1 año llevamos de novias. Su risa, su sonrisa, su carácter, todo de ella era perfecto y absolutamente nada me aburría. Y estoy tan perdidamente enamorada de ella que no se que haría sin ella.

—¡____! ¡____!

Me encanta como dice mi nombre.
Abro mis ojos viendo a Emily preocupada.

—¡Ah! Emily, ¿Qué paso?
Miro a mi alrededor, un espejo gigante en una habitación pequeña de madera, con ropa colgando.

—¿Estas bien? No respondías, ¿quieres que entre?

—uh. . . Sí.
Todavía te sentías confundida que estaba pasa-
¡Ahhhh! Habían ido de compras a la plaza.

—¿Estas bien?
Emily en un hermoso vestido blanco esta frente a mi, no me da tiempo para admirar lo bella que es cuando corre a mi
—¡Estas toda roja!
Al instante revisa toda mi cara, sintiendo sus suaves manos rozar mi piel.

La beso desesperadamente en busca de más caricias suyas, la acorraló contra la pared y le pongo seguro a la puerta.

Mi mano recorre todo su cuerpo, pero con esa molesta tela no lo puedo explorar bien. No pierdo el tiempo y le doy la vuelta y desabrocho su vestido mientras doy besos por su espalda.

—Espera. . . ¿Lo quieres hacer aquí? ¿Y si nos atrapan? aparte no sé . . . Si quiero y-

—Si tú no lo quieres hacer esta bien, no te obligo.

—. . .
Jala de mi camisa besándome apasionadamente.
—Me decidí, si lo quiero hacer aquí.
Se acerca con una sonrisa coqueta a mi oreja, susurrando: —Hazme sentir por que no soy una sucia pecadora.

Mi piel se eriza, mi mirada se torna lasciva y no puedo controlar mis manos al escuchar tan excitantes palabras saliendo de su tierna carita.
—A sus órdenes reina, será un rapidín eh.

Bajo su calzón, y empieza con un movimiento a circulares suaves, degustando sus jadeos ante mi poco tacto. Ella se mueve en busca de atención, claro que se la doy. Meto dos dedos estando ya lubricada por sus propios jugos.

Poco a poco mi velocidad va aumentando así como sus gemidos

—Ah. . . ¡Ah. . Ah! ¡AH! Estoy- por corréeme. . .

—¿Si? Mírame

Acata mi orden, su cara toda roja y conteniéndose para no gemir en mi cara, es tan hermosa, sus pecas-

—. . . ¿Puedes seguir? Paraste. . .

—Ah. . ¿La pequeña quiere terminar?

Se pone nerviosa y no dejo de pensar en lo linda que es.
Vuelvo a masturbarla atrayendo su cintura y besándola con las ganas que siempre tengo.

—¡Mm!-mmh— suelto su boca para que gimiera más fuerte.

Solo admiro su hermoso cuerpo y sus expresiones.

—Uhm disculpe
Tocan a la puerta sacando un chillido a Emily
—¿Todo bien ahí adentro?

S T A Y T U N N E D