Capitulo 24 (Parte 2)
Entre esos abre y cierra que mis ojos tenían, pude ver como Marcos me cargaba hacía el auto y me ponía cuidadosamente en el asiento del copiloto mientras me abrochaba el cinturón de seguridad y el auto arrancó.
No sé cuantos minutos pasarón, ni por donde estabamos pasando. Solo alcancé a ver unas pequeñas luces alumbrando el camino. "¿Las estrellas alumbran nuestro camino otra vez?". Después todo se volvió oscuro, como si una neblina gris se hiciera cada vez mas negra a tal punto de no ser capaz de abrir los ojos.
Creo que pasarón dos o tres días, no recuerdo muy bien. Me levanté de una cama cubierta de unas sabanas blancas, no era mi habitación desde luego, ni tampoco la habitación de Marcos. Me dolía muchisimo la cabeza y tenía la mano derecha inyectada por un suero intravenoso. Me logré sentar esforzandome un poco. Pude ver que mis brazos y mi pecho tenían varías cortadas. No eran demasiado grande como si me hubieran atacado con un arma blanca, mas bien se sentia como si me hubiesen caido cristales como si fueran de un espejo roto. Traté de tocar un poco mi cara, pero apenas lo hice sentí un ardor en la mejilla izquierda. ¿También me había hecho daño en la cara? ¿Qué demonios pasó cuando me quedé dormida?
En ese momento hoy como se abría la puerta, pude ver a una mujer rubía con rulos de unos 35 a 45 años. Llevaba una bata blanca y unos papeles en la mano con un boligrafo en su bolsillo del pecho derecho. Tenía unos pantalones algo grandes para ella pero que se veían comodos y unos zapatos de color blanco que llevaban beicrof.
—Oh, veo que despertaste. ¿Como estás? —por su manera de hablar parecía que quizo empatizar un poco con mi estado actual
—¿Donde estoy? ¿Donde está Marcos? ¿Por qué todo se volvió oscuro así de repente?
La pequeña sonrisa que había en el rostro de la mujer poco a poco se diluyó mientras ella suspiraba por su boca.
—Ese era el chico que te acompañaba, ¿No es así?
—Sí, quiero verlo porfavor
—Lastimosamente falleció ayer —las pupilas de mis ojos se contrajeron mientras que mi vista se nublaba poco a poco hasta que vomité salpicando las colchas en la que estaba. Mi corazón comenzó a acelerar en cantidades desproporcionadas a tal punto que varios medicos tuvieron que venir a atenderme e inyectarme otro suero para tranquilizarme. Es gracioso pensar que no estuve ni cinco minutos despierta cuando me volví a quedar inconsciente bastante tiempo.
Después de unos días por bien había despertado. Ya para ese punto mi realidad estaba completamente distorcionada, a tal punto que pensaba que simplemente estaba en un mal sueño. Por desgracia las cosas que queremos que se hagan realidad solo son simples sueños y las que queremos que solo sean pesadillas terminan volviendose realidad. Me senté en la cama del hospital, no tenía nisiquiera ganas para llorar, maldecir o gritar. Tenía los ojos abiertos pero una parte de mí seguía dormida, como si me hubiera transformado en un zombie.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top