Capítulo 8

La mañana comenzaba fría, apenas había rastros del Sol. Moonbyul pensaba que era un amanecer triste, como si el mundo fuera consciente de lo que iba a suceder.

Apoyó su mano en la ventana, apreció la vista desde allí. La casa de Solar es muy bonita, adornada con diferentes plantas y flores en su jardín delantero. Sonrío por lo inevitable, un jardín pequeño, pero se lograba apreciar las similitudes con el reino de piscis en cuanto al cuidado de los seres vivos, hasta los más pequeños.

—Vamos, nos esperan —anunció el espíritu de Piscis a las dos princesas —Yongsun, no olvides dejar las fuentes encendidas para los gatos.

Moonbyul tuvo que aguantar su risa. Claro que no podían faltar, los piscianos adoraban las fuentes y los animales. Al decir verdad, la nacida de capricornio estaba triste. A pesar de que sus vidas eran mentiras, vivían bien. Hasta el espíritu de Piscis se acostumbró a llamarla por su nombre humano y a decir una frase mundana, cuando quizás no vuelan a esa misma casa.

—¿Yongsun? —preguntó Dami al no recibir respuesta.

—Solar salió, dijo que no demoraba —contesto Moonbyul recordando al espíritu que ella se encontraba allí.

—Es verdad. ¿Ahora debo llamarla princesa Solar? —preguntó en tono bajo.

Moonbyul asintió. Dami se mostraba nostálgica mirando el lugar.

—Desearía que nos quedáramos aquí. Solo un poco más, lejos de esa guerra.

—Cuando todo termine, podemos volver —dijo la princesa capricornio creando esperanzas.

Dami sonrió con tristeza, negó suavemente con su cabeza.

—Cuando todo termine princesa, ustedes gobernarán sus respectivos reinos — dijo el espíritu mirándola a los ojos —así debe de ser.

Moonbyul frunció el ceño. Nunca había pensado en lo que pasaría después de la guerra.

¿Qué harían?

Los pensamientos de la rubia fueron interrumpidos por la puerta que se abría y mostraba a una pelirosada casi a punto de llorar. Corrió hacía ella sin pensarlo para abrazarla.

—¿Qué sucedió? — preguntó apresurada a la mujer.

Solar negó con la cabeza alejando amablemente a la contraría, limpió las pequeñas lágrimas con sus dedos.

—No es nada — dijo entre sollozos —solo di en adopción a mis gatos. Es una tontería, pero me duele, pensé que nunca los dejaría pero ¡Bom! Sucede que soy una princesa de otro mundo y no puedo cuidarlos.

Moonbyul tomó sus mejillas con ambas manos y secó las lágrimas con sus pulgares.

— No es una tontería. Es normal que te sientas así, siempre has tenido una conexión especial con los animales —dijo recordando a la pequeña Solar que siempre corría cuando algún animal zodiacal era lastimado o necesitaba ayuda.

—Extrañaba tus palabras de aliento —dijo la contraria con una sonrisa.

Esa sonrisa tranquilizaba a Moonbyul. Había recuperado a su princesa piscis sin duda alguna, estos gestos de cercanía ya no eran extraños para ellas y podía hacerlo con total libertad, lo extrañaba.

Ahora es consciente de algo más importante: Sin importar lo que pase en la guerra, quiere a la princesa Solar en su futuro.

(...)

Había un silencio abrumador en el auto de camino. Moonbyul notaba como Solar movía sus dedos entrelazados nerviosa. La rubia colocó su mano encima y los apretó con suavidad para sonreírle con tranquilidad.

Se fijó en el retrovisor, el espíritu de Piscis tenía un brazo apoyado en la ventana, concentrada en algo más que ellas. Sus ojos estaban rojos, como se lo había informado Solar, los gatos eran de las dos y la obligó a volver una vez más para despedirse correctamente de ellos.

Era casi cómico para Capricornio ver a un espíritu así, pero sabía que su espíritu podía ser el más sentimental o dramático.

Estacionó el auto y respiro profundo. Escaneó el edificio de las chicas, algo en ella le pedía detenerse y no arruinar esa burbuja de seguridad que este mundo creaba, pero al sentir los poderes zodiacales en el lugar desistió de su idea.

Bajó del auto junto con sus acompañantes, el sol en esas horas de la mañana comenzaba a fastidiar así que cubrió sus ojos. Miro al frente de la calle donde se encontraba Xion y Jiwoo, una figura con cabello rubio le sonreía a lo lejos.

—¿¡Siyeon!? — gritó con entusiasmo. Esa mirada solo significaba que recordaba, no eran especulaciones suyas. La energía de Libra que la rodeaba lo confirmaba.

La nombrada paso la calle deprisa para poder abrazar a la princesa capricornio, la cual la recibió encantada.

Se separaron, Moonbyul la tomó por los hombros. Le sonrío — ¡Tanto tiempo! Has crecido mucho. Cuando no te vi con tu espíritu en los portales me asusté. Pensé que te había pasado algo.

Siyeon devolvía la sonrisa —No, cruce antes que todas ustedes. Afortunadamente Jiwoo ha cuidado muy bien de mí —dijo lo último señalando el espíritu de libra.

—Eso me informó Xion cuando le pregunté — dijo la mayor.

Moonbyul miró a Jiwoo y saludó formalmente. Luego notó la presencia de alguien más, no pudo evitar su mirada de confusión al no recordar quien era.

—Ella es Sua. Pasó el portal conmigo — explicó Siyeon al notar su confusión.

—¿Es del mundo zodiacal? —preguntó Moonbyul desconcertada —Mucho gusto.

—Lo es, pero se los explicaremos cuando estemos todos reunidos — explicó Jiwoo con voz seria, —Es gusto verlas nuevamente. Princesa Solar. Espíritu de Piscis.

—Soy Dami en este mundo — informó el otro espíritu —, nos da gusto igualmente.

Solar sonrió con timidez a todos los presentes. Se dificultaba reconocer a los espíritus, puesto que los conocían con su forma zodiacal y solo pequeños rasgos la hacen identificarlos.

—¿Ahora qué debemos hacer? —pregunta Moonbyul mirando la ventana correspondiente de sus pequeñas Aries y Leo.

—Supongo que entrar y contarles —Sugirió Xion.

Moonbyul lo miro analizando la opción —Creo que mejor entro sola y les explico.

—Para que luego te echen por lunática —Intervino Solar — Byul van a pensar que es una broma.

—Me preocupa que se puedan abrumar o huir. Es demasiada información —contesto Moonbyul.

—En eso tienes razón princesa Capricornio. Sin embargo, no veo otra opción — dijo Jiwoo.

— O tal vez si la hay —dijo Xion mirando el sendero que llevaba a la entrada del edificio.

—¿Cuál? —preguntó el espíritu de libra mirando lo que llamaba la atención de su compañero.

Una mujer alta con traje de policía, rostro cansado por su horario se encontraba allí, con los ojos abiertos y su boca entreabierta.

—¿Espíritu de Escorpio? — La mujer casi deja caer las bolsas de comestibles que llevaba en sus manos pronunciando un "Oh no" desde lejos.

—¿La señorita Dahee? ¿Me están diciendo que es uno de ustedes? —pregunto Solar impactada, los espíritus asintieron —pero ella se ve tan... humana —se dirigió hacia Moonbyul que apretaba los labios —¿Lo sabías?

—Lo suponía, siempre lo hacía cuando encontraba algún ser humano cerca a ustedes. Los espíritus nos cuidan Solar —trató de explicarse evitando la mirada de la mujer.

—Jiwoo, ¿Dijiste espíritu de escorpio? —pregunto Sua cruzando los brazos. El espíritu asintió —¿No es Escorpio el reino que comenzó esta guerra?

—Así es —Sua se estremeció al notar que la respuesta provenía de Dahee. Se acercó al verlas reunidas —pero no teman. Yo estoy de su lado.

Dahee se sintió incomoda al notar el silencio. No habían cambiado, los espíritus la siguen mirando con desconfianza a pesar de los años, aún luego de hacer un buen trabajo cuidando a las herederas de Leo y Aries. Luego sus ojos caen en las princesas, se alegraba de ver que tanto Moonbyul y Solar la miraban con confusión, pero sin ningún tipo de rencor. Siyeon observaba con curiosidad, pero Sua, aquella chica la miraba con devoción y analizando su posición.

El espíritu de escorpio sostuvo la mirada de esta chica y aprovecho para escanearla de arriba a hacia abajo, permitiendo analizar como ella lo hacía.

—Supongo que es hora —Dahee interrumpió su propio análisis.

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(...)

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La mujer alta insertó la llave. Suspiró al darse cuenta que de nuevo sus protegidas no colocaban seguro a la puerta, se llevarían un buen regaño por ello.

—Pasen, pónganse cómodos —dijo colocando las bolsas con comestibles en la cocina — aunque no hay mucho espacio para todos.

El espacio era reducido por lo que Siyeon, Sua y Solar tomaron asiento en el mismo sofá. Dami en uno individual en frente de ellos. Moonbyul, Jiwoo y Xion permanecieron de pie inquietos.

Dahee regresó para ofrecerle algo de tomar, pero se contuvo. Extraños actos humanos que había tomado, era irreal para ella tenerlos allí, en aquel apartamento que había denominado hogar por este corto tiempo de su existencia.

La cocina estaba a unos pasos de la zona común, solo lo separaba un corredor. Se permitió volver a analizar todo el panorama. Libra, Capricornio y Piscis ya sabían, tres princesas. Iban demasiado rápido para su gusto. Sin contar que había otra niña extraña que las acompañaba, debía pertenecer al mundo zodiacal. Los espíritus no permitirían viajar a una simple humana con ellos.

La mujer alta sonrió al ver cómo Moonbyul le pegaba a Xion. Seguro dijo alguna tontería. Su corazón se estremeció, hace mucho que no lo hacía. Siempre se sentía rara al ver al espíritu renacido de Capricornio.

Decidió despejar su mente e ir por sus protegidas, al fin al cabo están aquí por ellas. No fue necesario.

Ellas bajaban, sin embargo, no esperaba aquello. Wheein salto de las escaleras como si de una niña pequeña se tratara, volteo alzando y abriendo sus brazos gritando un "vamos". Hyejin sin pensarlo también salto directo hacia ella, colocando sus pies en la cintura y sus manos en el cuello.

Se reían como par de tórtolas haciendo travesuras en nombre del amor. En esa misma posición se quedaron mirando con afecto y acercando milimetro a milimetro.

Dahee carraspeo su garganta sonoramente con el rostro rojo. La pareja miró asustada hacia el ruido. Wheein dejo de sostener a Hyejin y esta cayó al no sostenerse bien.

—¡Oye! —regaño Hyejin adolorida.

—¡Lo siento! —dijo Wheein nerviosa, luego trato de formular un tema de conversación para evitar preguntas —no te esperábamos hoy. Tenías guardia tía Dahee.

—Definitivamente no me esperaban hoy —dijo en tono de regaño. Suspiro. —En fin. Luego hablaremos. Tenemos visitas.

—¿Visitas...? —preguntaron las dos chicas al tiempo.

—Hola —saludó Moonbyul moviendo la mano y ocultando su sonrisa.

Yongsun se levantó apenas vio el acto, feliz que su amiga Wheein lograra su cometido y estuviera con Hyejin. No podía evitar que sus ojos brillaran, las había imaginado mil veces como pareja.

Xion no podía ni voltear a mirarlas, avergonzado de su acto de anoche invadiendo la privacidad de sus princesas. Jiwoo miro curiosa, entendiendo porque Xion no quería revelar nada y no queriendo imaginar lo que hacían.

Sua miro roja a Siyeon, quienes se ríen en voz baja. Apenas comenzaban y estas dos princesas sí que las habían sorprendido. Dami mira con las cejas levantadas y con una sonrisa burlona a Dahee pensando "Si que las cuidas".

—¿Por qué hay tanta gente aquí? —pregunto Hyejin levantándose del suelo y masajeando su espalda baja.

Dahee con voz sería dice —Le explicaremos luego. Suban por otra ropa rápido y bajen. Las visitas no se reciben en pijama —las chicas afirmaron con su cabeza y asustadas al escuchar su voz de mando.

Mantuvo su compostura hasta que cerraron las puertas de la habitación, luego sonrió. Se alegraba que aquellas niñas al fin sean sinceras con sus sentimientos. Más para lo que iba a ocurrir.

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(...)

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Las dos mujeres bajaron deprisa, vistiendo ropas holgadas de casa. Al bajar las escaleras caminaron despacio y avergonzadas por el show que acababan de dar, queriendo que la tierra las tragará justo allí.

Dahee se paró al lado de ellas. Les presento a cada uno de los invitados, ellas devolvieron el saludo confusas. No entendían porque sus dos amigas estaban allí junto a desconocidas. Wheein podía reconocer a Dami, era la prima de Yongsun.

—¿Algo pasó? —pregunto Wheein al terminar la presentación —¿Es malo? Sin ofender, Moonbyul y Yongsun vienen mucho, pero todos tienen un rostro de preocupación.

—¿Murió alguien? —pregunto Hyejin asustada.

Todas guardan silencio. Dahee decide tomar la iniciativa. Se ubicó en frente de ellas doblando sus rodillas para estar casi a su altura. Toma la mano derecha de Hyejin y luego la mano izquierda de Wheein.

—¿Confían en mí? —preguntó el espíritu de escorpio. Las dos asienten con la cabeza —Necesito escucharlo.

—Confiamos en ti —responden al tiempo.

Dahee sonríe al escucharlas —Ahora necesito que lo hagan más que nunca.

Hyejin y Wheein apretaron la mano de Dahee, respondiendo de nuevo que sí lo hacían. El suspiro de Dahee las confundió un poco. Ella solo hacía ese gesto cuando estaba preocupada.

Soltó sus manos con suavidad y las posicionó en sus cabezas —Solo dolerá un poco. Lo harán bien porque son fuertes.

Las dos chicas se miraron, creyendo así que se darían fortaleza. Un pequeño resplandor de color dorado se formó en su cabeza y los símbolos del zodiaco en su piel brillaron. Las dos se tomaron de las manos y gritaron por el dolor que provenía de aquella luz.

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¡Hermana! ¡Por acá! LeDoo hablaba con entusiasmo. Hwasa notaba que a sus doce años su voz ya se tornaba gruesa.

Ella tenía diez años. Lo seguía levantando su vestido para que no se enredara con sus pies. Subiendo con rapidez las escaleras de la entrada, parecían infinitas y a su lado adornaban bellas estatuas de oro, recordando a aquellos héroes del reino de Leo que alguna vez lo protegieron.

Hwasa respiraba agitado al subir el último escalón ¿LeeDo?¿Dónde estás? pregunto al no verlo.

Caminó el último tramo buscándolo, soltó su vestido frustrada al no verlo. Hasta que una queja proveniente de la parte trasera de una estatua llamó su atención. Era la estatua de su padre, situada al lado de la gran puerta. El gran rey GDragon, en ella sostenía una espada y unos picos sobresalen a su alrededor haciendo ilusión de la expansión de luz. El famoso poder del Reino Leo.

LeeDo salió de allí con una mano en la cabeza ¿Por qué hiciste eso? reclamó con puchero.

Vamos a llegar tarde si siguen jugando dijo una chica con enojo fingidoEl rey le gusta la puntualidad fue lo último que dijo para entrar al castillo.

Se enojó de nuevo dijo LeeDo.

Tú la haces enojar, sabías que no podíamos jugar en este momento. Ahora papá nos regañara dijo Hwasa con disgusto.

Solo quería divertirme un poco, antes de ir a entrenar dijo el príncipe de Leo. Hwasa cambió su rostro de disgusto por uno de tristeza Hwasa...

No me gusta. Quiero pasar más tiempo contigo.

Lo sé, pero quiero hacerlo LeeDo dijo en voz baja mientras su hermana lo miraba de reojo.

¿Por qué? Eres muy joven, puedes hacerlo después Hwasa cruzó sus brazos.

LeeDo sonrió y tomó el cabello de su hermana. La despeinó por completo llevándose un reclamo por dañar sus perfectas trenzas. Con sus manos detuvo las de su hermano y lo miró con el ceño fruncido.

Iba a insultar, pero se detuvo al ver su expresión.

—Por qué quiero protegerlos. A todos en este reino.

(...)

Las puertas del lugar se encontraban abiertas, había un largo camino para llegar hasta la silla del rey. Todo estaba adornado con objetos de color dorado y leones hechos de oro que simulaban correr por las paredes. El trono del rey tenía dos cabezas de león perfectamente esculpidas en el respaldo y el apoyo de sus brazos. El lugar se iluminaba con el poder de los nacidos de Leo, una luz que siempre los acompañaba.

Llegan tarde regaño la reina Sandara a sus hijos por suerte su padre está de buen humor.

Se disculparon con ella y su padre, les sonrió mirando de reojo a sus descendientes. Él se encontraba sentado en su silla, con excelente postura. Su esposa se ubicó a la derecha y sus hijos a la izquierda.

El reino de Leo era el encargado de gobernar a todos los reinos del zodiaco. El rey GDragon trataba de enseñarle la importancia de esto a sus hijos, ellos debían heredar el poder de la decisión de un rey sabía. Uno que pensará por el bien de todos y no por el bien del propio rey.

Así que cada semana hacía que sus hijos junto con él escucharán las peticiones, reclamos, solicitudes de los otros reinos, ciudadanos del zodiaco o problemas que ocurra, para así decidir la mejor solución.

Ponía a prueba a cada uno de sus hijos. Cada vez sonreía más al notar que sus decisiones son sabias y dignas de un heredero.

(...)

¿Qué harías en esta situación príncipe LeeDo? preguntó su padre.

El problema es de inundaciones. Pediría un favor a nuestro reino aliado de Piscis para que envíen a descendientes especializados a controlar el curso del agua. Así las inundaciones no llegan al comienzo de la montaña contesto rápido.

Su padre sonrió y afirmó con su cabeza perfecta solución. Dé el comunicado. En pocos días llegarán allí Ordenó el rey.

La persona escuchó la solución con ilusión y agradeció reverenciando a sus reyes. Un soldado le indico salir y dando por finalizada la sección de la semana.

Los hermanos se estiraron y pararon con pereza de sus tronos, pero se volvieron a sentar al percatarse de que alguien entra. Hwasa sonrío al ver de quién se trataba.

El espíritu de Leo, también llamado Lotus en su reino.

Sus pasos sonaban firmes, cada paso resonaban en el lugar. Dirigió una gran sonrisa a la menor de los príncipes,  compartían un lazo especial de amistad. Desde su nacimiento siempre la acompañó.

Al estar en frente de ellos hizo una reverencia inclinando su torso al doblar sus patas delanterasMajestades, lamento interrumpir Se enderezó con elegancia Los reyes de Aries y sus hijos acaban de llegar.

La princesa Leo sonrió de inmediato al ver a su querida amiga Wheein cruzar las grandes puertas, tuvo que disimular su emoción y ganas de ir a abrazar mientras sus padres se saludan como viejos amigos.

(...)

¡Es grandioso!

Hwasa observaba con devoción como Wheein actuaba todo lo que decía mientras sostenía una presa de pollo. Sus hermanos, Jackson y HwanWoong evitan la risa al verla, ella frunció el ceño, pero sin importarle continuó con su relato.

En fin, ese hombre que dice ser mi hermano y se ríe de mí, logró controlar su poder dijo señalando a Jackson.

Wheein baja la voz, estamos comiendo regañó la reina Aries, avergonzada la joven bajó la voz.

La mesa era demasiado grande digna del reino de Leo. Con decoraciones doradas y un festín de reyes. Seguro hablaba muy fuerte como para que la escucharan, sus padres estaban al otro extremo.

Hwasa tapó sus labios con la mano al ver la expresión de su amiga ¿Cómo es su poder? preguntó para que continuara con el relato.

¡Increíble!dijo la princesa Aries con la voz más baja posible Jackson se sitúo en la orilla del volcán. ¡Daba mucho miedo! Vi con mis propios ojos dijo mientras señalaba sus ojos como la lava hacia burbujas y el calor que hacía era impresionante. Luego con un par de movimientos en su mano creó fuego en frente de él. Imagina que el fuego se dirigió a la lava y empezó a jugar con las burbujas.

Se llama talento dijo Jackson interrumpiendo el relato con un simulado ego para enojar a su hermana.

Puede ser, pero eso no quita lo idiota dijo Wheein haciendo reír a los príncipes de Leo y Aries, menos Jackson.

(...)

¿Algo nuevo que contar? Hace mucho que no te visito dijo Wheein.

Estaban situadas en uno de los balcones de los reinos. Le encantaba la vista del lugar, naturaleza combinada con estatuas cubiertas de oro, algunas de ellas con fuentes de agua.

Visite a Moonbyul hace poco con mi madre. Hacía mucho frío, aun no me acostumbro a ello dijo Hwasa apreciando la vista: De una Wheein mirando su reino.

¿Cómo estaba Moonbyul?

Ella está bien, como se encontraba nevando me invitó a hacer muñecos de nieve. Luego aproveché y le arrojé varias bolasdijo con una sonrisa malvada Debiste ver su rostro. Obvio me devolvió el ataque.

Te gusta jugar con fuego. se burló La extraño, le diré a mis padres que me dejen visitarla, pero no creo que mamá me dejedijo la princesa Leo, luego se acercó a Wheein para hablar en voz baja no sé qué está ocurriendo, pero no es la primera vez. Mis padres están visitando a los reinos muy seguido y se quedan horas hablando con los reyes, incluso ahora lo hacen con los tuyos.

Wheein miró sorprendida a Hwasa. Analizó sus palabras y corroboró que era cierto. Sus padres estaban hablando en secreto no muy lejos de allí en una habitación cerrada donde solo se veían sus siluetas.

¿Qué será? preguntó la princesa Aries.

No lo sé, pero hacen todo lo posible para que no nos entenderemos dijo Hwasa cruzando sus brazos Eso me preocupa más.

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(...)

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Lotus, ¿Qué está pasando? La princesa Hwasa preguntó por décima vez y voz seria.

El gran león blanco no contestaba, solo la miraba con tristeza mientras caminaba hacia el salón principal del reino de Leo.

Por favor, es inútil que lo oculten. Ya sabemos que algo ocurre, la gente corre de un lado a otro nerviosa. ¿Si saben que las paredes son delgadas? Insistió ¿Qué sucedió con el reino de Tauro?

Lotus suspiró, dejando salir todo el aire para relajarse y abrir la gran puerta frente ella, revelando a la princesa de Hwasa que otras princesas estaban allí esperando.

No era la única, Wheein y Moonbyul también estaban con un rostro de pánico. Nadie entendía lo que pasaba.

El gran león alado caminó más apresurado para ubicarse en la mitad del salón y llamar la atención de todas las princesas presentes. Paso saliva y miró a todas las presentes para luego hablar.

Princesas. Sé que no entienden lo que sucede por eso intentaré resumir lo mejor posible se endereza luego de acomodar sus alas El reino de Escorpio nos declaró la guerra.

Todas se miraron asombradas y murmurando entre ellas. Solar miró ansiosa por todo el lugar, efectivamente el príncipe de Escorpio no estaba allí y no había nadie de su reino. Moonbyul notó su intranquilidad y sostuvo su mano apretándola.

Silencio, por favor dijo Lotus llamando su atención nuevamente.

¿Por qué declararon la guerra? preguntó Moonbyul. Solar la miró agradecida por preguntar.

Un ser maligno antiguo llamado Orión es responsable. Nosotros los espíritus lo conocemos y sabemos los alcances que tiene miro directamente a la princesa de Capricornio ¿Por qué el reino de Escorpio? No lo sabemos con exactitud. Solo diré que aquel que fue el reino más bello, el océano más basto, ahora es un reino infectado con la maldad disfrazada de arenas tormentosas.

Las princesas Leo y Aries se miraron con tristeza para luego mirar a Solar, quien se encontraba afligida. Sabían que ella y Eric eran muy cercanos, no podían creer que ahora estaban en guerra con su reino.

¿Por qué nos revelan esto ahora? Creo que no soy la única que le ocultaron que algo pasaba al ver el rostro de todas las princesas preguntó la princesa de Sagitario con voz severa.

Antes de decirlo debo relatarles una profecía:

"Cuando las lunas se vuelvan una, y el cielo se torne carmesí.

Aquel que un día juró venganza resurgirá para llevar a cabo su cometido,

derramando en su camino la sangre de los justos.

Doce estrellas celestiales regresarán de la Tierra, surgiendo

de entre la oscuridad para salvar el Zodiaco.

Todas serán una, pero dos serán uno."

Al terminar de relatar, miró a las princesas que estaban más que confundidas. Intentó mirar a los ojos a cada una de ellas. Lotus no podía creer que el destino del reino Zodiacal dependía de estas pequeñas niñas que apenas comenzaban su vida comparada a ella.

Aun no entiendo qué tiene que ver con nosotras reprochó la princesa Sagitario.

Mi querida niña, queremos ocultarlas lo más pronto posible y llevarlas lejos de esta guerra. El por qué es muy sencillo.

Un pequeño viento pasó por el gran salón erizando la piel de todas. Casi anunciando su destino.

Son ustedes princesas las mujeres de esta profecía. En sus manos está salvar el reino del Zodiaco y en las nuestras protegerlas.

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Dami se levanta con rapidez al darse cuenta que la princesa Wheein está apunto de desmayarse. La toma en sus manos, mientras Dahee sostiene a Hyejin, o la ya princesa leo.

— ¿Qué pasó? —pregunta Siyeon colocándose de pie.

— Les devolvió la memoria. Estarán un rato desmayadas —el espíritu de Libra le explica con las manos cruzadas.

—Espera. ¿Sé podía hacer eso? —Siyeon decía confundida y ofendida.

—Sí. Dami hizo lo mismo conmigo la noche anterior, después de que con Moonbyul tuve varios recuerdos —dijo Yongsun con tranquilidad, pero no notó la intranquilidad en la contraria que tenía la boca abierta.

— ¿Por qué no lo hiciste conmigo? — pregunto a Siyeon a su espíritu.

— Hubieras preguntado — respondió Jiwoo con tranquilidad —¡Oye! —regañó al esquivar un zapato de su protegida.

Sua evitó reírse, pero le resultó imposible ante la escena. Siyeon cuando se ofendía resultaba divertida, por eso ella lo hacía a menudo. Se permitió mirar alrededor, Moonbyul se sumaba a la burla por los recuerdos mientras Dahee acomodaba a sus protegidas en la alfombra desmayadas y luego se desplazaba al balcón de la casa probablemente alejándose de ellos.

Aprovechó que estaban distraídos para salir de allí y perseguirla. De todos los presentes el espíritu de Escorpio le causaba mucha curiosidad. Sua se acercó con timidez a los ventanales del balcón observando a la mujer alta que apoyaba sus brazos en el barandal mirando el horizonte.

—¿Algo en lo que te pueda ayudar? —preguntó con voz suave Dahee, sobresalto a la mujer de baja estatura.

—Realmente no. Yo... —Titubeó por unos segundos —la verdad no sé porque vine. Lamento si la incomode — hizo un reverencia para retirarse.

—Yo sí sé porque viniste —Sua detuvo sus pasos al escucharla. Espero que continuara —Seguro haces la misma pregunta que todos. ¿Por qué una nacida de Escorpio los ayuda?

Sua decidió situarse a su lado apenada y mirar de reojo —Lo siento, soy la persona que menos debe preguntar, ni siquiera recuerdo quien soy. No es porque crea que seas mala, solo es curiosidad.

Dahee sonrió por la rapidez que hablaba la chica, podía notar el nerviosismo en su voz — Tal vez es culpa —. Dijo el espíritu mirando al interior de la casa, sus ojos se dirigieron al joven espíritu renacido de Capricornio.

—¿Culpa? —pregunto Sua sin entender y siguiendo la mirada de Dahee.

El espíritu de Escorpio asintió —Todo lo que sucedió en el pasado. Capricornio renacido, Orión encerrado por celos. Una profecía nacida por ello. Solo siento culpa y responsabilidad. Por eso decidí ayudarlos así sus miradas me acusen de pecados que no son míos y me siente invadiendo un territorio.

— Entiendo eso. Me siento igual — Dahee la miró con el ceño fruncido — me refiero a invadir territorio — Sua dijo aquello con tristeza al mirar a Siyeon quien conversaba amenamente con Moonbyul y Solar — ella ha aceptado todo y está cumpliendo su rol. Yo no sé qué debería hacer y solo decidí acompañarla.

Sua miró a Dahee quien observaba con más devoción las escenas dentro del apartamento. Sintió que era grosera al hablar solo de ella cuando la contraria abrió un poco su corazón.

—Yo te apoyo. Creo que enserio nos quieres ayudar, no cualquiera cuida a dos princesas y las miradas de preocupación no son fáciles de fingir. Al decir verdad tenía mucha curiosidad de como sería el espíritu de Escorpio que mencionó Jiwoo y me alegra saber que está con nosotros en esta loca... ¿Reconquista Zodiacal?

El espíritu de Escorpio la miró sorprendida, luego sonrió con dulzura — Supongo que las dos somos unas pequeñas intrusas con ganas de ayudar.

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(...)

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—¿Entonces nunca borraron tus recuerdos? —pregunto Siyeon.

—No, Xion confió en mí para guardar el secreto. Aproveche este hecho para ejercitarme y mejorar mis habilidades con la espada —dijo Moonbyul.

—Que bien. No creo que haya resistido tanto sin querer volver al mundo zodiacal —respondió Siyeon mirando al suelo. Se percató de que la princesa de Leo movía sus dedos —Creo que está despertando.

Hwasa se sienta con dificultad. Sus manos sostienen la cabeza, la cual dolía por los recuerdos adquiridos.

Mira a su alrededor con dificultad encontrándose con Moonbyul, Solar y Siyeon. Las palabras la golpean de nuevo.

Son ustedes princesas las mujeres de esta profecía. En sus manos está salvar el reino del Zodiaco y en las nuestras protegerlas.

La princesa Leo cubre sus ojos con sus manos y sin aguantar deja que las lágrimas salgan, recorriendo el rostro. Moonbyul y Solar se acercan deprisa para consolarla.

—LeeDo... Hermano...

Las princesas se miran al reconocer el nombre que pronunció, Moonbyul cierra sus ojos y abraza con más fuerza a su pequeña Leo. Deseaba que ese no fuera su primer recuerdo.

Cuídala por favor— Las palabras de su hermanos retumban en su cabeza. Su cuerpo cubriéndose de piedra y el espíritu de Escorpio borrando su memoria mientras se disculpaba.

Dahee quería abrazarla cuando volvió a donde ella, pero temía de su reacción. Dejó que las princesas Capricornio y Piscis lo hicieran mientras se calmaba. Aunque le partía el alma verla así.

Sua se acercó a Siyeon para tomar sus manos. Aunque era una desconocida debía admitir que era una escena difícil de asimilar y solo podía recordar que Siyeon paso por lo mismo.

Moonbyul le acariciaba la cabeza, la cual estaba apoyada en su pecho calmándola en voz baja. Solar miraba con tristeza, pasando su mano por la espalda que temblaba por el llanto.

Todos guardaban silencio frente a la escena, hasta que sintieron otro ruido proveniente de la princesa de Aries. Quien se incorporó observando como todos la miraban con los ojos abiertos como platos.

Wheein se quedó analizando todo por un segundo, siendo más consciente de lo que sucedía. Su mirada se detuvo en Hwasa, la cual aún cubría el rostro con las manos. Con dificultad se puso de pie, con los ojos de todas siguiéndola.

Doblo las piernas para quedar de rodillas e intentar con sus manos quitar las de Hwasa para así levantar su rostros y mirarla de frente.

A pesar de todo, su corazón golpeaba muy fuerte. Ahora todo era más claro, sus cuerpos nunca se olvidaron de quienes son y se lo recordaron en cada segundo de sus vidas mundanas. Está más segura que nunca.

Ella era su preciosa princesa Leo, por la que escaló un árbol, por la que lo volvería hacer, por la que arriesgaría su vida, por la que ayudaría a recuperar el reino del Zodiaco. De la que se enamoró con locura.

— Siempre ha sido nuestro destino.

Hwasa la miró con los ojos rojos y cristalizados. A pesar de sus recuerdos dolorosos, agradecía que Wheein estuviera allí, su fortaleza le ayudaba a salir adelante.

Se abalanzó contra ella y rodeó el cuello con sus manos para abrazarla con fuerza, la princesa de Aries correspondió con nostalgia.

Los presentes no preguntaron. De inmediato entendieron que fue un éxito, las dos princesas recordaron su pasado.

Después de unos segundos Hwasa logró calmarse. No se permitió antes analizar el panorama, sus emociones nublaban todo, era más de lo que podía procesar.

—¿Quieres tomar algo? —pregunto Dahee dando pequeños pasos para acercarse.

La princesa Leo retrocedió. El corazón de Dahee se estrujó al ver la misma mirada de desconfianza en su pequeña niña. Lo que más temía, ser juzgada por ellas.

—¿Por qué nos cuidó ella? ¡Es del reino enemigo! — dijo con voz gruesa.

Dahee guardó silencio, quería salir corriendo de allí. Solar abrió sus ojos por las palabras, queriendo reprender a Hwasa por ser tan desagradecida, pero Moonbyul la detuvo agarrando su mano y dando señas de que es mejor no intervenir.

—¿En serio? Cuidó estos cuatro años de ustedes, les da este excelente lugar —dice Sua enojada señalando el sitio — y es lo que tienes que decir. ¿Quién eres para tratarla así? — el tono de la chica sube por la rabia.

—Cálmate Sua — dice Siyeon posicionando frente a ella para evitar que camine hacia Hwasa —por favor pide disculpas. Esto no nos incumbe.

—¿Pedir disculpas? ¿Estás loca? — miro a Siyeon quien apretaba sus dientes, conocía el temperamento de Sua —es ella quien se debe disculpar por decir tal barbaridad.

—¿Qué te importa lo que diga? No sé ni quién eres para meterte en estos asuntos — Hwasa se cruzó de brazo y alzó su ceja —Se supone que nadie de este mundo tiene que ver con el reino Zodiacal.

Sua abrió su boca ofendida y quitando con su mano a Siyeon del camino para dirigirse a Hwasa —Escúchame bien, desagradecida de...

— ¿De qué? — dijo la princesa Leo moviendo su cabeza para desafiarla. Sua apretó sus labios y la señaló con firmeza —vamos niña dilo. ¿Se te comió la lengua el ratón? — Hwasa decía con burla.

— De...

— Estoy esperando.

— ¡Suficiente! — grito Wheein irritada —esto es ridículo ¿Qué son? ¿Niñas de tres años?

Las dos jóvenes miran a Wheein y voltean al mismo tiempo para no verse la cara. La castaña se dirigió directamente a Hwasa.

—Sea enemigo a no, nos cuidó —habla con tranquilidad la princesa Aries — Siendo sincera, hizo un excelente trabajo y le debemos mucho. Estaríamos perdidas en este mundo sin ella.

La princesa Leo miró de arriba a abajo a Wheein con un leve puchero en sus labios. Reconsiderando sus palabras que tal vez eran un acto reflejo por sus recuerdos.

—Lo siento, tal vez me deje llevar por la rabia — dijo mirando a Dahee que le sonrió aliviada. Feliz de escuchar sus palabras.

—Aleluya — dijo en voz baja Sua, ganando una mirada fría de Hwasa.

Dahee sonrió por lo bajo y agradeció en un susurro a Sua por defenderla, ella le sonrió.

—Mis princesas, creo que les debo una explicación —Dahee se dirigió a sus protegidas — el espíritu de Leo, que conocen como Lotus debía quedarse. Él carga con la responsabilidad de ser líder del Zodiaco.  Aries es estratega, muy necesaria para la guerra, por ello tomé su lugar y me ofrecí a cuidarlas — las miro directamente — debo reiterar que soy fiel a la causa y al líder zodiacal.

— Gracias... — dijo Hwasa en voz baja — por cuidar de nosotras. No volverá a pasar, te lo aseguro.

Dahee le sonrió con ternura — no importa si las dejaron a mi cuidado. Las quiero y ese sentimiento crece cada día que comparto en este mundo.

Wheein le sonrió, tomó la mano de Hwasa y la llevó hasta el espíritu de Escorpio para darle un sorpresivo abrazo, el cual recibió con entusiasmo.

Se separan, Wheein mira a todos que ya están más calmados — Bien, ahora que estamos claros. ¿Saben dónde estan las demás princesas?

.

(...)

.

Una flecha pasa rozando el blanco de madera, ganándose un gruñido de frustración.

— La gran Ahn Hyojin fallando en su blanco — habló una mujer atrás de la arquera — ¿Quién eres y qué hiciste con mi novia?

Hyojin sonrió por lo bajo al escuchar su voz — Es el viento Solji, verás que la próxima no fallo.

— Más te vale. Te espera una recompensa si no fallas — dijo Solji con voz coqueta.

Hyojin negó divertida con la cabeza. Tomó posición, sosteniendo el arco correctamente y mirando fijamente al blanco, dejó de sostener la flecha para que comenzará su curso terminando exitosamente en el blanco de madera.

Escuchó unos aplausos, se volteó mostrando sus dientes para ser recibida por su novia quien la abrazó y la beso en la mejilla — ¡Oye! Acerté, merezco más que un beso en la mejilla.

— La Ahn Hyojin que conozco daría en la mitad, casi sale de nuevo. Por eso es medio recompensa — dijo divertida entregando una botella de agua y una toalla para el sudor.

La contraria la miró indignada recibiendo todo para tomar agua y quitar el sudor — al menos debería ser un beso de compensación.

Con un puchero Solji decidió aceptar, tomando su rostro y dando un beso más profundo. De esos que disfrutaban. La alejó para mirarla a los ojos, con los pulgares recorre sus mejillas.

—¿Estás bien? Me preocupa que no aciertas y más que no estás durmiendo bien —dijo Solji con tono serio.

—Lo estoy, sabes que de vez en cuando tengo sensaciones raras.

—Llevas tres días así. Dime todo lo que pasa, intentaré ayudarte —la mujer da un pequeño beso.

—Estoy bien, no te preocupes. Mejor sígueme besando, hace que el alma regrese a mi cuerpo —dijo Hyojin sonriente abrazando a su novia para un beso más profundo.

Una persona carraspeo tranquilamente observando el momento —Bien pueda, si quieren les alquiló la habitación. Yo sigo esperando en el auto.

Las dos mujeres se separaron con risa nerviosa.

—Lo siento Hani, se nos pasó el tiempo — dijo Solji tomando sus pertenencias para salir del lugar — pensé que te cambiarías.

—Irónico. No lo hice porque llegaba tarde —dijo fastidiada Hani.

—Te queda bien la pijama de Karate — se burló Hyojin caminando atrás de su novia.

— Ja-ja. Ya te he dicho mil veces que no se llama así y es una falta de respet... — Hani detuvo sus palabras al chocar con la espalda de Hyojin —¿Qué fue?

—¿Quién es? — Interrogó Solji al ver una persona a la entrada del estacionamiento.

— Es... un familiar — dijo Hyojin nerviosa — Ya vuelvo.

Hani y Solji se miraron confusa, no habían visto nunca a aquella persona. Hyojin corrió sosteniendo con fuerza su arco, miró hacia atrás a Hani deseando que no se diera cuenta que trataba sobre ellas y luego a su novia. Se sintió afligida.

—Hola — saludo sin ánimo al espíritu de Sagitario.

—Es hora, princesa LE.

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Nueva actualización para sus corazones. Una vez más lamentamos la demora.

Qué les pareció? Qué esperan del siguiente capítulo? Alguna teoría?

Gracias por leer ♥

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