Lo vio un poco aturdido en el suelo, seguramente se habría golpeado muy fuerte la cabeza contra el concreto.

Pero cuando escuchó su nombre, su cuerpo reaccionó violentamente y en pocos segundos se puso de pie y a la defensiva.

Debido al fuerte choque de emociones, Wonho no había podido hacer nada más que balbucear su nombre una vez, sin embargo su mirada lo recorrió entero, como si quisiera asegurarse de que ese muchacho delgado frente a sus ojos era Hyungwon, su Hyungwon.

En el momento en que su vista se paseó por el contrario, notó que llevaba en brazos al gato blanco que él le había dado en aquel fatídico día que los obligó a separarse por más de una década.

— E-el gatito... No lo puedo cre... — extendió su mano intentando tocar al animal, pero Hyungwon lo aferró más fuerte contra su cuerpo y retrocedió muy asustado.

Wonho lo supo y lo entendió, así que intentó explicarle.

— Hyungwon... — levantó sus manos intentando decirle que se calmara, pero él seguía retrocediendo.

— ¿Quien eres? ¿Cómo demonios sabes mi nombre? — su voz era temblorosa y Wonho se sintió mal de saber que estaba asustando a su amigo.

— Soy Wonho, tu mejor amigo... O eso creo — el semblante de Hyungwon cambió a uno mezclado de sorpresa y miedo, sin embargo no demostró confianza.

— Demuéstralo... — seguía dando pasos hacia atrás, Wonho sabía muy bien que él tenía la intención de huir.

Así que recordó que el libro estaba en su mochila y que él tendría que reconocerlo.

Abrió su mochila lentamente para no asustarlo, pero en realidad logró el efecto contrario, porque Hyungwon pensó que estaba armado.

— No te asustes, es solo un libro que seguro reconocerás... — los ojos de Hyungwon se abrieron más por la sorpresa mientras Wonho sacaba el intacto libro de su mochila — ¿lo recuerdas? — le sonrió mostrándole el libro — tú me lo regalaste hace mucho tiempo en este mismo lugar...

Hyungwon no sabia como reaccionar.

— Pudiste haberlo tomado de cualquier sitio... — su respiración era más calmada, pero no estaba confiado — quiero verte dibujar.

Wonho asintió levemente.

— Desde ese día no he vuelto a dibujar nada... — suspiró — pero si esa es la manera que tienes para creerme, entonces lo intentaré...

Sacó el bolígrafo que le pertenecía a su madre, el mismo con el que había apuñalado a su propio padre.

Afortunadamente no recordaba ese hecho debido a la emoción de volver a ver a Hyungwon.

El delgado se acercó apenas un par de pasos mientras Wonho se agachaba y ponía el libro apoyado en su rodilla para tener una mejor estabilidad al dibujar.

Una temblorosa línea comenzó a dibujarse en la misma página en la que aquel maldito día había garabateado ese escenario, con las manos amarradas.

Hyungwon miró fijamente la página en donde estaba dibujando, pero no prestó atención al dibujo que estaba plasmado allí, solo al que Wonho estaba haciendo.

Pero su sorpresa fue aún mayor, cuando Wonho comenzó a dibujar un auto.

— ¿Q-Qué... ¿De donde... Sacaste la referencia...? — miró con preocupación a Wonho mientras se aferraba a la gata blanca.

Wonho se encogió de hombros sin mirarlo.

— De ninguna parte, está en mi mente, yo solo... — continuó dibujando muy concentrado, haciendo más detalles del que esperaba.

Volver a dibujar se sentía realmente extraño y una sensación de alegría le invadía el pecho.

— ¿Has visto ese auto antes? — un asustado Hyungwon estaba hiperventilando.

Él negó con la cabeza levemente mientras seguía concentrado en el dibujo que estaba haciendo en aquella página.

— Te he dicho que no... ¿Por qué lo preguntas...? — levantó un poco el libro para ponerlo en dirección a la luz y verlo claramente.

Entonces volvió a bajar el libro hacia su pierna y continuó haciendo detalles específicos del auto, como por ejemplo el número de placa.

Hyungwon no sabía que pensar, ni siquiera podía confiar en algo así.

¿Cómo demonios Wonho conocía su auto?

— Lo siento Wonho, creo que tu estas mint... — el conetrado Wonho no estaba prestando atención a las palabras de Hyungwon ni a la línea de sangre que resbalaba desde su nariz hacia el papel — ¡Wonho! — Hyungwon le levantó la cara y Wonho lo vio confundido — ¿Qué le pasa a tu nariz? ¡Estás sangrando!

Wonho frunció el ceño y se tocó la nariz sintiendo sus dedos humedecerse del espeso líquido rojo y automáticamente una fuerte punzada de dolor apareció en su cabeza, provocando que el libro cayera de sus manos junto al bolígrafo.

— Mierda... — se agarró la cabeza adolorido y mareado, el asustado Hyungwon lo detuvo por la espalda para evitar que se cayera.

— ¿Qué tienes? ¿Estás enfermo? — levantó la cara de Wonho en busca de una respuesta, pero él parecía estar al borde de la inconsciencia.

— No... Yo no... — se masajeó un poco la frente intentando volver a recuperarse — debió ser el golpe...

— ¿Quieres que vayamos a la clínica? — agarraba el rostro de Wonho con preocupación y en ese momento Wonho abrió los ojos.

Pero casi al mismo tiempo que Wonho abrió los ojos, se produjo un apagón que los dejó totalmente a oscuras.

El asustado Hyungwon intentó ver a todos lados en busca de ayuda, pues estar en el callejón tampoco era una buena idea y menos con un casi inconsciente Wonho.

Sacó su celular y encendió la linterna mientras guardaba las cosas de Wonho en la mochila.

— ¿Hyungwon? — el aludido se volteó y enfocó a Wonho con la luz, seguía sangrando y estaba sentado en el suelo, entonces lo vio levantar su mano hacia adentro del callejón que era apenas iluminado por algunos rayos de la luz de la luna — tú también estás viendo eso... ¿Verdad?

Hyungwon dirigió su mirada rápidamente al lugar que Wonho estaba señalandole, sintiendo su corazón latir tan fuerte que podía escuchar sus propios latidos.

Una extraña forma que parecía ser una sombra, apareció detrás de uno de los enormes contenedores de basura.

No tenía una forma específica, pero se desplazaba de una manera terrorífica y lo peor era que iba directamente hacia ellos.

El cuerpo de Hyungwon pareció convertirse en una gelatina, se puso la mochila de Wonho y sin soltar a su gata, ayudó a Wonho a ponerse de pie para huir de allí.

Sentía sus pies como si fueran de plomo y el peso de Wonho no le ayudaba a avanzar rápido a donde quería ir.

De repente su celular se quedó sin batería y de nuevo quedaron en total oscuridad, que por cierto era aterradora.

El frío en su espalda le indicaba que aquella extraña cosa continuaba avanzando detrás de ellos y la presión en su pecho era casi incontenible.

Pero lo hizo, llegó a su auto, al mismo que Wonho había dibujado en aquella página.

Ayudó a que Wonho se sentara en el asiento del pasajero, y luego corrió para ingresar al asiento del conductor.

Encendió el motor y también las luces, sintiéndose un poco más seguro al ver más claramente y se dispuso a salir de allí rápidamente.

Pero antes de que pudiera siquiera poner en marcha el auto, el enorme bulto sin forma se posicionó a unos metros enfrente del auto.

Era algo jodidamente escalofriante, algo parecido a una persona deforme, de gran tamaño y no parecía que estuviera vivo del todo.

Wonho quedó inconsciente dentro del auto y Hyungwon apretó el volante, estaba muy asustado y sin saber que hacer.

El extraño bulto volvió a retomar su recorrido en dirección al auto, pero esta vez con el triple de velocidad que antes, luciendo muy agresivo.

Hyungwon tragó con fuerza ante esa imagen y sabía que no podía retroceder con nada de visibilidad, así que la única opción que tenía era pisar el acelerador.

El fuerte sonido que emitieron las llantas deslizándose sobre el asfalto delataban que Hyungwon había pisado el acelerador a fondo.

Y entonces al ver que iban a encontrarse inevitablemente en la calle, Hyungwon cerró los ojos preparándose para impactar contra el enorme bulto.

Pero para su sorpresa, no impactó con nada y cuando abrió los ojos se dio cuenta que no había rastro de que lo hubiera tocado siquiera.

Y si no fuera porque estaba conduciendo rumbo a su casa, el shook lo hubiera hecho desmayarse.

¿Era real?