Capítulo 13
Dedicado a mi bebé jkmelontierra
YoungJae abrió la puerta de la habitación con mucho cuidado, sabía perfectamente que Jimin se estaba duchando y aprovecharía el momento, con el ceño fruncido un tanto alerta tomó el celular de su esposo que estaba sobre la cama y deslizó sus dedos en la pantalla pero esta vez le exigió una clave de ingreso.
— ¡Maldición! — Youngjae gruñó entre dientes, ¿Por qué diablos Jimin había bloqueado su teléfono?, esto para él era demasiado sospechoso, tiró el celular en la cama y apretó su mandíbula.
Averiguaría con quien se estaba viendo Jimin, encontraría a esos amiguitos con lo que su esposo se reunía que le hacían perder el tiempo y descuidar su matrimonio.
¡No permitiría que siguiera pasando!
— ¿Qué haces? — Le preguntó Jimin mirándole confundido cuando salió del baño.
—Creí que había olvidado mi teléfono — Contestó Youngjae de forma seria.
—Pensé que ya te habías ido a trabajar — Murmuró Jimin cubriendo su pecho con la toalla que traía secando su cabello.
— ¿Por qué tanto interés en que me vaya rápido? — Preguntó entrecerrando sus ojos.
— ¿De qué hablas? — Jimin le miró con el ceño fruncido, desde su discusión de anoche YoungJae había empezado a actuar de manera extraña.
—Nada— Respondió secamente — ¿Saldrás hoy también? —
—Sí, iré al supermercado y luego le daré clases de cocina a un amigo— Contestó Jimin simplemente.
— ¿Ahora eres profesor de cocina? — YoungJae torció sus labios con disgusto.
Jimin realmente no podía creer que estaban teniendo esta conversación — No lo soy, pero le prometí a Jungkook que le enseñaría a cocinar y eso haré—
— ¿A Jungkook? — YoungJae negó con la cabeza — ¿Desde cuándo conoces a ese tipo?, ahora todo ese amigo tuyo, Jungkook esto, Jungkook aquello, ¡eso no me gusta! — Exclamó.
—No tiene que gustarte Youngjae, son mis amigos y no voy a dejar de verlos porque no te agraden —Jimin tomó la ropa que estaba sobre la cama — Y al que no le está gustando para nada tu actitud es a mí — dijo antes de regresar al baño.
Youngjae se quedó mirando la puerta con sus dientes apretados antes de salir.
Cuando Jimin salió vestido su esposo no estaba en ningún lado, dio un largo suspiro antes de ir al espejo para empezar a peinarse, su relación con YoungJae iba de mal en peor, bueno si era sincero consigo mismo nunca había estado bien, pero él prefirió ignorar ese hecho por demasiado tiempo y ahora que empezaba a ver la realidad se daba cuenta lo deteriorado que estaba su matrimonio.
Ellos no tenían nada en común, no había comunicación y actualmente siempre que hablaban era solo para discutir, y ni hablar de su vida marital.
Una lagrima traicionera se deslizó por la mejilla de Jimin, no quería pensar que esto era su culpa, él no estaba haciendo nada malo, tener nuevos amigos no era malo ¿verdad?, aunque se sentía un poco culpable por disfrutar mucho más el tiempo que pasaba con Jungkook que con su esposo.
Es que el fotógrafo lo comprendía de una manera que nadie más lo había hecho, incluso cuando pasaban un largo rato sin decir ninguna palabra y solo viéndolo tomar fotos, el no quería ser tildado como un mal esposo pero ya no estaba seguro de querer seguir siendo el esposo de Youngjae.
Se limpió las lágrimas y aplicó un poco de maquillaje a su rostro antes de tomar su billetera, salió de la casa dejándole claro a su chofer que quería tomar un taxi subió a su auto totalmente inocente a que estaba siendo seguido por su marido.
YoungJae había estado estacionado esperando que Jimin saliera quería comprobar por sí mismo que su esposo le estuviera diciendo la verdad, condujo siguiendo de cerca al taxi hasta que este se detuvo en un supermercado donde su esposo se bajó.
YoungJae iba a bajar también pero su teléfono empezó a sonar, era su asistente — ¿Qué pasa Jeongmin? — Preguntó de inmediato.
—Señor Choi, la junta directiva lo esta esperando para la reunión su padre también está aquí — Le informó su asistente.
YoungJae maldijo entre dientes golpeando el volante con una mano, ¡No podía posponer esa maldita reunión y ahora perdería de vista a Jimin!
— ¿Pasa algo señor? —
—No, no es nada, Lee diles que voy en camino— Gruñó para arrancar el motor de su auto, lo último que vio fue a su esposo saludando con la mano a un chico que traía puesta una chaqueta de cuero.
💜
— ¡Buen día Jiminnie!— Le saludó Jungkook con una radiante sonrisa.
—Hola Jungkookie— le respondió Jimin y cuando estuvieron lo suficientemente cerca el chico le dejó un besito en la mejilla.
— ¿Listo para las compras? — Preguntó Jimin sonriendo.
—Más que listo estoy emocionado— Confesó Jungkook — Hoy serán mis primeras clases de cocina—
—Soy un profesor exigente — Dijo Jimin sonriendo amplió.
Jungkook hizo un pronunciado puchero — Pero yo soy tu alumno favorito ¿Verdad? —
Jimin soltó una risa divertida — ¡No intentes sobornarme con pucheros! —
Jungkook se rio — ¿Puedo declarar mis pucheros como tu debilidad? —
Jimin negó con la cabeza con una sonrisa adornando sus labios — ¡Vamos a hacer las compras! —
Jungkook se llevó una mano a la altura de la frente en un saludo militar — ¡Como ordene Jiminnie lindo! —
Entraron al supermercado y Jungkook tomó un carrito que iba empujando mientras Jimin ponía las cosas dentro — ¿Qué tal si empezamos con algo muy sencillo como panqueques?—
— ¡Amo los panqueques! — Anunció Jungkook — me parece perfecto, ¿Qué necesitamos para hacerlos? —
—Harina, huevos, leche, mantequilla, azúcar, sal y para que queden suaves y esponjosos un poco de levadura— Le explicó Jimin— ¿Acompañadas con mermelada o jarabe de arce? —
— ¡Las dos!— Cantó animado Jungkook — Vamos por esos ingredientes—
Recorrieron los pasillos del supermercado buscando lo que necesitaban comprar entre risitas divertidas y miradas tiernas y aunque ellos no se daban cuenta parecían una joven y enamorada pareja.
Cuando salieron del supermercado cargados con bolsas Jungkook los guio hasta su vehículo y puso las cosas dentro. Jimin miraba el auto con los brazos y leve mueca — ¿Estas molesto Jiminnie?— Preguntó Jungkook.
—Pensé que había venido en la motocicleta— Se quejó Jimin.
Jungkook hizo un puchero —Es que como vendríamos de compras pensé que sería más cómodo usar el auto, pero si terminamos de cocinar temprano podríamos pasear en la moto —Sugirió Jungkook — Puedo enseñarte a conducirla—
Jimin abrió los ojos sorprendido — ¿Lo harías? —
— ¡Por supuesto! Si tú quieres hacerlo te enseñaría con gusto— Jungkook sonrió — Si yo puedo aprender a cocinar tu puedes aprender a conducir una motocicleta —
Jimin le miró con ojos emocionados — ¿Es un trato? —
Jungkook fingió escupir en su mano —Trato—
—¡Iuch! ¡Jungkook! — Se quejó Jimin golpeándole el hombro.
Jungkook soltó una carcajada.
Jimin reía negando con la cabeza — ¡Vamos, creo que terminaremos comiendo panqueques para el almuerzo— dijo al subir al auto.
Subieron al auto y empezaron su camino hasta la casa de Jungkook mientras escuchaban canciones que ambos tarareaban.
La casa de Jungkook estaba en una parte de la ciudad que Jimin no recordaba haber visitado antes, era un vecindario muy bonito había niños jugando en los jardines y algunas personas podando césped, se estacionaron frente a una casa muy bonita con rejas blancas.
— ¿Vives aquí? — Preguntó Jimin asombrado cuando bajaron.
—Sí, no es tan grande como tu casa pero es mi hogar— Respondió Jungkook orgulloso.
—Tu casa es muy linda, solo que pensé que vivirías en un departamento de soltero o algo así— Explicó Jimin.
—No soy fan de los departamentos, no tienen espacio suficiente para el jardín y tampoco un patio trasero donde Sakura pueda jugar— Dijo Jungkook.
A Jimin se le hizo muy tierno que Jungkook no solo pensara en su comodidad si no también en Sakura para escoger donde vivir además la casa era muy acogedora y hogareña, la hermosa Samoyed les saludo con ladridos y moviendo la cola cuando abrieron la puerta.
—Está feliz de verte— Afirmó Jungkook.
—También me alegra verte preciosa — Dijo Jimin acariciando la cabeza de Sakura.
Cuando entraron a la sala Jimin se dio el lujo de apreciar todas las hermosas fotografías en las paredes de la casa de Jungkook, si para esto estaba hecho el chico, era como estar en una exposición cada una destacaba por su belleza pero encajaban la una con otra en un trabajo armonioso.
Y también allí estaba su pintura de peces y corales donde todo el que entrara la podía ver —Tu casa es hermosa — Afirmó Jimin.
Jungkook le sonrió — Ya sabes las cosas se parecen a sus dueños— Dijo coqueto haciendo a Jimin reír —Sigamos por aquí está la cocina, la que nunca uso —
Pasaron hasta el lugar y Jungkook dejó las compras sobre el mesón — No tenía delantales así que conseguí estos — dijo mostrando los dos implementos eran adorables, uno tenía un conejo y el otro un pollito.
—Quiero el del pollito— Dijo Jimin sonriendo para ponerse el delantal.
Jungkook asintió tomando el del conejo y después de lavar sus manos empezaron a sacar las compras de las bolsas aunque Jungkook empezaba a tener problemas con su cabello porque se le metía en los ojos cuando bajaba el rostro.
Jimin le sonrió y se llevó una mano al bolsillo sacando una pequeña liguita —Déjame ayudarte — Susurró y poniéndose de puntitas hizo un pequeño moño alejando los cabellos del rostro de Jungkook.
Jungkook le sonrió —Gracias Minnie, tu también necesitas uno— Aseguró para poner hacer un moñito en el cabello de Jimin.
Se miraron el uno al otro y empezaron a reír de nuevo —Es hora de empezar — Ordenó Jimin.
Sacando algunos implementos, preparó la harina con la levadura, sal y azúcar explicando las cantidades y los pasos —Ahora haces un hueco en el medio para ponerle la leche, la mantequilla y los huevos —
Jungkook asintió y puso todo de acuerdo a las órdenes de Jimin o al menos intentó porque el huevo simplemente colocó uno en medio de la harina haciendo que Jimin riera — ¡Así no Jungkookie! Hay que romperlo—
— ¡Oh! — Jungkook dejó caer el huevo en el cuenco y se rompió llenando todo de cascaras.
— ¡Jungkookie! — Jimin negó con la cabeza riendo, estaba seguro que terminaría con dolor de estómago de tanto reírse.
—No te burles Minnie— Jungkook hizo un puchero — No sé cómo hacerlo—
—Vamos te explicaré de nuevo— Jimin volvió preparar harina de nuevo y le explicó cómo debía verter cada ingrediente para luego llevarlos al sartén y cocinarlos.
— ¡No es justo! — Se quejó Jungkook — Los míos se dañan y se pegan—
—Es porque les das las vuelta demasiado pronto, espera a ver las burbujas para darle la voltearlos— Jimin tomó la mano de Jungkook — Los volteas de esta manera— le explicó.
Jungkook le sonrió cuando uno estuvo listo — ¡Lo hice soy un genio de los panqueques! — canturreó emocionado.
—Señor genio sus otros panqueques se queman — Se burló Jimin.
Jungkook se apresuró a voltearlos.
—Están deliciosos son los mejores panqueques que he probado en mi vida—Expresó Jungkook.
—Los caseros siempre saben mejor— Le aseguró Jimin —Y ahora llegó la parte menos divertida de cocina —Suspiró — Limpiar —
—Limpiar también puede ser divertido — Aseguró Jungkook pasando el dedo por el cuenco que estaba sucio de harina y le untó a Jimin en la nariz.
— ¡No lo hiciste! — Chilló Jimin.
Jungkook volvió a repetir la acción — Uh, lo hice de nuevo—
Jimin se ensució las manos con el resto de la harina y se las pasó por la mejilla a Jungkook y le sacó la lengua.
Jungkook abrió la boca indignado — ¡Te voy a poner mermelada Jiminnie!—
Jimin salió corriendo poniendo el mesón como distancia claro que Jungkook lo rodeo de inmediato — ¡No lo hagas Jungkook! — Pidió entre risas.
— ¡Esta es mi venganza!— Exclamó Jungkook correteándolo para atraparlo.
Sakura también quiso unirse al juego pero hizo que Jimin se enredara al correr y tropezara cayendo directamente en pecho de Jungkook el cual se desestabilizó y cayó de espaldas con Jimin sobre él.
Sus labios se rozaron levemente en la caída…
Se quedaron un momento en silencio sus rostros estaban demasiado cerca, podían sentir la respiración del otro mezclarse con suya.
Jimin jamás en su vida había tenido tantos deseos de besar a alguien como en ese instante, Jungkook tenía un lindo lunar bajo su labio inferior.
— ¿Estas bien Jiminnie? — Le preguntó Jungkook tragando grueso mientras miraba sus labios con deseo también.
Las mejillas de Jimin se sonrojaron y se carraspeó la garganta — ¡Sí! — Dijo levantándose lentamente — Tú te llevaste la peor parte—
—No fue la peor — Aseguró Jungkook — además soy fuerte — Murmuró mostrando sus músculos de sus brazos
Jimin le sonrió — Bueno es hora de empezar a limpiar Señor Músculos—
Jungkook puso un puchero —Pero después iremos a conducir la moto—
Jimin asintió felizmente, ¡Aprendería a conducir una motocicleta!, sonaba a una locura pero lo quería hacer y lo haría.
Hola bebés lindos preciosos, hermoso míos de mí, hubo un casi beso…
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top