Parte 19.



Pensó en lo que tenia que hacer. Giro la cabeza y vio el fuego encendido a lo lejos, y comenzó a caminar, y ahí al final, una silueta mirando hacia el fuego, estaba esperando. Pero, estaba cantante lejos así que no podía diferenciarlo, se esforzó, pero al mismo instante Aiz lo levanto.


"En el peor momento", dijo él.


Aiz respondió, "lo siento", apenada.


"Está bien", le dijo él.


Comieron algo, y luego fueron a andar. Sin embargo, Bell no estaba en buenas condiciones, y Aiz se preguntaba por qué estaba así. Nadie le había contado que estaba débil debido a la Raiz negra. La raíz que ponía aprueba a los héroes. Pero al igual que a todos los que se llamaron héroes, Bell fue rechazado y ahora la raíz infectaba su cuerpo al punto de querer matarlo.


Bell consiente de lo débil que estaba y no queriendo quedar mal ante Aiz, le dice que estaba con mucho sueño. No había podido conciliar el sueño desde ayer, cuando ella...


"No...", le había resultado peor de lo que pensó. Inconscientemente le pidió que ella le permitiera echarse sobre su resguardo otra vez. Pero esta vez ella estaba avergonzada.


"No es necesario que lo hagas", solo iré a dormir otro rato, ya pasara. Evitando que ella agregue otra cosa, regreso a la mansión y durmió profundamente, mientras que Shuko cerraba cualquier entrada a alguien.


En sus sueños de nuevo la oscuridad y el fuego a la distancia se presentaron y la silueta estaba parada, mirándolo. Bell sentía que así era, y camino hacia él otra vez. Cuando estaba lo bastante cerca Bell se sorprendió, no podía creer que se estaba viendo así mismo.


Por un momento creyó que estaba Loco. No podía creer que de verdad él mismo estuviera ahí. Hasta que el otro se levanto y se le acerco.


"Al fin llegaste", le dijo él Bell ceñido en las brasas.


"Estoy soñando le pregunto él".


"No...", le contesto. – "Debí detener a Freya cuando escuche que entraba. Debí evitar que esto ocurriera", dijo él.


– "Oh", estaba sin palabras. Así que de verdad no era su razonamiento lógico nada equivocado. Desde el principio le pareció imposible que sin que él se diera cuenta, alguien le pusiera una maldición.


– Simplemente la habilidad de detección le mostraría que algo estaba cerca de él. Como una alarma, lo levantaría inmediatamente. –


"Entonces fue Freya después de todo", pregunto él.


Bell asintió, y el otro Bell volvió a asentir.


"Acabar con Freya es primordial. Pensé que no volvería a molestar luego de derrotarla en aquella ocasión, pero..."


"Se volvió un problema", completo él.


– "Si", respondió. – "Lo haría yo mismo, pero ahora no puedo. Así que te lo dejare a ti, mi yo más joven". –


– "Porque no simplemente vuelves conmigo", le dijo Bell.


– Pero no podía. – "Ya no puedo. Lo he intentado, ¿no lo sentiste? Cada que estabas cerca de Aiz, golpeaba tan fuerte como podía para salir de aquí. No puedo creer que la trataras como una desconocida....... ¿Sabes lo que tuve que aguantar solo para salvarla?".


– Irónicamente, no podía responder ante las acusaciones desganadas. – "Creo que luego de ver como estabas todo el tiempo con ella, y yo aquí, estoy celoso. Se que soy yo... pero estoy celoso".


– Escucharse a sí mismo decir eso era demasiado raro, pensaba él. –


"Hablar entre nosotros ya es raro", le respondió.


"Sh...", suspiro. – "Ya no puedo hacer nada, tal vez desaparezca dentro de poco".


"Desaparecerás...?".


"Es así como lo siento. Solo pedire que cuides de Aiz". – Se detuvo un momento coivido y resignado sentándose frente a la llama. – "Tú tampoco. No sabras lo que tienes hasta que lo pierdas", termino Bell, mirándolo fijamente.


*Tok* – Entonces el toque de una puerta. – tak – Alguien abriendo la cerradura, y entrando precipitadamente.


"Supongo que es hora de que te vallas, no regreses aquí. No quiero tener que volver a decirlo otra vez".


"Esta bien, pero sabes... estoy..."


"Lo resolverás, solo dile a Shuko que lo haga, ella es fuerte".


[Cara de (a-a) ]


"Aun así..."


*Lloriqueo*.


– Volvió a levantarse, sin aire. Apenas respirando. Era una de las peores cosas que había sentido en su vida. –


*Sin aliento*. "Estoy bien". – Realmente era un problema, pensó. Tenia la vista nublada y estaba con todos los músculos reprimidos. Pero ahora que sabia que tenia que hacer, se levantó de inmediato.


Poniendo un gran esfuerzo, decidió salir. Le dijo a Aiz que tenia asuntos pendientes, y que demoraría un rato en resolverlos.


Aun así, Aiz estaba muy asustada tras ver la sombra negra en sus ojos demacrados.


Freya en su bola de Cristal, notaba que la oscuridad se asomaba por los ojos de Bell. Estaba decidido en algo. Algo que involucraba muerte. Sin embargo, ¿de ella?


Era prácticamente imposible que descubriera que era ella la que estaba tras este ultimo incidente. ¿Entonces que ocurria?


- a-{a{

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