Jimin sonrió llevándose las manos al rostro aún se sentía avergonzado, tenía rostro caliente y sonrojado después de haberle dicho a Jungkook accidentalmente que le gustaba.

¡Tonto teclado!

Afortunadamente Jungkook tomó el tema en forma de broma, Jimin tenía que tener más cuidado al escribir, él era un hombre casado y no quería tener malos entendidos ni perder la amistad de Jungkook, era un chico demasiado agradable con quien amaba pasar tiempo.

Entre más semanas pasaban más estrecha se hacía su confianza con el guapo fotógrafo, podían pasar horas hablando sobre arte, fotografía, libros de poesía, incluso novelas románticas sin parar, se habían contado muchas anécdotas de su niñez así que Jimin sabia muchos más del castaño.

Jungkook había crecido en un lugar de Tailandia llamado Koh Samui y una de sus playas favoritas era Mae Nam, el chico le había mandado fotos que el mismo tomó del sitio y era precioso.

Jungkook también le contó que si no fuera fotógrafo se hubiera dedicado a algo relacionado con la biología marina, se sentía como un pez en el agua y era un tema que manejaba increíblemente bien, el guapo fotógrafo era un intrépido aventurero que viajaba seguido,  pero su tema favorito de conversación era Sakura definitivamente, esa hermosa samoyed era un encanto.

Jimin sonrió mirando la hora en su celular tenía que salir pronto si quería llegar a tiempo al lugar donde se encontraría con Jungkook para llevar a Sakura a su corte de pelo.

Terminó de arreglarse el cabello y cuando abrió la puerta para salir de la habitación literalmente se asustó porque sorpresivamente el rostro de su esposo apareció frente a él.

— ¡Me asustaste!—  Exclamó Jimin — No te esperaba es temprano—

—Solo vine por una información que olvide en la USB — espetó — ¿Vas a salir? —

Jimin se mordió el labio inferior — Si, pensaba hacerlo—

YoungJae arqueó una ceja — ¿A dónde vas? —

—Voy a ver a…

El teléfono de YoungJae empezó a sonar y él lo tomó sin esperar que Jimin terminara de hablar, se abrió pasó a la habitación buscando en uno de sus cajones la USB que necesitaba, dijo algo sobre estar en media hora en una junta para después colgar. 

—Jimin debo regresar a la oficina, llagaré después de la cena así que no me esperes — Informó — No estés fuera mucho tiempo — exigió antes de bajar las escaleras.

Jimin asintió y caminó unos pasos detrás de su esposo, YoungJae subió a su auto y se fue, afortunadamente el chofer no estaba en ningún lado cerca y Jimin aprovechó para tomar un taxi, sabía que a su esposo le molestaba que no usara el auto pero es que tener a Lee cerca lo hacia sentir incomodo, no era que el hombre le cayera mal solo que era como estar siendo vigilado y aunque Jimin no estaba haciendo nada malo le gustaba sentirse un poco en “libertad” fuera de casa.

Unos minutos después estuvo en el lugar indicado, Jungkook le saludó con una mano y con la otra sostenía la correa de Sakura.

—Siento llegar tarde — Jimin hizo una mueca.

—Llegas justo a tiempo para la cita de Sakura — Dijo Jungkook sonriendo.

—Vas verte hermosa Sakura— Aseguró Jimin acariciando la cabeza del animal.

Entraron al lugar y Sakura fue atendida de inmediato mientras Jimin y Jungkook le esperaban, hablando un poco de todo y nada a la vez.

— ¿Qué es eso importante que debías decirme? — Preguntó Jimin con curiosidad.

Jungkook hizo un puchero — ¿Solo por eso viniste? —

Jimin rio — ¡Es que tengo curiosidad! —Exclamó — Pero también porque quería acompañar a Sakura a su corte de pelo—

Y por supuesto Jimin no lo diaria en voz alta porque no era propio de un hombre casado pero también quería ver a Jungkook.

—Recuerdas a TaeHyung el chico que estaba conmigo en el parque ¿no?  —Preguntó Jungkook.

Jimin asintió.

—Bueno el vio tu pintura de los peces payazos y le encantó quiere una similar — Le contó.

— ¿Qué? ¿Es en serio? —Preguntó Jimin.

—Claro que es enserió, esa pintura es hermosa Jimin —

Jimin sonrió emocionado —Es que nadie había querido tener antes una pintura mía—

—Eso no te lo puedo creer— Afirmó Jungkook — ¿A cuántas personas le has enseñado tu trabajo? —

Jimin se mordió el labio inferior —A nadie desde hace mucho, solo a ti—

—Me siento afortunado porque soy tu fan número uno — Afirmó Jungkook con una sonrisa.

Jimin se sonrojó con una sonrisa —Eres mi único fan—

—Es que es un club privado fundado por mí, yo soy el presidente y miembro único— Dijo solemnemente — Pero créeme muchas personas pagarían por tener una de tus pinturas son obras de arte y merecen ser vistas por el mundo —

—No lo sé Jungkook — Jimin jugó un poco con sus manos —En realidad yo solo estudiaba Historia del Arte, nunca tuve la confianza suficiente como para mostrar lo que hacia —

Jungkook suspiró —Bueno ya encontramos tu inspiración deberías empezar la búsqueda de tu confianza, pero en esa está dentro de ti Minnie, TaeHyung está dispuesto a pagar el precio que le pongas a tu pintura—

— ¿A él también le gustan los peces? — Preguntó Jimin con curiosidad.

¿Estaba mal querer saber que tan cercanos eran Jungkook y ese chico?

—Sí, pero la pintura es un regalo para su hermanito ya que también ama los peces payazos — le contó Jungkook.

— ¡Oh!, está bien la haré pero no tiene que pagarme nada — Aseguró Jimin.

—Jimin es tu trabajo no puedes regalarlo—

—Pero quiero hacerlo esta vez, él es tu mejor amigo y la pintura es un obsequio para su hermanito será un placer para mí— Jimin se encogió de hombros.

— ¿No vas a cambiar de opinión verdad? —Preguntó Jungkook.

—No— Respondió Jimin sonriendo.

—Entonces le llamaré para que pague por los materiales que uses, conozco a TaeHyung tampoco querrá recibir la pintura gratis— Sentenció Jungkook.

Jimin suspiró —Esta bien—

En ese momento Sakura salió lista con su nueva imagen, mas esponjosa y refinada Jimin abrió la boca ¿acaso podría verse más adorable?

— ¡Dios se ve preciosa! — expresó con una sonrisa.

—Es su nuevo look listo para el viaje — Murmuró Jungkook agradeciendo a la mujer que le entregó la correa de Sakura.

— ¿Viaje? — Preguntó Jimin confundido.

—Esa era la siguiente cosa importante que quería contarte, unos amigos y yo vamos a viajar a la isla Jeju y quería preguntarte si quieres unirte a nosotros— Jungkook le dio una mirada adorable.

Jimin se emocionó al instante feliz de que Jungkook pensara en el para ir al viaje, pero su emoción se esfumó de inmediato y bajó la mirada —Me encantaría ir pero no puedo— Respondió.

La sonrisa en el rostro de Jungkook desapareció — ¿Puedo saber por qué? —Preguntó tragando grueso.

—Soy un hombre casado y no se vería bien viajar solos— Contestó Jimin —Además no conozco a tus amigos y no sé si me sentiría cómodo—

No quería ni imaginarse la cara de Youngjae si le decía que viajaría con extraños, desde que se casaron Jimin nunca había viajado sin su esposo a ninguna parte.

—Pero no estaríamos solo los dos y mis amigos son muy agradables — Jungkook intentó sonreír —Ellos quieren relajarse unos días de su trabajo su vida es bastante ocupada—

—Espero que se diviertan mucho — Jimin quiso mostrar una sonrisa pero realmente no lo consiguió.

—Te enviaremos muchas fotos supongo— Jungkook acarició las orejas de Sakura antes de empezar a caminar para salir del lugar.

Decir que no se sentía decepcionado por la respuesta negativa de Jimin sería una mentira.

— ¿Cuándo se van? —  Preguntó Jimin con sus manos metidas en los bolsillos de su abrigo.

—Pasado mañana, solo serán un par de días debo cumplir con un trabajo de fotografía también—  Le contó Jungkook con puchero.

—No hagas pucheros— Pidió Jimin sonriendo.

—Tú dijiste que mis pucheros son adorables, tal vez es una estrategia para convencerte de venir con Sakura y conmigo—

Jimin no pudo evitar reírse — Me gustaría ir de verdad, pero a mi esposo no le agradará la idea él es un poco ¿celoso? —

Jimin no tenía claro si YoungJae en realidad era celoso, bueno simplemente las cosas se hacían a su modo o tendrían un tipo de discusión las cuales no eran agradables.

—Entiendo si yo tuviera un esposo tan lindo también me pondría celoso— Admitió Jungkook — Pero dejaría que mi pareja tomara sus propias decisiones, no es mi propiedad es la persona que amo y debería existir confianza entre nosotros—

Jimin mordió su labio inferior el confiaba en YoungJae, pero ¿Su esposo confiaba en el?, Jimin nunca le había dado motivos para que existiera desconfianza, sin embargo conocía lo suficiente a su marido como para saber las cosas que le molestaban.

—Suenas como un chico muy romántico es raro que no tengas pareja — Expresó Jimin evitando el tema de la confianza.

Jungkook suspiró — Me rompieron el corazón — confesó.

Jimin le miró asombrado — ¿Y ya no crees en el amor? —

— ¡Por supuesto que creo en el amor! — Exclamó Jungkook con una sonrisa — Pero ahora me tomo mi tiempo, el matrimonio es un gran paso y si voy a pasar el resto de mi vida con alguien creo que debe ser la persona perfectamente imperfecta con la cual pueda compartir mis gustos y disfrutar de los suyos, quiero que sea alguien en quien apoyarme y también ser su apoyo para que cumpla sus metas —

—Entonces aun no has conocido a la persona indicada para ti— Murmuró Jimin.

—O lo conocí demasiado tarde— susurró Jungkook.

— ¿Eh?

—Supongo que todo tiene su tiempo, dicen que lo bueno tarda en llegar —Respondió Jungkook— Debe haber una persona sosteniendo el otro extremo de mi hilo del destino —

— ¿Crees en el hilo rojo del destino? — Preguntó Jimin asombrado.

—Pienso que inconscientemente todos creemos en el— Afirmó Jungkook —Mi madre decía que cuando conociera a la persona que sostenía el otro extremo del hilo mi corazón lo sabría —sonrió —Aunque eso suena un poco cursi cuando lo digo en voz alta—

—No es cursi, es muy lindo — Afirmó Jimin.

—Supongo que tú debes haberlo sentido cuando decidiste casarte— dijo Jungkook.

Jimin se aclaró la garganta no estaba seguro de que responder, su relación con YoungJae siempre estuvo llena de cariño, el había sido un gran apoyo para Jimin mientras su abuelo estuvo enfermo y luego de su muerte Jimin acepto casarse con YoungJae porque ¿era lo correcto?

—Bueno YoungJae y yo no estamos casados legalmente— Prefirió comentar.

Jungkook se detuvo — ¿Qué? —

—Aquí el matrimonio gay no es legal y para legalizarlo debíamos viajar, hacer un largo trámite de papeles, casarnos en otro país, por lo que decidimos hacerlo simbólico tuvimos una ceremonia y firmamos nuestras propias actas y tenemos nuestras alianzas — Jimin tocó el aro dorado que estaba en su dedo anular.

—Woow pensé que… — Jungkook sonrió aunque la sonrisa no llegó a sus ojos  — Supongo que así es más romántico ¿no?, sin importar lo que digan las leyes ustedes se consideran esposos, es genial—

Jimin asintió aunque él no estaba convencido de que fuera muy genial.

— ¿A dónde estamos yendo? — Preguntó Jungkook deteniéndose.

Jimin también se detuvo mirando a su alrededor — ¡Pensé que tu sabias!  Desde que salimos solo empezamos a caminar—

Jungkook se rió — ¡Sigamos caminando hasta donde nos lleve el destino! — Exclamó — aunque espero que haya comida al final porque tengo hambre—

Jimin se unió las risas — Hablando de comida tenemos que organizar tus clases de cocina — recordó.

—Por supuesto, después del viaje debemos empezar porque estoy cansado de la comida instantánea — Jungkook hizo una mueca.

—Estoy feliz de enseñarte— Dijo Jimin.

—Y yo me siento afortunado de tener a un profesor tan lindo— Afirmó Jungkook.

El pelinegro le sonrió sonrojándose nunca se acostumbraría a los elogios que Jungkook le decía.

Jimin nunca había sido supersticioso y tampoco se había detenido  a pensar en el destino y si existía una persona predestinada para él, ¿Sería realmente YoungJae?, no lo sabía.

Pero de lo que si estaba seguro era que la persona que estuviera al lado de un hombre como Jungkook sería muy afortunada.

Hola mis preciosuras me gusta escribir esta historia mucho, me deja ser yo misma.

Estoy un poco loca, aunque eso ya lo sabían.