Parte 1: Líneas.
El Principio De Todo
Corría con toda la prisa del mundo en sus pies y a pesar de que su agitada respiración le decía que debía parar un poco, era más importante el hecho de llegar al lugar que tanto había esperado ir.
Sostenía los tirantes de su rota y barata mochila, intentando evitar que sus útiles escolares le hicieran perder la estabilidad al momento de correr.
El lugar estaba repleto de personas, lo que causó que redujera su velocidad por pura obligación.
Comenzó a abrirse paso entre la gente, quienes simplemente ignoraban o miraban mal al niño de 10 años con vestimenta de baja calidad, como si fuera algo de poca importancia.
Pero ni siquiera las miradas extrañas de la gente le importaban esta vez, su sonrisa se mantenía intacta al igual que en todas las ocasiones donde estaba cerca de su mejor amigo de la escuela.
Era el único que podía provocar una pequeña luz de esperanza en medio de todo el dolor que tenía que soportar diariamente.
Sus pasos se detuvieron cuando llegó al callejón donde habían planeado reunirse con después de la escuela.
Pero al parecer no estaba o se estaba escondiendo detrás de las bolsas de basura.
La verdad era que como el sol estaba ocultándose, había muy poca luz en el lugar, así que aclaró su visión lo más que pudo y avanzó hacia dentro sin ningún temor.
— ¿Hyungwonnie? ¿Estas ahí...? — no hubo respuestas, en cambio notó un pequeño movimiento detrás de una de las bolsas — Hyungwon... No tengo tiempo para jugar, sal de ahí... — pero no hubo respuestas nuevamente, entonces avanzó sin cuidado hacia la bolsa de basura.
Pero lo que se encontró allí era muy diferente a lo que tenía pensado.
Un pequeño gatito estaba revolcándose, buscando el alimento de su madre quien desafortunadamente parecía estar muerta a su lado.
La imagen le estrujó el corazón en sobremanera, tomó al pequeño gatito en brazos y salió del callejón, estaba muy triste.
Se detuvo en la entrada y miró hacia todos lados buscando rastros de su amigo, pero no encontró nada.
Así que se acercó a un señor que estaba fumando apoyado en una pared de un negocio local y le tocó el abrigo con suavidad.
El hombre lo miró y le sonrió.
— Hola señor... Disculpe la molestia... ¿Podría decirme que hora es? — miró con curiosidad al hombre cuando él dirigió la mirada a su reloj de pulsera.
— Mm... Son las... 5:48PM ¿no se supone que ya debes estar en casa, muchacho? Está oscureciendo rápido últimamente y andar por ahí solo es peligroso... — el hombre le revolvió el cabello un poco juguetón, entonces él asintió al consejo.
— Lo sé, gracias señor... — se dio la vuelta y acarició al pequeño gatito, con mucha tristeza comenzó a caminar de regreso hacia el callejón, no podía llevarse al pequeño a su casa.
No quería incluirlo en ese infierno.
Sabía que debía volver pronto a su casa, pero no podía evitar arrastrar los pies por el suelo con mucha pena por dejar al pequeño desamparado.
Pero entonces un fuerte agarre en su camisa hizo que se sobresaltara y diera un giro rápidamente.
— ¿Qué se supone que haces Hoseok? — Hyungwon le soltó la camisa y le mostró la lengua para finalmente acariciar al pequeño gatito, con su respiración muy agitada— Oww que lindo gatito...
Hoseok suspiró un poco aliviado y molesto.
— Prometimos estar aquí cuanto antes, estaba por irme al ver que no llegabas — se sentó en un cartón que había, sosteniendo al gatito en sus piernas y Hyungwon se sentó a su lado apoyando su espalda en la pared.
— Lo sé... Lo siento, mi papá se dio cuenta que gasté dinero en algo que no era "para nutrir mi conocimiento" — hizo una voz rara y el gesto de comillas con sus dedos — Y me prohibió salir, así que esperé a que se descuidara para salir por la ventana — sonrió después de acabar con la historia de su travesura y Hoseok se rió.
— ¿Ah si? ¿En que lo gastaste? ¿En drogas y alcohol? — Hyungwon le dio un pequeño golpecito en el hombro y luego intentó darse un poco de aire con sus delgadas manos — Parece que tienes mucha calor, deberías correr más seguido — bromeó mientras recibía una mirada molesta del delgado niño e intentaba sacar un cuaderno de su mochila para darle un poco de aire al agitado Hyungwon, pero notó que algo estaba fuera de lugar.
Rápidamente continuó buscando en su mochila con mucha preocupación, olvidando el motivo principal de su búsqueda.
Su nivel de estrés y desesperación se disparó, pero la voz de Hyungwon lo hizo voltear.
— ¿Buscas esto? — Hyungwon levantó entre sus manos un desgastado cuaderno de dibujo y le sonrió a Hoseok quien intentó arrebatarselo de las manos, pero se lo impidió — Oye cálmate...
Hoseok hizo un nuevo intento fallido de quitarle el libro y bufó con molestia.
— Dame eso Hyungwon... No tienes porqué tenerlo, es privado... — Hyungwon se encogió de hombros despreocupado.
— ¿Qué te preocupa? Es un viejo cuaderno lleno de dibujos, ni siquiera tiene páginas ya... — Hoseok suspiró con tristeza recordando cuanto había deseado algo mejor, entonces Hyungwon acunó su cara — ¿Estas triste?
— No... — apartó las manos de Hyungwon de su rostro — Solo que no tengo tiempo, hace mucho faltaban poco más de 15 minutos para que mi mamá y su nuevo novio llegaran a casa... No quiero que me golpeen de nuevo por escaparme, así que mejor dime rápido ¿para qué me pediste que viniera? — suspiró y Hyungwon lo vio con tristeza.
— ¿Alguna vez piensas denunciarlos? Es tu cumpleaños joder, nadie se merece estar pensando en que será golpeado en su cumpleaños... — Hoseok hizo una mueca y Hyungwon se quedó pensativo — Tomé el libro de tu mochila hace unas horas, cuando te quedaste dormido en clase de matemáticas... Ya lo había visto antes, pero no con detenimiento... Eres un gran dibujante.
— No digas tonterías y date prisa que debo irme... — parecía molesto, enfadado con la vida quizá.
— Hoseok... Lo digo en serio, me quedé impresionado con todo, pero noté que ya no habían páginas así que... — Hoseok lo miró fijamente, muy curioso por su silencio, entonces Hyungwon se puso de pie y se levantó el abrigo, dejando ver un hermoso cuaderno de dibujo nuevo, lo sacó de su escondite y lo extendió hacia Hoseok — Creí que te hacía falta uno...
Hoseok lo miró estupefacto sin poder reaccionar, así que simplemente se puso de pie con gran emoción y lo abrazó con un mano sin soltar al pequeño gatito.
— Eres el mejor amigo de todo el mundo, te quiero tanto... — las palabras de Hoseok parecían tan sinceras que le provocaron una sonrisa a Hyungwon.
— No es nada... Solo tuve que mentirle a mi papá con que me gasté el dinero en dulces — le sonrió dulcemente y miró al gatito — ¿Puedo adoptarlo? Sé que tu no vas a llevártelo — Hoseok miró al gatito y asintió feliz de saber que Hyungwon podía cuidarlo.
Entonces metió el libro a su mochila y Hyungwon le devolvió el antiguo libro también.
Una vez que su mochila estuvo preparada, la puso en su espalda y miró a Hyungwon con una sonrisa para finalmente abrazarlo de nuevo.
— Gracias por tanto Hyungwonnie... — lo estrujó una vez más con sus brazos y se separó lentamente de él, pero entonces Hyungwon le agarró un brazo.
— Hoseok... — él lo miró curioso — Wonho me parece un nombre increíble para un gran artista como tú y... También te quiero...
Entonces le correspondió la suave sonrisa que se dibujó en el delgado muchacho y salió del callejón comenzando con la agotadora carrera contrarreloj por llegar a casa antes que su madre y su padrastro.
Corría, pero esta vez el cansancio no era una molestia y la sonrisa que se pintaba en su cara podía iluminar al mundo entero.
Las tenues luces de las farolas parecían algo hermoso cuando volteó y miró hacia atrás, justo a Hyungwon saliendo del callejón con el pequeño gatito en sus manos.
Eran mundos diferentes que encajaban muy bien por algún motivo.
Él corría, mientras Hyungwon caminaba en dirección contraria acariciando al pequeño gatito y podía jurar que las comisuras de sus labios iban formando una línea curva.
Pero su distracción le pasó factura.
Entonces cayó al suelo con violencia tras chocarse estrepitosamente contra alguien.
Un fuerte dolor de cabeza se hizo presente, pero no le dio importancia y se puso de pie al ver a un hombre parado frente a él.
— L-lo siento señor fue mi culpa, estaba distraído... — se agarró la cabeza al sentir una nueva oleada de dolor — ¿Está usted bien?
— ¿Lo estás tú Hoseok? — al escuchar su nombre se estremeció en sobremanera y dio un paso para atrás, sin embargo su brazo fue sujetado, quizá con más fuerza de la necesaria.
Su mareo se esfumó y fue entonces cuando pudo ver claramente, identificando sin ninguna dificultad al tipo que estaba delante suyo.
Sus pequeños ojitos se humedecieron y su labio inferior comenzó a temblar mientras sentía sus rodillas como gelatina.
— P-papá... — sollozó al darse cuenta que todo el grupo de gente que había cuando llegó a ese lugar, ya se había ido hace mucho — p-por favor no me hagas daño...
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