Un día de mierda. Ni siquiera ir al muro de lava lo va a arreglar.

Al día siguiente ya llevaba puesta la camiseta del Campamento Mestizo. Tendría que empezar a incorporarme en actividades, y más tarde, tendría que empezar a trabajar en el tema de la carrera de carros.

Fui a desayunar con la cabaña de Hermes y Valeria me presentó a dos de sus hermanos, Jackeline y Brandom Trenth, mellizos de quince años que lideran la cabaña 11.

Jack me contaba como una vez vio una gorgona, cuando se acabó la hora del desayuno.

-Tiro con arco, junto a la cabaña de Apolo -anunció.

Llegamos hasta los campos de tiro y me entregaron un arco. Miré a los hijos de Apolo. Sabía que este era el dios del tiro con arco, y sus hijos no se quedaban atrás. Con la excepción de uno o dos, el resto hacían diana incluso con los ojos cerrados. Vi a uno que me sonaba, y lo reconocí como el enfermero que me atendió el día que desperté: Jarred.

Se acercó a mí con una sonrisa y un arco en la mano.

-¡Hola, Emily! ¿Primer día de entrenamiento? -asentí-. ¡Genial! El tiro con arco es una buena forma de empezar.

-Ajá. Preferiría otra cosa, pero bueno...

Jarred no se molestó por el comentario y se ofreció a enseñarme.

-Como eres diestra, tienes que sujetar el arco y apuntar con la mano izquierda.

Rodé los ojos. Nada nuevo. ¿Es qué se cree que soy idiota?

Me siguió explicando cosas que ya sabía e hizo una demostración. Hizo diana y puso una sonrisa de satisfacción.

Miré a los demás. Val estaba entrenando con Jack. Las dos se reían y me saludaron haciendo señas de ánimo.

Cogí el arco y me coloqué en posición de tirar. Tensé el brazo derecho todo lo que pude, observé detenidamente la diana, eché todo el aire que contenía en mis pulmones y solté la cuerda.

La flecha dio en la circunferencia roja, la más cercana al centro.

Mientras Jarred, Valeria, Jack, Brandom y montón de personas más se acercaron a felicitarme, yo solo podía poner cara de fastidio. ¿No se daban cuenta de que no lo había conseguido? ¡Había fallado! ¡No había hecho diana! Es como cuando sacaba un 8 y me felicitaban, ¡un 8 no es un sobresaliente, solo un notable!

-Que fracaso... -murmuré.

Valeria me miró y levantó una ceja.

-Estás de coña, ¿no? -me preguntó.

Negué y fruncí el ceño mientras apretaba los labios conteniendo varias palabrotas. La gente de alrededor solo me molestaba.

-Ha sido una mierda, ¿vale? -no noté que estaba alzando mucho la voz-. ¡Dejad de felicitarme! ¡Un logro es hacer diana!

Todos se callaron y me miraron extrañados. ¿Tanto les costaba pillarlo?

-Bueno, iré a ver que me toca después del estúpido tiro con arco.

Fui hasta la cabaña de Hermes y miré mi horario. Ahora tocaba escalada.

Sonreí. Llevaba toda mi estancia en el campamento (que no era mucha, pero soy muy impaciente) esperando ir al muro de lava.

Tocaba escalada con la Cabaña 10 y la 4. Afrodita y Deméter.

Me uní a Val y Jack (Brandom estaba en la enfermería, el tiro no es lo suyo) en el camino hacia la actividad que nos tocaba. Lo que vi al llegar fue a la gente dividida en grupos.

Por un lado estaban, imposible no reconocerlas, las hijas e hijos de Afrodita. Hablaban muy rápido, por lo que no entendía todo lo que decían, pero pillaba palabras sueltas como "mi OTP", "los shippeo muchísimo" y "dioses, ese conjunto es divino".

Por otro lado había un grupo, en su mayoría chicas (al igual que el grupo de Afrodita). Varias llevaban coronas de flores. Al mirar a dos chicos, pude apreciar que parecen bastante cordiales y amables. Pero luego dirigí la mirada hacía una chica que gritaba improperios a otra, y me di cuenta de que eran algo bipolares.

Poco a poco llegaron todos los de la cabaña 11 y nos acercamos al gran muro de lava. Me explicaron que la lava solo quemaba los tejidos, por lo que si no la esquivabas te quedarías en ropa interior, pero no te quemarías. Jo.

Me puse un casco y rápidamente fui a hacer cola. La primera sería Jackeline, luego un hijo de Deméter y luego iría yo. Valeria estaba casi al final de la fila, hablando con una hija de Afrodita.

─¡Vale, chicas y chicos! ¡Demos comienzo a la actividad! ─dijo una chica, sonriente─. Antes de nada, los de la cabaña 3 se nos unen, ya que están castigados sin carreras de canoas durante una semana.

Tres chicos y dos chicas, todos de pelo azabache, se acercaron a la fila. Entre ellos, reconocí a uno de ojos entre verdes y azules y algo bronceado.

Los cuatro desconocidos se fueron dispersando por la fila. Dylan saludó de lejos a Val y esta me señalo con la mano. Recordatorio a mí misma: fulminar con la mirada luego a Valeria.

El hijo de Poseidón se acercó a mí y me dedicó una sonrisa burlona.
-He oído que no te gusta mucho el tiro con arco.

Como respuesta recibió un puñetazo en el hombro, siendo mi puño el emisor del mensaje.

-¡Vale, ya es la hora! -dijo la hija de Afrodita de antes-. ¡Vuestra pareja será la persona que tenéis al lado! ¡El primero que llegue a la cima sin quemarse gana!

Tuve la divina suerte de que mi pareja sería la misma persona que como bienvenida al campamento me tiró al lago. Nótese el sarcasmo.

Decidí ignorar que el día no me estaba yendo especialmente bien y me dispuse a ver como los dos primeros participantes escalaban o se quemaban.

Jack y el hijo de Deméter se acercaron al muro. La hija de Hermes agarró decidida la primera piedra que sobresalía del muro y desafió con la mirada al chico que sería su oponente.

La hija de Afrodita pronunció un entusiasta «¡YA!» y los dos se lanzaron a la carrera.

Lo pasó a continuación era lo evidente. Con facilidad, Jackeline ganó la carrera y el hijo de Deméter tuvo que ir a buscar unos pantalones sin quemaduras a su cabaña.

-¡Bien hecho, Trenth! -le vitoreé.

Ella me guiñó un ojo y sonrió a todo el público que o la aplaudía o gruñía. Pronto me daría cuenta de que todos en el campamento son muy competitivos. Puede que no tanto unos como otros... Pero todos lo son.

Me di cuenta de que era mi turno. Dylan se acercó al muro con aire vacilante, mirándome de reojo.

Me puse delante del muro y suspiré. Eché una mirada de superioridad a Dylan y volví mi atención a la competición.

Casi no oí a la hija de Afrodita darnos la señal para empezar, porque en el fondo estaba muy nerviosa. No quería fracasar de nuevo.

Entonces...

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¡No estoy muerta! ¡He vuelto! Siento muchísimo la tardanza al actualizar, pero me habían quitado el móvil y no me arreglo a escribir con el ordenador.

Lo dejo en suspense...

¿Qué os pareció la reacción de Emily al no hacer diana? Comentaddd.

Yo habría reaccionado así casi seguro.

¡Intentaré no desaparecer tanto tiempo, pero no prometo nada!

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