Capitulo 8
Viernes 18 de Septiembre, (Paseo a la playa y hechos increíbles):
Estaba amaneciendo, podía notarlo por mi ventana, no sé por qué desperté tan temprano, creo que fue por la tristeza que me invadió al recordar que hoy era mi último día en casa de la abuela y seguía sin averiguar que sucedía en la familia Wolfthregi, de repente escuché la puerta de la habitación de la abuela, sus pasos llegaron directo a mi puerta, entró y se sentó en la esquina de mi cama, creyó que seguía dormida y la oí susurrar.
-Ay mi pequeña, te extrañaré mucho, hoy tengo que decirte la verdad, no puedo seguir mintiéndote.
Yo escuché todo, hoy me dirá la verdad, esperaba eso con tantas ansias, quería saber de una vez por todas que pasaba. Ella salió de mi habitación, cuando se encontraba bajando las escaleras, decidí sentarme en la cama y buscar mi celular, le escribí a Kendall para decirle que mañana volvería a casa y que si podíamos salir el domingo para ponernos al día, a lo que ella respondió emocionada, mi mejor amiga puede verme un día y al siguiente no, y dice que no me ha visto en años. Después que terminé de hablar con ella, decidí pararme al baño, luego de salir, bajé a ver qué hacía la abuela, llegué a la cocina, ella estaba preparando el desayuno, me paré en el marco de la puerta y hablé.
-Buenos días abue, ¿Cómo amanece la mejor abuela del mundo?
-Bien, gracias a Dios, con salud es lo importante.
-Me alegra mucho, ¿Qué haremos en mi último día aquí?- Puse cara de perrito triste.
-Iremos a la playa a caminar un rato, luego podemos ir a comer al restaurante que está allí.
-Me parece excelente, necesito algo de sol, parezco un vampiro.- Amaba la playa, aunque en Luxemburgo no iba muy seguido, tenía las responsabilidades de la secundaria.
La abuela salió de la cocina, conmigo detrás, puso los platos en la mesa y nos pusimos a hablar de cosas al azar, después de comer fui a lavar los trastes, mientras la abuela subía a cambiarse, terminé y subí a mi habitación a ducharme, salí del baño y me puse un traje de baño rojo y encima una camisa holgada, unos shorts y mis tenis blancos, cepillé mi cabello, puse algo de brillo en mis labios, tomé la cartera, lentes de sol y mi celular, ya estaba lista y bajé a la sala a esperar a la abuela, que no tardo mucho en aparecerse, salimos y pedimos un taxi.
Ya en la playa, pusimos unas toallas sobre la arena y nos sentamos a disfrutar del maravilloso sol que nos regalaba Barcelona, me quite la camisa para quedar con la parte de arriba del traje de baño y poder broncearme mejor, la abuela inició la conversación.
-Pequeña, hay algo que debo decirte.- Señores creo que se aproxima lo que estuve esperando desde hace días.
-Dime abue, te escucho.
-¿Te acuerdas de la profecía que te dije en la historia del abuelo?
-Si, por supuesto que me acuerdo.- Como olvidarla.
-Bueno... te mentí al decirte que no sabía de qué se trataba.- Cosa que yo ya sabía dah.
-Abuela, dime que me estás asustando, ¿está todo bien?- Parecía estar nerviosa al decirme.
-Tu abuelo era el heredero del trono de la familia real de los Wolfthregi, debía ejercer el cargo, le correspondía por ser el único hijo
del bisabuelo Mike y la profecía plasmaba que si él no ejercía el cargo, una maldición caería sobre él.- Esperen, ¡somos una familia real!, mucho para procesar.
-Estoy sorprendida abuela, somos de la realeza y ni siquiera sabía, ¿Cuál era la maldición?- Ya estaba asustada al saber eso.
-Se convertiría en una criatura que solo has escuchado en libros de fantasías y leyendas, cuando cumplas 18 años, sabrás de qué se trata, ya que tú llevas eso en la sangre hasta que puedas decidir si ejercer el cargo o seguir con la maldición.- Por Dios, todavía sigo temiéndole a la oscuridad y ya debo ejercer un cargo de la realeza, no me sé cuidar yo sola y voy a dirigir un reino, estoy a punto de desmayarme.
-¿Por qué me dices eso ahora? ¿Por qué no me lo dijeron tú y el abuelo cuando me contaban sus historias?
-No queríamos asustarte con eso y necesitábamos un terreno bien asfaltado para poder decírtelo, pero al morir tuve que prepararlo yo sola, ¿Recuerdas el ruido extraño del sótano? Era yo, ya era hora de que fueras viendo por ti misma las cosas que sucedían en la familia.- Fue ella todo el tiempo y yo toda asustada pensando que moriría en el sótano. -Pero al parecer la niña curiosa, al día siguiente aprovechó y entró a la biblioteca secreta, ni siquiera me dijiste lo que hiciste, pero era tu momento de hacer las cosas por tu cuenta.
-Ya va, stop y retrocede, tú eras la de los ruidos extraños, pero ¿Cómo hiciste para estar allí abajo, después subir a tu habitación y bajar como si nada?
-Hay una entrada secreta desde mi habitación hasta la biblioteca, por eso pude hacerlo, ¿encontraste unos libros en el suelo?- Asentí. -Bueno, yo los tiré para que pareciera que alguien había estado allí, tus dudas sobre si era una broma o era real, no tardaron mucho en salir al aire.- Mi abuela es un genio, me ha dejado sin palabras.
-Tú notaste que había agarrado el diario del bisabuelo Mike, ¿cierto?
-Sí y lo terminé de confirmar cuando fuiste a comprar el diccionario en la biblioteca de la ciudad, la mayoría están en alemán, fue algo muy inteligente de tu parte.
-No te había dicho que había bajado porque no quería preocuparte, ya que había bajado sola a allí.- Bajé la cabeza en forma de arrepentimiento.
Ella se acercó y me abrazó, como cuando en las noches le tenía miedo a la oscuridad y corría a su habitación para que pudiese calmarme, la extrañaría mucho al irme, pero sé que ella me irá a visitar. Mi abuela después de un rato así, habló.
-Tu padre eligió lo mismo que tu abuelo, prefirió su vida con la maldición, que perder al amor de su vida, o sea tu madre, tú debes elegir al cumplir 18.
-Abuela, pero ¿si elijo mal? ¿Y si no soy lo suficientemente madura como para poder hacerlo?- Me dio un leve golpe en el brazo.
-Estás más que lista pequeña, créeme lo he visto estos días que has estado conmigo, el momento de elegir llegará a ti de la forma que menos crees, por ahora solo disfruta de tus días y ya, tu abuelo estaría muy orgulloso de la jovencita en la que te has convertido.-La abrace muy fuerte, si chicos, tengo a la mejor abuela del mundo.
Estuvimos en la playa toda la tarde, me bronceé y luzco radiante, recogimos nuestras cosas, ya que estaba oscureciendo, fuimos al restaurante y cenamos, ella comió pescado a la plancha y papas horneadas, yo opte por un pescado frito y papas fritas, un par de carbohidratos no me harían mal.
Luego de comer pedimos la cuenta y fuimos a casa, al llegar subí a mi habitación a darme una ducha, sufrí horrible, ya que estaba roja por el sol, pero valió la pena, cuando terminé fui a vestirme con la pijama, tomé mi celular para buscar el correo donde tenía el boleto de avión, necesitaba ver a qué hora salía mi vuelo mañana, a las 8:00 am, significa pararme a las 5:30 para arreglarme y tengo que estar con dos horas de anticipación, luego bajé a hacer sándwiches para la abuela, los hice y subí a su habitación con un vaso de leche, ella siempre tenía su puerta abierta así que entré.
-Toma, hice esto para ti y así me dices donde esta esa famosa entrada secreta.- Sonrío al ver mi cara de niña pequeña.
-Gracias, pequeña Em por hacerme la cena y la entrada esta justo allí.- Me señaló hacia su closet.
-¿En serio? Iré a ver, necesito comprobarlo por mí misma.
- Tu abuelo decidió comprar esta casa por eso mismo, necesitaba poner los libros de historia familiar en un lugar seguro, esa información era demasiado confidencial, así que esta era la casa perfecta, tenía esa habitación secreta con dos entradas, directamente del sótano y esta de la habitación principal.- Mi abuelo también era un genio, paz descanse.
Decidida a encontrar la entrada, abrí las puertas del closet mientras la abuela observaba desde su cama, vi una especie de manilla en la parte de atrás de la ropa y la tome, la moví hacia abajo y se abrió en dos el closet, dejando a la vista unas escaleras, estaban alumbradas por unas farolas, volteé a ver a la abuela de pie.
-Iré contigo, así podrás saber más sobre eso.-Mejor así no iría sola a esta hora, si soy una miedosa, pero no tenía miedo cuando bajé la primera vez, la adrenalina del momento no lo permitió.
Bajamos las dos poco a poco las escaleras y llegamos a la biblioteca, había tantos libros que me daban curiosidad y que debía leer, la abuela habló.
-Sígueme, quiero mostrarte algo.- La seguí hasta al gran libro que les había dicho hace unos días, buscó una de las páginas del medio y allí estaba el abuelo, con el bisabuelo Mike y la bisabuela Martha, posando como el rey y reina que eran.
-El abuelo se veía como todo un príncipe, abuela la vida no solo te envió al amor de tu vida, sino también un príncipe azul.
-Si querida, viste que el abuelo perteneció a la realeza y ahora te corresponde a ti seguir ese legado, tendréis que tomar la decisión de todos los Wolfthregi, tu deber como princesa y dentro de poco reina de la familia, si es que escoges serlo, será cuidar de los tuyos y poder ayudarlos siempre.- Mientras ella me decía eso, yo veía la foto del abuelo siendo coronado, pero me imaginé que luego de tener tantas responsabilidades y conocer a la abuela, decidió abandonar su puesto.
-Lo haré bien abuela, lo prometo, por ti y por el abuelo.
-Lo sé pequeña, quiero enseñarte una última cosa.- Fue a la siguiente página. -Ese que está allí, es tu padre.- Era una foto en la que estaban el abuelo, la abuela y mi papá.
-Mataré a papá por no decirme que éramos de una familia real.
-Él quería que crecieras como una niña normal, sin profecías o responsabilidades.- Era de esperarse, papá siempre trato de hacer lo mejor por mí.
Luego de eso, la abuela me dio un libro de la historia de la familia Wolfthregi, que leeré en el viaje de vuelta a casa y que me asesorará para cuando cumpla 18, que sería dentro de dos meses, las dos subimos las escaleras y cuando llegamos arriba la abuela cerró el closet.
-Ve a descansar Em, mañana debes despertar temprano para llevarte al aeropuerto, te quiero mucho mi pequeña, no se te olvide leer los dos diarios, más el libro que te di hoy, te ayudará mucho, que no se te olvide que a veces ser normal puede ser mejor que ser alguien de la realeza.
-Lo sé abuela, te quiero mucho también y espero descanses, sé que tomaré una buena decisión, nos vemos mañana.- La abracé fuerte y ya tenía un nudo en la garganta.
Después de salir de la habitación de la abuela, fui a la mía y ordené mis cosas en las maletas que había llevado, ordené la ropa que me pondría mañana, un pantalón rasgado blanco, una blusa negra y mis tenis negros, guardé en mi cartera de viaje los libros que la abuela me había dado, ya tenía todo listo para mañana, me recosté en la cama, todavía no lo podía creer, era de la realeza, tengo una gran responsabilidad al cumplir 18 y yo que pensaba que la única que tendría sería conseguir un empleo, estaba tan sorprendida y nerviosa, me acomodé en la cama y caí rendida, al parecer mi vida estaba a punto de cambiar.
Holaa, chicos llegamos a los 100 views, estoy tan sorprendida, gracias por su apoyo y por votar!!
¿Qué les pareció el capítulo? Ya Emma sabe sobre la profecía, esperen el siguiente capítulo, estará interesante!! 💙
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