☆★━ 𝕰𝖕𝖎𝖑𝖔𝖌𝖔 ━✮✯
La luz de un nuevo día le daba directamente en el rostro, obligandolo a despertar y a maldecirse a sí mismo por haber olvidado extender las cortinas en la noche anterior.
Pero no era fácil.
Una tarea tan simple como extender las cortinas se volvía caótica en un día cualquiera donde un pequeño de casi cuatro años correteaba por ahí incansablemente.
Suspiró con una leve sonrisa y se dio la vuelta, esperando encontrarse con un tranquilo Wonho descansando pero no fue así.
No era común despertarse solo en la cama pero tampoco era algo fuera de lo normal. Todo dependía de qué tan exhausto estaba y de la hora en la que Wonho se iba a trabajar a la empresa de dibujo que él mismo le había recomendado un par de años atrás.
Se sentó en la cama y se estiró, intentando buscar la comodidad que su cuerpo anhelaba, pues le esperaba un largo día siendo padre y trabajando al mismo tiempo en una sesión fotográfica importante.
Se bajó de la cama con mucha pereza y frotó sus ojos en camino al cuarto de baño pero cuando tocó su cara, algo llamó instantáneamente su atención.
¿Barba?
Corrió hacía el espejo del baño mientras repasaba mentalmente si había olvidado afeitarse o no, pero la verdadera sorpresa se la llevó cuando llegó frente al espejo.
— ¿Qué dem... — llevó las manos a su cabeza enredando los dedos en su largo cabello despeinado — ¡Wonho! ¡¿Qué demonios pasa contigo?!
Salió del cuarto de baño con mucha molestia apartando el largo cabello ondulado que se pegaba incomodamente en su rostro.
— ¿Yo q... — Wonho lo vio sorprendido mientras sostenía una taza de café y un sandwich, entonces rompió el silencio con una terrible carcajada — ¿y esa peluca? — volvió a reír irritando un poco más al delgado quien se mantenía de brazos cruzados frente a él — ¿no te afeitaste ayer? ¿Qué demonios con esa barba?
Depositó la taza de café sobre una encimera y se acercó para tocar la barba de Hyungwon y volvió a reír.
Entonces el delgado apartó su mano con molestia.
— No te hagas el tonto, sé que esto es obra tuya... — masculló entre dientes — más vale que cambies esto antes de que te vayas para el trabajo.
Wonho lo miró con confusión y sin poder dejar de reír.
— ¿Qué dices? Yo estaba en la cocina preparando el desayuno... — se quedó pensativo — pero...
Hyungwon lo miró sin comprender.
— ¿Qué? — preguntó con molestia.
El mayor volvió a reírse y salió de la habitación mientras era seguido por Hyungwon y su larga cabellera.
— No puedo creerlo... — susurró con una sonrisa boba en los labios mientras abría la puerta de la habitación del pequeño — es real...
Hyungwon no comprendió a que se refería hasta que se asomó a la puerta por él mismo y notó que el pequeño estaba en pijama, sentado en el suelo de la habitación dibujando lo que parecía ser Hyungwon.
— Carajo... Lo que me faltaba... — susurró resignado, entonces ingresó a la habitación sorprendiendo al niño — mi amor, buenos días... — sonrió y se puso de rodillas en el suelo — ¿Qué estas haciendo? ¿Acaso estas dibujando a papá Hyungwon allí?
El niño rápidamente escondió la libreta detrás suyo y le impidió ver con detalle el dibujo que estaba demasiado bien hecho para un niño de casi 4 años.
— No le preguntes eso... — Wonho entró y se sentó a la par del niño rodeándolo con su brazo derecho, quitando la libreta con cuidado de sus pequeñas manos — ¡Pero mira que obra de arte! ¿Tú lo hiciste? — el niño asintió con una sonrisa y Hyungwon rodó los ojos — ¿Y quien es esta persona tan guapa? — el niño señaló tímidamente hacia Hyungwon — Wow... En realidad eres muy bueno...
Depositó un beso en el cabello del pequeño y lo abrazó ante la fija mirada de Hyungwon.
— Así es... Te quedó genial... — acarició el cabello del pequeño y sonrió — incluso me parezco, mírame...
El niño soltó una risita y asintió.
— Entonces, es suficiente dibujo por hoy... — dio un suave beso en la mejilla del niño y se puso de pie llevándose consigo la libreta — anda, a prepararse que papá hoy ha preparado tus sandwiches favoritos...
El niño asintió y salió corriendo en busca de su cepillo dental y su pasta dental de sus caricaturas favoritas.
Ambos se quedaron mirándolo con un sonrisa y Wonho volvió fijar su mirada en el delgado.
— No puedo dejar de ver tu aspecto... — volvió a reírse y Hyungwon rodó los ojos con molestia.
Intentó salir de la habitación para buscar una solución a su extraño problema, pero antes de que pudiera hacerlo fue detenido por Wonho.
— ¿Qué quieres? Ya te burlaste suficiente... — resopló — si no vas a solucionar esto es mejor que me sueltes...
Wonho le sonrió.
— ¿Quién se está burlando? — lo abrazó en contra de su voluntad — es solo que las cosas no combinan y que jamás te había visto con barba...
Hyungwon volvió a rodar los ojos y se dirigió directo al cuarto de baño para afeitarse de una buena vez.
Wonho lo siguió con una sonrisa pintada en los labios a pesar de la molestia que el menor demostraba y se quedó observandolo desde el umbral de la puerta del baño mientras se cepillaba los dientes.
El delgado procedió a afeitarse la barba y Wonho no pudo evitar soltar un par de risitas.
Era la primera vez que miraba a Hyungwon molesto mientras se afeitaba y claramente era una escena de lo más cómica, sobretodo porque tenía el cabello tan largo que casi le llegaba a la cintura.
— Voy a esconder todas las malditas libretas de esta casa... — masculló entre dientes arrancando una nueva risita de parte de Wonho que provocó que el menor se molestara — y en cuanto a ti... — se acercó mientras lo señalaba — tienes 5 minutos para arreglar esto...
Wonho asintió con fingida seriedad, pero al tenerlo tan cerca le fue imposible no acariciar su rostro.
— Yo creo que el cambio te queda...— susurró apartando el molesto mechón de cabello que siempre iba a parar al rostro de su amado — quizá debería dejarte así...
Soltó una risita y Hyungwon le dio un suave golpe.
— Ni lo sueñes... Para algo existen las tijeras — se dio la vuelta con la intención de salir, pero fue apresado por los fuertes brazos de Wonho que lo apegaron a su cuerpo.
— No me retes... — susurró en su oído — que tengo un par de ideas en mente...
Un violento sonrojo se hizo presente en su rostro y se soltó del agarre.
— Por Dios, eres un pervertido... — salió del cuarto de baño y buscó en sus cajones una de las tantas libretas de Wonho, entonces la extendió hacia él junto con el bolígrafo — mejor cierra la boca y arregla esto, ahora...
El resignado Wonho asintió con una sonrisa mientras su pareja tomaba asiento en la cama con los brazos cruzados, esperando impacientemente a que le devolviera su normalidad.
Wonho tomó la libreta y comenzó a dibujar rápidamente con mucha experiencia y libertad sobre el papel, como si aquel trozo blanco fue hecho para ser llenado por sus líneas.
— Sabes que no lo hizo a propósito... ¿Verdad? — susurró intercalando su mirada entre su pareja y el papel, entonces el menor asintió — no puede controlarlo aún, incluso yo no podía... Aún es muy pequeño para explicarle que el don funciona cuando él quiere... Aunque... — suspiró sonriente — es muy tierno que haya deseado tanto verte así que fue capaz de activar su don inconscientemente... — Hyungwon bufó con molestia y Wonho frunció el ceño sin dejar de dibujar — creo que te ves mejor cuando estas alegre...
El menor rodó los ojos.
— Estoy muy alegre — sonrió con sarcasmo y Wonho negó levemente.
— Te lo acabo de decir, te ves mejor cuando estás alegre... — continuó dibujando los detalles del dibujo — por eso te ves feo ahora...
El mayor firmó el dibujo y el largo cabello de su pareja desapareció, volviendo todo casi a la normalidad.
— ¿Ahora me haces un nuevo corte? — resopló — además estas quejandote de que me veo feo cuando estoy molesto, entonces dibujame una sonrisa y listo.
Wonho lo miró fijamente y asintió.
Volvió a posar su mirada sobre el papel mientras Hyungwon se levantaba de la cama para ir en busca de su pequeño, pero los planes de Wonho eran otros.
Lo abrazó por detrás y le dejó un fuerte beso en la mejilla.
— Te amo, te amo infinitamente y tu sonrisa es el motor que impulsa mi vida... No sé que haría sin ti... — entrelazó sus manos y las de su pareja sobre el abdomen de él — eres... Eres una obra de arte andante, mejor que cualquier dibujo o pintura que pueda existir... Y para mí, tú y nuestro hijo son lo más valioso que existe... — suspiró — no quiero dibujarte sonrisas con un lápiz... Quiero dibujarte sonrisas con las sinceras palabras que suelta este corazón que tanto te ama...
Hyungwon sonrió levemente sonrojado por las bonitas palabras que acababa de recibir.
— ¿Cuando te volviste tan cursi? — bromeó mientras se giraba para quedar frente a él — te amo Wonho... — depositó un fugaz beso en sus labios y lo abrazó — por favor dibujame sonrisas toda la vida y te amaré eternamente...
Wonho sonrió ante sus palabras y correspondió su cálido abrazo que fue rápidamente interrumpido por un par de manitos suaves que luchaban por unirse al emotivo abrazo.
Entonces se separaron con una sonrisa, entre ambos cargaron al pequeño y el cálido abrazo se convirtió en un cálido abrazo mañanero, de tres.
No necesitamos miles de cosas para ser felices, si valoramos lo que tenemos nos sentiremos bien incluso con aquellos momentos que parecen no tener tanta importancia.
No importa si tus líneas no son tan uniformes como quisieras, atrévete a hacer algo distinto.
No importa si las sombras no estaban en el lugar correcto, todo depende del punto de vista del que lo mires.
No importa si fallas al mezclar, de los errores nacen las mejores lecciones.
Solo encárgarte de que cada detalle, por muy mínimo que parezca, sea feliz.
Porque la vida da mil vueltas y al final nuestras páginas están llenas de esos pequeños momentos.
Y cuando acaba, es todo lo que nos queda.
...
“Nunca olvides dibujar una sonrisa
en el boceto de tu vida”
———
“Never forget to draw a smile
in the sketch of your Life”
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