Parte 8.
Aiz llegaba a la mansión. Numerosas personas que servían en la mansión la atendieron. Todas tenían la misión de entretenerla siempre, por si Bell estaba haciendo alguna otra cosa. Y por otra cosa, constantemente era descansar y disfrutar del silencio.
Sin embargo, esta vez era más un grito de ayuda.
"Algo raro le pasa al señor", todas estaban de acuerdo.
"¿U... h...?".
Pensar que Bell estaría peor, la hizo correr e ingresar inmediatamente a su recamara. Pero ahí no había nadie.
Una de las empleadas la vio, y le dijo que estaba afuera, acabando de salir del interior hacia los corredores de la parte trasera.
Corrió directamente hacia donde la sirvienta le dijo que se encontraba, pero cuando llego, no encontró a la persona que quería ver. Aunque si estaba ahí, ella no sabia que esa persona no era la que buscaba.
Tenia claramente una confusión. Como si su llegada fuera algo que no esperaba.
"H...", giro la cabeza y miro de reojo antes voltearse. No parecía interesarle para nada su llegada.
"¿Qué estas... haciendo?". – Pregunto ella, y él volvió a mirarla. –
"..."
– Estaba siendo indiferente. – "¿Te sientes mal?" – Quizás estaba algo avergonzado por todo el tiempo que no había estado con ellos y ahora este encuentro. Aunque eso seria raro, ya que no le importaría, normalmente. –
"¿...?" – Aun no dice nada. – "¿Qué quieres?" – El tono era como que ni siquiera esperaba escuchar una palabra de ella. Aiz se había sorprendido. No esperaba algo normalmente poco particular. En su visión, seguro se reiría, y diría, "Estas heridas me dan aún más sueño", pero no había sido así. –
"Nada realmente. Estabas cansado, vine a cocinarte".
"¿...?" – Estaba en forma interrogativo con la mirada entrecerrada. – "Entonces, solo ve a cocinar".
"H... Esta bien". – Se fue medio aligerando su paso. –
".."
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[0] "Algo está mal", le dijo Aiz a Riveria. No había ido a cocinar, en cambio había regresado. Riveria la escucho. Pero para ella, era como que él estuviera pensando algunas cosas.
"Quizás solo está pensando en cómo ha cambiado la ciudad".
"No. No parecía importar que estuviera ahí".
"Oh...", Bueno, pensó Riveria. ¿Como decirle que siempre había sido así con todos? Aunque, con Aiz parecía siempre importarle que estuviera ahí. Incluso regreso a Orario cuando ella y Finn mandaron la información a todos los rincones del mundo para que el se entere que Aiz podría estar en peligro.
Bueno, solo habia una manera de saber que es lo que Aiz decía que estaba mal.
Casi nunca iba a ese lugar, pero bueno. Solo era una breve conversación. Así que iría con Aiz para averiguar de que hablaba.
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