Parte 6.

Bueno. Al fin termine el resumen °<°.

Creo que fue al rededor de 5 dias?

No se pero ya que.


Otra imagen, pero esta no tiene relaciona, excepto por los personajes xd.


Al momento que ella pronuncio su nombre, Bell no pudo hacer nada mas que revolcarse entre las sabanas y girar hacia el otro lado.


"Bel!", Aiz lo llamo. Estaba no dudaba. Estaba segura que no era algún tipo de alucinación o algo parecido.


"No... soy ese tal... Bell del que hablas".


"Bell!".


"No soy Bell".


"¿Qué haces aquí?".


"Soy un ladrón. Robo a niños y bebes, soy un criminal".


"¿Qué estás diciendo? Estas bromeando conmigo".


El chico suspiro derrotado, y casi al mismo tiempo, el guardia que los guiaba en compañía de Aki y Riveria se le acercaron.


"¿Qué pasa Aiz?".


La voz era clara para el chico. Definitivamente, no era una coincidencia. Quizas si fuera otra persona, eso hubiera sido coincidencia, pero ella.


"Así que es cosa tuya", determino Bell, con una mirada fría como el Hielo. Salio de la cama, y la miro con impaciencia, pero la culpable, se mantuvo tranquila.


"¿Señor Bell?", Aki dijo. Aki había conocido ligeramente al protector de Aiz en los momentos que visitaba la sede junto a Aiz.


"La niña gato también... AH...".


"Por favor las llaves", pidió Aiz, y el guardia de inmediato las saco.


Paso un rato hasta que Bell acepto el volver y ayudarles. Todo el tiempo se sintió incomodo ya que Aiz no lo soltaba. Como si el fuera el niño y lo tomaran para no perderse.


La misión tenia que ver con un par de villanos, que mataban personas, robaban, y eran aventureros de algún lugar.


Al terminar de resolver aquel inconveniente, el equipo regreso con un miembro mas a la ciudad. Sin embargo, su estadía no duro mucho. Al poco tiempo hubo una expedición. Aiz iba a ir, y dejo que Bell decidiera si la acompañaría o no.


Bell dijo que no.


Aiz pregunto sobre si aun estaría aquí cuando ella regresara, y Bell dijo que sí. Pero ella sabia que le estaban mintiendo.


"Está bien", le dijo.


– Bell desapareció por cuatro años desde ese momento. Sin embargo, cuando se enteró de la guerra entre Orario y el resurgimiento del mal, no se quedó quieto. –


Aiz pensó que su trabajo siempre había sido morir sin poder tener a alguien realmente especial para ella. Lo pensó muchas veces, mientras el tiempo pasaba.


Era verdad, que mientras su vida seguía, continuaba haciendo la vista gorda a la felicidad del romance que se le planteaba a diario, por las constantes peticiones de muchos jóvenes interesados. Pero ella no estaba interesada en nadie. En su propio punto de vista, las personas le daban demasiadas vueltas a esos sentimientos. Sin embargo, ella lo había sentido.


– El resurgimiento del mal llego con el nombre de Enyo. Un dios que trataba destruir Orario. –


– Entre las filas del enemigo, estaba dos personas temibles. Una de ellas era un ser encapuchado, y la otro una criatura monstruo-humanoide. –


– Todas las familias que pudieran ofrecer algo en esa batalla se unieron. –


– Aiz se enfrento a su mas grande Rival en ese momento, pero la superioridad la abrumo. El ser que antes podía combatir, ahora era un monstruo terriblemente poderoso. La habían superado, pero haría lo que fuera para intentar derrotarla. –


– Sus esfuerzos, sin embargo, solo la mantuvieron con vida por un poco más. –


– Corte tras corte, el arma de la enemiga continuaba desgastándola. Sus poderes no eran suficientes, pero apostaba que, en algún momento, un solo descuido, podría dar un contrataque. Esa era su única salida. Si ella intentara dar la espalda para escapar, seguramente terminaría echada sobre el suelo con el arma atravesándola. –


– Ya cuando no tenía ninguna oportunidad, finalmente se vio forzada a hacer un ultimo ataque. Dejaría que la espada la atravesara para utilizar su técnica con la espada y herir a su oponente. Sin embargo, exactamente en el momento que se preparaba para recibir el ataque enemigo, apareció la figura de un hombre alto de pelo blanco. Tenia una espada colgada a un lado y la ropa era seriamente simple. Ella lo recordaba.


Tenia que ser Bell. Sus pies cayeron del cansancio cuando volvió a ver, tenia la cara tranquila de Bell delante de ella.


"Valla que estas muy herida", le dijo, como si estuviera algo decepcionado.


Desde ese momento, Bell se encargó de todo.


Lucho contra la criatura. La derroto una vez, y luego vino su amiga que le ofreció más poder.


Ambas eran monstruos, y al fusionar la piedra mágica y la criatura Revis obtuvieron el monstruo con unas estadísticas de nivel 2 veces mas alto de lo que ya era Revis.


Bell lucho contra ella, pero estaba cansado, así que en el peor momento solo se defendía, pero luego de recuperarse gracias a la magia de Riveria, Aiz participo y ambos derrotaron al monstruo Revis.


Así finalmente la batalla contra los malvados había terminado. Bell decidió quedarse, y esta vez por cuenta propia.


Pero ahora era turno de la venganza...

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