Después de separarse, Chuya le miro detenidamente y cerro sus ojos sonriendo. Fyodor por su parte le miro curioso.

—Como lo supe, no con solo eso me sentiré satisfecho.

—Eres muy caprichoso.

—Si me lo dicen muy seguido aunque solo lo soy poco, tal vez —soltó una ligera risa.

—Entonces, ¿Qué más quieres?

—Mm déjame pensarlo.

Dijo mientras colocaba sus brazos al rededor del cuello del pelinegro y apretaba levemente su cabello mientras sonreía, y se acercó más a sus labios.

—¿Qué te parece una pequeña noche de pasión? Un revolcón.

—Como dije eres caprichoso.

—¿Aceptas o no? —Dijo haciendo un puchero mientras se apartaba lentamente.

Fyodor le tomo de la cintura y le beso nuevamente, Chuya cerro sus ojos tratando de disfrutar del beso, además de apegarse más a él. Al separarse Chuya río un poco, relamió sus labios, el contrario solo sonrió y se apegó más a él.

Chuya decidió fijar su vista en la mesa en la que anteriormente estaban sentados y algo dentro de él se rompió, Dazai se estaba besando con Atsushi. El pobre estaba muy sorprendido y nervioso no sabía cómo responder, Chuya desvió la mirada algo dolido, todo tono de coquetería en su cuerpo se esfumó, Fyodor lo noto y decidió llevarlo a otro lado.

¿Cuál fue al lugar que fueron? Bueno a un hotel, Chuya se sentó en la cama aún desganado, en realidad su mente estaba maquinando un millón de cosas, Fyodor lo miro mientras el se mantenía de pie y cruzado de brazos.

—Es un idiota —Soltó sin mas.

—¿De qué hablas?

—De Dazai Osamu.

—Eso no es novedad —soltó una pequeña risa dolida.

—Sabes a lo que me refiero.

—No, No lo sé.

—Él aún sabiendo que te gusta hace eso frente a ti.

—Él no me gusta.

—Chuya.

—No me gusta.

Fyodor suspiro, se sentó a su lado tomando su mano, Chuya le miro y recargo su frente en su hombro.

—Chuya, tú y yo sabemos que mi medio hermano, es un patán, él puede parecer idiota, pero es igual de listo que yo, más o menos, depende el día.

—¿Eso que tiene que ver?

—Tú cambiaste tu físico por él.

—No fue así, Mierda ¿Por qué todos piensan que fue por él? —Se levantó de donde se encontraba dirigiendo se a una de las ventanas.

—Chuya, tú dejaste de ser hetero al saber que te gustaba Dazai, si bien puedes acostarte con una chica te causa disgusto, por no decir ganas de vomitar, Dazai le tira a ambos, le gustan los chicos lindos, expresión linda y que sienta que debe protegerlos, además que busca la belleza femenina perfecta, tú trataste de encajar en eso, solo mírate.

—Eso no comprueba nada.

—Chuya antes tú adorabas ser rellenito, decías que estaba bien si te amaban solo por lo que eras en el interior y no físicamente. —se dirigió a el abrazándola por la espalda.

—Para...

—Chuya, fuiste rechazado por Dazai al momento en que te dijo que no eras tierno, para su gusto y comenzaste a usar tu belleza para acostarte con todos.

—F-Fyodor.

—Por eso te enamoraste de mí, por el parecido inmenso con él.

—¡Para ya! ¡No me enamore de ti, solo es un maldito sentimiento de celos!

—¿Celos de que?

—De tu relación con Nikolai, a pesar de todo ustedes... Ustedes pueden estar juntos.

Chuya temblaba levemente, pero no sé dejaría romper nuevamente, lloro lo suficiente en su juventud, no lo haría ahora, después de todo el mundo lo deseaba y aceptaba, no necesitaba de la aprobación de Dazai, no lo hizo cuando comenzó, no lo haría ahora.

—Chuya —Dijo tomándole del mentón—Déjame demostrarte algo.

Chuya no logro responder, ya que fue acostado en la cama y estaba siendo besado con amabilidad, Fyodor trataba de hacerlo sentir bien, el peli naranja únicamente cerro sus ojos y se dejó disfrutar, el de ojos violeta comenzó a meter su mano debajo de la ropa, para comenzar a acariciar las partes sensibles de él, cosa que encontró fácilmente.

Chuya cubrió su boca con tal de que sus sonidos no salieran, Fyodor noto esto y se apartó. Comenzó a darle calor, así que se retiró la chaqueta negra y camisa de color blanco que traía, Chuya se sonrojó más por aquel acto, Fyodor le tomo de las manos entrelazándolas, ese fue el punto de quiebra de Chuya, ya que después de eso, no recordó lo que sucedió, hasta que la neblina de placer se dispersó un poco.

Se dio cuenta de que se encontraba enzima de Fyodor, dejándose llevar por el placer, mientras el pelinegro le detenía de las caderas fuertemente, eso le dejaría marcas por un buen tiempo, algo agotado Chuya recargo su frente en el pecho de Fyodor, sus gemidos eran muy sonoros.

—¿Has vuelto?

—S-Si.

—Te veías muy lindo perdido en el placer —Dijo lamiendo su cuello.

—C-Calla.

—Chuya, quiero probar algo.

—¿Q-Que cosa?

Fyodor le cubrió los ojos con una venda de color negro, Chuya se sentía ansioso, y más cuando sintió a Fyodor en su oído.

—Sigue haciendo lo de hace un momento, pero en vez de gemir mi nombre hazlo con el de Dazai.

—E-Estás loco —Dijo a punto de quitarse la venda.

—Solo es un pequeño experimento.

Chuya lo medito un poco, y aceptó después de todo ¿Qué podía pasar?, Chuya volvió a moverse mientras morida sus labios para no gemir, pero le era imposible, su imaginación estaba a 1000%, tanto que quien pensaba que le tomaba bruscamente de las caderas y lo estaba hundiendo en el placer era Dazai, no pudo soportar mucho y comenzó a gemir su nombre, como si algo hiciera clic en su mente, su voz comenzó a salir más y sus movimientos se volvieron erróneos casi quedándose sin fuerza.

Estaba por acabar, cuando Fyodor se dio cuenta, al sentir como el de menor estatura se contraía para terminar él dio una fuerte estocada corriéndose también mientras le tomaba de la mano y le retiraba rápidamente la venda de los ojos a Chuya, así pudiendo apreciar. Los destellantes ojos azules de Chuya y lágrimas de placer en estos, con su boca levemente abierta con un poco de saliva resbalando por su mentón, además de su cabello algo desordenado, se veía hermoso.

Chuya se dejó caer en el pecho del pelinegro y dejaba que su respiración se regulará, estaba cansado.

—Lo ves, mi teoría es cierta.

—¿De qué hablas?

—Pensaste que era él.

—Pero tú dijiste.

—Dije que gimieras su nombre, no que pensaras que era él.

Chuya se quedó callado y no dijo nada más, cuando se recuperaron se vistieron y salieron de ahí sin decir más.

—¿Gogol no se molestará?

—No, es una relación libre no le afectará.