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No podía borrar la sonrisa de su rostro mientras miraba aquellas tres pequeñas piedras en la palma de su mano.
Papá... Iba a ser papá y no lo sabía hasta ese momento.
Soltó una risita sintiendo una mezcla de nervios y emoción desbordante.
Pero en un momento las piedritas resbalaron de su mano y cayeron al piso de madera que reconoció al instante, sin que pudiera hacer nada para detener las.
Miró a su alrededor muy asustado y se tocó a si mismo, como confirmando de que era real y no una de sus extrañas visiones, pero la felicidad no le duró mucho, pues recordó que él estaba en el hospital con Hyungwon y no en su casa, tal como parecía.
— No, no, no... — susurró y avanzó hacia la puerta — ¿que hago aquí?
En ese momento abrió la puerta con desesperación y la cruzó, pero extrañamente volvió al mismo lugar donde había soltado las piedras, solo entonces fue que supo que no era real, de nuevo estaba atrapado.
No estaba en su casa, era una de esas mierdas de las que se estaba cansando.
— ¿Qué quieres ahora? — miró a su alrededor escuchando un silencio incorruptible — ¡Sé que me escuchas! ¿Qué dijo el doctor? ¡¿Por qué me jodes ahora?!
De repente su libro salió desde algún lugar y lo golpeó directamente en el pecho para luego caer abierto en sus manos.
Wonho frunció el ceño ante eso, pero ni siquiera le impresionaba.
Lo que verdaderamente le impresionó fue ver un dibujo de Hyungwon en una camilla de hospital.
¿Él dibujo eso?
¿Cuando?
No, no podía ser cierto.
— Esto no es real ¡Joder! — lanzó el libro al suelo pero en cuanto lo hizo el libro comenzó a abrir páginas hacia atrás delatanto en varias de ellas algunos dibujos de acontecimientos recientes, incluyendo el del auto.
Wonho miró fijamente el libro y negó.
— Yo no hice eso... — miró a su alrededor — todo es una mentira...
Se agachó en el suelo y tomó una de las páginas donde había algún dibujo de Hyungwon donde parecía estar mal por algún motivo, entonces iba a arrancarla.
— ¿Estas seguro que eso es lo que quieres? — se detuvo ante la severidad de aquella voz — eso traerá muchas malas consecuencias...
De nuevo aquella jodida risa que odiaba.
— Claro que no... — susurró con molestia — Esto no es real, es un jodido dibujo de mierda que no hice yo y que no debe estar allí... ¡No es real y no me importa!
Hubo silencio por varios segundos.
— Me parece impresionante que siendo tan inteligente aún no lo entiendas... — un fuerte viento sopló y se miró a si mismo en algún cuarto oscuro — tienes un... Don... — de pronto las yemas de sus dedos comenzaron a emitir una pequeña luz que iluminó el lugar — eres tan fuerte como el fuego...
De repente la pequeña luz de sus dedos comenzó a convertirse en llamas que se extendían a través de sus brazos.
Por puro instinto intentó apagarlas, pero era inútil.
— Esto no es real, no es real... — apretó los ojos mientras repetía eso una y otra vez, pero en cuanto los volvió a abrir las llamas seguían incrementando — claro que no es real... Ni siquiera me están quemando... No tiene sentido... Estoy loco...
La irritante risa volvió a resonar por todo el lugar.
— Te lo dije... Eres fuego... — otro fuerte viento sopló y su cuerpo entero comenzó a emitir enormes llamaradas de fuego azul — y al ser fuego... Eres destructivo... — fue entonces cuando pudo ver a su alrededor que en realidad estaba dentro de un cuarto lleno de papeles que ante la calor comenzaban a encenderse — y fuego siempre busca mantenerse alimentado... Sin importar el precio....
Era asfixiante.
Miraba como la sala entera comenzaba a encenderse y en vez de poder apagar las llamas, cada vez que se acercaba a algún sitio terminaba ardiendo en fuego.
— Sácame de aquí... — susurró desesperado — por favor...
Escuchó una nueva risa.
— ¿Ahora lo entiendes Hoseok? — él respiraba con dificultad — ¿entiendes que eres fuego?
Wonho tragó con fuerza.
— No... ¡Esto no es real! — gritó con rabia.
Pero casi inmediatamente tuvo sus consecuencias y por si lo que estaba pasando no era lo suficientemente asfixiante, Hyungwon o al menos alguien que parecía ser él, apareció en la sala.
Fue entonces cuando todas sus defensas se vinieron abajo.
— ¿Wonho? — escuchó un susurro.
Miró a su alrededor intentando identificar en qué punto de la habitación estaba su amado, pero era casi imposible.
— Hyungwon escúchame, no te acerques a mí... — susurró con desesperación — ¡Estoy bien no te acerques!
— ¡Wonho! — de nuevo su voz.
Repentinamente las llamas se extinguieron y el lugar volvió a quedar en oscuridad, excepto por un par de llamas que resaltaban en ese lugar.
— ¡Hyungwon! — corrió hacia las llamas — ¡Hyungwon, te dije que no te acercaras!
Se arrodilló frente al cuerpo que el fuego estaba consumiendo sin que pudiera hacer nada.
Y de nuevo la risa.
— ¿Lo ves Hoseok? — el cuerpo seguía en llamas entre sus brazos — hay gente que se quema bajo su propio consentimiento pero... Ahora respóndeme... ¿Acaso el fuego tiene perdón por el daño que ha hecho? ¿Crees que se merezca ser feliz?
Y una lagrima resbaló de su mejilla.
¿Realmente era así?
¿Él era un monstruo?
— Wonho... Me haces daño... — bajó su mirada ante el susurro — Wonho...
Y de repente notó que estaba de regreso en el hospital, o más bien de regreso a la realidad.
— ¿Hyungwon? — susurró apartando sus manos del levemente abultado abdomen de Hyungwon — ¿realmente eres tú?
Hyungwon hizo una expresión de dolor y asintió.
— ¿Y tú realmente eres tú? — se acomodó en la camilla, adolorido — ¿por qué me mirabas así? — sollozó con los ojos húmedos y se tocó el abdomen — ¿por qué me estabas apretando como si quisieras dañarlo? Supongo que ya lo sabes... — se cubrió con la sabana — si no lo quieres dímelo y me hago cargo por mi cuenta, pero no me harás matarlo...
Wonho miró sus propias manos con decepción mientras escuchaba a Hyungwon sollozar.
— Hyungwon... Yo en realidad... — suspiró — yo estoy...
En ese momento ingresó una enfermera a la sala.
— ¡Señor! Le dije que no podía ingresar así y peor de esa manera... ¡Estos son cuidados intensivos! — tomó a Wonho por el brazo y tiró de él intentando arrastrarlo hacia la salida — además ¿como demonios entró aquí?
Él miró de nuevo a Hyungwon e intentó hablar con él.
— Hyungwonnie... — susurró deteniéndose al ser más fuerte que la pequeña mujer — escúchame, yo estoy muy feliz por la noticia... Es en serio...
Hyungwon se limpió una lagrima que corrió por su mejilla.
— No quiero hablar ahora Wonho... — susurró mientras otra enfermera revisaba los aparatos que estaban conectados al delgado — solo vete...
Wonho asintió dándole la razón y simplemente salió de aquel lugar volviendo a aquel solitario pasillo donde la enfermera no tardó en dejarlo solo.
Y allí en medio de aquel pasillo se hizo varias preguntas en su cabeza.
#1) ¿realmente era cierto lo que le dijo aquella extraña voz?
#2) ¿merecía ser feliz?
#3) ¿así acabaría su historia de amor?
#4) ¿debía alejarse o permanecer cerca?
#5) ¿como se supone que debía sentirse?
#6) ¿realmente trató de dañar a su bebé?
#7) ¿qué sentía Hyungwon? ¿Lo odiaba?
#8) ¿que se suponía que debía hacer?
#9) ¿qué fue lo que vio? ¿Significaba algo?
#10) ¿por qué? ¿Por qué le pasaba eso a él?
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