19. ¡Ayuda!
Star
"No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después."
-William Shakespeare
¿En dónde era que nos habíamos quedado?
<<Ah sí, yo pidiéndole al de allá arriba que nos protegiera porque no quería morir hoy.>>
Llevábamos horas caminando que prácticamente pensé en un punto que era que estábamos dando vuelta en el mismo lugar, ya que cada vez que dábamos cinco paso sentía que ya habíamos pasado por ese lugar.
Solo sé que la voz se hacía más fuerte, y John a igual que todos pensábamos lo mismo.
Esta cerca.
Era un canto muy hermoso y era la canción de Luna, ella ensayaba mucho esa canción en el verano pasado. Queríamos gritar pero no podíamos, porque ninguno tenía ganas de morir hoy, así que solo seguíamos la voz de ella.
Ya había anochecido y la policía se había ido horas antes, solo estamos nosotros cinco buscando a Luna a ciega con la luz de la luna. Al final de todo Cristians nos siguió y dijo que nos vendría bien su ayuda.
Creo que quería presumir, por si conseguía a Luna el solo y poderle decir:
<<Todavía te amo y haría lo que fuera para encontraste>>
Ah, solo quería golpearlo por ser tan creído; pero no podía porque yo no soy así, era mejor que se lo dejara a Luna y ella resolvería el problema con él.
Pero si ameritaba, en caso de emergencia yo misma lo lanzaría hacia el monstruo.
Llegamos varias veces al lugar donde estaba la luz reflejada pero no había nadie, ni siquiera huellas en el suelo, decidimos rodear la cascada y volver a la piedra donde fue la última vez que la vimos. La voz se silenció y no la escuchamos más. Estábamos descansando porque a Rous y a mí nos dolían los pies de tanto caminar. En algunas ocasiones Rous estaba furiosa y decía:
— Si llego a conseguir a Luna viva y sana como si nada hubiera pasado, te lo aseguró que yo misma la matare con mis propias manos... Porque la conozco tanto como mi propia mano que después de esto nos saldrá con "Necesito ir al bosque, es urgente". Urgente es lo que nos está haciendo ella a nosotros, matándonos de un susto. —Sí, ya nadie está en su cinco sentido para este punto.
Yo comprendía a Rous porque estaba furiosa, pero no era para al tanto todo esto de discutir con ella.
Algo me llamo mucho la atención, en el suelo había un círculo de piedras blanca, que mantenía a una distancia bien lejana de la piedra. Me fui acercando poco a poco mientras que los chicos descansaban un poco. Había algo ahí que no podía diferenciar, quería averiguar que era, y pase mis manos sobre una de las piedras liza.
—Estas piedras ya la había visto antes. —Alce una y la comencé a ver más de cerca— ¿Rous esta piedra no se te hace conocida?—le lance una sobre su regazo, ella la agarra y comienza a verla, su expresión de asombro me dijo que ella también sabia de donde eran.
—Son de luna. —se levantó de un salto.— ¿Dónde la conseguiste?— se viene acercando a donde estoy de rodillas viendo la demás piedras.
—Aquí. —Le señalo el lugar.— Están como un círculo... Mira. —digo señalándolas a todas.
—Qué raro. —dijo Rous rascándose la cabeza por lo sorprendida. —Ella nunca sacarías sus piedras de su casa. —yo asentí sabiendo la verdad, Luna nunca sacarías sus piedras de su casa porque eran un obsequio de navidad de su tía de Australia.
La dos dimo un paso atravesando las piedras para ver mejor del otro lado. Cuando de repente la vimos tirada en el suelo en posición vertical, tenía los ojos cerrados. No podíamos creerlo, como era esto posible si estaba a tan solo dos metros de nosotras y no la podíamos ver. Rous y yo salimos corriendo a donde estaba Luna en el suelo tirada, comenzamos a llamar pero ella no respondía.
—Tómale el pulso. —le dije a Rous muy asustada.
—Está bien, creo que solo duerme. ¿Cómo rayos no podíamos verla?—se preguntó Rous tratando de despertar a Luna. — Solo estaba frente de nuestras narices.
— ¡Rous! ¡Star!—escuchamos los gritos de los chicos.
— ¡Estamos aquí!—gritamos. —Encontramos a luna.
— ¡Rous! ¡Star!—volvieron ellos a gritar.
— ¿Será que no nos escucha? Si estamos frente a ellos. —pensamos la dos en voz alta mirándonos la cara.
Vimos a Lu moverse, como despertándose. Comenzó abrir los ojos, pero al vernos estaba asustada y se apartó de nosotras lo más rápido que pudo. Gateando a espalda, choco con la piedra que tenía atrás, sus ojos comenzaron a ponerse en blanco y comenzó a temblar.
Rous y yo nos miramos con terror.
— ¡Convulsión! —gritamos y salimos corriendo a agarrarla.
—Agárrala de aquel lado, hay que ponerla de lado.—dijo Rous, yo la voltee y ella comenzó a temblar y a votar espuma por la boca.
Escuchamos a los chicos gritar de nuevo, Rous me mira y yo solo comienzo a llorar. Me odiaba por ser la débil de la familia en esto momento. Rous en esto momento siempre se mantiene calmada, pero al verle la cara estaba asustada. Ella y yo sabíamos que otra convulsión la mandarían en estado de coma.
—Ayúdame a levantarla, hay que sacarla de aquí. Tengo que parar la convulsión.
—Esta es más fuerte. —miro a Luna que se revolcaba más y más en el suelo votando espumas por la boca y sus ojos seguían en blanco.
—¡Solo ayúdame a levantarla y métele la mano en la boca, no deje que se muerda la lengua!—me grito.
Yo ni lo pensé dos veces cuando capte sus órdenes, pero a la hora de sentir en dolor recorrer de mi mano hasta el brazo me lo planteo tarde.
Mierda esto si dolía.
La levantamos como pudimos sacándola de ahí, cuando ya estábamos afuera los chicos nos miraron y después a Luna. Cole salió corriendo a donde estábamos paradas y nos quitó a Luna, cargándola él y pude respirar cuando quité mi mano y fue la de John la que la remplazo en esto momento.
— ¿Qué paso?—pregunta John mirándola, estaba muy asustado.
—Tenemos que ir un hospital está teniendo otra convulsión. —contesta Rous asustada agarrándola de la mano.
Yo no paro de llorar y todos salimos corriendo a fuera del bosque, buscando la camioneta de Cole.
Unos cinco minutos después ya estábamos en el hospital. El Doctor Sánchez, fue él que atendió a luna rápido cuando habíamos llegado al hospital. Nos preguntó qué fue lo que le activo la convulsión, Rous fue la que trato con él en todo momento.
Porque a John y a mí, nos estaba atendiendo las manos por la mordedura. Al rato nosotros solo esperábamos en la sala de espera, desesperado e impaciente para saber cómo seguía Lu.
Rous se apareció después en la sala de espera, traía una cara de miedo. Yo me levante por impulso y me acerque a ella, la abrace y comenzó a llorar. Cole se levantó también y nos abrazó, John solo nos miraba y Cristians solo estaba metido en sus pensamientos porque no pregunto nada cuando llegamos.
—Dijeron que la van a tener en observación esta noche. —dice apartándose de mí, secándose las lágrimas caminando hacia los banquito para sentarse. Cole le da una botella de agua y ella la agarra. —Gracias cariño. —le dice con una sonrisa pero se le nota apagada.
— ¿Por qué?—pregunto.
—Porque la convulsión duro mucho tiempo y tienen que saber si su cerebro responde normal otra vez. —dice ella pero esta vez comienza a llorar de nuevo, poniendo su mano en la cara. Yo me acerco a ella y me siento a su lado. —Solo necesitamos un milagro de Dios.
—Ella es fuerte y vas a ver que va a responder bien mañana. —le quite las manos de la cara y le limpie cada lagrima que salía de sus ojos.
Rous se fue con Cole a buscar ropa limpia para Luna. Yo me quede con Cristians a cuidarla esta noche, me consto mucho converse a John que yo iba a estar bien y que él tenía que volver a su casa y contarle a sus hermanas que Luna estaba en el hospital y que ellas tenían que venir.
Ya han pasado más que una horas desde que todos se fueron, Cristians no me ha dirigido ninguna palabra y yo no pienso hablarle; pero debería averiguar de dónde conoce a luna.
Ve que la curiosidad mató el gato Star.
Pero antes que yo pueda preguntarle él se levanta de la silla y se me acerca. Yo sigo sentada esperando respuesta del doctor, pero él me está mirando parado frente de mí. Le hago una señal de que quiere con mis manos.
—Voy a comprar algo de comer en los puestos de comida que están a una cuadra de aquí, por si quieres algo. — me dice encogiéndose de hombro, creo que se siente mal.
Sigue parado frente de mí esperando mi respuesta.
<<No debería de hablar con extraño Star, ese chico ni siquiera todavía sabemos si es bueno o no. Además que sabe tu si le hecha droga a lo que vayas a pedir.>>
Por primera vez en todo el día concordaba con mi conciencia, y estaba a nada de decirle que no, cuando de repente mi estómago rugió avisando que tenía hambre y no lo pensé otra vez.
—En realidad si quiero algo, puedes traerme una hamburguesa de queso si nos es mucho abuso. —le contesto dándole una sonrisa de agradecimiento.
No me agrada pero es que no he desayunado temprano muy bien y si nos droga, quedará todo grabado en las Cámara del Hospital.
—No vale no es abuso. ¿Entonces una hamburguesa de queso nada más?—muevo mi cabeza diciendo que sí y después lo pierdo de vista por el pasillo.
Después de media hora Cristians se apareció con mi hamburguesa y me trago una coca- cola, me dijo que como era viernes por la noche los puesto estaban full.
Rous a cada cinco minuto me estaba llamando para saber cómo seguía Luna y le tenía que decir la verdad que no me dejaban todavía entra a su cuarto porque la enfermera la estaban monitoreando, pero que solo me dijeron que si podía quedarme en el cuarto con ella a partir de las diez hasta la seis de la mañana. A Rous no le gustó la idea porque era injusto, ellas no iban a estar más pendiente que yo. No le hice caso y le colgué la llamada.
Ahora que estaba sola con Cristians a lo mejor él me puede decir cómo conoció a Luna.
<<El chisme primero, pues.>>
Levante mi mirada y vi que él estaba jugando en su teléfono, por el sonido que emitía. Al parecer nota que lo estoy mirando porque deja de jugar y guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón. Él está sentado frente de mí, a tres metros de distancia en otro banquito.
<<Fue lo que le dijo John para que no se me acercara.>>
—¿Te está preguntando de donde conozco a Luna? Y ¿Por qué sigo yo todavía aquí después que Luna me insulto en el estacionamiento de la heladería?—me dice inclinándose de su asiento hacia adelante y colocan su dos manos a cada lado de sus pierna.
Se le ve triste.
—De hecho sí. —le doy otro trago a la bebida que él me trajo. De hecho si me iba a drogar este era el mejor momento, porque todavía había quedado con hambre. —No entiendo porque todavía que haces aquí, le doy mil vuelta a la cabeza pero nada me explica porque sigues todavía aquí.
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Pregunta:
¿Qué creen ustedes que provocó la convulsión de luna?
¿Creen que Cristians solo se está haciendo el bueno?
¿Cómo llego luna a ese lugar sola?
No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.
Besos y abrazos 😘🤗
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