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Me empujó al entrar a su casa. Cerró la puerta con fuerza, asustándome con el ruido que provocó esta.

- ¡Era eso! ¡Lo sabía! ¡Me estás engañando! -lo miré sorprendida, nunca me había gritado así-

- Kyungh, son ideas tuyas. No te engaño, y deja de gritarme.

- ¡No! ¡Quieres hacerte la víctima! ¿Desde cuando sales con el? - comenzó acercarse-

Retrocedí mientras buscaba la manera de controlarlo.

- El es un compañero de trabajo, no tengo ninguna relación amorosa con el, enserio Kyungh no te engaño y nunca lo hice.

- No te creo.

- ¡Basta! Aquí la victima soy yo. ¿Dime, donde estabas? Anoche regrese sola a mi casa, hay si no te importa como este yo. Seguro estabas con tus malditos amigos, ellos si son más importantes.

- No cambies el jodido tema Im Aerin.

- No, si lo cambio, porque estoy harta de que me veas la cara de estúpida creyendo que no me doy cuenta cuando coqueteas con una chica a mis espaldas o incluso frente a mis narices, o cuando te drogas, fumas y bebes a mis escondidas cuando prometiste cambiar... Lo prometiste y no has hecho nada. Me doy cuenta de todo Kyungh, y tu crees que no, crees que... Que solo con un perdón, voy a cambiar, te amo. Piensas que todo queda atrás con eso, si me amaras... Si me hubieras amado no hubieras hecho todas esas cosas y nada de esto hubiera pasado...

Se quedó completamente callado, me miraba sin saber que decir, ¿porque? Porque es todo cierto.

Todo es una puta mentira.

- Aerin... No, no es así.

-cerré mis ojos conteniendo mis lagrimas, pero me es imposible, las lagrimas caen- Deja de negarlo.... Ya basta de mentiras. -puse mis manos sobre mis rostro- Estoy cansada de esto, te lo dije y lo tomas a la ligera.

- Entiéndeme amor, me es difícil dejar todo eso.

- Lo se, y te entendí por mucho tiempo, intenté apoyarte para que lo dejaras, pero no pusiste de tu parte... Tu no me entendiste a mi. Y ya no puedo con esto. No soy feliz con esta vida.

Pareció darse cuenta de lo que hablaba.

- Cariño, entiendo, entiendo, ahora si lo dejare, no iré a más fiestas, dejaré todo.. -tomó mis manos pero me solté-

- Esto ya no es sano. No nos hace bien a ninguno.

- pareció molestarse- ¿A dónde quieres llegar?

- Kyungh... Terminamos.

En cuanto lo dije su rostro enfureció, abrí mis ojos con sorpresa comenzando a sentir miedo.

- ¡No! ¡No! ¡Tu no me puedes terminar! ¡No vamos a terminar! -gritó-

Me tomo de los brazos y me sacudió con fuerza para abrazarme.

- Hablas sin pensar, tu me amas y yo te amo, nos amamos, tenemos mucho por delante, un futuro... No quieres terminar conmigo.

- Lo siento... Lo siento Kyungh pero ya no puedo, si te amo, pero tu no a mi de la misma manera. No luchaste en nuestra relación, no como yo.

- ¡No Aerin no me puedes terminar, yo enserio te amo te amo demasiado! No puedo vivir sin ti... No puedo...

-lloré- Es lo mejor, realmente... Necesitamos esto. -intente alejarme de el, pero se niega a soltarme-

- No.. No, no... ¿Acaso me dejas por ese chico? -volvió a endurecerse-

- negué- Es mi decisión y no hay nadie tras esto.

- ¡Mientes! -me empujó al sofá- ¡Tu eres mía! ¡Y no me vas a terminar!

- ¡Basta! ¡Déjame! -lo empujé cuando intento besarme- Terminamos, no te quiero mas en mi vida.

- Aerin... -sollozo- No.. Voy a cambiar pero no me dejes. -me abrazó- Sabes que estoy solo en este mundo y eres todo para mi... Mi todo.

Cerré mis ojos mientras lloraba.

Si, lo amaba, lo amaba a pesar de todo. Pero durante estos días me puse a pensar.

¿Qué es lo que quiero en mi vida?

Quiero ser feliz, quiero ser alguien en la vida, quiero muchas cosas, y no necesito de nadie para serlo, puedo serlo por mi misma, quizá necesite un empujoncito, pero debo valerme por mi misma. Y estar con alguien tan tóxico, me hace daño. Cada día era el mismo, era un ángel de lunes a jueves.. Pero no se diga de esos tres días restantes. Olvidaba el amor que decía que me tenía y me trataba como basura. Nunca pensaba en mi. Estaba amarrada a el, no podía hacer lo que quiero hacer. Es hora de alejar todo lo malo de mi vida, hay que sacar lo que no queremos en nuestra vida.

-me alejé de el- Por favor no lo hagas más difícil, no me busques.

Caminé a la salida, pero corrió a la puerta y me impidió el paso.

- Si te vas... Me voy a suicidar.

En cuanto lo escuche lo miré sin poder creerlo. Es increíble lo que es capaz de hacer por no querer que me alejé de el.

- No juegues con esas cosas, basta de estupideces. Ahora déjame pasar. -me moleste enseguida- Kyungh aun lado.

- Habló enserio, sabes que un amigo tiene un arma, me voy a suicidar si te vas. -respiró incontrolado-

Negué con la cabeza, toque el puente de mi nariz pensando en que hacer, el no me dejara salir.

- Hablaremos cuando estés más sobrio, así que ya déjame salir.

- No. No te iras de aquí.

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