionada por la situación. Incluso si ya no era participe de la vida de Barry.

Conoció al padre de su en ese entonces novio en alguna que otra visita que Barry hizo, en dónde le llevó para que conociera a Henry. Y a Jade le gustaba creer que habían congeniado bien. Lo cuál era cierto.

Nunca pudo olvidar todo el esfuerzo que Barry hizo para probar la inocencia de su padre, y como una de las principales razones del porqué decidió estudiar para ser forense fue para buscar y probar la inocencia de su padre.

Eran pocos los que creían en ambos Allen, y Jade era una de esas personas y no solo por el hecho de estar enamorada de Barry. ¿Era complicado? demasiado, pero la intuición pocas veces se equivocaba y la de ella decía que el mayor de los Allen siempre fue inocente.

Tenía muchas ganas de preguntar sobre Barry antes partir camino a casa de su tío Joe, pero no sabía como formular la pregunta sin avergonzarse.

Por suerte a pesar del tiempo, su hermana la conocía perfectamente.

—Sé que quieres preguntar por él —murmuró Sophie por lo bajo.

Jade suspiró.

—Es solo que hace mucho no sé nada de él —mencionó—. ¿Es feliz?

Sophie no estaba segura de si Barry era al cien por ciento feliz. Mentía. Estaba segura de que su ex cuñado no era completamente feliz. Y comprendía que fuera así y es que no era normal la cantidad de cosas por las cuales Barry había pasado, sobretodo si hablaban de lo que fue el último año. Por lo que, le dió media sonrisa antes de responder.

—No del todo, pero sabes que Barry es Barry.

—Sí —sonrió nostálgica—. Nunca a necesitado mucho para sonreírle a la vida.

—¿También lo extrañaste? —preguntó.

Aún reconocía aquel brillo en la mirada de Jade cuando hablaba de Barry, y en esos momentos el brillo volvía a estar presente.

Jade dejó escapar una suave risa nerviosa. Claro que lo había extrañado, concretamente aquellos primeros meses y año en el que estuvo de vuelta en Londres, y no volvió a sentir aquel foráneo sentimiento hasta que se convenció a si misma de que era momento de volver a Central City. Y claro, la forma en que le extraño pudo tener períodos de intermitencias, pero de todas formas lo había hecho, así que no dudó en asentir.

—Fue difícil no hacerlo.






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JADE SUSPIRÓ Y BAJÓ DEL VEHÍCULO ESTACIONADO FRENTE AL HOGAR DE JOE WEST. Una vez sus pies estuvieron posicionados sobre la vereda frente al hogar, dejó escapar un nuevo suspiro, mientras pasaba las palmas de sus manos por sobre sus muslos cubiertos por unos jeans negros.

—No estés nerviosa. Estoy segura de que todos se alegrarán de verte —prometió Sophie, entrelazando su brazo con el de su hermana.

Comenzó a tirar de ambas escaleras arribas, con Melina encabezando y guiando a sus hijas.

El silencio rodeaba a las tres, y a pesar de no sentirse incómoda por ello, si lograba incrementar su nerviosismo.

Sacando las llaves de su bolsa, Melina West abrió la puerta del hogar de su hermano, y se adentró dejando la puerta abierta para que sus hijas entraran.

—Hey, al fin llegan —comentó Joe, viendo a su hermana y a su sobrina menor entrar.

—Estuve a punto de ir por ustedes —bromeó Barry.

Se le notaba más relajado, y era claro que la presencia de Henry tenía que ver en ello.

—Lo sentimos, una pequeña sorpresa se presentó retrasándonos —explicó Melina.

Desde afuera, Jade podía escuchar la conversación desarrollarse, pero estaba tan nerviosa que no podía avanzar. Sentía que los pies se le habían pegado al tapete de la entrada.

—¿Sorpresa?

Soph asintió con una sonrisa. Una de las sonrisas más grandes que los presentes vieron alguna vez.

—Vamos, entra —se volteó a la puerta, viendo a su hermana allí.

Parecía que estaba a punto de salir corriendo, y tal vez estaba mal, pero a Sophie le divertía ver a su hermana mayor en tal posición.

Jade inspiró fuertemente, y antes de arrepentirse y salir corriendo, dió un paso adentrándose a aquella casa llena de recuerdos.

—Hola, chicos —saludó finalmente, moviendo su mano.

Por si fuera poco, toda la habitación se quedó en silencio, logrando que Jade se sintiera más incómoda de lo usual con ello.

Pero entonces Iris reaccionó llevando su mano a su boca ahogando allí un gritito, y arrancó a correr hasta Jade, lanzándose sobre ella mientras la abrazaba y repetía el nombre de su prima una y otra vez, asegurándose de que realmente se encontraba ahí y no se trataba de un sueño.

Jade dejó escapar un risa, detonando su estado de felicidad y nerviosismo mientras le devolvía el abrazo a su prima.

Estaban feliz de volver a verse y es que sí se habían extrañado por montones.

—¿Quién es la chica bonita? —preguntó Cisco sin poder contener la curiosidad.

A su lado se encontraba Caitlin, Henry, Joe y Barry. Ambos últimos le dieron una mirada de advertencia al latino, para nada a gusto con el tipo de redacción que tuvo a la hora de hacer tal pregunta.

—Es mí sobrina —hizo saber Joe, para luego alejarse para saludar con emoción a Jade.

     El velocista les observó, presenciando la forma en la que tío y sobrina se abrazaban con una efusiva emoción, y entonces dejando caer un aliento por lo que producía la presencia de Jade respondió en lo que fue un tono de voz muy bajo, casi como si no quisiera ser escuchado por la morena que se encontraba a un par de metros de él.

—Y mí ex novia.

Cisco y Caitlin le observaron sorprendidos, mientras que Henry volteaba a ver a su hijo con una con una pequeña sonrisa de diversión ante su estado de estupefacción.

Henry, a pesar de haber pasado los últimos quince años de su vida en prisión, era conocedor de la vida de su hijo y también de la relación que mantuvo en parte de su adolescencia con la joven Miller. Cuando la conoció en aquel entonces, su pensamiento respecto a la morena, era que sin dudas era una chica agradable, y más importante, una chica que realmente quería a Barry.

     En las veces que pudo entablar una conversación con ella, o en aquellos momentos en los que simplemente veía a ambos compartir miradas y como se comunicaban a través de estas notó inmediatamente que ambos jóvenes no necesitaban muchas palabras para entenderse. Supo que eran correctos para el otro en ese momento de sus vidas.

Barry por su parte, enfrascado en los pensamientos que arremolinaban en su mente, sintió como un hormigueo le recorría todo el cuerpo.

Hacía mucho tiempo que no sabía nada de Jade, y ahora ella estaba allí. Ella realmente estaba de vuelta, después de tantos años. Y sin dudas, lucía más preciosa de lo usual. Aunque era normal, el tiempo había transcurrido y hecho de las suyas a favor de la morena.

Jade Miller...

   No iba a mentir, le extrañó un montón cuando se fue, pero aquello ya estaba en el pasado, y esa clase específica de sentimientos habían muerto.

¿Cierto?

—¿A qué no te esperabas esa? —le codeó Soph llegando a su lado.

Barry frunció el ceño ligeramente con la mirada aún estática en la figura de Jade.

—Cierra la boca, se te cae la baba —agregó la menor.

El velocista blanqueó su mirada dándole una rápida mirada a Sophie, pero segundos más tarde volviendo a observar cortamente a Jade, quien con una sonrisa se presentaba a Cisco, Caitlin y el profesor Martin Stein, los cuales se habían acercado hasta ella con intención de conocerla.

—¿Por qué no me dijiste nada? —cuestionó.

—No sabía que vendría —confesó ella—. Simplemente llegué de clases y estaba ahí en casa. Además de haberlo sabido lo hubiera mantenido en secreto. Tú reacción fue oro puro —admitió con burla.

—Estás muy graciosa —masculló—. ¿Crees qué se de cuenta si desaparezco a súper velocidad? —cuestionó.

—¿Tienes miedo de volver a enfrentarte a Jade? —le preguntó sonriente—. ¿Es qué aún se te cae la baba por mí hermanita, Bartholomew?

—No digas tonterías.

—No son tonterías si te afectan —canturreó.

—No me afecta —debatió.

—Sí lo hace —canturreó.

—Que no.

—Ya creo yo que sí.

—Eres una pesada —le hizo saber.

—Y tú un llorón.

Barry le observó ofendido, y estuvo a punto de seguir con el debate de palabras ofensivas sin sentido, pero entonces se distrajo al sentir cada fibra de su cuerpo tensarse, al ver de reojo como Jade se acercaba a él con una sonrisa adornándole los labios.

A pesar de todo, podía notar como ella parecía, de igual forma, estar nerviosa, y es que su postura la delataba, encontrándose extremadamente recta, al igual que la forma en que golpeteaba sus dedos unos con otros, y al igual que siempre escondía todo eso tras una deslumbrante sonrisa, la cual esta vez era sincera.

Y ante tal gesto, una vez más se recordó que siempre había pensado que la morena tenía una sonrisa preciosa. De joven le encantaba cuando ella sonreía. Sobre todo si sonreía solo para él.

Aún te encanta....

—Barry Allen —Jade pronunció, deteniéndose frente a él.

Un corrientazo recorrió la espina dorsal de la joven cuando su mirada chocó con aquellos preciosos orbes color esmeralda que deslumbraban en la mirada del forense.

No iba a mentir, y más de una vez —intentando ser lo más disimulada posible— le dió un recorrido de pies a cabeza al castaño, afirmando que efectivamente Barry seguía siendo bastante guapo. Aún más de lo que recordaba, si era honesta.

—H-hola... —saludó él, delatando automáticamente su nerviosismo con aquel balbuceo.

Sí, Barry se había quedado plasmado durante unos segundos con un revoloteo naciéndole en las entrañas. Sentía que en cualquier momento su velocidad actuaría por si sola y saldría corriendo.

Y por si fuera poco el hecho de que todos les estuvieran observando atentamente como si de un espectáculo se tratara solo ayudaba a incrementar el nerviosismo que sentía.

Ante el balbuceo de parte de Barry, Jade dejó escapar una pequeña risa, realmente encantada de saber que seguía teniendo aquel tierno actuar que de joven logró hechizarla.

—Es bueno verte, Barr —confesó sonriéndole.

Barry asintió reiteradamente con las mejillas tomándole un suave color carmesí. Se estaba avergonzando a si mismo frente a su ex novia. ¿Acaso las cosas podían empeorar?

—También es bueno verte, Jade —dijo finalmente, logrando formular las palabras sin balbucear en el proceso.

Se quedaron en silencio observándose mutuamente por unos segundos. Acostumbrándose a la sensación del momento, o de como este se iba relajando poco a poco, o también disfrutando de la deleitable vista que tenían del otro.

—Genial, ¿Ya se besan? —la voz de Sophie les trajo de vuelta a la realidad.

Barry se ahogó con su saliva, comenzando a toser, mientras que Jade negaba volteando la mirada hasta su hermana menor.

—Sigues teniendo la misma habilidad para avergonzarnos que recuerdo —reprochó.

—No es como si...

—¿Quién quiere pastel? —interrumpió Iris, salvando a Jade y Barry de las posibles y vergonzosas palabras de Soph.

Jade se alejó acercándose a su madre y Henry. Ante eso Barry por fin sintió como el aire ingresaba con normalidad a sus pulmones. Estaba seguro de que por poco le dió un infarto.

—Deja de observarme así —masculló al sentir la sugerente mirada de Sophie sobre él.

—Solo admítelo, aún te mueres por ella.

—Han pasado años desde que terminamos.

—¿Y? El tiempo no maneja los sentimientos. Pudieron haber sido veinte y aún así no la sacarías de tu mente y corazón.

—Dijo la doctora corazón experta en amor —se burló Barry.

Sophie blanqueó su mirada.

—Estoy hablando en serio.

—Yo también, pequeña sabelotodo —la empujó por la frente con dos dedos.

—Eres un inmaduro —se quejó Jade.

—Lo dice quien hace burlas de una relación que sucedió cuando aún te comías los mocos.

La joven morena observó a Barry con una mueca que desbordaba indignación.

—¡Yo no me comía los mocos! —protestó.

Barry le sonrió con burla.

—Si eso te hace dormir por las noches.

—De seguro a ti pensar en Jade te hace dormir por las noches.

—Eres tan molesta —negó dándole una mirada de reproche.

—No te molestaste en negarlo.

—De ahora en adelante me voy a decidir por ignorarte —informó.

—Así solo admites que todo lo que digo es cierto —la menor hizo un gesto de superioridad

Como dijo Barry, procedió a ignorarla y se alejó de ella, de paso en el camino, sin poder evitar darle una nueva y corta mirada a Jade.

Estaba seguro de que la vuelta de la morena a la ciudad traería cosas del pasado al presente, y quien sabía, también le estaban dando paso al futuro. Un futuro que ambos desconocían.













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HOLA!!

quería comentarles un par de cositas
que con anterioridad en la sección de
advertencias olvidé mencionar.

1.- recordarles que estos personajes
no son perfectos por lo que es
posible que tengan actitudes molestas,
inmaduras entre otras descripciones.
espero que lo respeten, porque
después de todo a pesar de que
puedan llegar a ser incorrectas son
actitudes humanas.

2-. la forma en que estos personajes
se irán desarrollando será presurosa,
al igual que la forma en que
evolucionará la relación entre Barry
y Jade. no será estilo slow burn, o
tan complicado de entender.
intentaré que todo sea llevadero.

3-. será un solo libro, y quiero
ser muy clara en ese punto.

4.- ya sé que el libro dice próximamente,
pero quería darles una probadita de
lo que se vendrá😁

con esto ya comentado, procedo a decir:

¡espero que hayan disfrutado de
este primer capítulo!

¡no se olviden de votar y comentar por favor!

de estas dos últimas dependerá mucho
mi motivación para escribir y actualizar
en un futuro próximo.



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2O23 | © PRFCTGUSTIN

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publicado: 07/06/2023
editado: 00/00/0000

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