Un Plan Malvado que Salió.. ¿Bien? - Capitulo 1

N POV

Sostuve mi respiración, escuchando pasos y pequeñas risitas. En mi regazo tenía una pequeña luz de noche encendida que era recargable. No queria que ellas me encontraran.

—¡Nik! ¡Sal de donde estés! No tengo más paciencia, y menos contigo.

La escuche gritar. Sus pasos se acercaron, y luego se alejaron.

Después de unos segundos de no escuchar ningún sonido, retiré mis manos de mi boca y deje que el oxígeno saliera de mis pulmones.

Y justo en ese momento, la puerta del armario se abrió.

—¿Creíste que te podrías escapar? No se me olvidó que fuiste de soplón.

Trague saliva, al verme atrapado en ese pequeño espacio.

—¡Y-yo no fui de soplón! ¡Lo juro! ¡Solo qu-

Antes de que pudiera terminar mi oración, las dos ya estaban tomandome de los brazos. Una de ellas apartando de mi vista uno de los objetos mas preciados que poseía.

Mordí mi labio inferior con fuerza, sabia que si lloriqueaba Jul iba intentar callarme como sea, incluso si eso significaba golpearme.

Decidí sólo dejar que me llevasen a donde quieran, tal vez no me encierren en el sótano si hago sus tareas por un mes.

Me preocupe cuando las noté salir de la mansión..

—¿J-Julie..?

—Callate, tarado.

Junté mis labios en una linea, rindiendome en intentar convencerlas.

Pero el verdadero terror empezó cuando estabamos acercandonos a ese...

Ese lugar.

La torre abandonada.

Sentí mis manos temblar, negando con la cabeza. Y escuché como ellas reían.

¿Tanto les entretenía verme sufrir?

¿Incluso.. Viol...

Abrieron las grandes puertas, y antes de que siquiera pudiera procesarlo, me habían encerrado.

Golpee con mis manos la entrada, enormes lagrimas saladas saliendo como cascadas.

Senti mi respiración acortarse, el alrededor completamente oscuro.

No podía visualizar nada de mi cercanía, e intenté tocar una pared cercana con mis manos.

Caminé un poco, mi cuerpo a la defensa y temblando por no saber si habían objetos en el suelo que pudieran hacerme tropezar o, aún peor, alguien conmigo.

Rocé una de las paredes del inmenso pero estremecedor lugar, aferrandome al montón de ladrillos como si fuera lo único que me mantendría vivo, y me deslice hasta sentarme en el suelo.

Me acurruque con el frio y viejo sitio, mis ojos doliendo e incapaz de mantener la compostura.

Mire lo que se me aproximaba, tratando de encontrar luz en alguna parte.

Podía escuchar voces, mounstros.

Me daban escalofríos y me miraban fijamente. Algunos incluso haciendo contacto con mi piel, produciendome espasmos del miedo.

Agarraban y jalaban mi ropa. Eran oscuras, como una sombra. Y me envolvían aunque fuera lo último que quisiera en ese horripilante momento.

—Psst..

Me rodeaban, se acercaban.

Y una luz los hizo desaparecer.

Era leve, pero estaba enfrente a mi.

Mire lo que había alrededor, y subí una ceja.

Quite algo de sudor de mi frente y observe la linterna que había aparecido.

Era un poco grande, y era del tipo antiguo, por lo que adentro de las paredes de vidrio yacía una vela casi consumida prendida a duras penas.

Trague saliva, viendome obligado a dar un paseo por la zona por si a mis queridas hermanas se les ocurre la grandiosa idea de encerrarme aqui denuevo.

Tome la linterna del agarre hecho, levantandome con las piernas debiles y limpiando un poco el traje que llevaba.

Si regresaba con mi traje sucio, iban a castigarme.

¿Esto no es un castigo, ya?

Era un lugar vacío, y un poco humedo si se veía a detalle.

Observé unas escaleras que subían hasta la cima de la torre en forma de espiral. En el transcurso de estas, habían puertas. Suspirando, me dirigí a las escaleras, asegurandome de que fueran sostenibles antes de empezar a caminar.

Llegue hasta una de las puertas y con un rechino, la abrí.

Completamente vacío y oscuro. Pude notar una rata merodeando por el lugar y arrugue la nariz, algo disgustado.

Cerré la puerta y voltee para segui-

—¡Buh!

—¡¡AH!!

Grite del susto, retrocediendo y casi cayendome en el proceso, pero una mano casi imposible de sentir me sostuvo. —¡Shhh! ¡No grites!— Demando la voz de la persona que era incapaz de ver. Pase la linterna por todo lo aproximado a mi pero no hubo una presencia realmente ahí. Conmigo. —Quita la linterna de mi cara.

Dude, pero lo hice, y una tenue luz morada apareció frente a mi. Dandome la vista a una chica..

Palida. Casi invisible, como el cristal.

Sus rasgos tan unicos. Sus pecas, su cabello.

Ella usaba un vestido morado pastel con un estampado de lunares, bastante vintage. Me recordaba a los 50s. Tal vez antes.

Un peinado igual de iconico. Pero el color fue lo que me intereso. Un profundo y oscuro morado, claramente con fijador de cabello incluido.

Sus características tan delicadas me dejaron incrédulo. ¿De esto es lo que he tenido miedo?

—Deja de mirarme así, idiota. No es como si pudiera usar una cosa menos vergonzosa que.. Esto.— Rodo los ojos, su expresión fastidiada mientras cruzaba los brazos. —¿Por qué llorabas? Parecías un niño pequeño y no quiero que.. Haya tanto ruido en.. este sitio.

—Espera.. ¿Quién eres? ¿Qué haces aqui?

Ella emitió un quejido aburrido, su ceño fruncido. —Yo hago las preguntas, albino. Y yo debería ser quien te estuviera preguntando que haces aquí. ¿No sabés que esta embrujado?

Trague saliva, ella señalandome. —Mis.. Hermanas. Ellas me encerraron aquí. Saben que le tengo miedo a la oscuridad, entonces, no tienen nada mejor que hacer.

Ella alzó una ceja. —Eso es.. Sorprendentemente inmaduro.

—Sé que es inmaduro tener miedo a la oscurid-

—No pongas palabras en mi boca que no dije. Nunca dije que el miedo a la oscuridad sea algo inmaduro o de niños. Todos tenemos miedo a la oscuridad relativamente. Pienso que es inmaduro por parte de ellas que te hayan encerrado aquí.— Jugué con mis manos, inseguro de creer lo que decia. Pero aún así asentí. —¿Cuál es tu nombre?

—Nikola. Nikola Elliot.

—Bien. Soy Uzi. Uzi doorman. Si, un nombre estúpido, pero no le pongas atención al significado.— Ella acercó su mano, y cuando quise tomarla, paso derecho. Sintiendo un escalofrío al pasar directamente por su piel.

—¡Ah!

—¿Qué? ¿Primera vez que observas a un fantasma? Acostumbrate.— Me mostro un rostro plano, pareciendo saber lo que hacía después de eso.

—¡¿Fantasma?!

Ella se encogió de hombros, restándole importancia. —No pierdas la dignidad intentando convencer a otros de que los fantasmas existen. No te creeran y acabarás humillado.

Negué. —No estaba planeando en hacerlo, de todas maneras. No es como si me pusieran mucha atención.— Trague saliva, retrocediendo un escalón. —¿Por qué me pediste que apartará la linterna?— Deje el objeto en el suelo, y ella subió un escalón, sentandose ahí.

—La luz me vuelve invisible. Podemos volvernos invisibles a voluntad pero no nos vemos en el sol o en la luz artificial.

Asentí.

—¿Por qué no quieres ruido aquí?

Ella pareció no agradarle la pregunta. Pues la desvió de inmediato. —¿Por qué te da miedo la oscuridad?

Subí un escalón para sentarme a su lado. —¿Responderás una pregunta mia si respondo eso?

Ella rodo los ojos. Supongo.

Mire mis manos. —Creo que empecé a temerle a la oscuridad por mis hermanas y por la forma en que me.. Castigaban. Me encerraban en el sótano sin ninguna luz. A veces me daban comida, otras no y me quedaba por lo menos dos dias ahi hasta que me volvieran a necesitar. Soy consciente de eso pero sigue siendo algo..— Mordí mi labio, y la chica a mi lado permaneció callada.

—Si, es una mierda.— El silencio y la naturalidad con lo que dijo eso me hizo reír.

Limpie una lagrima de mi rostro. —Bueno, umh.. ¿Por qué te ves sacada de los 50s? No te ves mal pero es curioso para mi.

Ella rodó los ojos. —Porque mori en los 50s, dah. Aunque no me gusta como estoy vestida, algo mas actual seria mejor.

—¿No puedes cambiarte o algo asi?

—Noup. Mueres con esta ropa y el resto de la eternidad te quedas con ella.

Escuche murmuros por fuera de la torre.

—¿Por qué todavía no está suplicando que lo saquemos? Ya paso media hora.

—Seguro se lo comieron las ratas.

—¡Tonta! ¿Quién va a recibir los castigos por nosotras si él se muere?

Me levanté rápidamente, viendo como la puerta se abría.

Al mismo tiempo, la chica habia desaparecido.

—¿Nik? ¿No estas llorando?— Preguntó Viol, pareciendo extrañada.

—Como sea, vámonos tarados, ya está tarde.— Jul rodó los ojos y empezó a caminar, Viol siguiendola mientras yo bajaba las escaleras para alcanzarlas.

Esa chica..

¿Fue real?

(1435 palabras!!)

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