Nombre: Nersa
Edad: ??? (Pertenese a la segunda generación de Demonios creados por Dark)
Género: femenino
O. Sexual: hetero
Raza/especie: Demonio antigüo

(Normal)

(Forma Demoníaca)

Personalidad: calmada, algo amable, con su hija fue muy cariñosa, maternal, protectora y un poco estricta al entrenarla y enseñarle todo lo que debía de saber y lo que se le podía enseñar
Poderes y habilidades: aspectos físicos de Clase Élite (al mismo nivel o incluso ligeramente superior a Zero), niveles mágicos absurdamente altos (literalmente puede invocar un meteorito más grande que el que extinguió a los dinosaurios sin cansarse), reflejos muy altos, y también control total de su Forma Demoníaca
Arma: su magia
Gustos: la calma, ver lo fuerte que es su hija, recordar el tiempo que pasó con su difunto esposo y el pensar que algún día podrá reunirse denuevo con su hija
Disgustos: pervertidos, los que la buscan por su poder o cuerpo y arrogantes
Pareja: Sephirot (oc de Delta-The-Dark-Crazy)
Extra: después del sellado de Dark, está tomo el puesto de este para mantener estable el infierno, ella misma formó a los Altos Mandos, haciendo que los demonios con el puesto de Pecados Capitales tomarán rolles espesificos, su esposo fue el único hombre del que está se enamoro, y que este correspondió sus sentimientos de forma pura, pero lamentablemente, este murió poco antes del nacimiento de su hija, esto debido a que para salvar la vida de esta, su esposo sacrifico gran parte de su vitalidad debido a complicaciones en el embarazo que casi causaban la muerte tanto de esta como de su hija, es la madre de Lilith, se desterró a si misma debido a que aún después de mucho tiempo, seguía sintiendo dolor en su corazón por la perdida de su esposo, cosa que la afectaba mucho como para poder hacer correctamente sus deberes como Reina Demonio adecuadamente, suele usar un hechizo para así ver el cómo está su hija, siendo que está orgullosa de la mujer fuerte en la que se convirtió, y que no se dejó consumir por su poder o las emociones negativas, también ve a Majora como un hijo sullo aún cuando ella no pudo cuidarlo  durante su infancia, y espera con ansias el día en el cual, su exilio autoimpuesto termine, para así reunirse nuevamente con su hija y desirle lo orgullosa que está de ella