— ¡Jungkook bájame! — Gritó Jimin pataleando mientras intentaba dejar de reír.

El guapo fotógrafo lo había perseguido por toda la casa y cuando logró atraparlo lo cargó como un saco de papas y llevó a la sala.

—Mereces ser castigado Jiminnie— Le dijo Jungkook con malicia y lo bajo dejándolo acostado sobre el sofá sosteniendo las manos del pelinegro sobre su cabeza.

— ¿Qué? — Las mejillas de Jimin se tiñeron de rojo, no había querido pensar mal pero la forma en que Jungkook lo dijo y en la posición en la que se encontraban no pudo evitarlo.

Jungkook le sonrió — ¿Qué tan bueno eres soportando las cosquillas? —

Jimin lo miró confundido — ¿Eh?

Jungkook no le contestó empezó a hacerle cosquillas en las costillas haciendo que Jimin riera sin control.

— ¡No!, ¡Para por favor! — Jimin casi tenía lágrimas en los ojos por tanto reír.

— ¿Volverás a empaparme? — Le preguntó Jungkook.

— ¡No, no, no! — Jimin negó con la cabeza.

Jungkook dejó de hacerle cosquillas y sus manos terminaron a cada lado de la cabeza de Jimin mientras se miraban en a los ojos.

El pecho de Jimin subía y bajaba con su respiración acelerada pero no podía dejar de sonreír, siempre que estaba con Jungkook solía olvidarse del resto del mundo, sus preocupaciones se esfumaban era como si  todo estuviera hecho solo para los dos.

En ese momento los pensamiento que había tenido hace un momento volvieron a su mente y se sintió, apenado por ello y su rostro se volvió rojo y sus mejillas ardieron, Jungkook estaba sin camisa prácticamente sobre él y en ese instante recordó algunos sueños que había tenido antes, y la fantasía en el baño con la que se masturbó de la cual ahora estaba consiente que Jungkook era el protagonista.

¡Ese no era el momento para estar pensando en eso!

Jimin sintió como su ritmo cardiaco se descontrolaba mientras miraba el rostro sonriente de Jungkook, había estado negándose esto a si mismo por tanto tiempo, la atracción que sentía por Jungkook era palpable y más clara que nunca.

Se había sentido atraído por el guapo fotógrafo desde el primer instante en que sus miradas se encontraron en el parque, fue como una conexión inexplicable que hizo que no pudiera dejar de pensar en el chico incluso cuando evitó su invitación al café la primera vez por respeto a su esposo y a su matrimonio, pero el destino los hizo encontrarse de nuevo prefirió intentar ser solo amigos.

Jimin no sabía cómo explicarlo, incluso se había sentido un poco celoso de la forma en que Jungkook hablaba de su amigo TaeHyung aunque eso había estado fuera de lugar.

¡Estaba jodidamente confundido!, su corazón latía con fuerza debido a Jungkook pero su mente le decía que estaba mal porque acababa de romper con Youngjae.

¿Seguirían siendo solo amigos?
Jungkook como amigos lo hacía sentir bien, lo comprendía y aconsejaba pero en el fondo algo le decía a Jimin  que no era suficiente.

Entonces, ¿Por primera vez en su vida haría algo espontaneo sin importarle lo que los demás pensaran?, ese pequeño pensamiento rebelde lo llenó de valentía, ya no podía seguir ocultándolo así que levantó su rostro solo un poco y rosó sus labios con los de Jungkook.

El guapo fotógrafo se quedó aturdido solo un instante antes de lentamente corresponderle, al principio fue un beso tentativo sus labios rosándose de manera tímida, pero poco a poco la intensidad fue subiendo.

Jimin pasó sus brazos por el cuello de Jungkook atrayéndolo más cerca mientras sus labios se abrazaban de manera intensa.

Jungkook tomó el mando devorando los labios de Jimin como si no existiera un mañana, había tanta necesidad como si fuera que algo que habían estado esperando por demasiado tiempo, sus labios chocaban y se movían a un solo ritmo, pero el oxígeno empezaba a faltarles y poco a poco tuvieron que separarse.

Sus respiraciones eran erráticas mientras se miraban el uno al otro con ojos vidriosos y llenos de deseo.

—Jimin — Al escuchar su nombre de los labios del fotógrafo Jimin salió de su pequeño transe y se levantó rápidamente quitándose a Jungkook de encima.

—Lo siento— Dijo rápidamente poniéndose de pie con sus ojos aturdidos.

— ¿Lo sientes? — Jungkook lo miró.

—Sí, no debió pasar — Murmuró mordiéndose el labio inferior.

— ¿Por qué no?, ¿no lo disfrutaste? —

Jimin se pasó las manos por el rostro — ¡Claro que sí!, fue el mejor beso que he dado en mi vida — confeso.

— ¿Entonces cuál es el problema Jimin? — Jungkook se acercó a él.

—Está mal Jungkook — Jimin sentía su corazón acelerarse la valentía que había sentido antes se esfumó.

—Ambos lo deseábamos y tú estás soltero ahora ¿Por qué estaría mal? — Jungkook llevó uno de los mechones de cabello de Jimin detrás de su oreja.

— ¡Es que mi relación con Youngjae terminó hace unas horas y yo te besé!, eso me deja en un muy mal lugar, ¿No lo crees? —

Jungkook de manera tentativa puso sus manos en la cintura de Jimin — No lo creo, Jimin eres el mejor hombre que he conocido ¡Por Dios!, jamás podría pensar mal de ti —Puso su frente contra la del pelinegro— Todo este tiempo me he sentido tan atraído por ti, es como… no sé cómo explicártelo, todo lo que sé es que no puedo sacarte de mi cabeza, creí que había conocido a mi persona especial demasiado tarde debido a que tenías pareja pero ahora siento que el destino me dio una nueva oportunidad y no quiero dejarla ir —

—Jungkook…

—Jimin he estado conteniéndome todo este tiempo, tratando de obligarme a mis mismo a verte como solo un amigo, sabía que mis sentimientos por ti estaban prohibidos, pero es algo que no creo poder seguir controlando, te veo hasta en mis sueños, mi corazón late con fuerza y… ¿Sientes lo mismo? —

Jimin dejó salir un suspiró —Yo creo que si — Susurró —Pero estoy un poco confundido, no sé si está bien…

— ¿Crees que si el rey y el príncipe se hubieran puesto a pensar si estaba bien o mal lo que estaban haciendo habrían podido vivir su historia de amor? — Jungkook levantó una ceja.

—Para ellos fue diferente— Le dijo Jimin.

—Sí, para ellos dos fue más difícil, la época, las creencias su amor realmente era algo prohibido — Jungkook le miró a los ojos —Jimin sé que te he tratado como un amigo desde que nos conocimos y tal vez suene apresurado pero ¿Crees que haya alguna posibilidad de empezar a conocernos como más que eso? —

Jimin se mordió el labio inferior — Jungkook me haces sentir como el príncipe de esa historia—

—Espero ser tan afortunado como ese rey—

Jimin sonrió un poco tímido ahora estaba claro que ambos habían estado sintiendo lo mismo, y aunque su relación apenas había terminado Jimin sentía que no quería seguir perdiendo el tiempo, tal vez solo tenía un par de meses de conocer a Jungkook pero su alma y corazón sentían que lo conocían de toda una vida y si el destino le regaló la oportunidad de conocerlo no debería dejarla pasar.

—No sé si lo va a funcionar pero me gustaría intentarlo — Confesó —Solo espero que no tengamos tantos obstáculos como en esa historia—

Jungkook sonrió amplió —
Incluso si los tenemos podremos superarlos si confiamos en lo que sentimos — Abrazó la cintura de Jimin— Y lo mejor es que nosotros no tenemos límite de tiempo —

—Ni una princesa con la que estés comprometido— Dijo Jimin.

— ¡Oh!, lo siento Jimin por no decírtelo pero si tengo una— Afirmó Jungkook— Pero ella no es celosa ¿verdad Sakura?—

La hermosa samoyed los miraba y cuando escucho su nombre ladró.

Jimin no pudo evitar reírse —Ella me quiere—

—Por supuesto que lo hace, eres su nuevo papá— Aseguró Jungkook.

Las mejillas de Jimin se tornaron rojas y escondió su rostro en el pecho de Jungkook, todo esto que acababa de pasar se sentía irreal y no podía evitar sentir nervios, las personas los juzgarían, quizá lo tildarían de como un “cualquiera” y ni siquiera quería pensar en la reacción de Youngjae, pero por una vez en su vida decidió que no le importaba.

Estar en los brazos de Jungkook lo hacía sentir como jamás se había sentido y no quería renunciar a ello.

Jungkook le levantó el rostro y lo miró con una sonrisa llena de calidez antes de rosar sus narices tiernamente —Gracias Jimin —

— ¿Por qué? —

—Por darme una oportunidad de ganar tu corazón—

—Tendrás que esforzarte mucho — Bromeó Jimin.

—Soy Jeon Jungkook, el mejor fotógrafo del país, experto en preparar fideos instantáneos y un genio de los panqueques tengo fe en mí mismo para lograrlo— Canturreó.

Jimin rio negando con la cabeza y dándose cuenta de algo, ese chico de aspecto rudo, lleno de tatuajes y con cabello largo pero de una forma de ser tan contraía a su aspecto ya tenía su corazón y sin ni siquiera intentarlo.

—Creo que es mejor que vayas a cambiarte y a ponerte ropa puedes resfriarte — Prefirió decir.

—Gozo de una buena salud — exclamó Jungkook abrazándolo más fuerte.

—Jungkook…

—Está bien, primero me daré una ducha ¿Quieres acompañarme? — La mirada picara en los ojos de Jungkook no pasó desapercibida.

— ¡Oye! — Jimin le dio un pequeño golpecito en el hombro.

—Es broma — se burló Jungkook haciéndolo reír —Pero si tú quieres no lo es— dijo moviendo la cejas.

— ¡Jungkook! —

El fotógrafo soltó una risa y al fin lo dejó ir no sin antes robarle un rápido beso.

Jimin lo vio subir la escaleras y mordió su labio inferior — ¿Crees que hice lo correcto Sakura? — Le preguntó a la samoyed.

Y como respuesta recibió un ladrido mientras Sakura le movía la cola felizmente.
 

Hola mis amores, al fin el tan esperado beso que me habían estado pidiendo, espero que les haya gustado un montón.

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Feliz noche preciosuras.