Capitulo 17
Domingo 26 de septiembre, (Charla entre amigas y visitas inesperadas):
No me sentía muy bien como para despertarme, quería dormir todo el día, pero tenía hambre y si no bajaba a desayunar mamá sabría que pasaba algo, no quería preocuparla con mis boberías de adolescente, de seguro papá haría lo que fuera por escuchar lo que paso y terminaría matando a Hero, cosa que no quería que pasara, a pesar de lo sucedido, me levanté de mala gana y fui directo al baño para hacer mi aseo personal, me bañé, la noche anterior no había podido, al salir me puse una camisa holgada y un pantalón de pijama, luego fui en busca de mi celular, tenía varias notificaciones.
Bestie👯♀️💙: ¿Quieres que vaya a tu casa y pasemos el domingo juntas? Tiempo de mejores amigas y así podrás contarme que sucede.
Pensándolo bien, tenía días sin hablar con mi mejor amiga y ya debía contarle lo de la familia real, ya era hora de hablarlo con alguien.
Yo: Necesito hablar con alguien, gracias por siempre estar para mí, te espero aquí, trae helado, aquí tengo papitas y más comida chatarra, nos vemos en un rato.
Bestie👯♀️💙: Ya voy en camino y claro que llevaré helado, nos vemos amargada.
Salí del chat de Kendall y fui al de Evan.
ChicoCoffe☕️: Buenos días Coffe, espero hayas despertado mejor, me gustaría verte hoy, así pasamos tiempo juntos y puedo hacerte compañía.
Soy yo o este chico vio que todo con Hero terminó y está aprovechando la oportunidad.
Yo: Buenos días, si estoy algo mejor ya, lo siento, ya hice planes con Kendall, vendrá a pasar el día conmigo, podría ser en otra ocasión, pero gracias por preocuparte por mí, es muy lindo.
ChicoCoffe☕️: Entiendo, me alegra mucho que estés mejor, espero pases un buen día con Kendall, solo quiero que estés bien y podamos salir otro día, mira que me debes mi tour todavía, nos vemos Coffe.
Ya no tenía más notificaciones, suspire cansada, una parte de mí esperaba que Hero me escribiera, pero otra decía que se fuera bien lejos, bloqueé el celular y bajé a desayunar, mis padres ya habían puesto todo en la mesa, los saludé con un beso y me senté, mamá habló.
-Cariño, ¿Cómo te fue en la fiesta? ¿Hero te trajo anoche?- Me decía, mientras comía un poco de su plato, él se había adentrado en la familia en tan poco tiempo.
-Tú sabes cómo son las fiestas, divertidas y eso, estuvo buena, no me trajo, lo hizo Evan, él se quedó en la fiesta disfrutando.- Recalqué la palabra disfrutando, de seguro fue lo que hizo después de que me fui.
-¿Por qué no te trajo él? ¿Sucedió algo?- Preguntó papá expectante a lo que le respondería, esperaba que le dijera que me había hecho daño para llevar un plan malévolo a cabo.
-Se quedó con unos amigos allí, yo estaba cansada, no sucedió nada, tranquilo.- Dije con una sonrisa fingida, él se calmó, por más que quisiera que papá lo torturase, no quería que le hiciera daño.
Continuamos comiendo, ellos me contaban sobre su cena, fueron al restaurante de comida libanesa, al terminar fui a lavar los platos, mientras los enjabonaba, llegó mi madre por detrás.
-Hija, te conozco, a tu padre lo puedes engañar fácilmente, pero a mí no, ¿Qué sucedió exactamente en esa fiesta?- Se me escapo una lágrima, pero ella no lo notó, le conté todo lo sucedido, mientras terminaba de lavar los platos.
-Eso fue lo sucedió y la verdad no debería dolerme porque no éramos nada, pero no sé por qué me siento así.- Le dije abrazándola.
-Cariño, te duele porque él te gusta, no puedes seguir engañándote, si no te gustara, no te dolería, estarás bien, debes dejar que te explique qué sucedió, todos merecemos una oportunidad para arreglar lo que hacemos mal.- Quizás mamá tiene algo de razón.
Gracias a Dios, papá no escucho nada, ya estuviese en camino a matarlo, luego de terminar de hablar, sonó la puerta, fui a abrirla y allí estaba Kendall, parada con un bote de helado gigante y películas de Disney, me conoce tanto.
-¡Hola, familia!, hola gruñona, traje helado, películas de Disney y mi maravillosa presencia.- Me reí ante su comentario, por algo era amigas.
-Hola, lleva el helado a la cocina y subamos a mi habitación, debo decirte algo importante, así saludas a mis padres que están allí.- Le dije señalando la cocina.
Kendall hizo lo que le dije, saludo a mis padres, los cuales nos dijeron que estarían en la sala viendo su programa favorito de los domingos, Los días felices, era un programa de música de su época, los hacía revivir su juventud, Kendall y yo subimos a mi habitación, estaba sentada en el sueño y ella en mi cama.
-¿Recuerdas la vez que estábamos en el centro comercial, antes de iniciar las clases?- Dije algo nerviosa, no sabía cómo iba a reaccionar. -Te dije que en casa de la abuela habían sucedido cosas extrañas y que me había enterado de una profecía familiar, creo que ya es momento de que sepas, no sé qué será de mí con todo esto.- Dije algo pensativa con respecto a todo.
-Dime Emma, me estás asustando, ve al grano.- Me decía, mientras me miraba con cara de APÚRATE AMIGA.
Le conté absolutamente todo, con detalles, mi aventura al sótano, la biblioteca, los libros, la profecía, que al cumplir 18 debo ejercer el puesto que me corresponde o tendré la maldición de los Wolfthregi que no aceptaron el puesto, al terminar de contarle, Kendall me miraba confundida, después de unos minutos, habló.
-Eso significa que serás reina y el trono lo pelean más familias, muchas responsabilidades para una adolescente, pero... MI MEJOR AMIGA SERÁ UNA REINA.- Dijo gritando emocionada, le dije que bajara la voz, me abrazó y nos reímos.
-No sé si acepte el puesto, porque al hacerlo, no puedo enamorarme y todo en mi vida giraría en torno a eso, también está la maldición, cosa que no se dé que se trata.- No le había preguntado a la abuela sobre eso, debía hacerlo cuanto antes.
-Cierto, cualquiera que sea tu decisión, tienes mi apoyo, hablando de enamorarse, ¿Cómo estás después de lo de anoche?- Dijo viéndome con cara de comprensión.
-La verdad no sé, es tan confuso todo, ese sentimiento de verlo con otra, es horrendo que una persona que según estaba cambiando por ti y luego lo veas disfrutando con otra, te sientes engañada, me estaba encariñando con él.
-De seguro tiene una explicación Emma, yo lo veía muy concentrado en ti, su mirada era de idiota enamorado, ya no era ese chico egocéntrico que conocimos el primer día, solo debes darle tiempo al tiempo, él pondrá todo en su lugar.- Eso debía hacer, dejar que las cosas se acomodaran por su propio medio.
Fuimos en busca del helado y la comida chatarra, estuvimos todo el día viendo películas y comiendo como locas, lloramos viendo enredados, somos unas lloronas, esa película me recordaba a Hero, él era Flynn y yo era Rapunzel, cambio su vida de ladrón cuando se enamoró de ella, luego de terminarnos todas las películas, fuimos a pedir una pizza, ya eran las 5:00, teníamos hambre, bajamos a la sala y allí estaban mis padres viendo un documental de la vida animal, Kendall pedía la pizza, mientras llevaba las cosas que habíamos necesitado para el helado, nos sentamos en la mesa del comedor a hablar de los chismes, ella me contó que las cosas con Tyler iban de maravilla, que ese chico estaba babeando por ella y ella también le gustaba mucho, me alegré muchísimo por mi mejor amiga, es una gran chica y se merece más que eso, era muy entregada a la hora de enamorarse, tiene un gran corazón para los suyos, te defendería de cualquier cosa, así sea 2 contra 1000, ella estaría allí para ti, luego de 20 minutos llegaron las pizzas, pagamos y nos pusimos a comer con mis padres, hablando de los planes al terminar la escuela, las aspiraciones que teníamos, entre otras cosas.
Cuando ya eran las 8:00, Kendall ya debía irse, mañana teníamos escuela y ella es como yo, debemos dormir lo suficiente para no estar amargadas todo el día, Kendall llamó un Uber, nos despedimos, se subió al auto y la vi perderse en el camino, cerré la puerta y entré a casa, mis padres se encontraban en la cocina, subí a mis aposentos y abrí la puerta del balcón que tenía en mi habitación, siempre iba allí cuando necesitaba pensar, me senté en el pequeño mueble y mire al cielo, era una noche con muchas estrellas, que bello se veía, se escuchó el sonido de un auto, me asomé a ver quién era, el auto de Evan, ¿Qué hacía aquí a esta hora? Lo veo bajar y dirigirse a mi puerta, le silbé para que me viera arriba en el balcón.
-Oh mi Julieta, se ve tan hermosa con la luz de la luna, dándole en su perfecto rostro.- Dijo como si estuviese en una obra de teatro, a lo que yo me reí.
-Oh Romeo, ¿Dónde estás que no te veo?- Comenzamos a reír de nuestra escena, somos malos actores. -¿Qué haces aquí?
-Vine a verte, estaba impaciente y quería saber cómo estabas.- Dijo, mientras miraba desde abajo. -Te apuesto a que puedo subir por ese árbol y llegar hasta a ti, en 5 minutos.
-Acepto la apuesta, no te vayas a romper un hueso, que mañana es tu primer día de escuela.- Y allí se encontraba, subiendo por el árbol que está justo al lado izquierdo del balcón.
-Llegué, sano y salvo en 3 minutos, menos de lo que tenía pensando.- Dijo con cara de orgullo.
-Perdí la apuesta, no soy buena para eso.- Dije poniendo cara de perrito triste, soltó una carcajada.
-Quita esa cara, que me da mucha ternura verte así.- Dijo viéndome con cara de adoración, se acercó lentamente, estaba a punto de besarme a lo que yo retrocedí.
-Evan, no creo que esté bien que me beses, sabes que no estaba bien por lo que sucedió ayer, lo siento.- Dije separándome de él.
-No tranquila, es cierto, de verdad lo siento, me dejé llevar por el momento.- Dijo apenado.
-Creo que deberías irte, ya se está haciendo de noche, mañana hay clases, debes pararte temprano y yo igual.- Le poniendo mi cabeza en su hombro.
-Cierto, mañana será el inicio de verte todos los días, tengo las pruebas para entrar al equipo de futbol americano, estoy nervioso, pero sé que soy el mejor.- Dijo con cara de autosuficiencia, en ese equipo está Hero, ojalá esos dos no se maten.
-Yo tengo la de las porristas, en la hora de descanso, Kendall y yo haremos nuestra rutina, también estoy nerviosa, pero tengo potencial.- Dije como él, nos reímos al escucharnos.
-Nos vemos mañana mi Julieta, espero que mañana será un buen día, para ambos.- Me dijo para luego besar mi cabeza, se dirigió al árbol por donde subió.
-Adiós Romeo, nos vemos mañana.- Dije, mientras lo veía bajar y dirigirse a su auto, me miró por una última vez y se marchó.
Entré a mi habitación y cerré el balcón, debía dormir, arregle mis cosas para mañana, fui a la cama, estuve pensando en todo, Evan está siendo lindo conmigo, pero por ahora yo no quiero saber más nada de amor, UJUMM Y SI HERO VUELVE A TI, cállate conciencia, no ayudas mucho, solo esperaba que mañana no pasará nada incómodo, tenía las pruebas para las porristas y debía hacerlo excelente, espero sea un buen día.
En otro lugar, en el auto de alguien:
-Toma, gracias por hacer eso anoche, me ayudaste a quitar a un estorbo del camino, cada vez estoy más cerca de mi propósito.- Decía con malicia, entregándole un par de billetes a alguien.
-Fue muy fácil, el chico se dejó llevar y lo hizo más sencillo, gracias por la paga, si necesitas otro favor, dímelo cariño.- Dijo la mujer coquetamente.
-Nos vemos Katherine, te llamaré de ser necesario el servicio- La chica se bajó del auto.
-Ese trono será mío, cueste lo que cueste, ay Emma poco a poco iras cayendo y yo estaré allí para quitarte lo que le pertenece a mi familia, ya no hay nada que estorbe entre la corona y yo, solo tú, pequeña ingenua.- Dijo para sí mismo.
Holaa chicos!!
LLEGAMOS A LAS 400 LECTURAS!!
MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO!!
La historia está por ponerse interesante, no se pierdan el próximo capítulo de Licántropia Familiar 💙
Cuídense mucho y pasen un Feliz Año Nuevo 🎄💙
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