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La clase con Yue Shun fue larga, sobre todo porque no logré poner mucha atención, pensando el dilema que me había mostrado entre mi deber y mi ética.
Él me conocía lo suficiente para notar que tenía la cabeza en otra parte, pero también le gustaba hacerme sufrir un poco, según él para que eso no se repitiera en la siguiente clase. Por eso, me sorprendió verlo guardar los textos y levantarse, rindiéndose primero que yo.
Nunca lo había hecho, me sentí asustado, creyendo que tal vez estaba tan decepcionado que dejaría de enseñarme. Probablemente iría de inmediato a buscar a mi papá para decirle algo del tipo: "tu hijo es un caso perdido, ya no me encargaré de él".
Pero en vez de salir de mi habitación, él me tomó del brazo y me hizo ponerme en pie, diciendo: —Ya que esto no está funcionando y ya tienes permitido salir de la casa, me parece que es hora de que tú y yo vayamos a dar un paseo.
—Ah... Sí, shifu —balbuceé, un poco aliviado de que mi situación no estaba tan mal.
Como ya se estaba volviendo costumbre, me equivoqué.
Yue Shun no me regañó, mis papás no alegaron nada para no dejarme salir con él. Pero cuando estuvimos en la calle, se sintió un gran peso en el ambiente, proveniente de las miradas de las personas.
No sabía que las noticias se extendían tan rápido como para que todo el mundo me mirara y susurrara, sin ocultar risitas burlonas. Por un momento intenté convencerme de que no hablaban de mí, pero al sentir la mano de mi maestro sobre mi hombro y escucharlo decir: —No te preocupes, se les olvidará pronto — me devolvió a la realidad. Una realidad donde todos me veían como alguien de quién reír.
No es como que me quedara mucha cara¹ para perder, pero no quería ser motivo de más deshonor para mi familia, así que me acerqué un poco a Yue Shun: —¿Será un paseo muy largo, shifu?
—Nah, no te preocupes. Llegaremos pronto.
Suspiré y seguí avanzando tras los pasos del maestro, intentando ignorar a la gente alrededor.
Llegamos hasta un lugar rodeado por un largo muro, que no había visto el día anterior. Después de saber qué era, entendí por qué mi papá no me lo había mostrado.
—Mira, Li Hao. Este es el campo de entrenamiento para los cazadores de huli jings. No es tu lugar, de eso estoy seguro, pero si tienes tanta curiosidad, te dejaré ver a los chicos entrenar — explicó Yue Shun.
Después del mal rato que había pasado en la calle, al escucharlo decir esto sentí como si hubiera entrado a algún palacio secreto donde debía mostrar mi verdadero valor para obtener la redención, así que con mucho entusiasmo lo reverencié varias veces: —¡Gracias shifu! ¡gracias de verdad!
Él me miro sin saber si debería reír o llorar, y mejor dio media vuelta para dirigirse a otra habitación, a donde lo seguí. En ese cuarto había una jaula un poco grande, pero con los barrotes bastante cerrados, en la cual había un pequeño zorro blanco con dos colas.
Según sabía, no se puede medir el poder de los huli jings por la cantidad de sus colas, pero sí su edad, así que este debía ser uno bastante joven.
Yue Shun tomó un poco de agua de una tinaja que había en una esquina de la habitación y luego de llenar un tazón con ella, la dejó junto a la jaula. Mientras el huli jing se acercaba a olfatear qué había en el tazón, Yue Shun me explicó: —Esta tarde vendrán los chicos que quieren tomar el entrenamiento. Algunos serán débiles y no se podrán quedar, otros probablemente lo habrán olvidado y tendrán que esperar otro año, los menos serán instruidos por su propio padre, pero al final todos tendrán que aprender, aunque sea un solo dato útil contra los zorros espirituales. Esta pequeña es la huli jing de más bajo poder que hemos podido capturar con vida, así que los muchachos que logren hacerle frente van a ser los que entrenaré este año.
La huli jing finalmente sacó su hocico de la jaula para beber el agua a lengüetazos. Se veía tierna, incluso me dieron ganas de abrazarla y jugar con ella, pero no lo dije. Mi maestro me dejó a cargo de ella por un momento para traerle un poco de comida, así que pude mirarla con calma por unos minutos. Era como de la mitad del tamaño del zorro negro, y la expresión en su rostro era diferente a pesar de estar en su forma original. Mucho más recelosa, como un niño castigado por hacer travesuras. Su pelaje blanco tenía bonitos matices de tonos perlados y cremas, quizá en su forma humana parecería una chica albina. Cuando Yue Shun regresó con un plato de carne de pollo y lo colocó frente a ella, repitió lo que había hecho con el agua, olfateándola primero para asegurarse de que no era peligrosa. Después de unos segundos se convenció (o tal vez le ganó el hambre), y arrastró un trozo dentro de la jaula para comerlo.
Yue Shun respiró profundo y me hizo señas de que saliéramos de la habitación. Lo obedecí, y caminamos de regreso a la puerta del lugar. Había muchos jóvenes empezando a reunirse fuera, en espera de que les permitieran entrar. Reconocí entre ellos al cuarteto de amigos que habían estado en el restaurante el día anterior. Las dos chicas se veían muy decididas, mientras los muchachos se pasaron todo el tiempo hablando de quién sabe qué.
—¿De qué trata la prueba? —pregunté, pero Yue Shun no me respondió, ya que en ese momento apareció Dà ShèngJūn. Todos abrieron el camino para él, guardando silencio respetuosamente. El único con el permiso de hablar (y la cara lo bastante gruesa para ser totalmente informal) evidentemente fue mi maestro.
—¡Ah, Ya Kuang, te estábamos esperando! Creí que tardarías más en arreglarte, con lo elegante que te gusta lucir.
Mi papá suspiró lo más discretamente posible y respondió: —Lao² Yue, no quise hacer esperar a los jóvenes. Así que no retrasemos más esto o anochecerá antes de que puedas escoger a los nuevos cazadores. —Me miró fijamente y agregó: —Ya conoces el camino a casa. Si esto es demasiado para ti, regresa, no te juzgaré por ello.
No puedo negar que me sentí muy nervioso, al punto de poder notar cómo la sangre bajaba de mi rostro a mi corazón. ¿Qué era lo que vería? Pero sólo asentí con la cabeza, y como papá me hizo seña de que lo siguiera, caminé tras él.
Como líder de la ciudad, él estaba presente en cada evento importante, y desde que los huli jings habían empezado a ser cazados, preparar a los nuevos cazadores era uno de ellos. Wang Ya Kuang se dirigió a un pequeño estrado techado especialmente, para presenciar la selección de Yue Shun, sentándose en la elegante aunque vieja silla destinada a su cargo, y yo me quedé parado a su lado.
Mientras mi maestro y los chicos que se habían agrupado afuera entraban, mi padre me habló de esta manera: —Shun me dijo que quieres cazar huli jings. Sé que no vas a poder, eres demasiado frágil y además tienes el carácter de tu mamá. A ella nunca le gustaron estas cacerías.
Ya habían entrado todos y la puerta fue cerrada, así que no podía quejarme abiertamente, pero no pude evitar apretar los puños. ¿De verdad mi papá me veía tan inútil para no darme ninguna oportunidad?
—¿Entonces por qué dejaste que shifu me trajera? — cuestioné.
Él miró hacia el frente y cerró los ojos por un momento: —A veces no puede aprenderse de otra manera que por el dolor.
Iba a responder, pero mientras Yue Shun se dirigía a nuestro lado después de organizar un poco a los chicos, ví cómo casi todos fijaron sus ojos en mí, y de inmediato escuché que murmuraban.
—Eh, ese es Wang Li Hao.
—¿En verdad?
—¡Sí es! Li Hao³, el del zorro negro.
—Qué atrevido, si no necesita estar aquí.
—Cierto, mi papá dijo que el pobre chico creyó ver al zorro negro.
—Mis hermanos también lo escucharon, dijo que el zorro había revelado su forma humana por un momento.
—Ja, como si hubiera alguien con tanta suerte.
—El hijo del ChengZhu, tan frágil que nunca había salido de su casa, y cuando lo hace vé al zorro negro, cómo si esas cosas pasaran...
—La cordura se pierde al pasar tanto tiempo encerrado, una cosa lamentable.
Me sentí diminuto.
¹ Hay varias expresiones que usan la cara para indicar el honor de alguien. Si se habla de perder cara, se refiere a perder honor. Otras expresiones son tener la cara gruesa, para hablar de alguien que difícilmente se avergüenza de sus acciones, mientras la cara delgada es la descripción de alguien que fácilmente se apena.
² Sabio, a veces también significa viejo.
³ Ok, para nosotros el hablar de alguien con su nombre de pila es lo más normal del mundo, pero en la cultura china no es igual. El uso del nombre sin el apellido, y más aún cuando se trata de un individuo con una jerarquía mayor, está reservado para las personas más cercanas, por ejemplo tus papás o tu pareja. Si lo usas a la ligera sin conocer o tener cercanía con la persona, es altamente irrespetuoso. Así que el hecho de que lo llamen Li Hao siendo ajenos es muy ofensivo.
Estoy viendo que a este paso habrá notas al final de cada capítulo 😂. Espero que les esté sirviendo para comprender mejor y que no los esté haciendo confundirse más 😅.
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