capítulo 35

La gran galería de arte estaba iluminada por luces suaves que destacaban cada una de las pinturas de Jimin, y la atmósfera era de expectativa y admiración.

La inauguración de la exposición de Jimin había atraído a críticos de arte y amigos, las paredes estaban adornadas con sus obras, cada una reflejando su talento y cada momentos vividos con Jungkook.

Jimin, en un elegante traje negro observaba a los asistentes que se detenían a admirar su trabajo, la multitud se movía entre las pinturas sus manos sudaban ligeramente, y podía sentir el latido acelerado de su corazón. Se había esforzado tanto para llegar hasta aquí, pero en ese momento, la inseguridad amenazaba con eclipsar su alegría.

El murmullo de la sala aumentó de volumen, y de repente, la atención de todos se centró en el pequeño escenario al fondo de la galería. Christopher Bang, tomó el micrófono y sonrió a la audiencia —Bienvenidos a esta noche especial, donde celebraremos el talento emergente de un artista que ha capturado la atención del mundo del arte. Estoy emocionado de presentar a Jimin, un verdadero artista revelación, cuyas obras no solo son visualmente impresionantes, sino que también transmiten emociones profundas y relatos conmovedores—

El corazón de Jimin dio un vuelco al escuchar su nombre. Sintió cómo la adrenalina corría por sus venas. La multitud aplaudió, un sonido cálido y acogedor que lo envolvió. Se sintió pequeño pero inmensamente agradecido.

—Jimin ha dedicado su vida a explorar su creatividad, y Lienzo de amor es una colección es una representación de exactamente eso, el amor sin fronteras, sus obras tienen una historia que contar y un sentimiento que transmitir — continuó el Christopher —Así que, por favor, acompáñenme a recibir a Jimin—

La audiencia estalló en aplausos mientras Jimin se acercaba al escenario, sintiendo cómo la calidez del reconocimiento lo envolvía. A su lado, Jungkook sonreía con orgullo, y eso le dio el valor que necesitaba.

Al llegar al micrófono, las manos de Jimin temblaban ligeramente —Gracias a todos por estar aquí esta noche. Para mí, esto es un sueño hecho realidad. Estoy increíblemente agradecido por el apoyo de cada uno de ustedes, y especialmente por el de  mi novio Jeon Jungkook, que siempre ha estado a mi lado dándome animos para encontrar mi inspiración, eres mi musa, amor —dijo, mirando a su novio, sus ojos brillaban de la emoción.

La sala se llenó de aplausos una vez más, y Jimin sintió que una mezcla de nervios y felicidad estallaba en su pecho. Se tomó un momento para respirar hondo y sonreír. La ansiedad que lo había estado consumiendo se disipaba lentamente, reemplazada por un sentido de pertenencia y propósito.

Mientras continuaba hablando sobre su arte y las historias detrás de sus obras, Jimin se dio cuenta de que este era solo el comienzo. Con el apoyo de Jungkook y el cariño de la audiencia, estaba listo para enfrentar cualquier cosa.

La gente se detenía a admirar y comentar sobre su trabajo, y Jimin no podía evitar sentir una mezcla de orgullo y felicidad.

Justo en ese momento, vio a su abuela entrar por la puerta, con una sonrisa radiante y los ojos brillantes de orgullo. Jimin sintió que su corazón se llenaba de calidez al verla acercarse.

—¡Jimin, querido! —exclamó, envolviéndolo en un fuerte abrazo—. No puedo creer lo lejos que has llegado. Estoy tan orgullosa de ti.

—Gracias, abuela —respondió Jimin, con la voz entrecortada por la emoción—. Esto significa mucho para mí.

Su abuela se apartó un poco y, con un guiño travieso, le extendió un pequeño paquete envuelto con esmero.

—Tengo algo para ti —dijo, su tono juguetón haciendo que Jimin se preguntara qué podía ser.

Al abrir el paquete, descubrió un contrato firmado por Youngjae, donde se comprometía a no interferir nunca más en su vida. Jimin se quedó boquiabierto por un momento, luego miró a su abuela con una mezcla de sorpresa y diversión.

—¿Qué es esto? —preguntó, sin poder contener una sonrisa.

—Es una garantía —explicó su abuela, cruzando los brazos con satisfacción—. Quería asegurarme de que supieras que tu felicidad es lo más importante. Si eso significa mantener a Youngjae lejos, ¡entonces eso es lo que haremos!

Jimin no pudo evitar sonreír y negar con la cabeza—Abuela, esto es... inesperado.

—Es solo un pequeño recordatorio de que tienes el derecho de vivir tu vida como quieras, sin importar lo que piensen los demás —dijo ella, acariciando su mejilla con ternura.

—Gracias, de verdad. ya no quiero pensar en él —respondió Jimin, sintiéndose más ligero al dejar atrás esos pensamientos oscuros. Con una sonrisa sincera, se lanzó a los brazos de su intrépida abuela, quien siempre había estado a su lado en los momentos difíciles.

—Siempre estaré aquí para apoyarte, Jimin. Y estoy segura de que esto es solo el principio de grandes cosas —dijo su abuela, abrazándolo con fuerza.

—Lo sé, abuela. Y esto... esto es lo que realmente quería —le dijo Jimin, mirando a su alrededor, apreciando la galería y a todos los que lo apoyaban—. Este es mi nuevo comienzo.

Justo en ese momento, Jungkook se acercó, sonriendo con orgullo—Jimin,esto es increíble—

Jimin sonrió, su rostro iluminado por la felicidad. —No podría haberlo hecho sin ti, Jungkook. Tu apoyo significó el mundo para mí—

Jungkook la miró a los ojos con ternura. —Estaré a tu lado en cada paso, no importa qué—

Mientras Jimin estaba ocupado saludando a los invitados y respondiendo preguntas, Jungkook se encargaba de la promoción y aseguraba que todo estuviera en orden. La noche avanzó sin problemas, y el éxito de la exposición se hizo evidente en los comentarios y elogios que Jimin recibía.

Al final de la noche, cuando la galería comenzó a vaciarse y las luces se apagaron gradualmente, Jimin y Jungkook se encontraron solos en medio de la galería, rodeados por las pinturas que habían marcado un nuevo comienzo en la vida de Jimin.

—Lo hicimos —dijo Jimin, abrazando a Jungkook con fuerza. —No puedo creer que esto esté realmente pasando.

Jungkook le sostuvo con cariño, acariciando su cabello. —Lo hiciste tú. Eres increíble, Jimin. Estoy tan orgulloso de ti.

Jimin levantó la vista, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad. —Gracias por siempre estar ahí. Sin ti, no habría logrado nada de esto.

Jungkook inclinó la cabeza y le dio un tierno beso.

Después de una noche mágica en la galería, Jungkook tomó la mano de Jimin y lo condujo hacia el ascensor del edificio. Jimin miró a Jungkook con curiosidad, preguntándose a dónde lo llevaría.

Al llegar a la azotea, la brisa fresca de la noche los envolvió. La vista de la ciudad iluminada a sus pies era impresionante, con las luces parpadeantes que parecían reflejar las estrellas en el cielo. Jungkook había preparado una pequeña sorpresa: una manta extendida sobre el suelo, junto con una botella de champán y copas.

Jungkook tomó a Jimin por los hombros y lo guió hacia la manta. —Quería celebrar este momento contigo, solo nosotros dos.

Jimin sonrió, sintiéndose conmovido por el gesto. —Es perfecto, Jungkook.

Mientras Jimin se acomodaba en la manta, Jungkook sacó una pequeña caja de su bolsillo. La caja estaba envuelta en papel brillante y llevaba un lazo dorado. Jimin lo miró intrigado.

—Esto es para ti —dijo Jungkook, entregándole la caja.

Jimin, con las manos temblando de emoción, deshizo el lazo y abrió la caja. Dentro, encontró un boleto de avión cuidadosamente doblado. Miró a Jungkook, sus ojos se llenaron de sorpresa y lágrimas de felicidad.

—¿Qué es esto? —preguntó Jimin, con la voz entrecortada.

Jungkook sonrió, viendo la emoción en el rostro de Jimin. —Recuerdo que siempre has soñado con viajar por el mundo y conocer muchas obras de arte. Así que... decidí que debemos hacerlo realidad. Este boleto es para nuestro primer destino. No solo quiero verte cumplir tus sueños, sino que quiero estar a tu lado en cada paso del camino.

Jimin tomó el boleto y lo miró con incredulidad. —¿En serio? ¿Dónde vamos?

—Primero vamos a París —dijo Jungkook con una sonrisa cálida. —Después, te llevaré a todos los lugares que siempre has querido visitar. Porque no solo quiero que veas el mundo, quiero que lo vivas a plenitud, y hacerlo contigo es el sueño que también tengo.

Jimin sintió cómo las lágrimas caían por sus mejillas, mientras abrazaba el boleto con cariño. —No sé qué decir. Esto es más de lo que jamás imaginé.

Jungkook lo abrazó fuertemente, sosteniéndolo con ternura. —No tienes que decir nada. Solo sé que siempre estaré aquí para ti, apoyándote en cada paso. Nuestro viaje juntos está por comenzar, y estoy emocionado de compartirlo contigo.

Jimin se apartó un poco y miró a Jungkook, su expresión llena de amor y gratitud. —Gracias, Jungkook. Este es el mejor regalo que he recibido. No solo por el viaje, sino por el amor y el apoyo que siempre me das—

Jungkook le besó suavemente los labios. —Entonces brindemos por el futuro y por todos los sueños que vamos a cumplir juntos—

Hola mis amores, espero que les haya gustado este capítulo, se que he tardado, estuve ocupada con Star Dust, pero ya estoy aquí.

El proximo episodio es el final de nuestra bonita historia entre Jimin y su guapo y encantador fotógrafo.

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