Capítulo 16
Jimin abrió los ojos lentamente sintiendo una punzada en su cuello, dormir en su taller de pintura había sido una buena idea la noche anterior después de la desastrosa cena en la casa de sus suegros, había estado tan enojado con Youngjae que ni siquiera quería compartir la misma cama con su esposo, así que Jimin decidió pintar un rato para terminar dormido en un pequeño mueble.
Se estiró lentamente intentando que sus articulaciones se acomodaran mejor y dejó salir un largo suspiro, esta era por mucho una de las peores noches de su vida, y las palabras de YeonJun seguían llegando a su cabeza una y otra vez incluso en sus sueños.
Tal vez era hora de enfrentar la realidad su matrimonio estaba acabado desde hace mucho tiempo.
Aun llevaba la ropa con la que estuvo en la cena, se talló los ojos antes de dirigir su vista hacia el reloj en la pared se suponía que debió haberse levantado hacia una hora para prepararle el desayuno a Youngjae.
Jimin decidió en ese momento que eso le importaba poco, con suerte su esposo ya se había ido a trabajar y no tendría que hablar con él al menos hasta la hora de la cena, salió despacio y se dirigió al baño del primer piso allí tenia lo necesario para asearse sin tener que ir a la habitación.
Mirando su reflejo en el espejo del baño Jimin sabía que debía tomar una decisión, había sido cobarde por demasiado tiempo al no querer enfrentar la realidad, él y YoungJae ya no podían coexistir como matrimonio, ambos merecían algo mejor.
Se secó el rostro con una toalla y caminó hasta la cocina y dio un pequeño salto cuando lo primero que vio fue el rostro enojado de Youngjae, estaba recostado en el mesón con los brazos cruzados.
— ¿Sabes la hora que es y ni siquiera te has dignado en levantarte y preparar el desayuno? — Fue el primer reproche de su esposo.
En ese momento Jimin sintió como una descarga de adrenalina recorrer su cuerpo, ¡Estaba malditamente cansado de lo mismo!
— ¿Te lastimaste las manos? — Preguntó entonces.
— ¿Qué? — Youngjae lo miro confundido.
—Si tus manos están en perfectas condiciones tú mismo puedes prepararte el maldito desayuno— Dijo entre dientes.
— ¿Por qué diablos me hablas así?, tu deber como esposo es…
— ¿Cocinar?, ¿lavar?, ¿planchar? Y ¿Mantener todo limpio para ti? — Jimin lo miró desafiante — ¿Y Cuáles son tus jodidos deberes como esposo YoungJae? —
— ¡Yo trabajo todo el tiempo para darte lo mejor!, ¡Tú debes hacer tu parte! — Refutó YoungJae en un grito.
Jimin no se dejó amedrantar — ¡Y según tú lo mejor para mi es tratarme como un maldito esclavo!, ¡No trabajo por qué no quieres que lo haga! ¡Tengo que hacer todo el tiempo lo que me digas! ¿Eso es igualdad en un matrimonio? —
—Tu y yo no somos iguales Jimin— Gruñó —Tengo mi carrera y una maldita compañía que dirigir y tú solo te quejas por pequeñeces —
— ¡No tengo una carrera porque fui jodidamente estúpido al dejarme influenciar por ti y tu familia! — Jimin tenía los puños apretados.
YoungJae negó con la cabeza claramente furioso — ¿De dónde sacaste todo eso?, Hablaste con el rebelde de YeonJun solo un rato y mira como estas —
—Ese chico rebelde como lo llamas ¡Tiene más pantalones que tú!—
— ¡No me faltes el respeto Jimin!, ¿Qué diablos pasa contigo?, ¡Te desconozco!
— ¿Me desconoces? —Jimin se rio — ¿Sabes qué? ¡Yo soy quien me desconozco a mi mismo!, Cambie por completo por ti, deje de hacer lo que me gustaba, renuncie a todos mis sueños y traté de ajustarme a tu estereotipo de buen esposo por 10 años, ¡Pero ya estoy harto! — Gritó.
Youngjae abrió sus ojos completamente — ¿Estar casado conmigo ha sido tan malo para ti? — Preguntó indignado.
—Todo el tiempo he sentido que estoy en desuda contigo por cómo me ayudaste cuando pasó todo lo de mi abuelo, fuiste mi ancla en esos días malos, juró que creí que te amaba Youngjae, pero ahora estoy empezando a darme cuenta de lo que se siente realmente enamorarse— Confesó Jimin.
— ¿Estás diciendo que nuestro amor fue falso? ¿Llevamos 10 años viviendo una mentira?, estas no son tus palabras Jimin, tu nunca dirías algo así ¡Todo es culpa de ese maldito fotógrafo! —
— ¡No tienes por qué meter a Jungkook en esto!, Sabes muy bien que estamos mal desde mucho antes de conocerlo— Exclamó Jimin.
— ¡Nada estaba mal!, tu estas dejando que ese tipo se meta entre nosotros y estoy cansado de eso, ¡Eres mi esposo y te vas comportar como tal Jimin! ¡Te prohíbo volver a ver ese hombre! ¿Me oíste? — YoungJae dio un paso hacia Jimin.
— ¿Me prohíbes? ¡Claro! Tu mandas y yo obedezco, es como debe ser ¿no? — Jimin también caminó hacia el — ¡Jimin vístete de esta manera!, ¡Jimin debes hablar así!, ¡Jimin compórtate como un buen esposo!, ¡Jimin has esto y lo otro!, Me siento como una maldita marioneta a la que manejas a tu antojo— Lagrimas llenaron los ojos del pelinegro.
— ¿Alguna vez te has preguntado si soy feliz?, todo lo que hago para ti son tonterías, ¿recuerdas que cosas me gustan? ¿Cuál es mi color favorito? ¡Jamás escuchas lo que digo! ni siquiera puedes defender nuestro matrimonio de los homofóbicos de tus padres—
— ¡No hables así de mis padres! — Contestó YoungJae entre dientes.
— ¡Pues fíjate que estoy cansado de fingir que me agradan tus padres!, estoy cansado de fingir ser feliz para ti, me siento un maldito prisionero, me olvide de mi mismo para convertirme en tu jodido muñeco ¡Quiero ser yo mismo de nuevo!, aunque ya haya olvidado quien era. No es tarde para reencontrarme —
YoungJae apretó la mandíbula —Estas enojado y esta discusión no tiene sentido, te daré otro oportunidad Jimin y haré como si no hubiera escuchado todo esto—
— ¡Ves, no escuchas nada!, ¡No te estoy pidiendo una segunda oportunidad si no te quedó claro lo que trato de decirte lo diré directamente!, Nuestro matrimonio se acabó —
Jimin trató de hablar claramente antes de darse la vuelta y dirigirse a la puerta, ya no quería seguir discutiendo, el ya había dicho todo lo que se había estado guardando por demasiado tiempo y aunque le dolía mucho esto era lo mejor.
— ¡No!, ¡no se acabó Jimin, tu no vas a dejarme! — Gritó YoungJae tirando de su mano.
— ¡Suéltame! Me estas lastimando — Jimin intentó soltarse pero Youngjae era mucho más fuerte.
—No iras a ningún lado hasta que hablemos— Le ordenó Youngjae.
— ¡Ya terminamos de hablar! — Jimin trato de soltarse pero Youngjae tiró de él más cerca hasta apoderarse de su cintura en un fuerte y apretado abrazo.
— ¿Crees que te voy a dejar ir para que te largues con ese tipo? ¡Tú eres mi esposo! — Le grito antes de besarlo de manera desesperada.
Jimin intentó alejarse de los feroces labios y solo le quedo un remedio, mordió el labio inferior de YoungJae y con todas sus fuerzas logró separarse de él, con los ojos llenos de lágrimas se limpió la boca con la manga de la camisa y con furia se sacó el anillo de su dedo.
— ¡Vete a la mierda YoungJae!— Gritó antes de lanzarle la aro en el pecho y salir de la casa lo más rápido posible.
YoungJae jamás se había portado tan agresivo con él, no podía dejar de llorar cuando cruzó la calle escuchando los gritos de su esposo, tomó el primer taxi sin saber a dónde ir. Solo quería alejarse de esa casa.
Después de unos minutos conduciendo se le ocurrió que ir con SeokJin era su mejor opción pero lo descartó de inmediato su mejor amigo era muy temperamental y si llegaba a su casa en ese estado, Jin se volvería loco y vendría el mismo a pelear con Youngjae.
No quería que Jungkook lo viera en así pero en ese momento solo podía pensar en él, ninguna otra persona lo comprendía como lo hacía el fotógrafo, cada vez que estaban juntos tenía esa sensación especial de estar en casa y era justo lo que necesitaba.
Le dio la dirección al taxista y rápidamente llegaron a su destino, parado frente a la puerta de la casa de Jungkook trató de controlarse pero cuando la puerta se abrió dejando ver el rostro asombrado de del fotógrafo simplemente se lanzó hacia adelante y enterró su rostro en el fuerte pecho del castaño.
— ¿Jimin? ¿Qué pasa, bonito? — Escuchó la voz preocupada de Jungkook antes de que sus fuertes brazos lo rodearan.
Jimin no logró formular una palabra solo sollozó escondiendo su rostro.
—Aquí estoy — Le susurró Jungkook en el oído acariciándole el cabello, tratando de tranquilizarlo —No sé qué pasa, pero estoy contigo—
Hola bebés, sé que he tardado mucho pero aquí estoy, espero que este cap. les haya gustado muchote.
Si, lo escribí escuchando Fake Love, creo que se dieron cuenta.
Les amo y les he extrañado como no tienen idea.
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