35. El espía
Star
"Todo hombre está rodeado por un vecindario de espías voluntarios".
- Jane Austen
John pasó toda la noche conmigo, al ver que ni Rous y ni Hero estaban en la casa. Que estaban en los suyos y me quede viendo película, hasta las tres de la mañana porque ya el sueño me estaba ganando.
A la mañana siguiente todos estábamos en una piscinada en la casa de Luna, yo estaba sentada en la misma camilla con John. Disfrutando su ricos masajes que me estaba haciendo en los hombros. Mientras que Rous y Cole estaban de muy romántico en la piscina. Luna estaba en la cocina comiendo como siempre y estaba atendiendo a Nathan que había llegado de sorpresa sin avisar, a mi hermano no le gustó mucho la idea de que Luna se la pasara con Nathan a solas.
Él sentía algo por Luna, pero ella se negaba a darle una oportunidad a Hero.
Cada vez que tengo la oportunidad de hablar con ella de eso me dice:
-No quiero involucrarlo, puedo hacerle mucho daño y no quiero.
Vi a Luna abrir la puerta de su casa, dio un paso hacia afuera y llamo a John.
-Ya vengo mi lucero.-me susurro en oído y sentí una electricidad por todo el cuerpo.
John se levantó y se fue.
Me acosté en la camilla y espere que el sol se pusiera en su tiempo límite para darme un baño en la piscina. Era las tres de la tarde, pero igual el sol quemaba mucho. Cerré mis ojos y espere acostada en la camilla disfrutando de la brisa que estaba haciendo y los bocadillos que luna había preparado, cuando de repente escuche gritos.
Pero no eran de terror, no. Si no de chicos gritando como loco, más bien eufóricos. Levante mi mirada y vi a los amigos de John entrar al patio con cajas de cerveza, comidas. Comencé a contarlos y eran más de diez personas, algunos estaban corriendo a la piscina lanzándose.
-¡El último en meterse es un marica!-grito uno de ellos y varios le siguieron.
El tal Rafael se me había sentado a mi lado sin yo darme cuenta.
-Hola preciosa.-dijo el con una sonrisa de morbosidad, me levante y agarre una toalla y me envolví.-¿Ya te vas? tenía la impresión de conocerte hoy.
-Tengo novio. -dije dándole la espalda.
Camine hasta dentro de la casa y vi a Luna molesta. Rous estaba con Cole, sentado viendo hacia afuera.
Ya esos gorilas se habían instalado, como si la casa le perteneciera.
-¡No sé cómo vas a hacer, pero se tiene que ir!- Luna y John discutían en medio de la cocina.
-No puedo, tú le abriste la puerta.-contesto él alzando la manos en modo de rendición.
-Sí, porque pensé que estaban de "Paso"-se afincó en la última palabra.
Un chico entro por la puerta sonriendo y sus ojos posaron en el cuerpo de Luna escaneándola de arriba abajo. Luna tenía un traje de baño pero su cuerpo era como de una modelo, de tanto que hacia ejercicio.
John lo miro molesto y se acercó a él.
-¡Es mi hermana, largo!-grito él al chico. El chico se dio la vuelta y se fue.
-¿Y si lo hipnotiza?-ofrecí, ella me miro pensándolo.
-Son unos idiotas, pero puede funcionar.-dice ella rascándose la cabeza. Camino hasta afuera y apago la música.
-¡Chicos! -subió su voz de coqueteo, donde todos los chicos la estaban viendo.-Pueden acercarse un momento, es que tengo un problema técnico y no sé cómo arréglalo.-todos corriendo hasta que Luna.
Yo sabía que ella se sentía asqueada por coquetear con ellos.
Quien no.
Somos de las que pensamos, que una mujer jamás debe usar su cuerpo como una herramienta hacia el hombre. Nosotras fuimos diseñadas a esforzarnos por lo que queremos y no para andar por ahí, haciendo notar nuestros atributos.
Está bien tener un excelente cuerpo, pero siempre moderado. Porque de que nos vale, usarlo como herramienta y andar vulgares por ahí, y que cuando te falte el respeto este llorando porque no te respetaron.
No, primero debemos respetarnos nosotras mismas. Para que después otros también lo hagan.
-Que puercos son.-dice Rous haciendo gesto de asco mirando por la puerta. Mire a John y estaba furioso.- ¿Cómo rayos eres amigos de ellos John?
-No se.-chillo apretando los dientes.-Pero si no lo hipnotiza dentro de cinco minutos voy salir y le partiré la cara a cada uno de ellos.-apreté su mano para calmarlo, vimos a Luna chasquear los dedos y todos cayeron en el suelo menos Rafael.
¿Porque él no cayo?
Todos adentro comenzamos a vernos la cara de confusión y salimos corriendo hasta afuera.
-¡Bravo!-aplaudió él de felicidad.- ¡Bravo me encanto tu estúpido truco!-dijo acercándose a nosotros.
Luna estaba en show total y su cara hablaba por ella.
-¿Porque tú no caíste?-pregunto Luna manteniendo la calma.
-Solo no te apreste atención.-me miro y me dio una sonrisa malvada.-La estaba mirando a ella.-me señalo.
John se paró frente de mí como protector.
-¿Qué es lo que te pasa Rafael? Quieres que te parta la cara-John estaba furioso y dio un paso adelante.
-Si lo haces ella muere otra vez.-respondió él como si nada.
-Y si tú la tocas, vas directo al infierno.-escuche la voz de Nathan aparecer por la puerta.
¿Por qué siempre tenía que ser yo en morir? Este habitó ya me estaba cansando.
Cole me agarro de la mano y me llevo adentro con Rous. Luna se había quedado afuera, donde Cole volvió a salir. Estábamos paradas en la puerta viendo su discusión, Nathan estaba furioso defendiendo a Luna y John no paraba de gritarle cosa Rafael. Lo único que pude lograr escuchar fue:
-Yo soy el que los espía.-no sé qué le diría Luna a los chicos que estaban hipnotizado, que vi a Rafael corre muy lejos y los chicos se fueron tras de él. Luna se volvió furiosa a la casa.
-¡Yo sabía que este idiota tramaba algo!-dijo Nathan.
-¿Cómo que lo sabias?-pregunto Luna mirándolo.
-Siempre te estaba persiguiendo, con su amigo José.-contesta él.
-¿José? ¿El mismo José que está desaparecido que es primo de ángel?
-¡Me duele la cabeza de todo esto!-grito Luna agarrándose la cabeza mientras subía corriendo escalera arriba y en menos de cinco minutos bajo cambiada de ropa. Estaba usando unos jeans negros y una chaqueta roja. Nos dio ropa para cambiarnos, Rous y yo subíamos a cambiarnos después de cinco minutos bajamos de nuevo.-Esto lo vamos a cavar ya mismo.-dijo ella furiosa.
Rous y yo nos mirábamos la cara dudando si hablar o no.
-¿Qué quieres decir Luna?-pregunto Cole dudoso de lo que ella le diera por respuesta.
-Que voy a la casa de ángel a patearle el trasero a José y después voy al bosque a terminar todo esto de una vez-dijo ella agarrando la llave de la mesita.
-Páralo ahí vengadora. Usted no puede ir al bosque a buscar a Lux, ni siquiera sabes pelear. De paso ella tiene el 25% de la luz de Star, ¿no te acuerdas?-dice nathan agarrándola por el brazo.
Luna se dio la vuelta, estaba molesta y yo también pero era lo que quería Lux.
-¿Y qué quieres que haga? que me quede aquí viendo como mata a cada una de mis amigas. Todavía me queda el 75% de esa luz-dijo ella jalando el brazo de la mano de Nathan. Camino hasta la puerta y la abrió. Se detuvo en seco cuando vio a Santiago y a un chico que estaba con el.-¿Erik? ¿Santiago? ¿Qué hacen aquí?-Pregunto ella sorprendía quitándose de la puerta.
Santiago lanzo al tal Erik en el suelo bruscamente y poniendo una cámara en la mano de Luna. Ella la examino y no entendía lo que estaba pasando.
-Pedí permiso para tomar descanso del caso, porque ya habían subido de número los desaparecidos. Venia de regreso para invitarte a salir a comer un helado cuando vi a este...-le dio una patada en el estómago al chico haciéndolo retorcer en el suelo de dolor-Espiando tu casa con esa cámara, le quite la cámara de las manos y al parecer tenía muchas fotos tuya y de ellas-nos señaló a Rous y a mí.
Todos nos miramos la cara con confusión.
¿No era Rafael el que nos estaba espiando pues?
Rous camino hasta que Luna y le quito la cámara, su cara cambio de horror a ver las fotos.
-Todo este tiempo nos estaba vigilando.
-¿Este es el maldito psicópatas que te estaba espiando Luna?-pregunto Santiago mirando a Luna, ella no paraba de mirarlo-Si es así tenemos que ir a la comisaria y meterlo preso.-lo volvió a patear.-Ella es parte de mi familia cerdo asqueroso. -se acercó a la cara del chico y lo golpeo.
-¡Me han pagado, para seguirla! -grito el chico de dolor.
Nathan se acercó y lo miro bien, su expresión cambio a furioso y ahora fue el en golpearlo.
-¡Eres el maldito que intento abusar de julia esa noche!-grito nathan.
¿Quién era julia? ¿Y quién era él?
Ah no, ya me perdí.
-¿Abusar?-pregunto Santiago molesto.
-¿Cuándo fue?- pregunto Luna a Nathan.
Él se volteo y la miro.
-La noche en que nos conocimos. Ella me había llamado desesperada, diciendo que su ex novio la estaba persiguiendo. Que por favor la fuera ayuda, cuando llegue él estaba intentándola arrastra a un callejón. Le di una paliza pero al parecer no aprendido la lección y ahora me entero que a ustedes también la estaba persiguiendo-dice el molesto golpeando a Erik en la cara.
-Está arrestado Erik.-bramo Santiago levantándolo y esposándolo-Por intento de abusar de una chica y acosar a otras.-lo levanto y lo esposo. Comenzó a leerle sus derechos y yo ya estaba tan pérdida, que no me daba tiempo de pensar lo que pasaba.
-¿Quién te ha pagado?-pregunte sin pensar.
Él me miro, su cara estaba sangrando por los golpes que Santiago y Nathan le habían hecho.
-José y Rafael.-dijo él intentando quitarse las esposas, pero Santiago lo tenía bien agarrado.
-Esos malditos, lo voy a asesinar.-dijo John furioso.
-Ya va, dale stop.-dijo Luna caminando hasta donde estaba Santiago con el tal Erik.- ¿José y Rafael te pagaron para perseguimos todo este tiempo?-él chico asintió. Ella se acercó y lo toco, al cabo de los cinco segundos Luna volvió en si con una cara de terror. Sabía que había tenido una visión, ella se apartó lentamente de él horrorizada.-Suéltalo-bramo ella a Santiago caminando hacia atrás. Él la miro confundido.-¡Suéltalo!-volvió a grita ella.
-¿Por qué?-pregunto Santiago.
Nathan se colocó tras de ella para calmarla.
-¡Es una trampa! Corran-grito ella.
Eso fue todo, porque no hubo tiempo para pensar ya que de repente hubo una gran explosión lanzándonos a todos hacia atrás.
Todos caímos al suelo, todo me daba vuelta y no me podía parar del suelo. Sentí mi cuerpo muy pesado y escuche risa por toda la casa, tan bien escuche a lo lejanos los gritos de Rous y John. Todos estaban gritando, como pude me levante del suelo aturdida y con poquita fuerza.
Todo me daba vuelta, vi a Luna agarra a Santiago y rástralo a fuera, se le veía inconsciente. Busque a John desesperada, vi su cuerpo del otro lado de la sala, al parecer la exposición que hubo lo mando muy lejos. Corrí hasta a él y lo intente despertar.
-John... John levántate.-lo intente mover y no respondía.
Tome su pulso y seguía latiendo. Lo volví a llamar y esta vez se estaba recomponiendo del golpe que había llegado, sentí unas manos en mi hombro y me voltee para ver.
-Tenemos que salir ya, viene en camino.-dijo Luna desesperada, me ayudo a sacar a John de su casa. Rous y Cole estaban afuera intentado despertar a Santiago.- ¡Se escapó!-grito Luna patinando algo furiosa.
-Luna ¿qué paso?-pregunte confundida y aturdida.
Todavía me zumbaba los oídos y los gritos de las personas que nos rodeaba no ayudaban en nada.
-Todo fue una trampa-dice ella enojada.
-¿Cómo que una trampa?-pregunto Rous.
-¡¿Están bien?!-se acercaban los vecinos, me imagino que escucharon la explosión. Mire la casa y lo que puede notar fue que salía humo.-Ya llamamos a la policía y una ambulancia.-dijo una señora.
Media hora después ya lo policía estaba inspeccionando la casa de Luna, según ellos fue una bomba de corta distancia que puede matar el que está más cerca de la persona. Por eso Santiago salió muy herido, tuvieron que llevarlo al hospital y Luna fue la que fue con él. Yo me quede a limpiar el desastre en la sala.
Todo estaba hecho añico y la parte del centro de la casa había un hueco con una mancha negra. Jamás me pensé que una persona daría su vida por asesinar a otra.
Lo que si no entendí fue cuando Luna dijo que huyo, no ¿murió?
Me confundía más... ¿era él inmortal o qué?
***
Ya eran casi las diez de la noche. Luna me había llamado antes diciéndome que se iba a quedar en el hospital porque Santiago seguía muy mal e iba a esperar a su prima que fuera.
Tuvimos que llamar a la señora susie para contarle todo lo que le paso la casa y casi le daba un paro cardiaco cuando John le conto, pero se calmó cuando le dijimos que todas estábamos bien.
Mi hermano se enteró de lo sucedido y fue a acompañar a Luna en el hospital, Rous por su parte estaba sanándole unas heridas que Cole se había hecho en la cabeza por medio de la explosión.
-¡Ay! Cariño yo te amo... Pero déjalo así. -decía Cole huyendo del alcohol que Rous intentaba desinfectar de sus heridas.
-Deja de ser llorón, no quisiste que los paramédico lo hicieran y eso que ello son profesionales.-dijo ella regañándolo.
-Ellos me iban a agarrar punto y si mi madre se enteraba de la bomba me mata.-dice el corriendo por toda la sala. Yo me quede mirando el techo esperando que John terminara de hablar con sus hermanas, que todavía no había llegado.-Además no me mataría si no que me obligaría a terminarte.-Rous se paró en seco con el algodón en la mano y el alcohol.
-Solo déjame ayudarte si, esto no va doler para nada.-yo sabía que lo último la había afectado.
El camino hacia ella y le dio un beso lento en su labios. La mire de reojo y pude ver que alzo su mano a su cabeza y le presiono el algodón con alcohol en la herida con demasiada fuerza que hasta mí me dolió.
Cole se separó del dolor fulminándola con la mirada.
-¡Me engañaste!-chillo él.
Rous no paraba de reír.
-Por cada beso que te dé, no sentirá el dolor.-lo agarro de la mano y lo llevo a la cocina.
Algunas veces escuche a Cole chillar de la cocina, tuve que encender la tele para ver las noticias. Los casos de desapariciones subieron a un cincuenta por ciento.
Woo esto se estaba poniendo feo y nadie tenía respuesta, solo nosotros.
¿A qué venia tantas desapariciones?
Escuche un toque en la puerta y me levante abrí, podría ser John. Nadie más vendría a estar horas de la noche. Para mi sorpresa no era John, sino un hombre no mayor creo no pasa de los veinticinco años, moreno no tan alto ni tan bajo, estaba vestido de ropa de salir y parecía que no hubiera dormido en tan poco tiempo. El me miro y me ofreció una dulce sonrisa.
-Buenas noches, son la familia worthy.-dijo el muy sonriente, yo asentí.-Soy un agente policial, Perdóname la molestia pero necesito hacerle unas pregunta de lo que paso esta mañana en la casa de los Hill.
Esta no son horas de hacer pregunta ¿Verdad?
-Buena noche, perdón pero no escuche su nombre y tampoco me mostro su placa.-esto estaba raro, el me miro por un momento y vi que saco una cadena de su cuello, tenía colgando su placa.
La vi cuidadosamente para captar los últimos números del serial 3678.
Son los que pude ver.
-Disculpe mis modales, soy Todd Benner. Soy compañero de Santiago y quería saber lo que paso esta mañana en la casa de los Hill, los oficiales me dijeron que ustedes estaba en ese momento cuando paso todo.-se le veía preocupado y ya sabía porque, pero igual no iba a responder pregunta a esta hora.
No sabía en que confiar en esta altura.
-Disculpe agente Todd, pero esta no son horas de hacer preguntas o interrogatorio. Si quiere yo paso mañana por su oficina y hablamos pero en esto momento me siento muy agotada.-dije bostezando, para que no me descubriera la mentira.
El enarco una ceja de confusión.
Sí, yo era mala para mentir.
-Bueno está bien, entiendo. Disculpe en serio. ¿Puede pasar como a las nueves?-asentí y le seré la puerta en la cara y me di la vuelta dispuesta a seguir viendo la tele pero me dé tuve a medio camino.
¿Yo no era así? Que me estaba pasando.
Volví abrir la puerta y vi que él estaba por la escalera.
-¡Disculpa agente!, perdóneme por tirarle la puerta en la cara.-él se detuvo y me miro.-En serio no era mi intención, pero es que estoy cansadísima. Mañana estaré temprano.-el dio unos paso hacia mí y me sonrió.
Me estaba muriendo de la pena.
-No hay problema, ya estoy acostumbrado. Pero acepto tu disculpa.-dijo y se fue.
Ahora que lo miro bien, el agente era bonito, era moreno y su pelo era de color castaño oscuro, pero tenía un cuerpo perfecto. A los pocos segundos llego John.
-¿Qué haces aquí afuera?
Pensé que ya estaba adentro viendo tele. Pero no, estaba viendo como el agente Todd se iba.
-Nada, esperándote.-dije entrelazando mis manos con las de él.- ¿Ya llegaron tus hermanas?-le pregunte cuando ya estábamos sentados en el sofá.
-¡Voy arriba!-grito Rous corriendo con Cole, muy felices.
No dejo que John me respondieran, mire a John que se estaba riendo de la escena que Rous y Cole acababan de hacer.
-Esto par de adolescentes... ¡Usen protección!-grito John con una amplia sonrisa. Lo golpe en el brazo, mientras me regalaba una de sus sonrisas-Si, ya le dije-dijo sobándose el brazo.
-¿Y qué te dijeron?-me acurruque a su lado, y pude sentir como acariciaba mi pelo.
Me subió la barbilla con sus dedos y me dio un beso lento y apasionado.
-No quiero hablar de eso.-dijo sonriéndole a mis labios. Me incorpore y me senté en su regazo, coloque mis brazos tras su cuello.
-¿Y de qué quieres hablar?-pregunte dándole otro beso.
-De lo sexi que te vez con esta pijama.-me di de cuenta que lo único que tenía puesto era unos shores corto y una franelilla.
¿Qué pensaría el agente, de mí?
Todo lo que había pasado hoy, no me dio ánimo para ponerme ropa de casa, solo me puse mi pijama que estaba a la vista.
-¿Ajá? -dije susurrándole en los labios.
El subió su dedo por los tirantes de mi franelilla, rozando mi piel.
-Si.-me dio un beso apasionado y mi boca siguió la suya.-Oh por Dios no traes sostén.-se separó de mi boca al tocar mi espalda. Le sonreí en los labios.
-Que más quería.
El me quito de su regazo muy rápido y no entendí porque. Se quitó el suéter que traía y me lo dio.
-Solo póntelo, vamos a mi casa.- sonó más como una orden.
Negué y me cruce de brazos. Yo sabía a qué venia esto de ir a su casa.
-No, hace mucho frio y mañana tengo que levantarme muy temprano.-dije recordando a donde tenía que ir. Tiro mis palabras a la basura y me cargo en su hombro, intente patalear para que me soltara pero no funciono. Ya me llevaba camino a su casa, abrió la puerta de su habitación y le paso seguro.- ¿Tus hermanas?-le pregunte cuando me tiro en su cama y él se colocó encima de mí.
-Con sus novios-dijo sonriendo, comenzó a besarme lentamente.
-John olvídalo, solo necesito descansar.-le susurre en los labios.
-¿En serio?-me dio un beso en los labios y no pude responder.
-Sí.
- Ok, está bien. -dijo acostándose a mi lado.
Entrelazo su brazo en mi barriga. Yo sabía que esto estaba mal, pero no quería pelear con él. Me di la vuelva encaramándome encima de él, el me miro con ojos confundido.
-¿Que hac...-no lo deje seguir, le di un beso lento, su boca respondió a la mía, pero esta vez con mucho deseo.
Yo sí habló de atrás para adelante.
Tenemos que decidirnos de una vez, lo hacemos o no lo hacemos.
-Te amo mucho John.-le susurre en los labios.
El me güiro y ahora él era el que estaba arriba y yo abajo, paso su labios por mi cuello lentamente hasta detenerse en mi hombro.
-Yo también te amo mi lucero, pero está muy estresada.-comenzó a subir su mano por mi vientre hasta llegar a mis pechos.
El calor que sentía por todo el cuerpo comenzó arde con más fuerza como si deseara que siguiera tocándome. Su mano se detuvo en mis pechos y comenzó a jugar con uno mientras me seguía besando.
-Joh...-no podía terminar la palabra.
Ahora su mano bajaba hasta mi muslo, subiendo y bajando con una suave caricia.
-Shh nena.-dijo dándome otro beso en los labios. Se detiene por un momento para verme a los ojos, me regala una de su sonrisa dulce.-Mi lucero sé que esta estresada, y necesitas descansar y hacerlo no va...-no lo deje termina, me acomode bien en la cama sin perder su mirada.
-Hace cinco segundo lo querías hacer y ahora no, quien te entiende.-dije cruzándome de brazo, él se acercó y me dio un beso en la frente.
Sí, estoy estresada pero lo necesito ahora.
Quiero que me quite el estrés y ya lo había decido.
-Lucero, vamos a dormir un rato y cuando este relajada vemos si pasa.-me levante de la cama, el me miraba confundido.
-¿A ver si pasa? Quien te entiende John.-dije saliendo de su habitación molesta, camine hasta el cuarto de Luna y tire la puerta.
Toda la habitación estaba a oscura, ni siquiera la luz de la luna alumbraba porque las cortinas estaban cerradas. Me deslice contra la puerta y comencé a llorar, escuche las pisada de John tras de la puerta.
-¿Lucero podemos hablar?
-¡No! Tengo sueño.-busque el interruptor a ciegas por la pared, cuando mis dedos sintieron el interruptor.
La habitación se llenó de luz, sofoque un grito de horror cuando vi a Luna con mi hermano sentados en la cama tratando de contener la risita.
¿Ella no estaba en el hospital? ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué todo estaba oscuro?
-¡¿Ustedes están locos o qué? !-le grite a los dos que esta vez soltaron una carcajada.-Eso no se hace, por lo menos fueran dejado la luz encendida. Casi me matan de un infarto-dije dirigiéndome al escaparate de Luna, saque un suéter largo y me lo coloque.
Si Hero no estuviera tan distraído en lo que sea que estuviera haciendo con Luna, me mataría por anda en pijama en la habitación con John.
-Solo relájate.-dijo Luna levantándose de la cama, riendo.
-¿Relajarme? ¿Dime que es una broma? Porque yo pensaba que estaba en el hospital con Santiago.-dije dirigiéndome hasta la puerta, ella me detuvo agarrándome el brazo.
-Estaba, llego mi prima y se quedó con él. Voy mañana en la mañana, si no que necesitaba descansar y Hero me trajo.
-¿Qué es esto Luna?-pregunte señalándolos a los dos.
-Nada que te importe Star.-contesto mi hermano muy sonriente.
-Perfecto.-asentí como si entendiera.
Me di la vuelta y salí de la habitación, vi a John parado a fuera y le agarre la mano. El dudo un momento viendo con quien yo estaba hablando pero la cerré al salir.
-Vamos a dormir, sí. -dije molesta el me siguió y decidí que mi enojo se dejaría para después, estaba muy cansada.
No me iba a amarga la vida, por nadie más.
Suficiente tuve que morir y revivir, yo no soy un gato que tiene siete vidas. Soy una persona que el mundo decidió darle una segunda oportunidad y lo iba aprovechar a lo grande.
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No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.
Besos y abrazos 😘🤗
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