⋆。‧˚ʚ🍒ɞ˚‧。⋆Capítulo.1 ⋆。‧˚ʚ🍒ɞ˚‧。⋆


Todas las mañanas acostumbraban a ser muy aburridas, después de todo lo normal es una noche de diversión, coqueteos, alguno que otro beso, roce de ropa, y un buen revolcón, para al día siguiente levantarse, tomar una ducha y dar marcha a esa rutina nuevamente, ya saben lo normal.

Bueno esa era la vida normal de Nakahara Chuya el chico más codiciado del plantel, después de todo, no hay persona en el lugar que no tenga una marca que identifique que estuvo Chuya, este se solía sentir muy orgulloso de eso, después de todo no se arrepentía de todos los chicos que había hecho probar algo con él siendo heteros o no.

Chuya tenía todo el combo de belleza perfecta, cuerpo fino y delicado como el de una chica a la vista, pero un cuerpo bien formado y con sus respectivos músculos como el de un chico que se ejercita, además su estatura era perfecta, aunque le sacará de quicio, no importaba lo que usará, ya sea ropa de chica o de chico él se seguiría viendo perfecto y deseable. Después de todo él no tenía complejo con eso, el aceptaba que la ropa de mujer le quedaba mejor de lo que cualquiera esperaría.

Por otra parte, está cierto castaño, llamado Dazai Osamu, su rutina era la misma que la de Chuya, por algo eran buenos compañeros de libertinaje, a diferencia de Chuya, él estaba con chicas y chicos, aunque prefería a las chicas, su rostro era lindo y bien definido, unos rizos en su cabello que estaban desordenados, pero eso le hacía ver bien, su gran altura era muy útil al estar coqueteando, él es la envidia de su plantel, después de todo siempre está rodeado de chicas, a pesar de parecer un chico de cuerpo delgado, tenía su musculatura definida sin exagerar.

Chuya y Dazai no suelen llevarse del todo bien, pero cuando se trata de ir a divertirse son la mejor combinación, complementaban sus ideas, acciones y apuestas, eso los hacía ser llamados el Soukoku de Yokohama, parecían la pareja de famosos bien parecida.

Dejando eso de lado, el peli-naranja se encontraba en la barra de la azotea con su teléfono en mano, mientras bebía un poco de jugo, estaba revisando las actuales tendencias de modas, y lo que debería usar para esta temporada, hasta que su teléfono fue arrebatado, al observar de quien se trataba su rostro hizo una mueca de disgusto.

—Devuélveme mi teléfono, ahora.

— ¿Y si no quiero?

—Bastardo, dámelo ahora mismo

—Te quedarás ciego de tanto teléfono —Dijo este entregándole el aparato y sentándose junto a él.

—Eso no es asunto tuyo, ¿Dónde estabas la primera hora?

—Por ahí —dijo indiferente.

—En los baños, entiendo.

— ¿Por qué? —Le observo por unos momentos mientras encendía un cigarrillo.

—Bueno, viendo que el bastardo que tengo como compañero de cuarto no estaba cuando desperté y cuando llegue a clases te vi, pero no entraste, solo me dejas esa opción.

—Eres un chismoso Chuya.

—Cállate.

—Por cierto hoy tengo una hermosa fiesta que varias señoritas me invitaron. Saco su cartera mostrándole una tarjeta de invitación, que obviamente el contrario ni observo.

—I pass.

—Deja de usar el inglés en situaciones así, es frustrante.

—No es como si no me entendieras —Rodó los ojos mientras tecleaba algo en su teléfono.

—Deberías ir.

—No gracias, si no habrá chicos lindos, no, es lo único que me atrae y lo sabes.

—Deberías experimentar una sola vez estar con chicas.

— ¿Por qué lo haría? —Arrugo un poco su nariz mientras le molesto —No soy como tú Dazai, mis gustos no son 2 x 1 al contrario cariño, yo soy el 2 x 1 —guiño uno de sus ojos.

—Solo digo que si no lo intentas no lo sabrás.

—No gracias, además me gusta más ser yo quien encante y disfrute de dejar hecho un desastre a mis acompañantes, yo no soy bisexual como tú, así estoy bien.

Dijo mientras guardaba su teléfono, sonreía con coquetería y suficiencia, Dazai solo le miro negando para después mirar los jardines, sonriendo levemente, Chuya miro a dónde su acompañante y sonrió divertido.

—Deberías declarártele ya a ese niño.

—No es cosa fácil, no es como si llegara de la nada y le dijera lo que siento, Atsushi es muy paranoico y tímido.

—De hecho lo es —Rodó los ojos y se cruzó de brazos— solo debes ir, hablar y decirlo.

—No cuando tienes mi reputación.

—No es como hagas algo para cambiarlo. —Alzo los hombros restándole importancia—

El castaño solo le miro molesto a lo que Chuya hizo un gesto de disgusto y miro en otra dirección, haciendo que la mueca aumentara al ver algo que le desagrado.

El castaño noto la mueca y miro en dirección a donde el contrario veía, suspiro un poco, retiro el cigarrillo de su boca lanzando el tabaco aspirado e hizo girar el rostro de su compañero, este iba a preguntar que pasaba, pero fue callado por el contacto de los labios del contrario, Chuya le observo sin emoción alguna por unos minutos y después correspondió, momentos después se alejaron, así ambos fregaron sus labios de manera rápida.

—No debiste hacer eso, sabes horrible.

—Bueno, perdón por arruinar tú lindo labial, además de tu aliento a flores, pero debía distraerte para que dejaras de hacer esa mueca por culpa de Fyodor.

—No sé dé que hablas —rodó los ojos fastidiado.

-Vamos te mueres por mi hermano aun sabiendo que tiene pareja.

—No me meto con quién tiene pareja, pero él es una excepción.

—Tú conoces a la pareja de Fyodor.

—Sí, bueno es complicado.

Chuya se levantó y se dirigió a la puerta marchándose, paso por los pasillos mirando a todos, estos observándole con un poco de curiosidad, después de todo ¿cómo no llamar la atención?, los tacones que Chuya usaba en esos momentos acaparaba toda la atención, miro nuevamente la ventana notando algo que le molestó nuevamente, rodó los ojos y siguió su camino, mordiendo el interior de su mejilla, hasta ver a 2 chicos de su interés, relamió sus labios y camino hacia ellos, después de todo, no estaría mal tener un postre antes de clases, ¿Verdad?

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