Se mece la noche sobre las espinas de las rosas, 

muerde al río la tierra intentando partirlo en dos; 

el fuego arde bajo el agua del abismo. 

El puente de la duda une dos tierras distintas; 

lluvia ácida cae dentro de mi mente 

y se vuelven lodos todos mis pensamientos. 

Mis sueños están en la otra orilla, 

mientras las mariposas devoran flores plásticas. 

Me llegan trenes cargados de preguntas 

y descargan en mi corazón angustias y temores. 

Me quedo inmóvil por el miedo, 

mientras el futuro escapa montado en los valientes, 

dejándome solo y mirando el fluido de la vida. 

Pasa la oportunidad llevando lejos el propósito. 

Me quedé sin vida mirando danzar al miedo; 

el puente se vuelve innecesario y se desploma. 

Cuando despierto ya el río se fue, 

el cielo se aleja dejándome en la tierra. 

Intento agarrarme de una estrella y ella huye. 

Escarbo con mis manos el infierno, 

sabiendo que el tiempo ya no está. 

Las lágrimas se mezclan con azufre. 

 "¡No pienses más y actúa!" me grito a mí mismo, 

saltando al río sangriento y a la lava, 

perdiendo la vida. 

Resucito y por fin salgo a la orilla contraria a mi pasado,

 alcanzo las lianas del futuro, 

me elevo al cielo con las aves,

 vuelo en las nubes de la paz, 

me entrego al paraíso y por fin hallo mi alma.