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Son verdaderamente polos opuestos. Lulú representa el verdadero conocimiento y un sentido de la responsabilidad por el bien común a favor de la ciencia. Sin embargo, Lani representa la anarquía total y un fuerte sentimiento en querer ver el mundo arder.

Lulú no podían comprender el porque su hermanita es un emisario del caos que solo busca su propio beneficio. Ambas comparten un parecido intelecto superior que cualquier otro se le vivo en el planeta. Era natural que sintiera mucha intriga, ya que en las primeras semanas de gestación de Lani, Lulú la miró crecer en el vientre de su tía usando su habilidad ocular que le permite ver el mundo transparente.

Curiosamente, a los pocos días de que Lani naciera, Lulú se dió cuenta de que su hermanita sabía que la estaba observando desde afuera y solo se limitaba a sonreír de una forma perturbadora.

Su relación de hermanos es la segunda más extraña que puede haber dentro de esa casa. Desde el momento de que Lani pudo conocer a su familia, el caos dentro de la familia incrementó exponencialmente por las travesuras de la nueva bebé. Por ejemplo, incendiar los pantalones de Lemy mientras los tenía puestos, robar la muñeca favorita de Leia y la abeja de peluche de Lupa y hacer que se peleen nomás porque le parece divertido, y asustar a Loan.

Sin embargo, actualmente no había podido mucho que digamos.

•••

Era un agradable y tranquilo día. Siendo muy extraño porque en esta familia disfuncional hay como mínimo una pelea cada mañana por la estupidez mas innecesaria que se les pueda ocurrir y que me da un chingazo de hueva explicar.

En esos momentos, todas las madres que se encuentran viviendo temporalmente con Lincoln, habían comprado un servicio de Spa premium de no mames para el padre de sus bendiciones. Esto tenía una razón porque a ninguna les gusta ver a su hombre lleno de estrés y tampoco les agrada verlo en brazos de otra mujer que apenas conocen.

Además, tengo que mencionar que los chamacos están otra vez solos en casa sin la supervisión de un adulto "responsable".

En la cocina, Leina se encuentra ayudando a Bed y Darna a hacer paletas heladas de chocolate. Por alguna razón del destino, la güera silenciosa pone aprueba su paciencia ya que veía como Bed usaba una cucharita para despegar los moldes con cuidado. Sin embargo, Darna hacía un completo cargadero, le estaba dando fuerte golpes a la mesa bien pasados de verga solo para despegar las paletas.

Notando sus intenciones, Leina detuvo a Darna y le dió una cuchara para que hiciera lo mismo que Bed y no siguiera con su desmadre porque estaba ensuciando el suelo, las paredes y el techo de la cocina.

No obstante, la morenita usó la cuchara para golpear los moldes sin cambiar mucho su técnica.

Con una hermosa sonrisa, Leina sentía una terrible irá y una espantosa desesperación que hacía que las venas de su cuello y frente se noten bien cabrón en su piel. Nadie en su pinche hogar mencionó que tenías que explicarle todo muy bien a Darna dos veces para que te pueda entender.

Repentinamente y mientras olfatea el suelo como un sabueso, Lani entró en la cocina buscando alimento como un depredador.

Observó por toda la barra de la cocina y vió el mismísimo tarro con las sagradas galletas de Leina a un lado del refrigerador junto a las plantas que hay en la ventana. Con una amplia y macabra sonrisa, Lani se escabulló por el suelo y las paredes hasta alcanzar su objetivo.

Al está mar apunto de poner sus manitas en las mejores galletas del planeta según su criterio, Lulú apareció delante suya y la detuvo en el acto con su pequeña mano en la tapa del frasco.

— Eh no gageta – balbuceó Lulú molesta con su hermana menor.

— Popo... – expresó Lani indignada porque dejó hacer lo que quería.

Curiosamente, a las pocas semanas de ser hermanas, Lulú y Lani desarrollaron un idioma único que solo ellas pueden entender y que para los demás son puros balbuceos.

Sin embargo, le pondré subtítulos.

— "No permitiré que consumas las galletas de nuestra segunda hermana, se nos está prohibido comer esto antes de la cena" – dijo Lulú.

— "Eres una imbécil sí crees que obedeceré toda esa mierda que escupes maldita sea, necesito nutrientes para vivir y no puedo esperar 45 minutos, es una eternidad a mi edad".

— "Sí te lo permitió, te lo comerás todo y no habrá mas hasta la póstuma semana, está claro que la mejor opción es racionar estas creaciones para compartir".

— "Oh... Sabes que no me gusta compartir".

Con su malvada sonrisa, Lani le arrebató el frasco de galletas a su hermana usando su colita para después escupir al aire una bola de fuego, adentrarse en sus llamas infernales y desaparecer al instante. Sin embargo, no fue tan lejos que digamos ya que apreció del otro lado de la cocina para escapar del alcance de su hermana mayor.

Molesta, Lulú se teletransportó al mismo lugar donde cayó su hermanita dejando una estela verdosa a su paso. Sacó sus tres patas de araña de su espalda y comenzó a perseguir a Lani con mucha perseverancia.

•••

Cuando entró en la sala, Lulú escupió su baba pegajosa a los pies de su hermanita para poder detenerla por unos instantes y recuperar lo que habían usurpado en sus narices. Sin embargo, Lani sacó sus garras parecidas a las de un dragón de su mano izquierda y velozmente cortó la baba que la estaba reteniendo.

Antes que pudiera seguir huyendo con las galletas de Leina, Lulú sujetó firmemente con sus pequeñas manitas comenzando a forcejear con su hermana menor con desesperación e ira.

Mientras tanto en el sillón, Terry, Lyra, Cleo y Sonette veían juntas un programa extranjero que había salido del aire hace años, pero aún así los episodios son muy chidos:

"¡Hola soy Carmelo, de todos los meseros los meseros el primero mero mero mero oh oh oh! "

— Oigan chicas... – habló Terry con mucho ilusión. — Se imaginan ver a Carmelo y al Vitor encontrándose cara a cara.

— Simón wey – habló Sonette con mucho de sarcasmo, tanto que se mordió la lengua. — ¿También no te interesa saber como follarte el puto mar en la gran barrera de arrecifes con una plataforma petrolera? Chingue su madre.

— ¿Neta se puede hacer eso?

— Ya cállense de una buena vez – exclamó Cleo harta de las dos chicas. — Desde la mañana no han dejado de decir pura pendejada que ya me está dando dolor de cabeza.

Mientras seguían conversando, Lyra se encuentra hablando por su teléfono mirando hacia otro lado con una tranquila sonrisa.   

— No, no hay ningún problema con que te quedes unos días aquí... Total, somos muchísimos que no se darán cuenta – dijo Lyra por su celular. — Si, nos vemos en unos días.

— ¿Quién era? – habló Cleo ignorando a Terry y Sonette que continúan con sus estupideces.

— Una muy buena amiga. Su madre irá a los deportes de invierno de este año, pero ella odia acompañarla porque la bruja no se controla.

— Oh... ¿Y es tu hermana?

— Haber, no todas mis amigas pueden ser mis hermanas para empezar.

— Pues no lo sé, te he visto durante años y jamás imaginé pensé que este par de babosas fueran tus medias hermanas – dijo la Cleo señalando a las mencionadas con el pulgar. — Además, ¿No te llama la atención que tus papás tengan el mismo apellido pese a no estar casados?

— Mira solo sé que son primos, pero sí me pongo a investigar voy a describir algo que no me va a gustar... Y más importante, ¿Por qué estamos viendo esto en lugar de ver la película de Barbie donde aparece Ryan Papacito Gosling?

Mientras seguían debatiendo por la mejor adaptación cinematográfica de todos los tiempos, Lani utilizó su colita para hacer estornudar a Lulú y soltara el frasco de galletas. Rápidamente, la bebé demonio dió un gran salto de más de dos metros en dirección al pasillo de la casa con su hermana menor pisándole los talones.  

•••

Desanimando, Lemy salió del la habitación de las menores. Sus hermanas lo echaron de ahí porque ellas querían ver una película y solo él estaba jugando Guitar Hero con su vieja consola de videojuegos que se había quedado adentro del cuarto.

— Ay, nadie respeta nada de lo que hago – habló Lemy así mismo. — Lemy largo porque queremos ver la película de Barbie donde aparece Ryan Gosling bla bla bla trae esto otro... Ah... Pero hay un Dios...

Repentinamente, Lemy notó un frasco de galletas rodó hasta sus pies. Se sintió muy extraño, ya que en esa casa no se desperdicia por la cantidad de gente que se encuentra viviendo ahí.

No obstante, las bebés estaban una encima de la otra observando como Lemy tomaba el tarro de galletas del suelo viéndose un tanto confundido porque ese frasco está resguardado celosamente por Leina y solo podías tomar una galleta después de la cena.

Antes de ser vista por su hermano mayor, Lani se quitó de encima a Lulú y dió un gran salto hasta estar detrás de Lemy mientras caía lentamente. Sin embargo, el chico se dió cuenta de que su hermana bebé estaba delante suya y concluyó que ella había tomando las galletas.

— Lulú sabes que no podemos comer las galletas de Leina antes de la cena – habló el niño mientras intentaba abrir el frasco. — Pero no creo que se dé cuenta sí nos comemos dos gallet...

— ¡¡THE WORLD DO!! – gritó Lani estando suspendida en el aire deteniendo el tiempo.

Con muchísimo estilo digno de un villano de manga y mostrando su diabólica sonrisa, la pequeña Lani aterrizó en el suelo y empezó a gatear hacia Lemy para recuperar lo que había usurpado de la cocina.

Usando su cola de demonio como su quinta extremidad, la bebé le quitó el frasco de las manos manteniendo su simple sonrisa llena de la mas pura maldad.

Seguido y solo por haberse metido en su camino, tomó su pañal sucio del bote de basura que había en el pasillo con un maligno propósito.

— Muda muda muda muda muda muda muda muda muda muda ¡Muda! – exclamó Lani lanzándo su pañal en la cara de Lemy sin ningún remordimiento en eso alma.

Cuando terminó los seis segundos que Lani puede detener el tiempo, todo regresó a la normalidad y Lemy recibió el pañal mojado en su rostro.

— ¡Que asco Lani! – decía Lemy quitándose el paña mientras se iba al baño a lavarse la cara con jabón todo asqueado y con ganas de vomitar.

Sin dejar de sonreír, la bebé demoníaca miró a su hermana mayor instando a continuar con su pelea mientras agitaba su manita, ya que creía que lo tenía todo controlado.

Con la velocidad de un rayo, Lulú apareció delante de Lani para sujetar e intentar arrebatar el frasco de galletas mientras que la malvada bebé hacía lo que podía para detenerla y demostrar que es superior.

Sin embargo, la bebé castaña comenzó a teletransportarse a diferentes lugares de la casa llevándose a su hermana con ella para confundirla y poder derrotarla.

•••

Juntas aparecieron en diferentes sitios de su hogar siendo: La sucia cochera donde hicieron un desmadre con Terry hace unas noches atrás. En la tina del baño donde Lemy está lavándose la cara con jabón. En la habitación de Laika. En un cuarto donde apenas se está acondicionado para ser la nueva habitación de Laura. En otro cuarto donde hay un póster de Chayanne. En la habitación de las menores donde gran parte de sus hermanas están viendo la película de Barbie donde aparece Ryan Gosling. Y por último en el comedor de la sala.

Por un descuido, Lulú soltó el frasco de las galletas siendo la oportunidad que Lani aprovechó para dar un gran salto hasta subir a la mesa del comedor.

— Jajajajaja "Mientras estaba en el vientre de mi creadora, miré todas las precuelas de Star Wars y sé perfectamente que yo tengo el terreno alto y la delantera." – dijo Lani alzándose con la victoria. — "Ahora voy a consumir las sagradas galletas de Leina en este momento".

Cuando intentó abrir el tarro de galletas, notó que algo iba completamente mal.

Mientras más le daba vueltas a la tapa, no podía abrir el frasco. Son de esos tarro donde tienes que presionar la tapadera y luego girar para lograr abrirlo, pero Lani no sabía esto y creyó que era magia.

Antes de que tener la oportunidad de saber cómo funciona el frasco, Leina llegó de la cocina y simplemente le quitó el bote de galletas que había estado guardando para la cena.

Seguido, la rubia silenciosa tomó a sus hermanitas y las dejo dentro de corralito de la sala para que dejarán de hacer travesuras y ella pueda continuar ayudando a sus otras hermanas.

Cuando Lani se dió cuenta de que no pudo salirse con la suya, comenzó a llorar dando un señor berrinche.

Sin embargo, Lulú miraba como Lani daba golpes en el suelo y patalear mientras un chorro de fuego salía de su pequeña nariz con mucha tranquilidad. Seguido, la bebé castaña se quitó su propio chupón de su boca y lo metió en la boca de su hermana habiendo que deja de llorar.

Tiernamente y entre lágrimas, Lani miró a Lulú sin entender porque su hermana está siendo linda con ella pese haber tenido una pelea hace unos minutos.

— Tle quielo Lani – respondió Lulú dándole un abrazo a su hermanita con el más puro y desinteresado amor.

Puede que sean muy conflictivas y pasen gran parte de su tiempo peleando, pero su relación es bastante adorable y bonita; Lulú ama con todo su corazón a Lani de una forma desinteresada y Lani, aunque nunca llegue admitirlo, también ama a su hermana porque es y será la única que la comprende.

Luego de un rato, las bebés se quedaron dormidas entre un montón de almohadas.

•••

Cuando su viaje de trabajo y sus cortas pero relajantes vacaciones, Ronnie Anne regresó a la casa de su exmarido a pasar por su hija.

Nada más tocar un par de veces la puerta, Lincoln recibió a la mujer mientras comía pizza viéndose más relajado de lo normal por su estupendo día en el spa y además, está comiendo su pizza favorito.

— Hola Ronnie Anne – habló Lincoln con una tranquila mirada y sonrisa.

— Hola... ¿Te encuentras bien? – dijo la mujer un poco preocupada.

— Si... Me compraron un largo día de Spa y siento que todo mi estrés desapareció, pero sé que volverá... Para mañana, pero por lo menos me siento feliz hoy ¿No?

— Oh, pues lo siento mucho...

— ¿Quieres quedarte a cenar? Sé que somos casi 40 personas aquí dentro, pero hay más de 20 cajas de pizza de cualquier sabor que te guste.

— ¿Seguro?

— Tú siempre serás en mi casa, estuvimos casados y tenemos una hija... Eres parte de mi vida y así será siempre.

Sintiendo un cálido sentimiento hogareño, Ronnie Anne entró en la casa siendo recibida por un abrazo de Reina mientras que el albino cierra la puerta mientras mordía su pizza.

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Aquí está la siguiente parte...

Para que no digan que soy un pinche flojo (Que tiene algo de verdad para aclarar), pero por lo menos quiero terminar está historia adecuadamente y para nada mamón.

Nos vemos en el siguiente capítulo. Si saben la estructura de está historia, conocen quien sigue acontinuación.