Capítulo 1.

Capítulo 1.


Yokohama, la gran ciudad.

Había un orfanato especializado, allí, niños y niñas que entraban estaban listos para el mundo, eran educados con sumo cuidado y atención. Para hacer de Yokohama un lugar mejor, la institución recibía fondos de distintos distritos esperando que los chicos que salían de allí fuesen perfectos para el gobierno. Claro, no todo era así, también recibían fondos de otras organizaciones, algunas de Alemania, Rusia, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, y eso incluía, a la mafia.

La port mafia, famosa en Yokohama y sus alrededores manejaba distintos comercios, amaban su ciudad por ello, era la gran ciudad.

El actual jefe de la mafia, Ougai Mori, tenía una reunión con sus líderes de mercados, Nakahara, Ozaki, Akutagawa, Sakaguchi, Hirotsu. — Ango-kun, ¿cómo te va en el gobierno?

— Excelente, tenemos las comisiones

— Ozaki

— Los comercios de belleza son los excelentes, mi pequeña Kyouka es una gran modelo

— Nakahara

— Los cargamentos están sin problemas — mencionó sonriente — y la vinatería es perfecta a gusto de paladar

— Akutagawa

— todo bien

— Hirotsu, necesitaré tu cooperación

— Si jefe.

Se retiraron excepto por Akutagawa y Hirotsu — Akutagawa-kun, escuche que una empresa está compitiendo con la nuestra

— Nada que no pueda manejar, aniquilarlos

— sería peligroso — interrumpió. — la campaña que manejan es una familia perfecta, trabajando unidos. Tendrás una familia

— ¿Que? ¿Debo casarme?

— así es — sonrió Ougai

— bueno, tengo una opción

— Nada de eso, no pueden verte con gente normal, por eso llame a Hirotsu esta mañana — termino dándole la palabra al mayor

— Akutagawa-kun, se me encargó buscarle una pareja perfecta del orfanato al que aportamos

— Alguien súper dotado; eso me agrada

— Su nombre fue dado por el orfanato, es Nakajima Atsushi, es el más sobresaliente de su generación. Deportista, experto en matemáticas, amable, con perfectos modales, incluyendo el manejo de instrumentos. Únicamente tiene un defecto

— No hay personas perfectas ¿Qué es?

— Es ciego

Akutagawa miró la fotografía del chico y sonrió — Es sumamente perfecto

— creemos que su ceguera hará que seamos más llamativos, usa todo su potencial — mencionó Ougai

— Perfecto jefe

Hirotsu se levantó, iría por aquel chico, — jefe, sé que debo fingir pero

— Sus relaciones son un asco — se quejó Ougai mirándolo — Haz que esto se vea real por lo menos. No lastimen al chico, tenemos una buena relación con esa institución

— es ciego

— No subestimes Akutagawa

— Si jefe

Llegó a su hogar aquella noche, Tachihara estaba allí — Michizou, ¿Y Gin?

— En una misión, me dijeron que te van a casar

Akutagawa le miró con seriedad — Si, ¿y?

Tachihara lo abrazó — seguiremos... ¿viéndonos?

— Para empezar, no me toques, para continuar, eso lo decido yo

— Akutagawa, no puedes tenerme en ascuas

— Tengo que aparentar en grande ¿ok? — sonrió ligeramente — a partir de mañana

Tachihara sonrió, se acercó besándolo, Akutagawa lo llevo a su habitación

Hirotsu fue quien hizo todo el trámite; al día siguiente, Akutagawa viajaba para ir por su futuro marido. La sociedad siempre era así, pero claro

Llegó al centro de atención del orfanato, allí lo vio sentado con una pequeña maleta al lado y un bastón guía. — señorita, vine a recoger a Nakajima Atsushi; Soy Akutagawa Ryunosuke — hablo en la recepción.

— Si, por supuesto. — señaló al chico ya obvio

Akutagawa se le acercó y se sentó a su lado — Hola, mi nombre es Akutagawa

Atsushi uso su olfato para identificarlo, aquello dejo al mayor algo extrañado, — Es un placer conocerlo señor Akutagawa, gracias por elegirme

— sí, bueno, te llevo al auto o

— Puedo seguirlo a donde sea, no piense que mi discapacidad visual me impide hacer cosas

— correcto — se levantó — vamos

Atsushi tomó su maleta, abrió su bastón guía y siguió al azabache.

Akutagawa lo miró, si parecía ser bastante independiente, subieron al auto donde el azabache ayudó al menor con su maleta; al entrar al auto pudo notarlo, sus ojos a pesar de no ver nada, eran preciosos.

En el auto, el azabache lo miró de arriba para abajo, lo analizo y decidió hablar — ¿tienes alguna petición?

— mi olfato y oído están muy desarrollados, si pudiera evitar ruidos muy altos y perfumes

— perfecto, si sabes a que vienes ¿no?

— El señor Hirotsu fue muy amable, mencionó que había sido elegido por mi ceguera para ayudar a un magnate con sus inversiones, no tiene que preocuparse por nada, se manejar todo lo relacionado

— Si, de hecho, vamos a casarnos

— ¿eh? ¿Tanto así? Tengo un puntaje perfecto en finanzas y recursos humanos, ¿Por qué debo casarme con usted?

— Lo sé, eres excelente, por eso necesito que seas mi esposo también. Tranquilo, no pasará nada entre nosotros. Solo voy a cuidarte

Atsushi tallo su muñeca — No tengo opción, lo desposaré alegre

— Además, sería bueno si haces tu propio negocio, te daré fondos a inversión. Si eres bueno sabrás devolverme el dinero

Atsushi sonrió — podrá estar seguro de que no lo defraudaré

— Perfecto.

El auto siguió avanzando hasta una tienda, allí, bajaron – deja tus cosas, compraremos ropa

— ¿tan pronto?

— Claro, vamos a casarnos y después a casa

— O-ok – respondió nervioso

En la tienda, Atsushi y Akutagawa se probaron un par de trajes, nada muy llamativo, solo lo suficiente elegante pero casual por si algún periodista los miraba, volvieron al auto con los trajes puestos y sus ropas en bolsas – Entonces, eres mi pareja desde hace años, pero apenas logramos casarnos por que recientemente eres mayor de edad.

— Entiendo

— Tus padres murieron, pero al ser amigos de familia, me hice cargo de tus gastos en el extranjero

— Si, perfecto. ¿debo hablar en otro idioma?

— Solo si es necesario

— Supongo que llevo años enamorado de ti ¿podrías decirme que tienes de encanto?

— ¿Por qué?

— No nací ciego – menciono Atsushi – Si te conozco desde pequeño, debo saber algo de ti ¿no es así?

— Mmm... - suspiro – cuando era pequeño, mi hermana encendió un sartén y mis cejas se quemaron, hoy en día sigo sin tener

Atsushi tapo su boca intentando no reír - ¿te parece divertido?

— Di-disculpa, solo imaginarte me dio un poco de gracia. – respiro calmándose - ¿puedo tomar tu rostro?

— ¿Por qué?

— Así puedo verte

— Ok, terminemos con esto

El mayor tomo las muñecas del menor, las acerco a su rostro haciendo que Atsushi se girará también, a pesar de ver sus ojos de tan cerca, su rostro pegado al suyo y sus manos sobre su piel. Atsushi no mostraba ningún gesto. Bajo los dedos que tocaban su rostro, toco su cuello y clavícula, alejo sus manos. El azabache trago saliva mientras el menor tocaba su cabello - ¿de qué color es tu cabello? – pregunto sacándolo del transe

— Es negro, mis puntas blancas, fleco corto y

— Si, puntas largas – menciono el menor. – creo que te tengo. ¿Qué color tienes de ojos?

— Es gris

— Qué bonito

— Los tuyos son preciosos – menciono y el albino se sorprendió ligeramente

— ¿en serio?

— ¿no los has visto?

— No puse atención en mi cuando era menor, debo seguir siendo un flaco blanco sin gracia

— Por lo menos no tienes pecas

Atsushi no evito reír, el azabache se sonrojo de verlo – disculpa, no era mi intención burlarme, fue lindo

— De acuerdo y

— Señor, llegamos

— Bien, es hora de casarnos Akutagawa

— Cierto, mi nombre es Ryunosuke

— Vamos a casarnos Ryunosuke

En las oficinas fue rápido, sello y firma, Atsushi aun siendo ciego conocía perfectamente los papeles, de todos modos, tuvo que ser grabado autorizando su matrimonio con el azabache por el simple hecho de ser ciego. No tardaron tanto, se tomaron una foto con el papel enfrente, Atsushi siempre sonrió en aquel edificio.

En el auto nuevamente, el azabache lo miro - ¿estas cansado?

— No, para nada.

— Iremos a casa

— Si, de acuerdo

Llegaron a una preciosa casa de suburbios, tenía tres pisos, los dos primeros con habitaciones, el tercero era un ático. Fuera de ello, había un lindo jardín. Akutagawa ayudo a Atsushi pare reconocer todo rápidamente – tenemos una reja blanca – menciono haciendo a Atsushi tocarla

— Oh, si, es puntiaguda – respondió - ¿tiene cerradura?

— Si, es una simple de broche

Atsushi la busco y abrió, el azabache le miro orgulloso. Realmente era independiente. – el piso es de piedra, alrededor hay pasto – menciono de nuevo. Atsushi se agacho tocando la piedra y un poco del pasto

— ¿tenemos un árbol?

— Si... ¿Cómo?

Atsushi le sonrió – mis ojos no ven, pero yo puedo ver más allá

— Impresionante... ¿Qué más puedes ver?

— Tenemos arbustos, creo que... ¿con flores?

— Si, si, dime más

Atsushi comenzó a reír – oye, esto no es adivina quien

— Jamás había visto alguien hacer eso ¿seguro eres ciego? – Atsushi no paro de reír.

Aquello llamo la atención de los vecinos, quienes los vieron, fueron fotografiados y rápidamente los paparazis hicieron lo suyo.

Mientras tanto, Atsushi y Akutagawa había entrado a su hogar, Atsushi iba tocando todo para asegurarse de recordar donde estaban los muebles - ¿quieres cambiar algo? – pregunto el azabache

— No estoy seguro, por cierto, si cambias algo avísame, podría tropezarme

— Si claro

— Eso incluye no dejar cosas tiradas

— Lo entiendo

— ¿Cuántos pisos tenemos?

— Son dos, las habitaciones están arriba

— ¿dormiremos juntos?

— No, tranquilo

— De acuerdo

Atsushi tomo el barandal de las escaleras y subió, Akutagawa lo miraba – es bastante intrépido – Akutagawa se quedó abajo acomodando, la mudanza no tardaba, así que subió a ver que hacia Atsushi.

El joven de cabellos grises estaba frente a una ventana disfrutando del aire, el azabache estaba lejos, no quería interrumpirlo, pero fue sorprendido – sé que estas allí Ryunosuke

— Va-vaya, eso asusta

— Como te dije, tengo buen oído y olfato

— Si, ya me quedo más que claro – menciono entrando a la habitación – elegiste la pequeña

— Imagino que querrás hacer cosas de descanso, está bien así pequeño, no tengo muchas cosas

— La mudanza no tarda en llegar, ¿quieres sentarte en algún lado?

— En la sala estaré bien con una silla

— ¿te gustan las sillas reclinables?

— Me gustan las mecedoras, me desconecto

— Te compraré una

— O-oye, no tienes que comprarme cosas, sé que fui tomado por ti por negocios

— Tranquilo, como te dije, necesito que seas mi esposo, que estes cómodo con el espacio es suficiente para mi

— De acuerdo, ¿puedo pedir cosas?

— Lo que quieras, oficialmente eres mi esposo, todo eso fue real

— Bueno... ¿puedo tener una laptop para ciegos?

— Si claro ¿harás negocios así?

— Sip

— Con mayor motivo lo compro – menciono sacando su celular – lo pediré de una vez

Atsushi sonrió cálidamente – gracias Akutagawa

Más tarde la mudanza llego, los hombres cargaban muebles, iban y venían, Atsushi se estreso por ello así que se quedó sentado y quieto mientras la gente pasaba con platos y demás. A su sorpresa, llego alguien que olía a vino y otro que tenía olor a periódico y un poco de vino - ¡Akutagawa! ¿estás aquí? – escucho el albino, era una voz fuerte

— Oh oh oh ¿eres el esposo de nuestro amigo? – pregunto la otra persona

— U-umh... Nos casamos hoy... - respondió tímido

— Mira que lindo eres, oh – el chico toco su rostro – pero que preciosos ojos tienes...

— Son para verte mejor – hablo burlón Dazai

— Cállate idiota

— Ah. E-estoy bien con eso

— Dazai-san, Chuuya, - hablo su marido – Qué sorpresa

— Oye, me mandaste un mansaje anoche a las 2:00 de la madrugada diciendo que hoy te casabas con el amor de tu vida y ni siquiera fuiste capaz de avisarme o decirme o algo – se quejaba el de voz fuerte. - ¿así valoras mi amistad? – volvía a quejarse.

— Lo lamento, Atsushi regreso del extranjero y todo lo que quería era estar a su lado

Atsushi al escucharlo se sonrojo, parecía ser buen mentiroso, pero incluso Atsushi podía ver eso, la verdad y la mentira, Akutagawa mentía muy bien. – Akutagawa, ¿Por qué jamás nos contaste de él?

— Era secreto – menciono – Atsushi, ellos son Nakahara Chuuya y Osamu Dazai

— Es un gusto – menciono el albino – si pudieran, presentarse, así podré reconocer sus voces – pidió

— Oh, disculpa, yo soy Nakahara Chuuya – ahora Atsushi sabia de quien era el olor a vino y la voz fuerte

— Yo soy Dazai, Osamu Dazai

El menor sonrió – muchas gracias

— La mudanza se tardará, acomodan todo minuciosamente por Atsushi ¿salimos a cenar? – cuestiono

— Me encantaría

— ¿Atsushi?

— Aam... no sé, si quieres salir, vayamos o puedo quedarme

El azabache paso entre sus dos amigos y tomo la mano del menor – vamos a cenar cariño

— S-si...

La mudanza se quedó, obviamente Nakahara y Akutagawa sabía que eran sus subordinados, pero el secreto de Atsushi únicamente lo sabría Hirotsu, su hermana, su jefe y su mejor amigo, Nakahara.

Chuuya y Dazai también estaban asombrados por las habilidades del menor a desenvolverse tan fácilmente sin poder ver, la verdad es que Atsushi sabia manejarse así, pero eso no quitaba que ya estaba incomodo – Atsushi-kun – decía Dazai tocándolo nuevamente - ¿Qué te gusta de Akutagawa?

— E-es muy amable conmigo, se asombra de todo tiernamente y es muy honesto

— Olvidas aburrido y total serio – dijo Chuuya en burla

— Ya déjenlo, sigue cansado por su viaje

— Cierto, llegaste del extranjero ¿no? ¿ya dormiste algo?

— Aun no, pero me siento bien, estaba emocionado de volver a ver a Ryu – añadió, tapo su boca imitando vergüenza – ay, lo siento... yo, quise decir Akutagawa

Chuuya se sonrojo por ello, era lindo. – rayos, eres precioso – menciono llevándose la mala mirada de sus amigos.

— Bueno Atsushi-kun ¿y sabes hacer algo?

— Por supuesto, estoy totalmente preparado para todo – menciono – pero estaré unos días en casa tranquilo para que Akutagawa y yo nos acoplemos ¿verdad?

— Si, así es. Visitarlo en el extranjero no es lo mismo a tenerlo todos los días

— No, imagino que no... - le miro Dazai.

Más tarde, Chuuya y Atsushi hablaban, Dazai había seguido a Akutagawa al baño, el azabache apenas salía del gabinete cuando Dazai lo puso contra la pared – Akutagawa Ryunosuke ¿no le piensas decir a tu esposito que mientras lo esperabas te revolcabas con todos?

— Dazai-san...

— ¿crees que no sé qué cuando no estaba yo estabas con Tachihara? Ese tonto guarda espaldas de Chuuya

— Dazai-san, usted es un agente ahora ¿lo olvida? Comprenda que Atsushi tiene una incapacidad, no sea cruel.

— Atsushi-kun debería saber la alimaña que eres... o podrías hacerme sentir bien cuando Chuuya se va de viaje en misiones

— Dazai-san...

— Tú decides, si cierras mi boca o hablo

— Si, de acuerdo...

Más tarde se despidieron, Dazai y Chuuya se irían a casa, Atsushi y Ryunosuke subieron al auto del mayor, si, ya lo manejaba él. Atsushi no lo miro, pero lo supo – tu olor es diferente

— ¿diferente? ¿Cómo? Quizá es el olor en el baño, recuerda que había gente y me tarde

— Si, eso dijeron tu y Dazai-san

Ryunosuke sonrió, su cabeza lo transporto a sus pensamientos mientras conducía, su esposo era ciego, no tenía que ocultarse, era cierto que debía cuidarlo, pero en la cama no, podía seguir con su vida normal mientras nadie lo descubriera. Era perfecto.

Por la mañana, Atsushi despertó temprano, se estiro y se puso unas pantuflas, camino tranquilo, aunque aun dejando sus manos de frente, aun debía acostumbrarse, llego a las escaleras y las bajo con calma, llego a la cocina donde aún perdido por la costumbre comenzó a tocar todo encontrando los sartenes, la olla de arroz y más ingredientes.

Akutagawa bajo cuando sintió el olor, pensó de momento que la casa se quemaba, así que bajo corriendo a la cocina viendo a su marido terminar de servir el desayuno – oh, Akutagawa – le llamo tranquilo – no sé si bebés té o café ¿Qué beberás?

— T-té

— Perfecto, pondré la tetera

Atsushi se voltio buscándola, pero no la encontraba, el azabache se acercó – no compre una, - menciono – puedes usar una olla – añadió acercándole una olla pequeña

— ¿eh? ¿no tenemos tetera?

— No sabía si querrías té o café y no suelo comer en casa

— ¿eh? ¿enserio? Entonces... ¿te envuelvo el desayuno?

— No, no tengo mis días libres para acoplarnos – menciono - desayunaré contigo

— Por supuesto

— Compraré una cafetera y una tetera para ti

— Estaré bien mientras podamos disfrutar de ello los dos

— Claro que sí, estaré contigo en las tardes y los fines de semana ¿te parece bien?

— Si, eso suena lindo.

En su desayuno, Akutagawa revisaba las noticias, ya eran noticia en algunos medios de chisme, sonrió de ello, Atsushi era un arma perfecta, el más perfecto de todos.

Los días siguieron pasando, se volvieron meses pronto, se volvieron famosos rápidamente y su competencia con la otra empresa era rigurosa, Atsushi pasaba sus días en casa, creaba su propio interés en su computadora, Akutagawa pasaba tiempo con él en las tardes y los fines de semana.

Atsushi lo sabía, el azabache tenía dos o tres amantes, podía olerlos a la perfección. Aun así, el mayor no actuaba cuando estaba con él haciendo que el joven poco a poco se enamorase de su esposo.

Un año había transcurrido, cuando Atsushi escucha un programa de noticias, estaban hablando de él y su esposo

"una pareja incondicional, jamás conocí a un magnate tan enamorado"

"Lo sé, ¿los vistes en esas fotografías con helados?, aaay soy su fan"

Atsushi sonreía de escucharlos, era tierno saber que su relación era envidiada por muchos, - Jinko – lo escucho, aquel apodo que le designo cuando un fin de semana hablaron de tigres y este pequeño chico no pudo parar de hablar – Estoy en casa

— Bienvenido Ryu

— Tuve un día largo

— ¿nuevas inversiones?

— No, solo mucho papeleo – se quejó sentándose a su lado - ¿Qué vez?

— Un programa que habla de nuestra cita en los helados

— Siempre hablan de nosotros – menciono y sonrió – ¿Quién diría que llevaríamos un año ya no?

— Aun no

— ¿no?

— Nos casamos el 16 de octubre Ryu, apenas es día 2

— Eres tan listo – se quejó tomando sus mejillas, Atsushi comenzó a reír

— Ah, Ryu, tengo algo para ti

— ¿sí? ¿Qué es? ¿un postre? ¿cocinaste? Adoro tu sazón, creo que ya no podía vivir sin ello

Atsushi volvió a reír, - sí, hice la cena, pero también tengo algo para ti – añadió.

Busco en su bolsillo y saco un sobre amarillo, el azabache lo vio curioso, lo abrió y pudo ver un cheque con la cantidad que le dio al inicio de su relación, no era un poco más – Jinko...

El albino sonreía amplio – mi pequeño negocio ha crecido, y tú mismo me pediste que devolviera el dinero, es mi gratitud por... por todo

— Jinko, yo no he hecho nada realmente

— Me sacaste del orfanato, hicimos una familia, es divertido cada día a tu lado – menciono ligeramente ruborizado – es agradecimiento, espero que pasemos más años juntos

El azabache sonrió, guardo el cheque – espero lo mismo Jinko, ya no hagas más negocios – se quejó bromista – no te hagas super independiente y me dejes, te extrañaría mucho

Atsushi volvió a reír – tengo un trato contigo, y eso lo expresa nuestra acta de matrimonio.

— Tienes razón – le sonrió - ¿cenamos?

— Ve a darte un baño, deje todo listo

— Aaay odio los baños – se quejó.

Atsushi volvió a reír, su marido odiaba los baños, pero aun así los tomaba cuando él le decía que lo hiciera.

Después de aquel odiado baño, el azabache fue al comedor donde Atsushi acababa de arreglar todo, se acercó abriéndole la silla y el menor se sentó - gracias Ryu

— No hay de que cariño – respondió sentándose de frente

— Ryu hable con tu hermana hoy

— Uhum

— Menciono que quiere casarse con su novio, Tachihara – el azabache casi se atraganta

— ¿Qué? - pregunto molesto

— Vamos Ryu, tu hermana lo adora, - le respondió – sé que no lo conozco, pero tu hermana habla maravillas de él, dales tu bendición

— Pero Jinko

— Recuerda cómo se puso tu hermana cuando me conoció – pidió – dale la oportunidad a Tachihara

— Bien – hablo molesto – solo una

— Qué bueno, Gin y yo hablamos de cenar esté fin de semana

— ¿fi-fin de semana?

— Si, el viernes, tranquilo, no se interpondrá en tu viaje de negocios

— Bien y volveré para nuestro primer aniversario

Atsushi sonrió – sí, nuestro aniversario... 



...

Aquí empieza una historia llena de drama, malos entendidos, malas decisiones, uno que otro golpe, la verdad no he llorado, se me hace bueno esto, de esos dramas que quieres más. 

Espero que sea de su agrado y lo disfruten, no son muchos capítulos, pero si serán capítulos largos 

Vuelvo a repetir, está historia es sin habilidades, pero existe la port mafia y la agnecia aunque quedan en segundo plano

la historia es mía, claro que si existe algún parecido con la realidad es mera coincidencia 

Empecemos está nueva aventura juntos. 

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top