Capítulo 6

Jimin sonrió ampliamente al mirar su pintura terminada. Sus manos le dolían un poco porque hacía demasiado tiempo que no pintaba, pero había valido la pena. Ahora que podía ver el resultado, se sentía orgulloso. Aunque fuera algo simple, Jimin estaba feliz de volver a hacer algo que amaba.

Limpiando un poco sus manos en su delantal, tomó su teléfono y le tomó una foto. ¿Y si se la enviaba a Jungkook para mostrársela?

Jimin se mordió el labio inferior tímidamente mientras veía la foto de su pintura. Gracias al chico, su inspiración había regresado. Enseñarle su pintura, aunque no fuera la mejor, sería una forma de agradecerle.

"Gracias por motivarme a reencontrar mi inspiración. Al parecer, la búsqueda ha dado resultados."

El mensaje fue leído unos segundos después y Jimin se sintió un poco ansioso por leer la respuesta, ya que había dibujado los peces favoritos de Jungkook.

"¡OMG! Jimin, eres grandiosa. No tengo palabras para definir lo que estoy viendo más que como lo que es: una maravillosa obra de arte. Cada detalle es tan perfecto como los que vimos en el acuario. Tu talento es fuera de este mundo."

Las mejillas de Jimin se tornaron carmesí al leer el mensaje y no pudo evitar sonreír aún más amplio.

No exageres! Hacía mucho que no pintaba nada y estaba nervioso de no poder terminarla."

"No estoy exagerando, Jimin. ¿Somos amigos, no es así?"

Jimin leyó la pregunta con una sonrisa. ¿Le gustaría ser amigo de Jungkook? Por supuesto que sí.

"Sí, somos amigos."

"Bueno, debes saber que los amigos siempre deben ser honestos. Si te digo que es una pintura increíble, estoy siendo sincero. Es una obra tan hermosa como el artista que la plasmó en el lienzo."

"¡Eres todo un adulador!"

Respondió Jimin sin saber qué otra cosa escribir.

"¡Claro que no lo soy! Solo sé apreciar el arte cuando lo veo."

"Está bien, te creo. Y gracias por todo."

"No necesitas agradecerme, Jimin. Me siento feliz de que estés pintando otra vez y que las personas puedan apreciar tu arte."

"Eres el primero al que le muestro la pintura."

"¡Oh! Ahora me siento aún más afortunado de ser el primero. Además, me autoproclamo tu fan número 1."

Jimin dejó salir una risa divertida.

"¡Estás loco, Jungkook!"

"Las mejores personas lo están, ¿no crees?"

"No lo sé, supongo que a veces es necesaria un poco de locura."

"¡Exacto! En ocasiones se siente liberador hacer algo espontáneo, como despertar y decir '¡Hoy cambiaré el color de mi cabello a uno rosa!' y simplemente hacerlo porque quieres."

Jimin sonrió. A él le gustaría poder tomar ese tipo de decisiones fugaces, pero pintarse el cabello de rosa no era una opción. Youngjae pondría el grito en el cielo e incluso imaginar la cara que pondría su marido fue gracioso.

"¿Por qué de color rosa?"

"Es el color de las flores de los árboles de cerezo. Me gusta."

"¿Por eso le pusiste Sakura a tu mascota?"

"Sí, aunque también por una historia que me contaba mi madre."

Jimin sintió que la curiosidad lo invadía.

"¿Puedo saber la historia?"

"¡Por supuesto que sí! Te la contaré mañana cuando vayamos con Sakura al parque. Ella está demasiado emocionada por verte otra vez."

"Yo también quiero verla. Entonces nos vemos mañana."

"Hasta mañana, Jimin. Ten dulces sueños."

"Descansa, Jungkook."

Jimin dejó salir un suspiro con una hermosa sonrisa adornando su rostro. Él estaba demasiado feliz de que a Jungkook le gustara la pintura, pero lo estaba aún más por tener al chico como su amigo.

SeokJin tenía razón: no había nada de malo en conocer nuevas personas. Además, Jungkook era un chico interesante, divertido y lleno de sorpresas.

— ¡Jimin! — En ese momento, la voz de Youngjae se escuchó en un grito.

Jimin levantó la vista al reloj de la pared. ¡Oh, santos cielos! El tiempo había pasado volando mientras pintaba. Ya pasaban las nueve de la noche y él no había preparado la cena.

Se quitó rápidamente el delantal y salió de la habitación directo hasta donde escuchaba la voz de su esposo llamándolo.

— ¿Dónde diablos estabas metido? — preguntó Youngjae claramente enojado, con el ceño fruncido.

—Lo siento, Jae. Estaba en mi taller, se me fue el tiempo y no he hecho de cenar. Pero, ¿quieres que te prepare algún bocadillo rápido? — preguntó.

—Ya cene— respondió Youngjae entre dientes.

Jimin lo conocía lo suficiente y sabía que su esposo estaba molesto, así que prefirió ir a la cocina para cortar frutas para el.

Youngjae tomó asiento frente al mesón. — Ayer regresé aquí casi al mediodía y tú no estabas. ¿A dónde fuiste y sin chofer?— Exigió saber.

Jimin levantó la mirada encontrándose con los ojos de su esposo. — Fui por un libro a la biblioteca y me gusta caminar un poco.

— ¿Y tardaste toda la maldita mañana buscando un libro? Porque me informaron que saliste muy temprano — Youngjae lo miró a los ojos.

Jimin se aclaró la garganta, esperando que su esposo no se molestara aún más — Me encontré con un amigo, tomamos un café y almorzamos — le contó.

— ¿Acaso SeokJin no tiene un marido y un hogar que atender?, ese tipo solo sirve para hacerte perder el tiempo— preguntó con disgusto.

—El es un buen amigo, Jae, y no fue con SeokJin con quien almorcé, y tú sabes muy bien que Jin es un hombre ocupado. Él y Namjoon trabajan juntos en la compañía Kim — contestó Jimin.

— ¿Con quién saliste entonces? — volvió a preguntar Youngjae.

—Es un amigo que conocí un día en el parque. Es fotógrafo y nos encontramos ayer por casualidad en la biblioteca.

Jimin tragó mientras lentamente cortaba una manzana.

—Bien, pero no vuelvas a salir sin chofer. Sabes que no me gusta y cuando salgas llámame primero— fue lo único que le dijo Youngjae, mirando su celular. — ¿Preparaste mi maleta? Salgo a primera hora mañana.

—Claro, todo está listo — respondió Jimin sirviendo todo en un plato.

Youngjae lo miró fijamente un momento. — ¿Por qué tienes la mejilla manchada de pintura?

— ¡Oh! — Jimin sonrió. — Como te dije, estaba en mi taller pintando un poco.

—Mgm — fue lo único que hizo su esposo antes de llevar frutas a su boca. — Iré a preparar unos papeles que necesito para mañana — dijo levantándose con el plato en la mano.

Jimin se mordió el labio inferior. — ¡Jae! — lo llamó.

Su esposo se detuvo dándose la vuelta para mirarlo. — ¿Qué?

— ¿Quieres ver la pintura que hice? — preguntó bajito.

—Voy a organizar unos papeles importantes, no tengo tiempo para tonterías, Jimin — dijo antes de seguir su camino a su estudio.

Jimin dejó salir un suspiro. Había sido estúpido de su parte preguntarle eso, pero no podía negar que le dolió un poco que su esposo considerara el hecho de que volviera a pintar como una “tontería”.

Lavó los utensilios que usó para cortar las frutas y luego fue a su habitación para darse una ducha. Cuando entró al baño y se miró en el espejo, se dio cuenta de que tenía las mejillas manchadas de color azul y no pudo evitar sonreír. Eso le recordó las palabras que le dijo Jungkook refiriéndose al color azul de sus ojos.

Así que tomó una decisión. ¡Mañana le obsequiaría la pintura a Jungkook!

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Aquí les dejo un nuevo capítulo ❤️

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