Llevaba un lindo vestido dorado que hacia juego con su cabellera rizada, el collar que le habia regalado Jungkook relucia en su cuello, no llevaba la tobillera pues los hermanos le tenían mas confianza y querían que disfrutara de la noche, ahora ya podía beber un poco de licor para relajarse, la noche era larga y deseaban que todo saliera a la perfeccion.

—En lo que nosotros saludamos a los invitados, puedes estar por la mesa de los bocadillos, recuerda solo comer lo necesario, no deseamos que subas de peso.

—Jin, dejala por una noche disfrutar tranquila, esta perfecta, se ve divina.

Jungkook tomo las manos de la joven y las beso.

—Vayamos a hacer esto, antes de que llegue mas gente, no quiero que Rocío se quede mucho tiempo sola.

Dejaron a la chica andar por el lugar, ella se sentía extraña, toda la gente le era desconocida, le sudaban las manos y aunque deseaba comer algo de la mesa de aperitivos, se sentía nerviosa, como si el pulso le latiera a mil por hora. Las personas se le quedaban viendo, miraba hacia la puerta y esta se le hacia muy lejana.

—Buenas noches linda señorita.

Un sujeto de traje blanco se le acerco sonriendo de manera coqueta, le extendió una copa de vino, pero ella lo rechazo.

—No bebo, gracias.

—¿Viene sola?

Ricitos empezó a sentirse nerviosa, su pulso era latente en su cuello, no quería hablar con nadie, los hermanos se enojarian, pero si actuaba raro, también la castigaban.

—Si, estoy esperándolo gracias.

Se alejo despacio, no veía a los Kim, su cabeza daba vueltas y estaba asustada. Salió del salón y corrió.

—Ella lo hizo, te lo dije Namjoon, te dije que lo haría —Seokjin jalaba el traje del moreno.

—¿Ya estarás feliz?—Namjoon observo al menor.

—Estoy más que feliz —Jungkook se agacho y extendió su mano —¿Vamos a casa pequeña?

Ricitos se levanto de un lado del auto, se abrazo a Jungkook temblando de miedo.

—No hable, no hable.

—Lo sabemos —le acarició el collar —sabemos que fuiste buena chica.

—Por eso te compensaremos mi princesa.

—Ya eres oficialmente nuestra.