01.Boy Irl, Girl Online

En mi búsqueda, entre tantos juegos, conseguí uno muy poco conocido llamado "Magique Landscape". Las pocas personas que hablaban de él, lo recomendaban como uno de los mejores de juegos de rol y alegaban que dicho juego merecía más reconocimiento. Así que decidí descargarlo.


Una vez terminó la descarga, Gerard tuvo que crear un avatar y darle un nombre. Para él, la parte de crear al personaje del juego era la más divertida y también la más larga, ya que a veces era muy indeciso, si le gustaban dos rasgos faciales de los disponibles, como por ejemplo, los ojos, entonces pasaba más de media hora decidiendo qué tipo de ojos le iba a poner y así sucesivamente.

Ni él mismo supo por qué creó un personaje de mujer. En todos los juegos que jugaba, sus avatares eran chicos porque él era un chico, claro está, pero en este juego, decidió romper esa barrera, hacer una excepción y crear un personaje femenino.

Ya que el juego era de magia, tenía distintas opciones con respecto a su personaje; podía crear un hechiceros, brujos, guerreros, hadas, elfos y todo tipo de seres mágicos como centauros, e incluso sirenas. La gran variedad del juego era asombrosa, además de los gráficos, Gerard era muy exigente con los gráficos a la hora de jugar algo, y los gráficos de Magique Landscape cumplían con sus expectativas, eran tan buenos como prometían las personas en aquellos foros de internet; los personajes eran lindos y el diseño de los paisajes era fantástico, el arte era hermoso.

Terminó creando una especie de princesa guerrera, con la perfecta estética de colores rojizos, ya que, en honor a su anterior personaje Party Poison, le colocó un largo y abundante cabello rojo fantasía que iba suelto con dos buns y un flequillo que conformaban el peinado. También le colocó los ojos de color rojo, una piel pálida pero de alguna manera sonrosada al mismo tiempo, un buen cuerpo con bonitas caderas y pechos grandes, además de un bonito traje con tonalidades de colores rojo oscuro y negro. Después del largo proceso de crear el avatar, llegó la hora de colocarle un nombre, lo cual tardó mucho más. Finalmente, Gerard terminó con un papel con varias opciones de nombres escritas, y todo para llamarla "GothClaudia".

— ¡Ah, mierda! — Exclamó en voz alta una vez que el personaje ya había aparecido en la sala principal del juego, listo para jugar. — ¡Me equivoqué de nombre!

Tenía pensado un nombre mejor que ese, pero al final GothClaudia se quedó, no podía cambiarle el nombre, así que le daba pereza volver a crearla para ponerle el otro nombre cool que había pensado.

Apenas entró en el juego, llegó como una especie de elfo mensajero, que le decía "tienes una nueva misión" mientras le entregaba un pergamino. La misión en sí era ir al "Castillo Azul" y vencer a una especie de dragón. En el juego le indicaban a "Claudia" cómo llegar a dicho castillo, y eso hizo. El dragón no era tan grande, supuso que era así porque apenas comenzaba con las misiones, aparte de que aún era nivel dos (subió un nivel por haber llegado hasta el castillo). Por lo tanto, supuso que sería sencillo vencerlo aun cuando su única arma era una rama.

Cada personaje de Magique Landscape tiene "puntos de vitalidad", cada vez que eres herido en estos juegos, pierdes estos puntos y te debilitas, estos puntos estaban representados en una barra, si esta barra llega a cero, tienes que esperar cierto tiempo para que se recargue y volver a entrar al juego. Mientras más alto sea tu nivel, más puntos de vitalidad tienes y más difícil eres de vencer, sin embargo, como Claudia era de nivel dos, perdió muchos puntos cuando el dragón le lanzó fuego una sola vez. Intentó atacarlo de nuevo, y esta vez, el dragón la golpeó con la cola y la mandó a volar contra una pared, perdiendo así muchos más puntos, sólo le quedaba muy poco de la barrita y la muy tonta decidió atacar al dragón otra vez, pues la esperanza es lo último que se pierde. Pero el dragón le dejó la barra en cero. Y al perder la misión, regresó a la sala de jugadores. La calidad del juego era tan buena, que al perder todos estos puntos, Claudia quedó totalmente demacrada; despeinada, con golpes y rasguños.

El juego decía que sus puntos se recargarían en quince minutos, a menos que un compañero que fuera hada, hechicero, brujo o vampiro lo ayudaran con eso, ya que eran los únicos personajes que tenían el poder de regresar puntos de vitalidad a otros jugadores. Pero Claudia no tenía amigos en el juego, así que, por lo tanto, tenía que pasar quince minutos sin hacer nada porque no podía luchar contra criaturas, así que ¿Qué iba a hacer entonces?

— ¡Aaaahhh! — Exclamó Gerard. Tenía la mala costumbre de hablar en voz alta mientras jugaba. — Esto es demasiado distinto a Danger Days.

Se dio cuenta de que, de tantos años sin jugar, había perdido la práctica y había vuelto a ser un novato.

En eso, recibió un mensaje en el chat privado: "¿Estás bien?".

Otro personaje, uno masculino se acercó a Claudia; se trataba de un vampiro. Era un tipo altísimo que utilizaba ropa oscura, era de tez súper pálida, pero adornada con muchos tatuajes de rosas rojas con espinas negras que sobresalían por su ropa, y tenía el cabello blanco y ojos de un gris claro.

— ¿Estás bien? — Le preguntó.

— ¡Qué tatuajes tan geniales!


Joder ¿Lo pensé o lo escribí?

¡AH, LO ESCRIBÍ!


— Estoy bien, estoy bien. — Dijo Claudia después de un largo silencio. — Es sólo que estoy atorada en una misión, perdí mis puntos de vitalidad y regresé aquí.

— Ah, eres nueva, así que supongo que estás en la misión del Castillo Azul ¿No? Esa misión es un poco complicada a pesar de ser la primera. El juego puede llegar a ser difícil cuando estás empezando. Por ejemplo, al principio no te das cuenta que necesitas subir al nivel cinco para ganarle al dragón sin problemas.

— ¿Y cómo subo de nivel si no es cumpliendo esa misión?

— No necesitas cumplir las misiones para subir de nivel, en este juego puedes hacer lo que quieras y hay muchas actividades que te ayudan a ganar puntos. No tienes que limitarte... ¿Quieres explorar un poco el mundo, Claudia? — La misma Claudia se sorprendió ante aquella invitación inesperada de aquel vampiro llamado "Kyran" (no había leído su nombre aún).

— Me parece bien, de todos modos, tengo que esperar quince minutos para recargar mis puntos de vitalidad.

— Ah, no te preocupes por eso.

Gerard observó cómo en la pantalla los personajes se detallaban mejor, y se veía cómo el rostro de Kyran se acercaba mucho hasta el de Claudia y luego soplaba; de sus labios salía una especie de bruma de color rojo brillante, la cual envolvió a la guerrera y luego le regresó todos sus puntos de vitalidad. Aquello había sido todo un espectáculo; una vez que se sumió en aquella aura mágica, Claudia se regeneró completamente, así que sus magulladuras desaparecieron por completo. Gerard estaba amando el arte del juego.

Kyran y Claudia estaban recorriendo un lago; el escenario era sublime, se veían montañas a lo lejos, hadas pequeñas revoloteando, sirenas yendo de un lado a otro a través del lago, además de que cada rincón de ese mundo virtual guardaba una perfecta estética de colores.

— ¿Sabes? — Preguntó Claudia. — Yo me pregunto... ¿Por qué los vampiros aquí tienen el poder de dar puntos de vitalidad? ¿No debería ser lo contrario? ¿No deberían quitarlos o algo así?

— También podemos hacer eso. — Respondió. — Cada personaje tiene un poder especial. Los vampiros pueden quitar las energías de la misma manera que pueden regresarla a los jugadores, además de que somos muy rápidos y que podemos volar.

— Dios ¿Por qué mejor no elegí ser una vampira?

— Los guerreros también tienen sus ventajas. — Rió. — Pueden subir de nivel y obtener fuerzas más rápido que los demás ¿Sabes que para un jugador normal de nivel uno los puntos de vitalidad se recargan en veinte minutos? — Claudia negó con la cabeza. — También tienen otras cosas que dejaré que descubras por ti misma... Este juego, como ya dije, es complicado al principio. Pero los escenarios son muy bonitos y conoces a personas geniales aquí, así que es un escape reconfortante.

—... Eso es justo lo que necesitaba.

— Así que... Tienes todo el tiempo del mundo para entrar a un gremio o crear uno.

— ¿Tú estás en un gremio?

— Así es. Suelo jugar siempre con las mismas cuatro o cinco personas, el gremio es más grande, pero nosotros somos los únicos constantes... Hay espacio para ti, si quieres.


¡NO PUEDE SER!

¿ME ESTÁ PIDIENDO ENTRAR A SU GREMIO?


Gerard siempre parecía un idiota cuando jugaba, porque, ya que él amaba los juegos al punto en que sentía que los vivía en carne propia, hablaba en voz alta mientras escribía lo que decía el personaje, al mismo tiempo que se emocionaba mucho cuando sucedían cosas como esa; había conocido a un personaje genial de un videojuego, hacía mucho que no sabía lo que era eso.

— Bueno, Claudia, sabes que no estás obligada a seguir conmigo el resto de tu camino en este juego, si quieres yo puedo dejarte aquí con un poco más de conocimiento y seguir nuestros caminos por separado, pero si quieres... Podemos jugar juntos ¿Te parece?

Una solicitud de amistad por parte de Kyran apareció en la pantalla.

— ¡AAAAAAAAHHHHH! — Chilló Gerard, moviendo frenéticamente sus manos.

Una vez que pasó la emoción del momento, aceptó la solicitud. Claro que quería amigos en el juego, y ese tal Kyran le estaba cayendo muy bien, le inspiraba comodidad por alguna razón.

Cuando se hicieron amigos en el juego oficialmente, Claudia y Kyran continuaron juntos su travesía, en la cual Kyran le estaba mostrando a su nueva amiga las alternativas para subir de nivel, que eran como mini-misiones que se presentaban haciendo clics en sitios estratégicos, por ejemplo; si ves a duende triste, puedes hacer clic en él, entonces te contará una historia sobre cómo perdió su oro y luego te pedirá ayuda para encontrarlo, tú decides si aceptar la misión o no, y si la aceptas, al encontrar el oro y regresarlo al duende, ganas XP para subir de nivel y también tienes la posibilidad de obtener algún objeto especial.

A punta de misiones de ese tipo, Claudia consiguió al menos un escudo que la ayudaría a defenderse cuando el dragón le lanzara fuego o en cualquier otra lucha. Cuando luchaba con criaturas, Kyran la ayudaba y le regresaba puntos de vitalidad cuando los necesitaba.

Jugaron tanto que no se percataron de que Claudia ya estaba lista para matar al dragón sino hasta que llegó al nivel diez. Habían jugado demasiado, se les estaba yendo el tiempo volando y no se daban cuenta.

Cuando regresaron al Castillo Azul, con ayuda de Kyran, Claudia logró vencer al dragón y como bonificación por ello, subió tres niveles más y ganó una espada de plata, la cual Kyran le dijo que era buena para empezar. Una vez que matas a cualquiera de los dragones con los que tengas que enfrentarte, en el castillo queda un cofre con distintos premios, aunque, claro, la calidad de los premios también depende del nivel del jugador. Al abrir ese cofre, Claudia no obtuvo más que cinco mil monedas de oro y un collar de cuero, casualmente era idéntico a las muñequeras que Kyran llevaba puestas.

— Bien... — Dijo Kyran. — Ya vendrán cofres con cosas mejores, sólo tienes que seguir subiendo de nivel. También tienes la alternativa de conseguir cofres con dinero del juego.

— ¿Qué dices? — Algo que había llegado a enternecer un poco a Kyran durante esas horas de juego y que lo motivaba a disfrutar tanto jugar con Claudia, era precisamente el entusiasmo que mostraba ella, expresaba tanto lo mucho que le gustaba jugar, que transmitía ese mismo amor por el juego. — ¡Pero sí me gustan estos premios! ¡Mira, el collar hace juego con tus muñequeras!

— ¡Es cierto! — Admitió. — Se parecen mucho.

El collar desapareció de las manos de Claudia y apareció puesto en su cuello.

— Te queda muy bien. — Le dijo Kyran, a lo cual Gerard convulsionaba detrás de la pantalla. — Puedes usarlo hasta que consigas algo mejor.

— ¿Es una broma? — Gerard estaba todo sonrojado mientras tecleaba. — Lo usaré por siempre, así estaremos combinados.

— Woah. — Kyran parecía sorprendido, al menos así lo quería interpretar Gerard. — ¡Eres genial, Claudia! No recuerdo haberme divertido tanto jugando esto y... ¡Diablos! ¡Son las tres de la mañana! — Dijo de repente.

Gerard bajó la mirada hacia el icono con la hora en la barra de herramientas de su ordenador, y era cierto. Dedujo que Kyran estaba ubicado en una misma zona horaria que él. Sin embargo, el horario era lo de menos cuando se dio cuenta de que habían estado jugando juntos por más de seis horas, ninguno de los dos había tenido noción del tiempo de lo mucho que se estuvieron divirtiendo jugando juntos.

— ¡Me gusta mucho jugar contigo! — Dijo Kyran. — Y si fuera por mí, me quedaría jugando contigo hasta el amanecer, pero tengo empleo a las 7 am, así que sólo tengo dos horas para dormir. Moriré.

— ¿Podemos jugar juntos de nuevo mañana? O mejor dicho... ¿Esta noche?

— ¡Claro! Usualmente me tomo al menos dos horas después del trabajo para jugar... Pero creo que esta vez me excedí. Me estuve divirtiendo tanto que se me fue la noción del tiempo.

— Ya ve a descansar un poco. Buenas noches ¿Sí? A mí también me gustó mucho jugar contigo, por eso no quiero que sea la última vez.

— ¿Puedo preguntarme una última cosa antes de irme?

— Por supuesto, lo que sea.

«Nada que tenga que ver con mi edad o identidad de la vida real, por favor». Se dijo Gerard.

— ¿Por qué "Goth Claudia"? Es decir... Eres la primera persona en este juego que utiliza su nombre real. Asumiendo que sea tu nombre real, claro.


Esa pregunta logró golpearme un poco emocionalmente, no por el hecho de que soy un hombre jugando un rol femenino en un juego, sino porque esa misma pregunta me la hizo Fun Ghoul cuando jugamos juntos por primera vez.


«— ¿Por qué "Party Poison"?

— ¿Cómo que por qué?

— ¿Cómo se te ocurrió ese nombre?

— En ese caso... ¿Por qué "Fun Ghoul"?

— No es por Tokyo Ghoul. — Rió. — Muchos me lo preguntan y ¡No! En realidad es por "Las Mil y una Noches", desde entonces quedé intrigado por esa clase de criaturas, investigué más y sí, me parecen geniales, el "fun" se lo agregué porque sí, no tiene más explicación. Ahora que yo te expliqué mi nombre en el juego, tienes que explicarme el tuyo.

— Ah... Es porque todos los chicos que me conocen de la universidad creen que soy un aguafiestas ¿Entiendes?».


Esa fue la primera vez que Gerard compartió un poco sobre su vida de inadaptado con alguien, pues no era algo de lo que hablara con su hermanito, mejor conocido como el niño que lo veía como un héroe.

— Sí, es mi nombre real. — Respondió, ¿Qué carajo? No es como si fuera a conocer al tal Kyran en persona alguna vez, quizás él estaba por ahí en otro estado con su misma zona horaria y ya.

— Es extraño, ya lo dije, nadie se coloca aquí su nombre real. Al menos, no mis amigos.

— ¿Por qué "Kyran"?

— Ah, porque era el nombre más vampiresco que se me ocurrió. Quería llamarme "Blood Infections" pero tuve un ligero conflicto.

— ¿Ah sí? ¿Cuál?

— Pues que sabía que nadie me iba a llamar así. Digo... Es muy largo decir "hola, Blood Infections", "¿Cómo estás, Blood Infections?", o me iban a llamar Blood o me iban a llamar Infection, y ninguna de las dos por separado suena bien... Mucho menos la segunda. Así que elegí Kyran.

— Eso... — No sabía qué decir. — Es cool.

— Bueno, Claudia, fue un placer jugar contigo. Nos vemos después, deberías ir a dormir también.

— Descuida, buenas noches.

Así, Kyran desapareció y apareció desconectado en la lista de amigos de Claudia, lista en la que sólo estaba su nombre.

— Gracias, por este maravilloso momento, Kyran. — Dijo Gerard limpiando dos pequeñas lágrimas que apenas se asomaron por sus ojos a causa del sentimiento que le había causado haber jugado Magique Landscape.


¿Cómo es posible recibir tanto calor humano a través de la pantalla?

¿Cómo es posible que me sienta tan feliz en este momento?

Había olvidado cómo se sentía.

No me sentía así desde que jugaba hace años y tampoco había sentido ese confort con alguien desde que jugaba con Fun Ghoul. 

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