Capítulo 14


Decir que Jimin se encontraba nervioso era poco, ¡Dios! Jimin sentía tanta adrenalina recorrer su cuerpo que no podía controlar, un poco de miedo e incertidumbre pero también muchas expectativas y emoción.

¡Iba a aprender a conducir una motocicleta a sus 30 años!

No es que Jimin se sintiera viejo, solo que después de casarse con Youngjae no se imaginó que algún día intentaría algo como esto, al unirse en matrimonio sus gustos y metas cambiaron tan radicalmente que se olvidó de hacer cosas que el disfrutaba y estar a punto de conducir una motocicleta por muy tonto que sonara lo emocionaba mucho.

Sobre todo porque Jungkook era su instructor, y con ese alegre y muy guapo fotógrafo se sentía seguro y capaz de hacer cualquier cosa sin ser juzgado.

Así que esa emoción que sentía en su pecho y el cosquilleo en su estómago eran sensaciones realmente agradables — ¿Entonces Jiminnie entendiste todo? — Pregunto Jungkook mirándolo con una sonrisa.

—Por supuesto soy un gran alumno — Jimin le sonrió.

Jungkook se rio — En teoría lo eres ahora es hora de ir a la práctica — murmuró moviendo las cejas.

— ¡No me hagas poner mas nervioso! — Exclamó Jimin.

—No debes temer Jiminnie, es muy sencillo pero si no quieres hacerlo no hay ninguna presión — Jungkook le guiñó un ojo.

—Quiero hacerlo— Afirmó Jimin con seguridad.

— ¡Entonces no esperemos más! — Cantó Jungkook —Es toda tuya — Exclamó entregándole las llaves.

Jimin le miró con los ojos muy abiertos — ¿Qué? —

Jungkook soltó una carcajada mientras tomaba una foto del rostro de Jimin con la cámara que colgaba en su cuello — ¡Solo era broma yo iré siempre contigo! —

— ¡Deja de burlarte de mí! — Jimin hizo un puchero que Jungkook no dudó un segundo en fotografiar.

— ¡Eureka! —Exclamó Jungkook emocionado.

Jimin le miró — ¿Has hecho algún descubrimiento Jeon Arquímedes? — Se mofó burlesco.

Jungkook no pudo evitar reírse ante el nombre — Arquímedes descubrió algo sobre el empuje hidrostático creo, yo descubrí algo mucho más importante— Aseguró.

—Jimin le miro incrédulo ¿Qué es? — Preguntó curioso.

— ¡La prueba de que Park Jimin hace los pucheros más adorables sobre la tierra! — Exclamó haciendo un pequeño baile de celebración.

— ¡Estás loco! — Exclamó Jimin sin dejar de reírse.

—Tal vez un poco — Dijo Jungkook con una sonrisa mientras guardaba su cámara en su bolso y lo ponía sobre su espalda.

—Un poco demasiado diría yo— dijo Jimin sonriendo.

—Las mejores personas lo están, eso escuché— Jungkook le sonrió para empezar a ponerle el casco con mucha delicadeza — ¿Volvemos a repetir los pasos? —

Jimin asintió y escuchó atentamente las indicaciones de Jungkook y subió a la motocicleta, el fotógrafo estaba sentado detrás suyo —Puedes encenderla Jiminnie— le animó.

Jimin tragó grueso y lo hizo.

—Bien lo haré sencillo para ti, primero mis manos estarán sobre las tuyas ¿esta bien? — Jungkook se acomodó de una manera que estaba totalmente pegado a la espalda de Jimin cuando la motocicleta empezó a andar, así estuvieron en su primer recorrido.

Jimin estaba conteniendo el aire y un poco nervioso pero de buena manera  —Relájate — Le susurró Jungkook antes de lentamente soltar las manos del pelinegro.

—Espera, espera… — Pidió Jimin.

Jungkook sonrió y dejó las manos en su lugar haciendo de nuevo un recorrido más mientras Jimin tomaba más confianza, después de unos momentos el pelinegro estaba decidido a conducir así que Jungkook le dejó el control.

Jimin no podía creer que ahora él estaba dirigiendo la moto parecía muy sencillo y con Jungkook sosteniéndolo de la cintura animándolo fue totalmente maravilloso una de las experiencias más increíble que  había realizado en sus últimos 10 años.

Lo hizo recordar a su “yo” de la adolescencia, con espíritu aventurero y ganas de recorrer el mundo.

— ¡Jimin realmente me has sorprendido! — Exclamó Jungkook cuando bajaron — Eres increíblemente bueno, con un par de clases más ya serás un experto incluso mejor que yo—

—No exageres— Dijo Jimin sonriendo amplio —Pero si soy mejor alumno que tu—

— ¿Pero qué dices? — Jungkook hizo un puchero —Yo me he convertido en un genio de los panqueques—

Jimin le miró con incredulidad.

—Lastimas mis sentimientos Jiminnie— Jungkook limpió una lagrima falsa.

Jimin se rio — Te invitó un helado para que no estés triste— Propuso.

Los ojos de Jungkook brillaron como los de un niño encantado — ¿Me invitaras un helado? ¿Seguro no te importa probar algo dulce? —

—Tengo un control sobre el azúcar que como, es solo por prevención  además un poco de dulce no me matara— Jimin se encogió de hombros.

Jungkook asintió — ¿Conduces tú? — Preguntó.

— ¡Claro que no! — Jimin le dio una palmadita en el hombro sonriendo y subió a la moto detrás del pelinegro abrazándolo por la cintura con toda confianza.

Jungkook empezaron a regresar a la ciudad era casi el atardecer el sol de los venados teñía el cielo de un hermoso y resplandeciente naranja, el día simplemente se había pasado volando sin siquiera darse cuenta.

Jungkook se estacionó frente a una linda cafetería y juntos entre bromas y sonrisas se dirigieron a la vendedora pidiendo cada uno un sabor distinto.

Jimin sonrió al ver a Jungkook con su helado —El esposo de mi mejor amigo odia el helado de chocolate y menta— le contó.

— ¿En serió? — Jungkook hizo una mueca — Al tío de TaeHyung tampoco le agrada, no saben de lo que se pierden— murmuró negando con la cabeza.

Jimin se rio —Por eso el mundo es tan increíble, lo que a algunos no les gusta a otros les encanta—

Jungkook asintió —Las diferencias son las que nos hacen únicos—

Jimin miró el rostro de Jungkook, claro que ese chico era único, su forma de pensar era maravillosamente increíble y aunque estaba prohibido sentía que cada vez estaba cayendo más ante el guapo fotógrafo, era como si algo los uniera desde antes, como si de verdad hubieran estado destinados a conocerse de algún modo que no lograba explicar.
Pero cuando estaba al lado de Jungkook se sentía demasiado feliz y completo.

— ¿De qué es tu helado? — Preguntó Jungkook de repente.

—De almendras— contesto Jimin.

— ¿Es rico? — Preguntó — Nunca lo he probado—

— ¿Esa es tu forma sutil de decirme que quieres de mi helado? — Preguntó Jimin riendo.

Jungkook se rió haciéndose el inocente y Jimin tomó una cucharada y la llevó a la boca del fotógrafo — ¿Te gusta? —  

Jungkook degusto el helado y asintió —Está delicioso— Exclamó.

—No te voy a dar más— Afirmó Jimin.

Jungkook hizo un puchero —Jiminnie egoísta — Entonces tomó su cuchara y la llevó a su propio helado y luego la guió a la boca del pelinegro.

Jimin abrió sus ojos azules un poco asombrado pero recibió el helado que se le ofrecía —Gracias — susurró tímido.

—No tienes que agradecer Jiminnie, ¿te has divertido hoy? — Preguntó Jungkook.

—Ha sido un día grandioso— respondió Jimin —Me hizo acordar cuando estaba pequeño, quería recorrer el mundo haciendo cosas extremas, conociendo diversas culturas y el arte, recorrer países con historias ricas en arte, Francia, Italia, Austria…— Jimin suspiró.

Jungkook le miró con una sonrisa —Aun puedes hacerlo Jimin —

Jimin se rió negando con la cabeza —Creo que perdí mi oportunidad, ya no soy un jovencito y ni siquiera terminé mi carrera—

—Jimin tienes 30 años, eres un joven adulto hermoso y lleno de talento que puede lograr cualquier cosa que se proponga, no terminaste tu carrera pero eres un artista nato, está en ti— Jungkook le miró a los ojos —Y si quieres incluso podrías volver a estudiar ¿Quién dice que no puedes? —

Jimin suspiró a YoungJae no le haría gracia y a sus suegros mucho menos.

— ¿Sabes Jiminnie?, mi sueño es que cuando llegué a ser un anciano pueda decir ¡Lo Hice!, disfruté de las cosas que amo, si cometí errores pero no me arrepiento de la vida que llevé porque fui yo quien la decidió— Piensa en la vida como un lienzo en blanco, y cada persona elige que dibujar —

Jimin sonrió —Es una analogía muy linda—

— ¿Y sabes otra cosa?, Yo soy el dueño del pincel y yo decido que colores y tonalidades usar en mi lienzo —Jungkook posó su mano sobre la de Jimin — ¿Cuáles eliges tú? —

Jimin miró sus manos y luego el rostro de Jungkook, su vida estaba llena de tonos grises, había momentos felices pero más que todo predominaban esos momentos donde ni siquiera se reconocía a sí mismo, ¿en qué persona se había convertido por complacer a los demás?

Había dejado que otros tomaran su pincel y pintaran en su lienzo, era hora de hacer que eso parara, él era el dueño de su vida.

— ¿Disculpen? — Una joven vestida con el uniforme de la heladería les sonreía.

Jimin la miró confundido — ¿sí? —

—Ustedes son los ganadores de estos boletos— Les mostro dos papelitos en forma de helados —Esta semana es dedicado a las parejas y entre todos hemos decidido que ustedes son la pareja más dulce del día, lo que les otorga dos pases para regresar y pedir el helado que quieran totalmente gratis cuando lo deseen—

Jimin y Jungkook estaban un poco sorprendidos y sonrojados —Gracias — Atinó a decir el fotógrafo recibiendo los boletos.

—A ustedes por venir— La chica les dio una linda sonrisa antes de retirarse.

—Ellos piensan que somos pareja— susurró Jimin con las mejillas totalmente rojas.

—Lo sé, me parece muy lindo— Confesó Jungkook — Y también tendremos helado gratis—

Jimin se rió divertido sintiendo un increíble cosquilleo en su estómago llegando a la conclusión de que a el también le parecía lindo que las personas creyeran que eran pareja y en ese momento deseo serlo realmente.

Hola mis hermosas cositas del infierno, cada vez que escribo esta historia sonrió como tonta, amo el fluff ¿lo sabían?

¡Cada uno de ustedes decida que colores poner en el lienzo de su vida!

Les amo mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top