IV


La sensación de libertad, puede ser manejada como una ilusión, puede ayudar a una falsa idea de felicidad.

Ricitos podía andar por toda la casa, decidía si salir al jardín, también si deseaba estar en la sala mirando televisión, le gustaba cocinar, lo poco que sabia mas todo lo que Seokjin le habia enseñado le ayudaban a pasar las tardes. Hacia tres tipos diferentes de aperitivos.

Los dulces para Seokjin, ya que le encantaba comer cosas esponjosas y suaves, a Namjoon le preparaba cosas saladas o snacks saludables. En cuanto a Jungkook snacks picosos.

Todo esto si la distraía y la ayudaba a olvidar, que su libertad estaba limitada a un dispositivo en su tobillo. Ese pequeño aparato avisaba a los hermanos si iba mas allá de lo permitido. Solo habia tenido un incidente de pasarse el limite y eso fue porque una hoja de papel habia volado sobre la barda del jardín. Ese malentendido le costo estas sin comer y atada por dos días.

Desde entonces no habia vuelto a pasar.

Ricitos estaba picando algo de fruta, pues el Namjoon llegaría a casa mas temprano de lo normal, quería tenerle listo algo antes de preparar la comida. Tarareaba una tierna canción que recordaba de su infancia, le ayudaba a relajarse cuando tenia ciertos ataques de estrés que prefería ocultar. Estaba tan concentrada picando la manzana que no escucho cuando llego el moreno.

—¿Qué haces pequeña Rocío?

Esa voz gruesa la asusto, causando que el cuchillo se desviara y cortara un poco su dedo.

—¡au! —soltó el cuchillo mirando como la sangre empezaba a correr —perdón, perdón, yo solo quería tenerte algo listo.

Namjoon miro como sujeto la herida para llevar su mano al fregadero, el moreno se acerco para evaluar la herida.

—Déjame ver —sostuvo el dedo mirando como la sangre corría de manera lenta —mi pobre y torpe pequeña —apretó la herida haciendo que Rocío hiciera una mueca de dolor —¿Duele? —ella negó con la cabeza —¿Segura? —volvió a apretar esta vez causando un pequeño gemido de dolor —tan mentirosa.

—Namjoon yo…

—Shh.

Se quito la corbata sujetando las manos de la rubia ricitos con ella sobre su espalda, la giro contra la barra de la cocina.

—Perdón, perdón, no volveré a mentir, si duele, Namjoon, si duele.

—Y hare que duela mas.

Rocío trataba de contener el llanto, savia que Namjoon se ponía peor cuando la escuchaba llorar, así que se mordió el labio cuando el nudo en sus muñecas fue apretado. Sintió como levantó su vestido y bajo su ropa interior.

—Sácala.

Movió sus piernas para que saliera la ropa interior de entre sus tobillos, Namjoon se agacho a recogerla, la hizo una  bola y la acerco a la boca de ricitos, esta abrió obediente y dejó que metiera la tela.

La herida en el dedo de Rocío había dejado de sangrar no sin antes llenar el lindo vestido rosa que traía puesto la joven.

—Estoy de buen humor, me gusta llegar a casa y mirar que estas en la cocina luciendo tan bella y dulce para mi —metió dos dedos en el anillo apretado de la joven —por eso papi Nam te preparara hoy, dejare que seas mi aperitivo.

El moreno se arrodillo abriendo las nalgas tersas de Rocío, con el dedo aun dentro dio una lamia, empezando a saborear ese lugar como si fuera el manjar más lujoso del mundo, los lengüetazos se escuchaban por la salivación del moreno. Estos mismos hacían temblar las piernas de la joven.

—Rocío —dio un mordida en uno de los glúteos —puedo oler tu humedad, se que te gusta que papi te coma.

Se levantó, a la par escucho como Namjoon se soltaban el cinturón y ese sonido metálico la estremeció demasiado, tanto que no puedo evitar rodar algunas lágrimas mientras apretaba lo ojos y rogaba porque en verdad fuera bueno esta vez.

La erección del moreno palpitaba con ansiedad, acerco la punta al pequeño coño, mojando la punta del glande con los jugos de la rubia. Se hundió solo la un poco y metió un par de veces para lubricarlo en lo que terminaba de dilatar el estrecho ano.

Rocío gimió un poco, aunque los tres hermanos poseían miembro largos, Namjoon era quien lo tenía más grueso y ni terminaba de acostumbrarse al estiramiento de piel.

Habiendo mojado bien su miembro lo sacó para meterlo en el agujero más ajustado, esto causó que Rocío arqueara su espalda, sintiendo la punzada de dolor, lloro aún más, la tela en su boca le impedía soltar algún otro sonido que no fueran más que gemidos. De pronto su cuello se vio en vuelto ante el cuero del cinturón, El moreno apretó el agarre para robarle el agarre mientras arremetía sin piedad, el aire ya no llegaba a los pulmones de Ricitos, estaba punto de desmayarse cuando el líquido caliente del orgasmo de Namjoon la lleno.

El cinturón se aflojo y pudo respirar un poco, Namjoon le sacó la ropa interior de la boca haciendo que una tos violenta apareciera, las marcas en su cuello quedarían moradas al día siguiente, no podía siquiera llorar, estaba recobrando todo el oxígeno que le había sido robado.

Namjoon la tomó del mentó y la beso de manera dulce.

—Termina mi snack y llévalo a mi oficina, cámbiate el vestido y péinate, Jin te matará si te ve así.

—Enseguida.










De solo escribir el capítulo me duele la cola.
Besitos.

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