veinte





capitulo final



Se paró tras la puerta, sus manos tiemblan mientras sostiene el ramo de flores. Su padre se para a un lado de ella, le regala una sonrisa tranquilizadora. Pasa su mano por su brazo, soltando todo el aire contenido. Escucha la voz de la persona que va a casarlas avisar que la novia esta a punto de entrar, ósea ella. 

- Hoy es tu día, solo concéntrate en que debe ser especial, no pienses en nada más, te ves hermosa. -las palabras de su padre la hacen sentirse muchísimo mejor- 

Las puertas se abren. 

No puede reprimir su sonrisa al ver a Hoseok metros de ella, mirándola, radiante como siempre. Mira unas pequeñas lagrimas en sus ojos, haciendo que en los de ella también. Es como alguna vez lo soñó. 

Música simple de fondo, arreglos blancos de flores con un toque color lila. Sus seres queridos están ahí, apoyándola en esta nueva etapa de su vida.

Han pasado siete meses desde que le propuso matrimonio, su boda es simple, por lo que no hizo falta más tiempo para los preparativos. Su vestido es simple, pero hermoso, su cabello esta atado a un moño bajo, algunos mechones de cabello están cayendo a los costados de su rostro y el velo esta cayendo por detrás. 

Ahora no existe alguien más que la persona que esta parada ahora frente ella cuando su padre la deja lado a su prometido. Hoseok le sonríe de una manera tan pacifica y simple, haciéndola sentir perfecta.

La ceremonia empieza. 

Su mente se distrae un poco, el calor que imana la mano de Hoseok le da paz, relajación y seguridad. Quien diría que terminaría casándose con el chico que respondía sus buenos días, con el chico que solo era su compañero, con el hombre que era solo un chico más que conocía. 

Una sonrisa melancólica se formo en sus labios.

La persona indicada llega cuando menos lo piensas. 

Ella no buscaba a alguien, ella no iba de chico en chico buscando quien era el indicado -eso no tiene nada de malo tampoco-, estaba en una mentira donde creía que una persona era el amor de su vida. No sabe que tanto habría pasado si nunca hubiese dejado a Kyungh.

Si algo sabe, es que no todo será de color rosa, mientras vivió con Hoseok antes, se dio cuenta de muchas cosas, hubieron peleas, buenos momentos, pero gracias a todo eso se dio cuenta de que enserio era el el indicado y que podrían contra todo problema.

Nunca pensó que podría haber alguien que la amara a pesar de todos sus defectos, errores, su pasado, entonces llegó Hoseok a su vida, demostrándole que no todo estaba perdido.

Él fue su luz en medio de la oscuridad. 

Jung Hoseok.

Su mano se posiciona en su cintura, juntándola a su cuerpo, ella pasa sus manos por su cuello, rodeándolo. Se sonríen, no hacen falta las palabras, no existen para poder describir lo que sienten ahora. La ceremonia termino, ahora bailan tranquilamente en medio de la pista.

- La espera valió la pena, mira que hermosa te ves. -le dio una vuelta, ella rio- Todo color te queda genial, pero de blanco eres aun más brillante. 

- Tu y tus encantos. -acaricia su mejilla- Ni se diga de ti, casi me voy de espaldas al verte. -sonríe sonrojado- No me cansó de decírtelo, deberías hasta dormir con traje. 

- ¿Qué no te gustaba más sin nada encima? 

- Hoseok. -golpea su pecho sin fuerza alguna, el solo la abrazo- Estoy ansiosa por esta nueva etapa, aunque algo nerviosa.

- ¿Qué te preocupa? ¿Ya vivíamos juntos desde antes?

- No es eso. -recargó su mentón sobre su hombro- Me refiero a que algunas cosas cambiaran, somos ahora marido y mujer. 

-sonrió levemente- Si, tienes razón, pero no te preocupes de nada, somos suficientemente maduros para esto, para dar este paso. No te preocupes de nada, estaré a tu lado siempre.

Sonrío con respuesta a pesar de que el no la mira. 

Saludaron a toda la gente que llegó a acompañarlos en su día especial. Familia de su familia, amigos de sus amigos, aunque aun así no son muchas personas. 

Bailaron una vez más, esta vez con sus padres y Aerin con su hermano, nuevamente el y su pretexto de la falta de circulación del aire que causa las lagrimas en sus ojos. 

Un momento lleno de magia y amor. Un momento que recordaran por el resto de sus vidas como el mejor ante cualquier momento. 

Ahora es cuando menos piensan en si tienen algún problema, sobre el pasado, sobre nada, su mente solamente esta fija en el otro y en la agradable boda que están teniendo. Parece ser demasiado rápida, pronto están despidiéndose de los invitados para dirigirse a su departamento, mañana por la mañana viajarían en auto a donde esta ubicada la cabaña de Hoseok, no lejos de ese lugar hay muchos lugares a los que pueden ir de luna de miel, siquiera para distraerse un poco. 

Con una sonrisa y una expresión de alivio entran al departamento. Aun no han pensado sobre si cambiaran de hogar a algo más fijo que un departamento. 

Quitan sus zapatos en la entrada, se ríen un poco al verse, han decidido venir sin cambiarse antes, el guardia de seguridad y un vecino vistos antes los han felicitado por el matrimonio. El vestido ahora arrastra más sobre el suelo, quedando más bajo una vez que esta descalza. Su ahora esposo va tras ella, abrazándola por detrás cuando llega a su recamara. 

- La boda fue perfecta. ¿No crees? -recarga su cabeza en su hombro, mirando su perfil- 

- También creo lo mismo, más que perfecta. -sonrió- Estoy satisfecha con todo. -se giro para verlo- Estoy muy feliz. 

-la miro con dulzura- También lo estoy. -junto su frente a la de ella- Se que no te gustan mucho las promesas... Pero déjame si prometerte algo, así como prometí hace años no irme de tu lado, se que esta también podré y la cumpliré. -abrazo su cintura- Prometo no solo amarte toda mi vida, si no hacerte muchísimo más feliz de lo que mereces... Te lo prometo. 

- Que hermosa promesa, cariño. -llevó sus manos a sus hombros, aun sin alejar sus frentes- Te prometo lo mismo, amarte hoy y hasta mi ultimo aliento, prometo dar lo mejor de mi para que nunca te arrepientas de haber decidido pasar tu vida conmigo. 

-se alejo de ella, mirándola- Si pudiera regresar el tiempo, igual me hubiera quedado a tu lado, igual te amaría, igual serías lo más hermoso, perfecto, preciado y delicado que tengo. 

- Oh, vamos, voy a arruinar mi maquillaje. -sus ojos se llenan de lagrimas- 

- Tu maquillaje va a arruinarse en un momento cariño. -señala la cama y ella ríe-

- Enserio eres el mejor, estaría perdida en mi oscuridad si no fuera por ti. Mi solecito. -acaricia su cabello- 

Sonríe luciendo más tierno de lo normal a causa de sus hoyuelos. Terminan por juntar sus labios, besándose con tranquilidad, sin prisa alguna, es su primera vez estando casados por lo que sienten que es como si esta fuera realmente la primera, así de dulce y agradable. 

Sin duda, Jung Hoseok es lo mejor que la vida pudo poner en su camino. 

Quizá la lucha no hubiera sido alcanzada por ella misma, si es sincera, o quizá hubiese sido tardada. Hoseok fue quien iba tras ella dándole esos empujoncitos y palabras de aliento para poder luchar por si misma.

Si bien, su vida no fue fácil, aun despierta pensando en todo lo que ha vivido hasta ahora, otras veces despierta pensando que esta muy feliz de poder estar de pie ahora mismo. 

Ver a su esposo al despertar, así como cuando eran novios, le hace recordar que no todo esta perdido después de todo. No sabe que le depara el destino, no sabe si volverá a pasar por algo peor o no tan malo, pero sea lo que sea que venga, esta más que lista para tener la cara en alto e ir contra ello. 






oficialmente, doy por finalizada esta historia, háganme saber si quieren un epilogo:) 

muchísimas gracias por todo, enserio estoy muy pero muy feliz y agradecida por todo, su amor y apoyo

estoy satisfecha con esta historia, espero hayan entendido el lindo mensaje:)

sean felices, lo van a lograr, no se rindan:)

las amo ♡

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