(Ashley)

Marcos me invitó a salir de nuevo. Esta vez no fue una cita convencional como las anteriores, de hecho me fue a recoger a mi casa. 

-¿Estas lista? -dijo Marcos mientras me miraba con una sonrisa. Mierd#, sus ojos color ambar eran mas brillantes que sol en plena tarde

Porque si, era tarde. El pensó que sería buena idea salir a esta hora, quizas porque el lugar que me quería mostrar se veia mucho mejor a esa hora. De igual manera me subí al auto de Marcos; Aún no le habia contado mi madre acerca de nuestra relación. Marcos puso en movimiento el auto y puso algo de musica; El era muy fan de esta banda llamada Linkin Park.

-Y... ¿Cómo siguen tus padres? -lejos de no querer hablar de eso, me agradó mucho que se haya preocupado por mí

-Han decidido darse otra oportunidad, al menos por ahora -le dije a Marcos mientras miraba a traves de la ventana mientras posaba mi brazo sobre la manilla de la puerta

-Que bueno, eso me alegra -Marcos me hizo una sonrisa por un momento

Ya era otoño, así que las hojas de los arboles se estaban cayendo y comenzaba a hacer algo mas de frio. 

-"Mierda, ojala fuese traido mi campera" -me decia en mis adentros

-Y... ¿Que tal la escuela? -no se los mencioné pero Marcos es un año mayor que yo, mientras el trabajaba en el cine en las mañanas y de repartidor de pizzas por la noche

-Bien, ya sabes. Haciendo trabajo y esas cosas -mis notas no eran malas, pero tampoco destacaba mucho

-Espero conseguir los ahorros necesarios para poder ir a la universidad, mi madre ya me completó una parte; Ahora el resto depende de mí -lejos de sentirse triste, el rostro de Marcos resaltaba determinación y abundancia. Oí una frase que decía que el amor no está en los lugares que brillan, sino en los lugares que nosotros mismos hacemos brillar; No entendía muy bien lo que se referia, al menos hasta ahora.

-Creo que llegamos -Marcos estacionó su coche, Marcos se bajó rapidamente

Me bajé del auto mientras Marcos me esperaba en la ladera

-Es una linda no es así -se podia ver el arremol y el sol poniendose justo debajo de la ciudad

Marcos se sento, luego yo me senté. Nos quedamos un rato viendo la vista; Podia ver como su mano estaba tan cerca de la mia. A pesar de ser apenas unos cuantos centimetros, la distancia que nos separaba se sentia como años luz.

-Ashley tu... ¿Le tienes miedo a algo? -Alcé un poco mi mirada mientras veia la cara de Marcos. Pude ver como el viento le sacudia su cabello de un lado a otro mientras su mirada se perdía en las pequeñas luces de la ciudad

-No lo sé... quedarme sola tal vez -contrage un poco mis piernas y las enrolle un poco con mis brazos -¿Que hay de ti? -mi mirada que hace unos momentos estaba centrada en aquellas luces volvió hacia el rostro de Marcos

Marcos volteo su rostro hacia donde estaba. Nuestras miradas se conectaron y mi corazón empezó a latir un poco mas rapido. Quizas nuestros ojos no eran del mismo color pero ambos sentiamos lo mismo el uno por el otro.