Capítulo 29
-Jungkookie...-Jimin se mordió el labio inferior mirando el rostro de su novio -Pero se darán cuenta que vamos a salir-
-No lo harán créeme - Jungkook le guiñó el ojo y camino hasta la ventana.
-¿Qué planeas? - Jimin se levantó de la cama mirándolo con curiosidad.
-¡Mi amado Jimin! ¿Escaparías conmigo esta noche? - Exclamó Jungkook con tono poético como en una escena de novelas antigua, tendiéndole la mano al pelinegro y mirándolo de forma picara.
Jimin dejó salir una risita traviesa tomando la mano del ocurrente fotógrafo -¡Oh mi amado Jungkook, iría a la luna contigo si eso fuera posible! - Contesto siguiéndole el juego.
Jungkook se unió a la risa y guio a Jimin hasta el balcón -Ten cuidado al bajar bebé- Le dijo enseñándole cómo hacerlo.
Jimin no podía dejar de sonreír ante esta pequeña travesura que estaba haciendo con Jungkook, el siempre fue un chico tranquilo así que nunca se escapó de casa para ir a fiestas o ese tipo de cosas, es que nunca quiso darles preocupaciones a sus abuelos y estar escapando de la casa de su suegro con su novio a sus 30 años era demasiado divertido.
Así que el pelinegro presto mucha atención a la forma en que Jungkook bajo y luego lo hizo el, aunque no era tan ágil como el fotógrafo -Jungkookie me voy a caer...
-No caerás suéltate cariño te tengo- Le aseguró el fotógrafo.
Jimin con un poco de nervios soltó sus manos y como no estaba tan lejos del suelo fue atrapado de inmediato por los fuertes brazos de Jungkook.
-Lo hiciste bien cariño - Jungkook le dio un beso en compensación antes de dejarlo en el suelo.
-¿A dónde vamos ahora? - Quiso saber Jimin muy emocionado.
-Te llevare a la luna - Le susurró Jungkook en el oído tomando la mano de Jimin entre las suyas y juntos corrieron con sus pies enterrándose en la arena alejándose de la casa.
Jungkook llevo a Jimin por un pequeño sendero que él conocía perfectamente lo llevaría a un lugar muy especial para el y que quería compartir con la persona indicada, y Jimin lo era para él.
Después de caminar un rato Jimin miró con sus ojos llenos de asombro el lugar frente a él, era lo que parecía un faro -¿Podemos estas aquí? -
-Por supuesto, esta en la propiedad de mi padre - Le contestó Jungkook tirando de la mano de Jimin para ingresar al lugar por una pequeña puerta y encendió la luz.
Jimin observó lleno de sorpresa como se veía el faro por dentro, nunca había estado en uno, pero no esperaba que se viera así, a medida que subían las escaleras en las paredes había muchas fotografías del mar, de atardeceres y ostras era simplemente maravilloso.
-¿Las tomaste tu? - Preguntó Jimin, aunque ya conocía la respuesta.
-Claro que sí, soy el mejor fotógrafo que existe - Jungkook se aduló a si mismo haciendo reír a Jimin.
-Se ve muy ordenado y limpio - Comentó Jimin pasando sus manos por la superficie de los cuadros.
-Mi padre sabe que amo este pequeño espacio y se que lo mantiene tal y como yo lo deje, pero lo cuida- Le explicó Jungkook.
El pelinegro levantó una ceja cuando llegaron al final de las escaleras y se abría un pequeño espacio que parecía una habitación, como decoración más fotografías por supuesto, un pequeño estante con rollos de cámaras y un sofá en un rincón lo suficientemente grande como para que una persona durmiera allí.
-¿Te gusta? - Preguntó Jungkook mirando los ojitos asombrados de Jimin.
-Es hermoso - Dijo Jimin con sinceridad -Me hubiera gustado mucho tener un espacio como este-
-Ahora es nuestro - Jungkook le beso la mejilla -Te mostraré algo genial - dijo guiándolo hacia otras escaleras que deban al techo.
Jimin lo siguió lleno de mucha emoción, cuando Jungkook abrió una puertita que parecía un pasaje secreto que dejaba ver el hermoso cielo nocturno cubierto de estrellas, el fotógrafo con mucho cuidado lo ayudo a subir a la cima del faro.
-¿Qué te parece la vista? - Preguntó Jungkook mostrándole a su alrededor.
Jimin se llevó las manos a la boca sin poder creerlo, había una enorme luna plateada que reflejaba su figura en la negrura basto mar, de verdad que parecía mágico, del otro lado las luces de la ciudad y el sonido de las olas era perfecto.
El pelinegro no lo podía creer que a pesar de el haber nacido en Busan nunca había apreciado una vista como esta, era encantador inspirador, y la compañía era la mejor del mundo.
-Maravilloso - Susurró Jimin sintiendo como los brazos de Jungkook lo envolvían por la espalda.
-No puedo llevarte a la luna de forma literal, pero en lugar de ello te ofrezco un lugar especial y no hablo solo de este - Le dijo Jungkook en el oído.
Jimin se dio la vuelta en medio del abrazo para mirar al fotógrafo -¿Cuál entonces? -
Jungkook le besó la nariz antes de tomar la mano de Jimin y ponerla sobre su propio pecho -Mi corazón, quédate aquí por siempre -
-Solo si tu te quedas en el mío -Respondió Jimin con una sonrisa uniendo sus labios en un beso.
Se quedaron por un rato allí disfrutando del paisaje y tomando fotos ya que Jungkook siempre mantenía una cámara consigo como si fuera parte de él.
-Creo que antes de escaparnos debimos ir a la cocina y traer chocolate caliente, hace frio - Dijo Jungkook frotando sus manos juntas ponerlas en las mejillas rojas de Jimin.
-Hay otra forma de calentarnos- Le dijo Jimin lamiéndose los labios.
Jungkook levantó una ceja -Creo que deberías regresar al interior- dijo bajando para luego ayudar a Jimin.
-Hay una manera con la que si puedes llevarme a la luna - Susurró Jimin mirando el sofá.
-¿Esa es tu forma de ser sutilmente pervertido? -
-Pero tú fuiste el que dijo que morías por hacerme el amor- Le recordó Jimin dando un paso hacia él.
-Y muero por hacerlo- Jungkook cerró la distancia entre ellos tomando el labio inferior de Jimin entre los suyos - Mi alma y mi corazón solo anhelan estar contigo- susurro sobre los labios rojos - Y mi cuerpo pide a gritos unirse al tuyo-
Jimin se estremeció al al escuchar esas palabras y el tono tan íntimo en el que Jungkook lo dijo -Seamos uno entonces- Susurró el pelinegro llevando sus manos a los botones de la camisa de Jungkook.
El fotógrafo deslizó su mano por debajo del suéter de Jimin acariciando lentamente la piel de su espalda haciendo que lentamente sus prendas se deslizaran de sus cuerpos y cayeran en susurros en el suelo.
Dejando ver dos cuerpos desnudos que se colmaban el uno al otro de besos y caricias mientras sus respiraciones se compaginaban a un mismo ritmo, juntos caminaron hacia el sofá que haría la función de la cama sin dejar de besarse.
Jungkook se sentó atrayendo a Jimin a su regazo dejándole delicados besos en el cuello mientras sus manos acariciaban la pequeña cintura y bajaban hasta lo hermosos glúteos.
Jimin ladeó un poco la cabeza dándole mas espacio a Jungkook, sus dedos se clavaron en el cuero cabelludo del fotógrafo disfrutando del contacto de sus pieles cuando movía su cintura de forma circular sacándole jadeos a ambos.
Jungkook le acaricio el pecho con su lengua tocando el cuerpo en su regazo con devoción mientras sus dedos hacían la preparación de forma delicada como si fuera la primera vez.
Jimin arqueó su espalda cuando sintió una deliciosa y gruesa invasión en su interior, amaba hacer el amor con Jungkook, su novio siempre lo hacía sentir tan deseado, a veces era rudo y otras como estas donde se tomaba su tiempo y lo tocaba de una manera que su cerebro se desconectaba de todo y solo le importaba este maravilloso momento juntos.
Donde sus cuerpos parecían conocerse tan bien que cada terminación nerviosa reaccionaba ante cualquier sutil toque.
Jimin meció sus caderas contra las Jungkook empalándose a si mismo como en una erótica danza sin dejar de mirarse el uno al otro, el sonido de las olas de fondo opacaba un poco los gemidos que soltaban sus bocas ante cada penetración.
Cuando llegaron juntos al clímax se fue como un tsunami que los dejó llenos de sudor y temblorosos, sus cuerpos buscando refugio en el otro tratando de controlarse ante los espasmos del orgasmo.
Si, esto era mejor que ir a la luna o tocar el cielo con las manos.
Hola mis amores míos de mí, espero que este capitulo les haya gustado, escribir esta historia me pone tan soft, es que este par son tan lindos.
Jimin es el claro ejemplo de que el primer amor no siempre es el amor de tu vida y el merece vivir todo de lo que se perdió, nunca es tarde para encontrar a tu otra mitad.
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