Cerré mis ojos, pensé en unicornios y volteé, ahora lo vi en donde yo estaba sentado, era un descarado, no dejaba de mover su mano sobre su miembro, adolescente hormonal.

— Me hubiera quedado en casa — dije sentándome a su lado

Los minutos pasaban, era incómodo escuchar sus gruñidos, quería irme, tenía que irme porque sentía sus feromonas, me estaba excitando.

— Voy a dormir... — dije poniéndome mi tapa ojos, tenía que hacerlo porque mis ojos inevitablemente iban en dirección a él

— Profesorcito... — escuché su voz ronca que hizo que todo mi cuerpo se estremezca — profesorcito... — sentí su mano en mi brazo, intenté alejarlo, pero fue inútil, sentí como de inmediato mi mano fue a parar a algo duro y caliente — profesorcito, ayúdeme... —

— Dé-déjame — dije intentando soltarme de su agarre

— Estoy en mi último día de celo, por favor, ayúdeme — dijo cerca de mi oido — yo sé que quiere... —

Empecé a mover mi mano, sentía como resbala rápidamente en mi mano, sentía lo caliente y húmedo que estaba. Mi respiración estaba agitada, esto era peligroso, alguien podría vernos.

— Ya-a no puedo — dije soltándolo, intenté ponerme de pié pero de inmediato sentí como era agarrado de la nuca, sintiendo unos labios impactar contra los míos

Intenté separarme, pero me era imposible, me sentía mareado por la excitación.

— Chúpalo — dijo separándose de mí

— ¿Qu-qué? —

— Quiero que lo chupe profesor —

— Yo... —

— Lo dejaré de molestar si lo hace —

— ¿Mientes? —

— Descubralo —

Me agaché, poniendo mis piernas en el asiento, sintiendo el olor más intenso abajo, sintiendo el calor que emanaba, de por sí en el bus ya hacía calor, pero igual podía sentir más calor, mucho más. Nunca había hecho algo así, no sabía que hacer, solamente hice lo obvio, pasar mi lengua por toda su extensión. Estaba chupando ese gran trozo de carne, sintiendo como se hacía más grande y palpitaba en mi boca.

— ¿Te gusta cierto? — preguntó en voz baja, pasando su mano por mi trasero — ¿Está mojando sus bragas profesor?, ¿Le gustaría que lo ayude? —

— No-o — gemí al sentir un dedo suyo hundirse por encima de la tela — sa-saca tu... ¡Ahg! —

— Mire nomas lo humedo que se encuentra — dijo sin dejar de torturarme ahí

Tuve que tapar mi boca, en serio era demasiado, quería moverme, pero mis alumnos estaban en el mismo bus, temía que nos atraparan así.

— No deje de chuparme — dijo haciendo que baje mi cabeza de nuevo — hazlo, chúpelo —

Intenté respirar hondo y lo hice, gemidos bajos eran los que botaba mientras pasaba mi lengua por todo su miembro, sentía lo duro que estaba, quería eso dentro mío.

— ¡Uhg! — gemí al sentir como mi pantalón era bajado

— Shh — dijo sonriendo, parecía divertirse con la situación — también quiero hacerlo sentir bien —

— ¡Ahn! — gemí sintiendo sus gruesos dedos entrar — pa-para —

— Profesor — escuché la voz de una alumna, sé su nombre, pero en éstos momentos no tengo nada en la cabeza

— ¿Sí-í? — pregunté intentando alejarme de él

— Quería saber si puedo usar el baño —

— Es-espera — dije intentando sacar los dedos de Jungkook de mi interior — no-o — gemí al sentirlas aún más adentro

— ¿No puedo? —

— No-o, sí-í — gemí mordiéndome la mano

— Ok, gracias profesor —

Supliqué para que se detenga, pero no hice nada para que lo hiciera, me gustaba la sensación, sentía como inconscientemente empujaba mi trasero contra sus dedos, ya a este punto había abandonado mi moralidad o algo que tuviera relación a eso, ya no me importaba, solo me dedica a gemir y chupar ese duro, jugoso y caliente pene, sintiendo como pronto me vendría.

— Humm — lo escuché gruñir mientras con su otra mano hundía más mi cabeza — lo hace muy bien profesor, en serio tiene una lengua muy buena —

— Mé-mételo — gemí sintiendo mi interior picar — mételo Jungk-jungkook —

— ¿Qué meto? —

— Mete tu pene — dije con los ojo cerrados

— Hummm me gusta como suena eso — dijo riéndose suavemente — pero ya llegamos —

— ¿Qu-qué? — pregunté con desconcierto al sentir como sus dedos abandonaban mi interior y sentir que era empujando, haciendo que de inmediato me saque mi tapa ojos, viendo como se arreglaba su ropa

— Profesor, llegamos — dijo poniéndose de pie mientras se alzaba su pantalón, yéndose mientras me dejaba todo un desastre

Junté todas mis fuerzas y me puse de pie, salí viendo todo vacío, no había nadie, ya se habían ido. Salí y el ardiente sol chocó contra mi cara, fue molesto, me sentía fastidiado.

— ¡Taehyung! — escuché la voz de Jimin, rápidamente sentí como me abrazó — ven, vamos a comer —

— Pe-pero, ¿Y los demás...? —

— Tus alumnos son grandes, los míos también, no te preocupes, además hueles a fer... seguro es por estar encerrado con esos mocosos — dijo sonriendo para jalarme a un restaurante que estaba dentro de la gran villa a la cual habíamos venido

— Taehyung — dijo Hoseok apenas me vio

— Hola — dije intentando sonreír

— Siéntate Taehyung, debemos de comer — dijo sonriendo — ya son las doce — dijo sentándose al lado mío

Estaba aburrido, toda la comida fue así, me sentía mal, estaba estresado, Jimin no dejaba de hablar y hablar, yo no quería comer más. Estaba estresado, muy tenso, no pude correrme, no pude liberarme, me siento frustrado y estresado, y escuchar a Jimin hablar sin parar de mí, de Hoseok y de todo el mundo no ayuda. Estoy, muy estresado y tenso, es lo único en lo que puedo pensar.

— Mi amigo es tan linda persona, es un amor de dios, en serio Hoseok, solo un idiota lo dej... —

— Me voy — dije poniéndome de pie

— Pero no has terminado de comer —

— Quiero caminar — dije viendo como Hoseok se ponía de pie — solo, me duele la cabeza, por favor, quiero ir solo — dije yéndome rápidamente

No sabía a donde ir, solo quería estar solo, en serio, estaba de muy mal humor. Fui hasta un establo, era pequeño, pero no había nadie aquí, es raro porque se supone que hay animales, deberían haber niños aquí, pero no, nadie viene, pero mejor para mí.

Entré a uno de los establos, olía bien, estaba limpio, creo que podría dormir aquí, a las seis nos iríamos, tenía cinco horas para poder dormir

— Por fin... — dije sonriendo

— Profesorcito — de inmediato volteé cuando lo escuché

— ¿Q-qué haces aquí?, vete — dije viendo como se acercaba, lentamente, sin dejar de verme

— Uy, pero qué carácter, ¿Está molesto? — preguntó sonriendo, no dejaba de acercárse

— Vete — dije cruzándome de brazos, viéndolo fijamente

— ¿Seguro? — preguntó poniéndose al frente mío — podría hacer que se la pase muy bien — susurró cerca a mi oído — como esa vez en la playa, o como esa vez en el baño, lo haré sentirse muy bien — sentí como pasó su mano por mi espalda

— No-o... —

— Vamos, sé que quiere — susurró contra mi oído

— Yo... —

— Usted lo sabe — dijo alejándose un poco, dejando su rostro a unos centímetros del mío

— Sí, lo sé — dije tirándome encima de él

Enredé mis piernas a su torso, él avanzó y me tiró contra el heno que se encontraba ahí por suerte.

— Debemos de ser discretos — dije viéndolo fijamente

— Lo sé... — dijo viéndome los labios — póngase de pie, bajé su pantalón y siéntese — dijo alejándose de mí

Hice lo que me pidió, él también hizo lo mismo, pero él se sentó encima del heno. Me acerqué, puse mis piernas a sus costados y me senté, sintiendo la punta entrar poco a poco.

— Humm — gemí agarrándome de sus hombros — humm —

— Esta es como la paga por lo del bus, lo hizo muy bien profesor — dijo dándome

— Ahg — gemí sintiendo como daba dentro mío

— Lo hizo tan bien, su lengua es tan cálida —

— ¡Uhg! —

— Pero creo que en vez de ser una paga esto es un premio para mí — dijo riéndose — su interior es tan caliente, me derrito dentro —

— Mu-muevete — gemí desesperado por más

— Como desee — dijo agarrándome de las caderas para subirme y bajarme con fuerza

— ¡AHG! — gemí saltando, mi cabeza daba vueltas, Dios, era tan bueno, tanto que sentía que me correría pronto — ¡AHG!, ¡UHG! —

El sonido chicloso que nuestros cuerpos provocaba era tan obseno, era tan excitante, el sentir como tocaba todas mis paredes, como entraba y salía por completo de mí me volvía loco.

— ¡Humm! — gemí gustoso, tenía una enorme sonrisa en el rostro, era bueno, muy bueno, se me había ido completamente el sueño de hace un momento

Jungkook me volteó quedando ahora yo echado sobre el heno y él dándome duro, podía ver perfectamente su rostro sudado.

— Má-más fuerte — gemí sintiendo mi cuerpo temblar — más, da-dame más —

— Mierda, eras tan rico —

— Más, má-más profundo —

— Di mi nombre —

— Ju-ungkook, dame más — gemí sintiendo cada vena, cada palpitación, cada centímetro de su gran pene, como me estaba reventando hasta más no poder

— Voy a correrme — gruñó contra mi oido

— Yo-o también — gemí agarrándome de su polo — humm, humm —

Sentía como crecía, sentía como mis paredes no podían soportar tal tamaño, era tan grande, la cabeza golpeaba repetidas veces mi útero, sentía como me abría más y más.

— ¡AHN! — gemí viniéndome, sintiéndome lleno de vida, sintiendo como mi interior se apretaba mucho más alrededor de él

— ¡UHG! — gruñó dándome duro, haciendo que me quedara sin aire

— A-ahg — gemí sintiendo el nudo, sintiendo los chorros de semen dentro mío

— Mierda — gruñó tirando su cabeza en mi pecho

— Humm — gemí moviéndome levemente — ¿Era tu último día de celo? —

— No, te mentí, terminó hace días —

— Lo sabía — dije sintiendo como bajaba el nudo — ay, muévete de nuevo —

No sé cuanto tiempo estuvimos así, solo sé que agradezco que a nadie se le haya ocurrido ir a los establos.

— Sí, así dame — gemí en voz baja

Estábamos en el bus, sentados atrás. Me encontraba sentado encima de él, moviéndome encima de su pene.

— ¿Esto qué significa profesorcito? — preguntó Jungkook agarrándome del mentón

— Que me encanta tu pene — dije agarrándolo de las mejillas para besarlo, sintiendo como se venía dentro mío de nuevo

— Faltan aún una hora — dijo sin dejar de moverse

— Tú solo sigue, yo te digo cuando paras — gemí sonriendo, me sentía bien, oh, muy bien, todo ese estrés se me había ido, todo ese mal humor no estaba, todo el cansancio había desaparecido. Era el omega más feliz y complacido ahora mismo — ¡Ahg! — gemí sin dejar de sonreír