Capítulo 31


—¡Jungkook!, ¿De que se trata todo esto? — Preguntó Jimin entre curioso y confundido mientras terminaba de vestirse.

—Se trata de que te amo amor mío— Jungkook le dio un rápido beso en los labios.

Jimin sonrió —¡Al menos dime si la ropa que estoy usando es adecuada! — Pidió con puchero.

—Jimin te ves hermoso con cualquier cosa, no te preocupes por eso— Jungkook le robo otro beso y empezó a abotonarse la camisa.

—Jungkook estas actuando raro desde que ayer recibiste esa llamada de EunWoo— Jimin levantó una ceja.

—¿Raro yo? —Jungkook soltó una risa —¿Sakura nena, crees que estoy actuando raro? — Le preguntó a la samoyed que estaba junto a le puerta.

—Sakura también piensa que actúas raro ¿verdad hermosa? — La tierna perrita ladró.

—Traidora Sakura— Murmuró Jungkook entre dientes.

Jimin miró a su novio y prefirió reír, desde la noche de ayer que Jungkook recibió la llamada de su agente casi de vuelve loco de la emoción, dijo que tenían que volver a Seúl de inmediato ya que era un asunto que no daba espera.

Y en contra de la voluntad de Gong Yoo que medio borracho le dijo a Jungkook que era un “mal hijo” por utilizarlo e irse haciendo una gran rabieta, dejaron Busan esa misma noche.

Se suponía que iban a ver a “alguien importante” pero Jungkook realmente aun no le había dicho de quien se trataba.

Jimin tenia la duda si ese alguien se consideraba importante porque era famoso o venia de una familia poderosa como la mayoría de las personas que rodeaban a Jungkook, o si era una persona que el fotógrafo consideraba de gran valor para él, un amigo cercano o algo así.

Y aunque Jimin sabía que entre Jungkook y el había un amor muy fuerte sin importar que llevaran poco tiempo juntos, tenia un poco de miedo a que un día el talentoso fotógrafo dejara de quererlo.

Es que su inseguridad era válida, Jeon Jungkook venia de una familia muy poderosa, su mejor amigo era hijo nada mas y nada menos que un senador que prácticamente era candidato a la presidencia, se rodeaba de artistas famosos, ganaba premios por su exitosa carrera, además era atractivo, amable, encantador y en su lugar Jimin era…

El era un hombre de 30 años que ni siquiera había logrado terminar la universidad, le gustaba pintar, pero nadie lo conocía, pasaba desapercibido y sentía un poco de temor de que Jungkook un día se diera cuenta que podría tener a su lado a alguien mejor y que esté a su nivel.

Jimin dejó salir un suspiro y trató de alejar esos pensamientos de su mente, Jungkook no se fijaba en la clase social, ni siquiera vivía como se supone que debería hacerlo alguien que viene de una familia tan poderosa como la Jeon, Jungkook tenia una vida a su manera y la disfrutaba al máximo, con sus pensamientos únicos.

Ellos se amaban y era lo único que debía importarle.

—¿Al menos puedo saber quién es la persona que veremos? — Preguntó Jimin entonces.

—No lo conoces cariño, es extranjero — Jungkook le guiñó un ojo.

—¿Puedo saber como se llama? — Jimin hizo un puchero.

—No — Jungkook se movió hacia el espejo arreglándose el cabello.

—¡Amor estas siendo injusto! — Se quejó Jungkook — No se nada de la persona que veremos y no sé cómo debo comportarme—

—Solo se tu mismo, eres precioso siendo tu — Murmuró Jungkook —Debo cortar mi cabello ¿No crees cariño? —

Jimin le ayudó a arreglar alguno mechones rebeldes — Solo un poco, y no cambies de tema—

—No lo estoy haciendo bebé, mi cabello esta muy largo, ha pasado mucho desde la ultima vez que me lo corté— Dijo Jungkook.

—El mío también entonces — Murmuró Jimin observando su pelo.

—Pero tu te ves perfecto como sea, creo que si lo quisieras dejarlo crecer tanto que te llegue hasta aquí —Dijo apretándole el trasero a Jimin — Te quedaría hermoso—

—¿De verdad?, nunca había pensado en dejármelo crecer tanto, voy a parecer un personaje de esos dramas de época antigua — Soltó Jimin riendo.

—Si te verías como el hermoso príncipe y rebelde príncipe de la historia— Jungkook se paró detrás de él besándole el hombro.

—Lo pensaré, quizá lo deje crecer — Jimin soltó una risita.

—Yo voy a amarte sin importar como te veas— Le aseguró Jungkook —Es hora de irnos—

—¡Esta bien, pero si no se que decir no me culpes! — Exclamó Jimin.

—Jamás haría eso— Jungkook tiró de su mano y juntos bajaron las escaleras.

—Cuida la casa hermosa, no vamos a tardar mucho— Jimin se despidió de Sakura que respondió con un ladrido.

—Últimamente creo que ella te prefiere a ti — Le dijo Jungkook cerrando la puerta.

—Claro que no, eres un celoso— Se burló Jimin.

—No lo soy, además no la juzgo también te prefiero a ti — Aseguró abriendo la puerta del auto — Su alteza—

—Gracias — Jimin le robó un beso de los labios a su novio antes de subir en el asiento copiloto.

Jungkook encendió el motor y piso el acelerador poniendo el vehículo en marcha.

Y de todos los lugares a los que Jimin pensó que irían nunca se imaginó que terminarían en el estudio de Jungkook, esto estaba un poco raro.

—¿Es aquí? — Jimin le miró con una ceja levantada.

—Si, nos están esperando aquí — Jungkook le guiñó un ojo y se bajó para abrirle la puerta.

Jimin se sentía nervioso, pero caminó hacia el interior del estudió recibiendo los saludos de algunos de los empleados, entonces justo frente a ellos estaba un hombre muy joven y guapo, con rasgos extranjeros mirando a Jungkook con una sonrisa radiante.

Ellos casi corrieron hacia el otro para darse un afectuoso abrazo —¿Cómo estas joder? Tanto tiempo sin vernos — Le dijo el hombre en coreano, pero con algo de acento.

—No tanto, estuve en tu casa no hace mucho— Aseguró Jungkook.

—¿No hace mucho?, Aun no nos graduábamos de la universidad la ultima vez que te vi— Chistó el hombre.

Jimin solo podía verlos saludarse de forma afectiva, un tanto incomodo realmente.

—Pero mírate, te ves más guapo, ¿Cómo le haces? — Soltó el chico.

Jungkook se rio dando un paso atrás se paró al lado de Jimin y le rodeó la cintura con el brazo — Es el amor— afirmó.

Entonces los ojos del hombre se posaron en Jimin levantando una ceja y una sonrisa picara—Christopher Bang, mucho gusto —

—Park Jimin, el gusto es mío — Soltó Jimin con timidez.

El nombre de este hombre le sonaba de alguna parte, pero en ese instante no podía recordar de dónde.

—Así que fuiste quien capturó el corazón de Jeon— Soltó Christopher.

—He sido tomado totalmente — Dijo Jungkook orgulloso.

—Yo diría domado— Se burló.

—Lo dice quien se reporta cada dos horas con su novio, ¿SeungMin te dejó venir a Corea solo? — Contrarrestó Jungkook.

Christopher se rascó la cabeza —No, en realidad se fue de compras con Félix—

—¡Oh trajiste al pequeño Félix contigo! —

—No tan pequeño, ya tiene un montón de pretendientes rondándolo tengo que espantarlos siempre — Dijo entre dientes.

—Deja de portarte como mamá gallina, no va a ser pollito por siempre—

—Cállate, lo dices porque no tienes hermanos menores— Gruñó Christopher.

Jungkook se rió —Vamos entremos y hablemos bien —Los invitó.

Fueron a la cafetería que funcionaba en el primer piso y pidieron unas bebidas, Jimin escuchó animadamente algunas anécdotas de su novio y Christopher, resultaba que se conocieron cuando Jungkook fue un estudiante de intercambio en Australia y formaron una gran amistad que llevaba años a pesar de la distancia.

—El parece tranquilo, pero en realidad era un demonio en la universidad — Le contó Christopher.

—Era un alma libre — Dijo Jungkook — Amor no creas en todo lo que diga— Le dijo a Jimin que no dejaba de reír.

—Tiempos aquellos, extraño esa época, ¿Recuerdas el día que usamos el yate privado del abuelo de TaeHyung?, ¡Nadaste con un jodido tiburón imbécil pudiste morir! — Se quejó Christopher.

—Yo estaba buceando y el tiburón apareció, no fue mi culpa, además no pasó nada— Jungkook se encogió de hombros riendo.

Jimin recordaba que cuando fueron al acuario Jungkook le comento que nadó con un tiburón, pero no se imaginó que fuera de esta manera, ¡Que miedo!

—¿Ya viste a TaeHyung?, te matara si sabe que viniste a Corea y no hablaste con el— Murmuró Jungkook.

—Claro que lo vi, me presumió todo el tiempo el enorme diamante que tiene el anillo de compromiso que le regaló Hoseok— Le contó.

—Eso suena como Tae— Jungkook se rio —¿Y viniste solo de vacaciones? —

—No, en realidad vine por trabajo, mi padre abrirá una nueva galería de arte aquí en Seúl, yo me encargaré de dirigirla, pero estoy teniendo problemas y necesito que me ayudes— Dijo con una mueca.

—¿Yo? ¿Cómo podría hacerlo? — Preguntó Jungkook confundido.

—El día que fui a la casa de TaeHyung vi una pintura que amé, tú sabes que con el negocio de mi padre crecí rodeado de arte, pero jamás en vida había visto una técnica como esa, el lienzo era como ver una fotografía, cada detalle era perfecto — Christofer suspiró.

Jimin se quedó estupefacto al escucharlo, ahora recordaba porque el nombre era conocido, su sueño había sido poder estar en una de las galerías Bang, solo los mejores artistas modernos exponían sus obras allí.

— No sé quién sea la persona que lo hizo esa pintura del océano, pero TaeHyung me dijo que conocías al artista, ayúdame a contactarlo hermano, quiero ver más de su trabajo, necesito conocer más de el— Suplicó.

Jimin se quedó conmocionado al escucharlo hablar, ¿Estaba hablando de su trabajo?

Jungkook miró a su amigo sorprendido y emocionado con una radiante sonrisa —El artista está justo a mi lado—

Hola mis amores aquí estoy de nuevo yo, con esta bonita historia para ustedes.

¡¿Llegó la hora de brillar para Jimin?!, nuestro niño hermoso se lo merece ¿no?

Nos leemos.

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