Capítulo 5
El alcohol comenzaba a dar efecto en las tres que lo consumían, Yongsun se sentía un poco más libre así que de vez en cuando hacia un baile vergonzoso que hacía reír a la demás, Wheein las acompañaba, pero a la vez intentaba bailar muy cerca de Hyejin que tocaba su cintura disimuladamente.
Cuando termino la canción, las dos mujeres se sentaron exhaustas, iban a tomar otro trago, pero ya no había — Iré por más —, anunció la pelinegra parándose de su asiento, fue detenida por una mareada castaña que la miraba con ojos de cachorro.
— Ten cuidado — Se acercó a su oído para susurrarle, paso su mano por la cintura de Hyejin, podía culpar al alcohol por cualquier acción está noche, movió su rostro, sus mejillas se rozaban, lo volteo y beso casi en la comisura de su labio, arrepintiéndose de besarlos — Regresa completa.
Hyejin observó como la castaña volvía a su asiento dejándola confundida, intento no prestarle atención para ir por algo de beber, pero era inútil, la sensación de los labios de Wheein en su piel la estaban quemando, cerró los ojos deseando sentirlos de nuevo.
Miro de nuevo a Wheein mientras se alejaba, distrayéndose por un momento hasta que sintió un golpe en su hombro empujando sin querer a una chica casi hasta tropezar — Lo siento mucho — Dijo apenada la castaña.
Hyejin la miró por un segundo, su estómago se estrujó y algo extraño sentía en su interior — Descuida... Iba metida en mis pensamientos —, dijo la chica mientras veían a Hyejin alejarse a la barra, la castaña miro a la rubia a su lado —¿Es ella? — Preguntó.
El semblante de la rubia era serio, no solo la chica que miraba era una descendiente del zodiaco, sabía que había más, su sello se lo insinuaba, cubrió con su chaqueta de jean el cuello para que no fuese visible el símbolo de Libra.
— Si, ella es la princesa de Leo — Siguió mirando a su alrededor hasta toparse con unos ojos que la miraban penetrantes — Y...Capricornio... Es mejor irnos — Dijo ella tomando la mano de la contraria para salir del lugar, por hoy habían avanzado mucho.
Moonbyul observó intrigada a esa persona que la miraba, aunque por el parpadeo de las luces no definía bien su rostro. Su vaso de Coca-Cola sufría la furia de sus dedos casi hasta quebrarlo, Yongsun puso su mano en la muñeca de la rubia al verla tan tensa — ¿Sucede algo? — Preguntó ella.
La descendiente capricornio bajó su mirada a los tranquilizadores dedos de Yongsun, luego a su rostro preocupado — Sí, solo pensé ver a alguien —. Negó con la cabeza — Debe ser mi imaginación —, dijo mirando a Wheein que estaba perdida conversando con una chica, luego vio cómo se levantó —¿Dónde vas? — le preguntó.
Wheein la miró con el ceño fruncido — A bailar, permiso —. No dijo más, la rubia apretó sus dientes.
— Esto no le va a gustar a Hyejin — Susurró, pero Yongsun logró escuchar mirando toda la escena.
Hyejin pagaba la botella mientras mostraba su identificación falsa, ventajas de tener una madre policía, claro que ella no era consciente.
Cuando regreso se sorprendió al ver el asiento de Wheein vacío, sus ojos viajaron en el lugar para encontrarla, no tuvo que ir muy lejos, estaba en la pista de baile justo a su derecha bailando muy pegado a una chica que decía cosas muy cerca de su oído y recorría su cintura.
Los celos en Hyejin creció de una manera exponencial, con ello un calor irracional que invadía todo su cuerpo, una sensación familiar pero desconocida para ella comenzó a surgir.
Moonbyul levanto su cabeza sorprendida, conocía ese poder, abrió su boca al ver el sello de Leo comenzaba a asomarse en el brazo de Hwasa, la princesa Leo.
Se levantó rápidamente hizo un recorrido rápido para encontrarse con esas dos mujeres que también miraban atentas el acontecimiento y a la princesa Leo con furia en sus ojos, tristeza y quieta, como si eso le ayudara a borrar tal escena.
Se acercó a Hyejin para cubrir con su chaqueta la marca, a la mujer le encantaba exponer sus hermosos hombros. Debía calmarla de alguna forma no creía que fuera momento para que recordara todo.
Observó con cuidado, cautelosa, no sabía si aquellas mujeres eran espías de Escorpio, pero ya no las veía por ningún lado —¿Qué haces? —, preguntó Hyejin incomoda por los actos de su amiga, no estaba para problemas de mostrar o no, quería arrancarle la cabeza a esta tipa que bailaba con su Wheein.
La pelinegra comenzó a caminar, pero fue detenida por Moonbyul, sujetando sus hombros — Solo esta borracha, ve afuera, yo iré en un momento con ella —. Rechinó sus dientes furiosa, la miró con furia, luego en dirección a Wheein, con un gesto de disgusto dio la espalda para hacer caso, tampoco quería hacer una escena.
Moonbyul rápidamente fue donde Wheein para sacarla del lugar, pero unos brazos por su cuello la detuvieron — Te me escapaste —, dijo Yongsun con una voz coqueta, la pelirosa no podía escoger peor momento para acercarse — Bailemos —, propuso mientras aceraba su cuerpo, con toda la pena del mundo la detuvo sosteniendo su definida cintura.
— Lo siento Yongsun, pero debemos irnos, Hyejin ya iba a la salida — Dijo mirando esos leves pucheros que se asomaban por el alcohol, cuando niña siempre lo hacía, no podía creer que conservara ello — Acompáñala, por favor —, le pidió.
— Me quería divertir un poco más — Moonbyul sonrió por su voz mimada, negó con la cabeza y la tomó de su mano, si no iba a la salida al menos le ayudaría a sacar a Wheein.
Cuando llegaron donde ella vio como la pequeña tenía el ceño fruncido mirando a la salida, "Ella era consciente de Hyejin" se dijo Moonbyul, de pronto un escalofrió recorrió su cuerpo, las energías zodiacales comenzaban a invadir el lugar como locas, sus ojos fueron al abdomen descubierto de Wheein el cual mostraba el sello de Aries formándose.
— Mira ahí esta Whe... — Las palabras de Yongsun fueron cortadas por Moonbyul, a toda costa debía evitar que viera el llamativo sello.
Los ojos de Yongsun estaban tan abiertos, apenas creía que sentía el tacto de los suaves dedos de la rubia en sus mejillas, menos que creía que los labios de ella se habían posado en los suyos, tan carnosos, suaves y gentiles.
Casi salta de alegría al percatase que su mayor crush la estaba besando, así, tan de repente, tan bien.
Notó como Moonbyul se separó de ella y se sintió algo desanimada porque quería probar más, quería perderse en sus labios, ya había formado el extraño valor de besarlos. Recorrió sus mejillas con los pulgares para luego juntar sus frentes y mirarse fijamente — Por favor, ve con Hyejin, ella no está bien —, le pidió cerrando los ojos, disfrutando del espontáneo momento.
Yongsun la miraba algo confundida, no podía hablar, estaba impactada, solo reconoció sus palabras y asintió alejándose sin quererlo, de ella. Mientras caminaba miraba hacia atrás, la espalda de Moonbyul desaparecía entra la multitud y ella, pues ella se sentía extraña, ese beso provocó un vuelco en su corazón, cosas extrañas empezaba a sentir, sin darse cuenta la marca comenzaba a brillar a través de su ropa.
Al llegar afuera encontró una Hyejin recostada contra la pared furiosa, se acercó a ella con la mirada penetrante —¿Hwasa? —, preguntó espantando a la contraria que no entendía, suponiendo que el alcohol ya la afectaba.
(...)
—¡Wheein! — Moonbyul alzo su voz al alcanzarla. La tomó de la mano para alejarla de esa chica que chillo en desacuerdo — Nos vamos —. Ordenó, Wheein la miró un poco decepcionada pero no opuso resistencia, siempre intentaba estar tranquila.
Salieron para encontrarse con las otras dos, Hyejin suspiro aliviada al verlas, se acercó a ella — Vámonos, tu amiga ya comienza a divagar —, dijo la pelinegra señalando a Yongsun.
Moonbyul y Wheein la miraron desconcertada, para luego ver una Yongsun desubicada.
El alcohol comenzó hacer su efecto, en la trayectoria ella estaba mirando a la nada, las pequeñas se sentaron muy alejadas mirando por ventanas opuestas, mientras Yongsun intentaba no dormirse.
Al estacionar noto como las dos menores se bajaban rápidamente —¡Buenas noches! —, les gritó por su falta de modales, solo logro recibir unas manos alzadas desde lejos en señal de adiós — Que humor de perros.
Moonbyul recostó su cabeza contra el asiento, observó un momento la Luna, tan brillante y bonita, bajo su mirada a la calle para continuar el trayecto antes de que Solar se durmiera.
Iba a avanzar, pero unas sombras en la esquina llamaron su atención, bajó del carro para dirigirse al lugar sin dejar de ver a Yongsun, llegó a la esquina recostando su cuerpo contra la pared, sus manos formaron puños por si tenía que enfrentar a alguien, desde su perspectiva alguien la vigilaba. Tomó impulso con su pies y salto para aparecer de repente llevándose la sorpresa que no había nadie — Joder, debo estar imaginando cosas... — Dijo para retirarse del lugar.
Condujo rápido hacia la casa de Yongsun, intentaba conversar con ella, pero sus respuestas eran vagas hasta que estaciona, la pelirosa mira su casa ya un poco despierta —¿Quieres pasar? —, pregunta, ella no podía olvidar ese beso, ciertamente no quería que el día terminara ya, sea lo que sea quería aclararlo.
— Está algo tarde... — Dice.
— Por favor, podemos tomar algo — Esos ojos brillosos por la luna la logran convencer, ella tampoco deseaba alejarse de su Solar.
Pasan sin hacer mucho ruido, Yongsun le pide que tome asiento en el sofá, la rubia accede de inmediato mientras la mujer trae agua — Gracias —. Dice, Moonbyul observa el lugar notando algunos retratos y buena decoración, una energía tranquila —¿Con quién vives? —, preguntó para alentarla hablar.
— Con mi prima mayor Dami — Dice intranquila, sabiendo de antemano cual es la siguiente pregunta, ha vivido tantas veces esa situación.
Moonbyul la mira triste, pero quiere conocer que es lo que siente Yongsun, que es lo que vive en el mundo humano —¿Y tus padres? —. La pelirosa no sabe si es culpa de sus emociones encontradas o el alcohol, sus ojos se nublaron de lágrimas recordando.
— Ellos me abandonaron cuando era niña... — Dijo con un hilo de voz intentando aguantar las lágrimas.
— Lo siento, no era mi inte... — Yongsun detiene las palabras cubriendo los labios de Moonbyul con su mano.
— Tranquila — Dice mirándola a los ojos, algunas lágrimas comienzan a escapar — No creo que sean tan malos, me dejaron suficiente dinero para vivir, pero... —. Volteo para esquivar la mirada de Moonbyul — Aun no entiendo por qué me abandonaron — Dijo mirando el suelo — Mi prima dice que esta es la razón por la que olvide parte de mi vida, una pérdida de memoria prematura.
Moonbyul no pudo aguantar al ver a su querida princesa Piscis así, la tomó en sus brazos para abrazarla fuerte contra ella, Yongsun colocó sus manos en los hombros de la contraria y escondió su rostro en el cuello de ella, dejando escapar todas las lágrimas que se prohibía dejar salir. No quería que nadie la viera así, no es débil, es fuerte — Lo siento, lo siento —. Las palabras de Moonbyul suenan como melodía que la va calmando, sabe que no tiene que disculparse, pero agradece que se quede ahí, con ella.
Después de unos minutos Yongsun se aleja limpiando sus ojos con el dorso de su mano — Discúlpame, te invito a pasar y solo te causo problemas, debería ser más alegre este encuentro —. Moonbyul le puede importar menos, ella quería estar con Solar, espero tanto que no le importaba las circunstancias.
Pero... le parecía tan injusto, ella cargaba un dolor tan grande ignorando algo que puede ser peor, algo en su interior gritaba que no podía seguir ocultándolo y menos sabiendo que pronto la princesa Libra las buscaría — Yongsun... —, habla mirando al suelo con sus manos apoyadas en las rodillas, la contraria fruncía el ceño, pero el cambio de actitud, la rubia alzo su cabeza para tomar aire y luego mirar a la contraria con seriedad, asustándola.
— La verdad es que... — No deja de mirarla, se aproxima colocando una mano en su mejilla y otra en su muslo casi en la rodilla, por inercia la pelirosa se aleja.
Los ojos de Moonbyul la hipnotizan, observando ese color café oscuro que le encanta, entre abre su boca anticipando el siguiente paso, ella lo quiere y con gusto lo acepta, la rubia captando la señal se aproxima lentamente, cierra sus ojos al sentir sus narices rozando para finalmente tomar a Yongsun en otro beso. Solo bastó uno para ser adicta a ellos.
Las manos de Solar van al cuello de la chica, hace que se acerque más para profundizar aquel baile de sus labios, suspira al sentir la lengua de Moonbyul en su labio inferior seguida de una pequeña mordida, sintiéndose más aventurera se permite jugar con la lengua de la rubia sorprendiéndola, durando así un tiempo hasta que aire les faltase.
La rubia decide continuar, con suavidad besa de nuevo a la contraria colocando su peso contra ella que se permite llevar quedando acostada en el sofá, toma las mejillas de Moonbyul con sus manos y deja que guie el beso mientras siente todo el calor que emana sus cuerpos.
Moonbyul apoya su frente contra la de Solar, sonríe al mirar hacia abajo, es leve pero el brillo de sus sellos alumbra, como lo suponía, los sentimientos fuertes los hacia despertar.
Yongsun observa como la contraria se levanta para tomar el dobladillo de su camisa con una mano — ¡No! Espera... — Dice asustada — Yo aún no... mi... —. Comienza a balbucear —¡Mi prima está aquí! —, habla finalmente sin saber cómo rechazar correctamente a Moonbyul — Además... creo que estamos yendo muy rápido —, susurra de forma apenas entendible.
La contraria aguanta una risa, niega suave su cabeza para luego besarla de nuevo, era adorable — No te preocupes, no iré más lejos —, dice mirándolo a los ojos — Solo quiero mostrarte algo —. Yongsun se queda quieta observando como Moonbyul se aleja, levanta su camisa de nuevo.
La pelirosa se incorpora un poco, sin darse cuenta toca el sello que brillaba en el abdomen de la rubia, una corriente eléctrica pasa por la piel de ella al sentir el contacto —¿Es un tatuaje? —, pregunta alzando su cabeza para mirarla.
Le sonríe — No —. Posa su mano en la de Solar que sigue tocando el lugar — Es una marca de nacimiento —, dice con voz tranquila.
— Es bonita — Dice ella admirando el símbolo, sabe que le recuerda algo, pero no está segura.
Moonbyul mueve sus manos a la blusa de Solar, la cual mira confundida, pero algo le dice que la deje continuar —¿Puedo? —, pregunta, la pelirosa asiente nerviosa.
Observa como los dedos de Moonbyul toca el dobladillo solo rozando su piel para descubrir totalmente su abdomen, sus ojos se abren al encontrar un símbolo que brilla con la misma intensidad que el de Moonbyul.
—¿Qué? — pregunta sorprendida, mira a la contraria aterrada — Yo no tenía eso, ¿Cómo sucedió? —. La respiración de Solar comienza a ser rápida, siente que se ahoga.
— Tranquila — Dice Moonbyul sujetándola de los hombros — Confía en mí —. Yongsun la mira, siente que se marea.
— Yongsun... — Toma su mentón para que la mire — Tu verdadero nombre es Solar, ese símbolo que está ahí —. Ella mira el dedo que señala tal símbolo — Es el sello de Piscis, es nuestra prueba de que somos del mundo celestial y de que eres la heredera, princesas Piscis —. La mujer la mira atónita intentando procesar la pequeña información.
—¿Princesa Piscis? — repite rápido —¿De qué estás hablado? Y si soy una princesa, ¿por qué estoy aquí? —. Pregunta eufórica, era una locura lo que escuchaban sus oídos
La rubia suspiró temiendo por esas preguntas — Solar, tus padres, no, tus madres, no te abandonaron, ellas se quedaron peleando contra el ejército Escorpio, el cual nos atacó a todos, enviaron a todas las princesas para salvarlas, somos la última esperanza para salvar al mundo celestial —. El rostro de Solar era un poema.
La chica hizo que Moonbyul se moviera para ella pararse, necesitaba movimiento y caminar en círculo le ayudaba —¿Es una broma? ¿Cierto? —, preguntó, la rubia negó de inmediato —¿Y tú quien se supone que eres? — Inquirió.
Moonbyul se acomodó mejor en el sofá, volvió a mostrar su sello — Soy la princesa de Capricornio —, dijo mostrando el símbolo que claramente pertenecía al signo zodiacal — Sé que es difícil de asimilar Solar, tuvieron que borrar vuestras memorias para protegerlas —. Yongsun se detiene en seco al escucharla, reuniendo todas las piezas de su vida.
Ella no recordaba a sus padres, no sabía nada de ellos y ciertamente su prima no le hablaba nada de su niñez, mordía su uña nerviosa debatiendo si creer o no la historia tan extraña que le contaba.
— Cariño... — Esa voz sobresalto a Yongsun, un pánico enorme entro en ella al pensar que su prima había visto o escuchado todo lo que acababa de pasar, su rostro se tornó rojo.
— Prima, yo... yo lo explico, no es lo que crees... — Dijo nerviosa, no quería que su prima pensará cosas que no era o mejor dicho no sabe cuánto escucho y si creería loca a Moonbyul, era capaz de echarla a patadas.
Le tranquilizo al verla sonreír, se acercó y dejo que sus dedos pasaran por la cabellera rosa de Yongsun, le encantaba que su "prima" cambiara de colores — No tienes que explicar nada, yo soy la que te debe una explicación... —. Esas palabras confundieron más a la chica.
—¿Explicar? — Pregunto.
La mujer asintió — Lo que dice ella es verdad... —, dijo señalando a la princesa Capricornio — Y yo... soy el Espíritu de Piscis, tu guardiana —, habló con voz suave para calmar el impacto.
No funcionó, el rostro de Solar estaba sorprendido y luego...
— Llévala siempre contigo, la hice para ti — Las palabras del pasado aparecieron.
Solar volteo de golpe a mirar a Moonbyul sosteniendo la pulsera de su mano — Tú ...me diste esta pulsera —, afirmó con lágrimas de sus ojos por haber sentido solo un momento su antiguo hogar.
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Bueno, hasta aquí los capítulos que ya estaban escrito , ahora comienzan los rezos por inspiración para continuar con la historia...okno Ya Ardnaxela0203 y yo estamos trabajando en base a los próximos 2 capítulos.
Si les gusto recuerden dejar su ⭐
Gracias por leer ♥
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